El documento defiende la política migratoria inclusiva de Argentina frente a las propuestas restrictivas y xenófobas. Resalta que Argentina ha sido históricamente un país receptor de inmigrantes y que la nueva ley migratoria de 2003 representó un cambio importante al adoptar principios internacionales y alejarse del paradigma de la "seguridad nacional". Sin embargo, políticos como Macri y Massa ahora proponen medidas para controlar e incluso deportar inmigrantes, reeditando antiguas leyes restrictivas.
1. Ante la incertidumbre y las propuestas restrictivas xenófobas,
nuestra responsabilidad es la defensa de las profundas
innovaciones se han desarrollado en materia migratoria en la
Argentina.
Hace pocas horas el célebre músico director argentino Daniel Barenboim proponía una
iniciativa para Argentina como receptor de un cupo de más de 100 mil refugiados Sirios. Bajo
la idea para que la Argentina dé un paso moral y estratégico. Ese gesto moral pondrá
estratégicamente a Argentina en una posición importante dentro del conjunto de las naciones.
El país volverá a ser considerado como un actor central en el mundo. Muchos hemos tomado
este tema como un ejemplo de la importancia que tiene para el mundo y la visión de los
europeos respecto de América latina.
No hace falta nuestra ponderación sobre la idea de nuestro director de orquesta y su
ejemplificador trabajo uniendo niños judíos y palestinos. Sirve como paradigma similar la
prédica permanente del Papa Francisco en defensa de los inmigrantes y refugiados. El mundo
entero pudo escucharlo desde la misma sede de la ONU y el congreso de los EEUU en esta
sintonía con el mundo inmerso en una crisis de migraciones forzadas sin antecedentes.
La tradición histórica de la argentina desde el XIX. En la política migratoria refleja la
importancia que tiene para nuestro país la política de integración.
Aun así la Argentina hoy esta amenazada porque tiene dirigentes como Macri quien hace
pocos años en plena crisis y frente la extensión de la toma del parque Indoamericano, en el
sur de la Capital, Mauricio Macri responsabilizó a la política migratoria del gobierno nacional,
a la que calificó de "descontrolada. "Estamos todos conscientes de que la Argentina viene
2. expuesta a una política descontrolada donde el Estado no se ha hecho cargo de su rol.
Pareciera que la ciudad de Buenos Aires se tiene que hacer cargo de los problemas
habitacionales de los países limítrofes", agregó el mandatario porteño.
En absoluta sintonía su entonces Jefe de Gabinete hoy intendente electo decía "Hay una ley
muy permisiva respecto de la migración: viene la gente y al poco tiempo de estar en la
Argentina pide una vivienda, usurpa y después viene el juez Gallardo que obliga al Estado a
dar una vivienda", se quejó. "Es una lógica perversa que lo único que hace es promover que
venga más gente de los países limítrofes para usurpar terrenos y pedir viviendas. Tenemos
que cortar eso", reclamó.
Sergio Massa también es de ascendencia italiana aunque no es de los inmigrantes que ahora
están en la mira, aunque si lo fueron cuando después de la primera y segunda guerra mundial
eran deportados del país por su condición ideológica de “comunistas o anarquistas. En
cambio, el diputado De Narváez, que pese a su condición de colombiano proponga deportar a
sus compatriotas sospechados de delinquir, entre miles que llegan a la Argentina para
trabajar y estudiar. Claro que todo es cuestión de clase: en un mundo globalizado solo los que
tiene dinero tienen la garantía de pertenecer.
Nuestro país ha sido históricamente un país de recepción de inmigrantes: de origen europeo –
muy numeroso hasta la década de 1930– y latinoamericano –constante desde fines del siglo
XIX–. Las migraciones internacionales constituyen una de las cuestiones más importantes y
más debatidas de nuestra historia.
A principios del siglo XX en Argentina fueron sancionadas por el Congreso Nacional dos leyes
de una trascendencia fundamental para la historia en general y para la lucha obrera en
particular: la Ley de Residencia en 1902 y la Ley de Defensa Social en 1910. Era una época
marcada por la llegada de miles de inmigrantes europeos, que se iban insertando al mundo
laboral argentino. Estos hombres y mujeres habían escapado de la desocupación, de la
hambruna, de las guerras, de la pobreza y creían encontrar en esta nueva nación, una nueva
oportunidad. A partir de 1853, los llamados padres fundadores habían comenzado a fomentar
la inmigración.
Durante la estrategia agroexportadora (1870-1930) se dio un proceso de desnacionalización
de la política económica –apertura a la inversión extranjera en ferrocarriles, frigoríficos y
servicios– y de la política migratoria –promoción de la inmigración europea asociada al
proceso colonizador, exterminio de la población aborigen– con participación de grupos de la
sociedad civil –empresas privadas de colonización– en la implementación de la política
ideada. Por el contrario, durante el período posterior (1930-1945), y en parte como
consecuencia de la grave crisis internacional, mientras la política económica se desnacionaliza
–crecientes inversiones norteamericanas en la industria textil y alimentos, etc.–, la migratoria
se vuelve restrictiva y se nacionaliza protegiendo el mercado interno ante las altas tasas de
desocupación. A fines del siglo XIX, la necesidad de trabajadores para la expansión económica
de la Argentina fundamentó una política abierta hacia la migración extranjera. Pero hacia
principios del siglo XX, los obreros extranjeros, que comenzaban a organizarse, ya no
3. aparecían como “honestos hombres de trabajo” sino como sospechosos de atentar contra la
seguridad nacional y portadores de ideologías foráneas. La sanción de la Ley de Residencia en
1902 permitió la expulsión de estos extranjeros “indeseables”.
Desde hace años Macri pregona su política xenófoba y vino hubo propuestas de reforma del
Código Procesal Penal en materia de políticas migratorias, por pedidos de sectores de la
derecha respecto de la expulsión de extranjeros que cometan delitos en nuestro país. De
aprobarse esta modificación, podrían ser motivo de extradición las protestas por mejoras
laborales y demandas sociales como la vivienda. Se reeditaría así la Ley de Residencia que a
principios del siglo XX expulsaba a los inmigrantes anarquistas y socialistas que organizaban
huelgas.
A partir de aquí, la ilegalización de la inmigración, con la quita de derechos, signó las sucesivas
legislaciones en esta materia. Onganía prohibió el trabajo de inmigrantes ilegales y
temporarios, mientras que Illia habilitó la expulsión de extranjeros, inclusive los legales, en
caso de que afectaran la seguridad nacional o el orden público. La dictadura militar quitó todo
derecho civil y social a los inmigrantes ilegales. Con la vuelta de la democracia, se restringió la
inmigración y la mayoría de los inmigrantes cayó en la ilegalidad. En los 90, las normas se
endurecieron con motivo del “crecimiento de la delincuencia internacional” y sólo se
emitieron radicaciones temporarias por un máximo de dos años.
Por esto es muy importante conocer de cerca lo que piensan hoy Mauricio Macri y Sergio
Massa que pretenden militarizar las fronteras como una forma de decir que una nación sin
fronteras no es una nación. Para ellos el Mercosur se ha aprovechado de Argentina para
exportar la pobreza de sus países y la criminalizan .Por eso formulan incrementar el número
de funcionarios de migraciones y modificar leyes para volver con el regreso obligatorio para
los extranjeros criminales, así como más control sobre los refugiados.
De ahí que defienda que no se conceda más la ciudadanía automática a los hijos de
inmigrantes ilegales. Esto bajo lemas falsos como " Los trabajadores argentinos primero", con
un verdadero discurso de apetencia del nacionalismo. Esta idea de reforma parte de la
premisa y una apuesta por controlar la admisión de nuevos trabajadores de bajos ingresos,
según ellos, para conseguir que los salarios crezcan y mejoren.,
Es muy factible también se intente incrementar el cuadro tarifario vigente de los visados de
trabajo y ciudadania, así como acabar con los abusos del 'bienestar' y los planes sociales, para
los inmigrantes. Iniciativas y medidas de este tipo para controlar a quiénes entren en la
Argentina y demuestren que pueden pagar su vivienda, sanidad y otras necesidades antes de
venir.
Por eso es nuestra responsabilidad la defensa de las profundas innovaciones se han
desarrollado en materia migratoria. La nueva ley sancionada por el Congreso nacional en
diciembre de 2003 representa un cambio categórico en la política migratoria y un logro
histórico; así como la recepción de principios vigentes en el contexto internacional y la
4. transformación del paradigma que sustentaba la política de la “seguridad nacional” como
valor a proteger ante la amenaza potencial de los nuevos migrantes. La realidad nos indica
cuales son los factores que están amenazados y las conquistas.
Alvaro Fontana
Defensoria del Inmigrante de la Republica Argentina
www.defensoriadelinmigrante.org