Marx es hoy remitido al "viejo" concepto de "trabajo". Es el "nuevo" concepto de "empleo"
el que se autopresenta como en condiciones de rearmar teóricamente las miradas sociológicas
"críticas" sobre el mundo de las relaciones industriales. La discusión directa con la obra marxiana
se presenta como obsoleta a partir de su identificación con el "marxismo" que caracterizó a
buena parte de la sociología del trabajo europea en la década de los años setenta del pasado
siglo (Braverman, Freyssenet, Coriat, etc.). No obstante, el "trabajo" de estos autores, el
trabajo en el taller (o el trabajo "concreto") nunca fue, propiamente hablando, el trabajo
criticado por Marx: este no era otro que el trabajo asalariado en tanto relación social. Nuestra
reflexión partirá de ésta última conceptualización como vía de ruptura con las fijaciones del "trabajo" y
el "empleo" en lo que vamos a llamar "modelo producción": el trabajo como un proceso de formación
en el transcurso de cual la especie se constituye en su relación con la naturaleza pero también como
sujeto social. Desarrollaremos, en primer lugar, las líneas centrales de otro posible modelo de lectura
de Marx, el "modelo subsunción", desde el cual el trabajo abstracto ya no puede concebirse como
causa o sujeto, sino como momento del proceso de socialización, que abarca al trabajo humano pero
al mismo tiempo lo supera y lo reformula. A partir de este modelo de lectura de la obra marxiana
trazaremos, en segundo lugar, los contornos de un programa de investigación sociológico que tomase
como objeto el análisis del trabajo en las sociedades contemporáneas como “relaciones salariales”.
Por último, acometeremos un examen crítico de las formas particulares que, en la sociología del
trabajo “marxista” y en la sociología del empleo, se derivan de los postulados arrastrados desde el
“modelo producción”.