Caja de herramientas ofrecida por las ciencias sociales
Estos especialistas han sabido perfeccionar y reunir estos aportes en un marco global:
Se caracteriza más por las innovaciones metodológicas que por las técnicas.
A excepción de los aportes en el terreno de la evaluación de las políticas públicas (planes experimentales, etc.), el valor
añadido en el campo técnico de la recogida y tratamiento de datos es modesto.
Análisis de contenido, investigación documental, entrevistas o cuestionarios, observación participativa:
El abanico al que recurre el analista se parece mucho al de
los manuales básicos de sociología y de ciencia política.
La innovación analítica en la forma de razonar sobre los datos y de
desbrozar el campo de las políticas es más conceptual, más intelectual.
Ciertamente, incluso a este nivel la aportación no es siempre revolucionaria.
Los especialistas en políticas públicas han escarbado extensamente en el stock de la sociología y de la ciencia
política: teoría de las organizaciones, estudio de la decisión, sociología de la comunicación de masas, etc.
El estudio del contenido de las políticas públicas como fenómeno político (Elkin, 1974).
Una segunda particularidad del cajón de herramientas
reside en la sensibilidad del análisis a otras variables u
otros enfoques además de los que tratan el fenómeno
político en el sentido limitado del término.
Así se toman en cuenta factores económicos, financieros,
jurídicos y tecnológicos.
Desde este punto de vista, la fórmula siguiente
describe acertadamente el punto muerto en el que
se niegan a entrar las políticas públicas: «En los
Estados contemporáneos, los economistas explican el
85 % de las variantes; los politólogos deben
contentarse con el 15 % restante.»
Una tercera particularidad que marca al análisis de las políticas
públicas concierne a su aspiración científica, afirmada y
relativizada a la vez.
Existen métodos rigurosos que indican la credibilidad del trabajo.
La prueba, replicable por terceros y causalmente fundada, debe ser
aportada. La verdad es explicitable. Al mismo tiempo, el trabajo del
analista se asemeja a un arte, a un savoir-faire artesanal, con sus
destrezas implícitamente transmitidas y sus riesgos juiciosamente
explotados.
Es un cajón de herramientas cuya existencia supone una
evolución importante para las ciencias sociales y para la gestión
pública.
Este cajón de herramientas está hecho de modos de razonamiento
que modifican profundamente los marcos clásicos del conocimiento
en materia de acción gubernamental.
Por:
Edgar Vásquez