1. ESCOLAR / HERALDO DE ARAGÓN
MIÉRCOLES 5 de febrero de 2014
08
EconomÌa de andar por casa
10. ¿Qué son las Pymes?
De escuelas
& maestros
GUILLERMO FATÁS MONTES
En España existen, exactamente, 3.195.210 empresas. Pero,
¿son todas las empresas iguales? ¿Es igual una empresa de
1.000 empleados que una de 10? La respuesta a estas preguntas es: «No», y por eso las empresas se clasifican según su número de empleados de la siguiente manera:
● Grande: con más de 250 empleados.
● Mediana: entre 250 y 50 empleados.
● Pequeña: entre 50 y 10 empleados
● Microempresa: con menos de 10 empleados.
■
Esta clasificación se simplifica en: grandes empresas y Pymes
(Pequeñas y Medianas Empresas). Y en esta última categoría,
tenemos en nuestro país 3.191.416 empresas, es decir, un
99,88%, ¡prácticamente todas!
¿Por qué son
importantes
las Pymes
en España?
● Su pequeño tamaño les da mayor
flexibilidad, tienen
más capacidad de
reacción.
● Su número es tan
grande que les
confiere una gran
importancia en
nuestra economía.
● Congregan el
63% de los empleos, que es una cifra muy significativa.
Las Pymes se
enfrentan a una serie
de dificultades que no
tienen las grandes
empresas:
● Financiación: es más cara,
los bancos les cobran más interés por prestarles dinero.
● Tecnología: conseguir los
últimos avances tecnológicos
es muy caro y, a veces, no
pueden afrontar ese coste.
● Información: no tienen los
mismos contactos ni acceso a
la información que las grandes compañías.
El motivo por el que las Pymes existen a pesar de todas estas
dificultades es porque muchas veces realizan trabajos que a las
grandes empresas no les parecen atractivos, ya sea porque cuesta mucho tiempo realizarlos o porque dejan poco beneficio.
Otra forma de tener una empresa es ser autónomo o trabajador por cuenta propia. Es una forma sencilla, pues el autónomo
es empresa y trabajador a la vez. Es el que trabaja, el dueño de
los materiales y del dinero del negocio. No tiene jefe ni superiores ante los que responder y puede cumplir sus propios horarios.
Sin embargo, al ser independiente, debe conseguir el trabajo y
poner el esfuerzo necesario para asegurarse un sueldo digno.
VAMOS A JUGAR
¿Qué necesitamos para crear nuestra propia
empresa?
● Lo primero que necesitamos, y lo más difícil, es una buena idea.
Pensemos, por ejemplo, en algo en lo que nos gustaría trabajar
o en aquello que veamos que la gente querría comprar o tener,
pero nadie lo vende.
● Ahora, pensemos en un nombre para nuestra empresa; también
tendremos que diseñar un logo o imagen que la represente. El nombre ha de ser fácil de recordar y el logotipo bonito y alegre.
VÍCTOR JUAN. DIRECTOR DEL MUSEO PEDAGÓGICO DE ARAGÓN.
● Después, haremos una lista con todo lo que necesitaremos para empezar a trabajar: herramientas, vehículos, ordenadores...
● Por último, elaboraremos un presupuesto con el coste de todo
lo necesario, más nuestro sueldo mensual, comparándolo con lo
que tendremos que vender para empezar a ganar dinero.
FUNDACIÓN PIQUER www.fundacionpiquer.es
øTodavÌa no lees? Eso es que no conoces a...
MAURICE SENDAK
BEGOÑA ORO
Maurice Sendak es un monstruo de la
literatura infantil. Dice el diccionario de la
RAE que un monstruo es una «persona de
extraordinarias cualidades para desempeñar una actividad determinada», y Sendak tenía unas extraordinarias cualidades
para ilustrar, para contar historias, para vivir y para ponerse del lado de los niños,
pero no de los niñitos bobitos por los que
os toman algunos adultitos. No, Sendak
sabía que un niño era mucho más que eso.
Dijo: «La infancia es profunda, rica, misteriosa, honda». También dijo que los adultos se asustarían si supieran todo lo que
saben los niños. ¿Tú qué crees?
Pero además Sendak fue un monstruo
en otro sentido, el de «producción con-
■
tra el orden regular
de la naturaleza».
Decía el orden regular de cierta literatura infantil que no
había que asustar a
los niños y que los
niños de los cuentos tenían que portarse de maravilla,
pero Maurice Sendak dibujó unos
monstruos que daban mucho miedo
y, lo más monstruoso de todo, coronó a
un niño travieso, un niño que está castigado sin cenar, como rey de los monstruos –reconoce que a veces, cuando te
enfadas, tú también das miedo–.
Todo eso lo hizo en un álbum titulado
‘Donde viven los monstruos’. Ningún ni-
ño debería llegar a
adulto sin que alguien le hubiera leído este libro hasta el
final, hasta ese momento en que se ordena el mundo y la
cena aún está caliente.
Es una pena que
Sendak ya haya
muerto y no pueda
regalarnos más historias. Pero es una
alegría saber que este año Kalandraka va
a volver a publicar no solo ‘Donde viven
los monstruos’ sino también ‘La cocina
de la noche’ y la preciosa ‘Mini-biblioteca’, una cajita que contiene cuatro libros
muy pequeños de formato y muy grandes de contenido.
ESCOLAR es un suplemento didáctico editado por HERALDO DE ARAGÓN con
la colaboración de la Fundación Telefónica. Coordina: Lucía Serrano Pellejero.
■ Uno de los maestros aragoneses más cultos del primer tercio del siglo XX fue Guillermo Fatás Montes –Sariñena, 10 de enero de 1871–Zaragoza, 6 de septiembre
de 1940–. Hijo del maestro José Fatás Bailo, inició su
ejercicio profesional en Azanuy y lo continuó en Benasque hasta que llegó a Zaragoza en 1898. Matrimonió
con la maestra de párvulos Patrocinio Ojuel, una de las
introductoras de la pedagogía Montessori en Aragón.
Guillermo tenía tres hermanas maestras –Andresa,
Asunción y Josefa– y un hermano, Luis, médico, concejal del Ayuntamento de Madrid y diputado en Cortes
por Boltaña.
Con Mariano Nuviala compuso el libro ‘Ejercicios y
problemas razonados de Aritmética y Geometría’
(1907). También fue autor de una interesante ‘Historia
Sagrada’ (1904) de la que se hicieron una veintena de
ediciones. Este libro guarda la curiosidad de haber sido
ilustrado por Enrique Marzo, inspector de escuelas. Guillermo Fatás fue uno de los impulsores de las colonias
escolares en Zaragoza, brillante articulista, tanto en la
prensa local como en la profesional, firme defensor de
los intereses societarios del Magisterio en un tiempo
cargado de estrecheces para este colectivo. No eludió
polémicas ni acalorados debates en la prensa, donde escribió mucho y bien. Cuando Zaragoza comenzó el proceso de graduación de la enseñanza, Fatás fue director
de la escuela Ramón y Cajal. De allí pasó a la dirección
del Grupo Escolar Gascón y Marín cuando se inauguró
en 1919.
En 1918 la revista ‘La Educación’ dedicó a Guillermo
Fatás un número especial en el que escribían algunos
de los más ilustres maestros del momento. Su dilatado trabajo por la educación zaragozana le hizo merecedor de la Medalla de Oro de la Ciudad (1920) y, posteriormente, de la Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII
(1925).
La caricatura que encabeza estas líneas la realizó Bayo Marín en ‘La Voz de Aragón’, para una sección titulada ‘Gente conocida’ por la que habían desfilado profesores universitarios, industriales, políticos locales, artistas… Que Guillermo Fatás fuera incluido en esa nómina de ciudadanos notables es una prueba del prestigio que, lentamente, el magisterio conquistaba.
El 31 de agosto de 1939, después de cincuenta años,
ocho meses y diecinueve días de servicio, Guillermo
Fatás «considerándose sin fuerzas para continuar con
la intensidad necesaria la labor de enseñanza…», solicitaba la jubilación voluntaria. Tras la Guerra Civil, para
nadie fue fácil encontrar las fuerzas necesarias para
acudir cada día a la escuela.