La globalización ha traído muchos beneficios económicos pero también ha creado desigualdades sociales. Mientras que algunos países y empresas se han beneficiado enormemente del comercio global, muchas comunidades locales han perdido empleos y medios de vida debido a la competencia extranjera. Es necesario que los gobiernos y las organizaciones internacionales ayuden a estas personas afectadas y promuevan un comercio justo que sea beneficioso para todos.