Los principales orígenes de los inmigrantes uruguayos de la segunda mitad del siglo XIX fueron Italia, España, Francia, Alemania y Suiza, quienes llegaron atraídos por afiches que prometían éxito económico y tierras para escapar de la pobreza y superpoblación en Europa, y realizaron importantes contribuciones como el desarrollo de la agricultura, ganadería e industrias, la consolidación de la clase media uruguaya y la formación de una conciencia obrera.