SlideShare una empresa de Scribd logo
0
1
Resumen
El siguiente trabajo ha pretendido sintetizar el conocimiento disponible sobre la
pobreza energética y traducirlo en necesidades socioeducativas que puedan
ser respuestas desde el ámbito de la educación social, utilizando como
principal argumento el factor cultural en la pobreza energética, es decir: que la
pobreza energética en el estado español se entiende desde nuestro contexto
de abundancia material y cultura consumista, y que desde nuestra profesión se
pueden proporcionar respuestas complementarias al bono social como único
método de combatir la pobreza energética.
Ante la absoluta falta de información disponible en las instituciones públicas
que ha impedido encuadrar esta investigación en el marco de Oviedo, se ha
recurrido a un intenso análisis documental sobre causas, perfiles y
consecuencias de la pobreza energética en diferentes lugares del mundo,
complementándolo con información sobre aquellas respuestas que desde
instituciones, el activismo social, las empresas y el tercer sector se están
proporcionando.
Como contribución se presenta una batería de propuestas-líneas de acción
inspiradas en las filosofías decrecentistas y del Buen Vivir que apuestan por la
organización comunitaria, cooperación entre movimientos sociales y agentes
educativos, el aprovechamiento y la sencillez. Estas propuestas incorporan la
disciplina socioeducativa a movimientos como “ciudades en transición” y sus
métodos de trabajo.
Utilizar este enfoque ha tenido una motivación inicial: la existencia de una crisis
energética que sumada a los crecientes problemas de crisis ambiental,
económica y humanitaria está deviniendo en una crisis civilizatoria global que
deja cada vez menos margen de bienestar material a las clases trabajadoras,
destruye los servicios públicos, y amenaza con escenarios de verdadera
escasez, por lo que es responsabilidad de los profesionales de nuestro sector
buscar respuestas y métodos de trabajo adaptados a semejantes expectativas.
2
3
- Introducción ………………………………………………………………….5
1- Energía y Sociedad………………………………………………….............6
1.1- Situar la energía en el centro de todo………………………………6
1.2- La pobreza energética………………………………………………..7
1.2.1- La crisis energética en el marco legislativo……………….10
1.3- La crisis energética justifica una respuesta comunitaria y
austera………………………………………………………………………………...11
2- El consumismo como marco cultural….………………………………..14
2.1- Radiografía del consumidor………………………………………..14
2.1.1- ¿Para qué ese consumo?..............................................15
2.1.2- El sueño americano……………………………………...17
2.2- Las alternativas al consumismo…………………………………..18
2.2.1- Ser más y Tener más………………………………………..19
2.2.2- Decrecimiento y Buen Vivir…………………………………20
3- Marco metodológico de la investigación……………………………….21
3.1- El trabajo que no pudo ser………………………………………..21
3.2- La investigación…………………………………………………...21
4- Análisis documental sobre pobreza energética……………………...23
4.1- Privación material severa y pobreza energética…………………….24
4.2- Pobreza y exclusión social…………………………………………….25
4.2.1- Perfiles comunes de hogares afectados por la pobreza
energética……………………………………………………………………..27
5- Consecuencias de la pobreza energética………………………………28
5.1- Salud……………………………………………………………………..28
5.2- Salud Mental…………………………………………………………….30
5.3- Aislamiento y dificultades sociales……………………………………31
5.4- Hipótesis sobre pobreza energética y dificultades sociales………..32
5.5- Pobreza energética e incendios domésticos…………………….…..34
4
6- Análisis de iniciativas actuales para combatir la pobreza energética
en el Estado Español………………………………………………………35
6.1- Empoderamiento ciudadano frente al oligopolio energético….…...35
6.2- Iniciativas subsidiarias…………………………………………….…...36
6.3- Ecobarrios y Ciudades en Transición………………………….….….37
6.4- Iniciativa privada………………………………………………….….….39
6.5- Puntos débiles y carencias de las iniciativas……………….……….40
7- Marco metodológico de la acción socioeducativa……………………41
7.1- La necesidad de orientar el trabajo a la comunidad………………..41
7.2- Educación Social y Buen Vivir………………………………………..42
7.3- Educar sin poseer………………………………………………………43
7.4- Institución y movimiento, educadores y activistas…………………..44
8- Batería de ideas contra la pobreza energética………………………...47
8.1- Lo que se queda fuera…………………………………………………47
8.2- Líneas de acción………………………………………………………..48
8.2.1- Línea de acción 1: Ahorro energético, ahorro económico….48
8.2.2- Línea de acción 2: Sustitución…………………………………51
8.2.3 - Línea de acción 3: Espacios compartidos y ocio en
comunidad…………………………………………………………………………….56
8.2.4- Línea de acción 4: Experiencias compartidas y organización
colectiva……………………………………………………………………………….58
8.2.5- Línea de acción 5. Asamblea de barrio……………………….59
9- Conclusiones………………………………………………………………..61
-Bibliografía……………………………………………………………………...66
-Videografía……………………………………………………………………...68
-Webgrafía…………………………………………………………………….....69
5
Introducción
El problema de la pobreza energética conecta lo económico con lo social y lo
cultural, por lo que requiere ser abordado desde diferentes ámbitos, incluyendo
el de la educación social.
Este trabajo pretende ofrecer respuestas socioeducativas a la pobreza
energética adaptadas al contexto de crisis económica y energética/ambiental
actual, por lo que ante la escasez de recursos económicos propone centrarse
en los factores culturales y sociales que determinan y agravan los efectos de la
pobreza energética.
Ahí, el educador social se convierte en un agente dinamizador de procesos y
cohesionador de comunidades que puede ayudar a mitigar los diferentes
efectos de la pobreza energética empoderando a los afectados desde
diferentes líneas de trabajo.
6
1- ENERGÍA Y SOCIEDAD
1.1- Situar la energía en el centro de todo
“La energía es algo fundamental, tan fundamental que cuando a mi me preguntan
qué idea tengo de Dios… pues es la energía del Big Bang. Sin energía no ocurre
nada.” (Puig: 2015).
Sin ánimo de abrir un debate ontológico, esta es una afirmación que analizada
desde la ciencia y la hipótesis del Big Bang tiene mucho sentido. Una
explosión de dimensiones inimaginables habría liberado toda la materia y
energía que hoy conforma el universo y que millones de años después sigue
expandiéndose. De esa energía y esa materia abiótica surgirían las estrellas,
los planetas y finalmente… la vida.
Ahí es donde entra en juego aquello de que sin energía, no ocurre nada. No
sólo no hay vida, sino que no hay movimiento, no hay luz y la temperatura son
0 grados Kelvin (-273 grados Celsius). Si nada puede ocurrir sin energía,
entonces la energía es la responsable de que las cosas ocurran, de que exista
la vida… lo que desde la ciencia puede situar a la energía en el lugar que la
teología reserva para Dios, lo que pone de manifiesto la absoluta
omnipresencia de la energía en nuestras vidas. Así, desde el descubrimiento
del fuego hemos aprendido a usar la energía para nuestro provecho:
Fernández y González (2014) dedican su obra conjunta “En la espiral de la
energía” a explicar cómo la evolución de distintas sociedades ha consistido una
escalada energética, que ha venido siempre a la par de una escalada en la
complejidad social.
Esta complejidad se dispara con el uso de los combustibles fósiles y la
mecanización del trabajo por su mayor rentabilidad: un litro de gasolina puede
empujar un coche de dos toneladas a 80 km/h durante 15 kilómetros. ¿Cuántas
personas harían falta para realizar ese trabajo con su esfuerzo físico? ¿Se les
podría recompensar con el equivalente al precio de un litro de gasolina?
7
El bienestar material es la alta disponibilidad energética
La abundante disponibilidad energética ha supuesto sociabilizar un nivel de
confort impensable hace 200 años (al menos en el llamado “primer mundo”,
claro). Entonces un noble tenía sirvientes que le permitían llevar una vida
contemplativa. Hoy día tenemos máquinas trabajando para nosotros. El Dr.
Antonio Turiel calcula la que en el estado español cada ciudadano dispone de
equivalente aproximado a 35 esclavos1 que constantemente trabajarían para él.
(Turiel, 2013).
Esta idea de “esclavos energéticos” explica la trascendencia de la energía en la
sociedad actual: Puedes , por ejemplo, vivir en el medio urbano donde no se
producen alimentos, y comer 3 veces al día alimentos traídos de todas partes
del mundo mediante un intenso metabolismo social que se encargará también
de alejar de la ciudad los residuos que produces.
1.2- La pobreza energética
La pobreza energética es un fenómeno inseparable de la economía que tiene
también una fuerte relación con la cultura, pues al fin y al cabo, pobreza y
riqueza son conceptos interpretables.
Es entendida como “la dificultad para afrontar el gasto necesario para cubrir
unas necesidades energéticas esenciales” (Bellver, 2015:170). Y como ya se
ha explicado, con menos energía pasan menos cosas: Luz eléctrica,
calefacción, electrodomésticos, cocina… Todos los ingenios tecnológicos que
trabajan para nosotros dejan de hacerlo, nos quedamos solos, sin esclavos
energéticos.
La pobreza energética nace de la relación de tres parámetros diferentes:
1
El concepto de “esclavo energético” utiliza la capacidad de trabajo de un humano adulto como unidad
para medir la disponibilidad energética de la que disfruta cada ciudadano en una determinada región. Se
trata no sólo de la energía consumida directa y explícitamente (calefacción, transporte, electricidad,
industria) sino también de la que viene embebida en los bienes que consumimos y las infraestructuras
de las que disponemos (utilizada en su producción y/o mantenimiento). En cualquier caso la medición
en “esclavos energéticos” es tremendamente complicada y solo debe tomarse como una orientación.
8
-El precio de la energía. En el Estado Español marcado por la liberalización
del sector eléctrico en 1997, lo que abrió la puerta al “déficit de tarifa”2 y demás
regulaciones que han contribuido a que el precio de la electricidad haya
aumentado en más de un 80% desde entonces.3 Las otras formas de
suministro de energía a hogares –gas, petróleo, carbón, pellets…- no
presentan esta problemática, sin bien es cierto que su precio también va en
aumento por motivos que pueden ser tanto políticos como geológicos: son
recursos finitos y sus costes de extracción aumentan conforme se van
agotando las reservas, aunque debido a la desconexión del mundo físico que
supone la economía financiera que controla el sector energético, este creciente
coste no siempre se ve reflejado en las facturas.
-La situación familiar. Por una parte determinará la posibilidad o imposibilidad
de hacer frente a las facturas –renta familiar-, así como la cantidad de energía
que necesiten usar, lo que puede estar condicionado por la localización de la
vivienda (por ejemplo, una casa en un clima cálido necesitará menos
calefacción, una casa en el campo puede ofrecer la posibilidad de usar leña
como combustible…) o las características o calidad de esta (una casa
construida con buenos materiales y aislación tendrá menos necesidad de uso
de calefacción).
Es evidente que la pobreza energética se da en hogares donde hay un
problema de pobreza general, por lo que encarar el problema necesitará de
una visión amplia que contemple la situación en conjunto.
-El factor cultural. Este factor es desestimado habitualmente por ser subjetivo,
pero yo lo considero vital y tendrá un gran peso en este trabajo. Una persona
que se levanta al amanecer y se acuesta poco después del anochecer, no
2
El déficit de tarifa es una medida aplicada por los diferentes gobiernos estatales desde el año 2000.
Consiste en que el estado pague a las empresas eléctricas cualquier déficit de sus ganancias por
facturación frente a sus costes de producción. El quid de la cuestión es que las empresas no han
certificado en ningún momento esos costes, no se han auditado, por lo que cabría la posibilidad de que
el estado estuviese inyectando dinero en empresas que no están en pérdidas. De esta forma se ha
creado una deuda con las eléctricas que corre a cuenta del consumidor, que paga un 6% extra en la
factura de la luz.
3
Ibíd
9
tendrá las mismas necesidades de luz eléctrica que una que guste de
trasnochar. Del mismo modo que acostumbremos a utilizar gran cantidad de
electrodomésticos o a comer un determinado tipo de comida, es también
cultural. Llevado al extremo, ¿Podríamos hablar de pobreza energética en el
caso de las comunidades amish americanas? ¿Y en el de los bosquimanos del
sur de África?
En cuanto la medición de la pobreza energética, varios miembros del
Observatorio Crítico de la Energía señalan que existe un fuerte debate
metodológico en torno a este fenómeno (OCE) (Bellver, 2015:172) pues los
distintos métodos de medición arrojan resultados dispares, (aunque coinciden
en la evolución del fenómeno, que multiplico sus casos por 3 entre 2007 y
2013) (Ibíd, 173).
Grosso modo, existen tres formas de detectar y medir la pobreza energética:4
-Medición de temperatura en hogares, que evidentemente deja fuera los
usos de la energía diferentes a la calefacción. Los diferentes enfoques sobre
cuál debería ser la temperatura mínima (enfoque médico o de confort) y las
diferentes situaciones personales de los afectados (edad, estado de salud)
hacen que las cifras consideradas mínimas varíen de los 16 a los 21º, de
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.( Guipuzkoako Foru Aldundia,
2013:16).
-Renta familiar, donde habitualmente se considera que los gastos de recibos
energéticos deben consistir en menos del 10% de los ingresos familiares. EfE
en su informe de 2014 (Efe, 2014) utilizó estos datos, donde comparaba el
Minimun Income Standard (MIS, mínimo salario aceptable) con datos del
consumo promedio. Fijaron el MIS en 872 euros para una familia nuclear
compuesta de dos adultos y dos menores, lo cual es un criterio totalmente
subjetivo. Su estudio rebajó casi al 50% los casos de pobreza energética con
respecto al anterior estudio, realizado por la Asociación de Ciencias
Ambientales (ACA, 2014), lo que le valió a EfE la acusación de haber
4
Así es de acuerdo con la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).
10
elaborado un informe ad hoc, pues fue financiado por Iberdrola y Gas Natural.
(Vélez: 2015)
-La tercera forma de medir la pobreza energética consiste en preguntar
directamente en los hogares, extrayendo información sobre la temperatura en
el hogar, las dificultades y retraso en el pago de recibos… etc. Es junto a la
renta familiar la técnica de medición utilizada por ACA.
Los dos grandes estudios a nivel estatal que se han realizado hasta el
momento, situaban la pobreza energética como un fenómeno presente en el
10,1% de los hogares del estado español de acuerdo a EfE y en un 19% según
las investigaciones de ACA.
1.2.3- La pobreza energética en el marco legislativo
El fenómeno de la pobreza energética se manifiesta como una asignatura
pendiente para los legisladores estatales, pues no existen leyes que protejan
efectivamente a la ciudadanía de las consecuencias de no poder afrontar el
pago de la luz o el gas, más allá de algunos bonos sociales, ni se menciona de
forma explícita el problema en ningún decreto ley de ámbito estatal. Sin
embargo, encontramos que la Constitución Española defiende de forma
implícita el derecho al suministro energético en el artículo 47; “todos los
españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los
poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las
normas pertinentes para hacer efectivo este derecho”.
Existe una excepción dentro del estado, Cataluña. Hasta hace escasos meses
estaba en vigor la ley 20/2014, de 29 de diciembre, de modificación de la Ley
22/2010, de 20 de julio, del Código de Consumo de Cataluña. Esta ley
pretendía proteger a los vecinos en situación demostrada de vulnerabilidad
frente a los cortes de suministro. En cualquier caso, el gobierno del Partido
Popular ha conseguido llevar esta ley al Tribunal Constitucional, al
considerarla anticonstitucional, y ha sido paralizada. (Catalunya Plural,
2015).
11
A pesar de la paralización de la ley 22/2010, está en vigor una nueva ley en
Cataluña, 24/2015, también bajo la amenaza de ser reprobada por el
Tribunal Constitucional. Esta ley nació de una iniciativa legislativa popular
capitaneada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y la
Aliança contra Pobresa Energètica (APE), fue aprobada el 25 de Julio de
2015 y presenta medidas contra la pobreza energética que sus promotores
resumen así:
“Acceso garantizado a suministros básicos de agua, luz y gas con garantías para
parar los cortes de agua, gas y luz de la población en situación de exclusión
residencial a través de un protocolo garantista que obliga a la administración a
aplicar las ayudas necesarias para evitar el corte de suministro, en caso de que el
impago sea por carencia de recursos económicos, a asegurar el acceso a estos
suministros básicos mientras dure la situación de exclusión residencial y a
establecer acuerdos con las empresas suministradoras para que pongan ayudas a
fondo perdido para hacer frente”. (ILPhabitatge, 2015).
1.3- La crisis energética justifica una respuesta comunitaria y austera
De cara a explicar el enfoque de este trabajo se hace necesario arrojar un
mínimo de información sobre el contexto de crisis energética y sistémica que
me ha llevado a decidir plantear una respuesta comunitaria y austera al
problema de la pobreza energética.
En 1973 el Club de Roma publicó un informe llamado “los límites del
crecimiento” (Meadows, Randers, Behrends, 1972). Este informe lanzaba unas
duras previsiones del futuro de nuestra civilización basadas en la curva de
Hubbert o pico del petróleo.5
La tesis era sencilla: el modelo de crecimiento económico exponencial implica
un creciente consumo de recursos energéticos y materiales (Tverberg, 2014).
5
El pico del petróleo es el momento en el que un pozo de petróleo alcanza su máxima producción y su
productividad comienza a descender, hasta el punto en que es necesario invertir más energía en su
extracción de la que se consigue extraer, por lo que deja de ser rentable. Este concepto fue explicitado y
acuñado por el ingeniero M. King Hubbert, prediciendo en 1956 la bajada de la producción petrolera de
EEUU en los años 60 y 70, para después ampliar sus análisis al mundo entero.
12
Dentro de esta explotación ascendente cobraría especial importancia la
energía, que como ya hemos visto es uno de los pilares de la sociedad
industrial. Así, concluyeron los expertos del Club de Roma que salvo milagro
tecnológico, el progresivo agotamiento de las energías fósiles llevaría a un
colapso económico y sistémico global con importantes consecuencias
demográficas, así como en nuestro modelo de sociedad.
A esto se sumarían las externalidades de la industria, también crecientes:
Residuos, la polución que está provocando el calentamiento global,
degradación de suelos fértiles, agotamiento de minas de fósforo necesario para
fabricar fertilizantes, agotamiento de minerales escasos necesarios para la
elaboración de tecnologías, deforestación, agotamiento de acuíferos que tardan
miles de años en regenerarse…
La tesis, resumible en que no se puede crecer infinitamente en un mundo finito,
sigue siendo negada por los economistas del crecimiento.
En las siguientes décadas, diferentes analistas, han publicado revisiones de
Los Límites del Crecimiento. Destaca la realizada 30 años después por el Dr.
Graham Turner de la universidad de Melbourne, cuyo estudio analizaba datos
recogidos entre 1972 y 2000 sobre polución, producción de hidrocarburos,
alimentos, demografía y demás objetos de estudio de “Los límites del
crecimiento”, comparándolos a las predicciones del informe publicado 28 antes
por el club de Roma. Turner confirmaba la catastrófica tendencia estándar
dibujada como más probable en el informe original. En sus propias palabras:
“As shown, the observed historical data for 1970–2000 most closely matches the
simulated results of the LtG “standard run” scenario for almost all the outputs
reported; this scenario results in global collapse before the middle of this century”
(Turner, 2007:37).
Esta predicción no parece que pueda ser mitigada por las limitadas energías
renovables, pues el problema central es la necesidad de crecimiento –
consumo/producción- exponencial que presenta el sistema capitalista. Además,
los estudios realizados sobre la capacidad de producción de las energías
13
renovables otorgan a estas tecnologías unas Tasas de Retorno Energéticas6
(TRE o EROI por sus siglas en inglés) muy bajas, insuficientes para mantener
una sociedad con la complejidad de la actual.
Sirva como ejemplo el único estudio intensivo realizado hasta el momento
sobre la TRE del sistema fotovoltaico español, que confirmaba una TRE
bajísima, alrededor del 2:1-3:1: “Their EROI is high enough to allow the
existence of human endeavours, but only so at a very limited scale, if not
subsidized by fossil fuels” (Prieto, Hall, 2013:118).
Se estima que para sostener una sociedad industrial y tecnológica se necesitan
fuentes de energía con TRE de entre 12 y 25. (Prieto, 2013:37).
En otras palabras, la cada vez más abundante literatura científica al respecto y
al del muy relacionado fenómeno del calentamiento global dibuja un futuro de
verdadera austeridad forzosa y escasez, por no hablar de la alta posibilidad de
que se produzca un colapso civilizatorio.
En este contexto, se hace imprescindible cuestionarse el modelo de
organización económico y social desde sus mismas raíces, así como elaborar
posibles respuestas a esta problemática desde los diferentes ámbitos
científicos y disciplinarios.
Es por eso que si bien este trabajo limita su ámbito a un fenómeno de mucho
menor calado como es la pobreza energética, no quiere perder de vista el
problema de fondo, por lo que he considerado interesante proponer medidas de
centradas en la cooperación entre vecinos y repartimiento de recursos, lo que
supone una lógica de la redistribución (repartir lo disponible), el
aprovechamiento y la sencillez frente al bienestar cuantitativo propio del
crecimiento económico (cada vez debe de haber más energía y recursos para
repartir).
6
La TRE mide las unidades de energía que puede proporcionar una determinada explotación o sistema
por cada unidad de energía invertida, en otras palabras, su rentabilidad energética. Las energías fósiles
presentan unas TRE mucho más altas que las de las renovables.
14
2- EL CONSUMISMO COMO MARCO CULTURAL
Este apartado parte de 3 ideas ya explicadas:
-La alta disponibilidad de energía ha creado un mundo de asombrosa opulencia
donde el ciudadano medio tiene a su disposición una enorme cantidad de
bienes materiales y energéticos.
-El factor cultural sitúa el umbral entre los conceptos de “riqueza y pobreza”
-Un posible futuro de austeridad en materia energética –y por extensión, social-
nos invita a pensar en respuestas alternativas a la pobreza energética,
respuestas que repartan el suministro energético. La educación social debe
sumarse al resto de disciplinas sociales en la búsqueda de respuestas.
Una solución comunitaria se encontrará con dificultades en un mundo
socialmente atomizado, donde el creciente individualismo atenta contra las
comunidades como sujetos sociales. La idea entonces es estudiar al
“consumidor” como reflejo del ciudadano medio y por ende sujeto de la
intervención socioeducativa, se trata entonces de acercarnos a comprender
qué puede significar la pobreza energética para el consumidor. (Y por
extensión, cualquier tipo de pobreza, pues como se ha explicado
anteriormente, vienen de la mano).
2.1- Radiografía del consumidor
Como rápidamente era advertido un balsero cubano que llegaba a Estados
Unidos desde la Cuba socialista, “en el sistema capitalista, tú tienes que
resolver tus problemas tu solito, y no tienes tiempo para resolver los problemas
de los demás”. (Bosch y Domènech, 2002). Así se topaba de bruces el recién
llegado con la idea de la relación individuo-sociedad predominante en la
sociedad de consumo capitalista.
Baudrillard, que entendía la posesión de objetos como elemento central en esta
mentalidad, hablaba así de la sociedad de consumo:
15
La posesión de objetos y de bienes de consumo, es individualista, antisolidaria,
deshistorizante (…) en cuanto consumidor el hombre se vuelve solitario, o celular, o
como mucho gregario. (La televisión en familia, el público del estadio o del cine,
etc.) (2009: 90).
Para entender esta idea atomizadora de acumulación de bienes como motor
motivacional del individuo voy a basarme en 2 ideas: La necesidad irracional
de consumo, y las expectativas irracionales de progreso, reflejadas en el
sueño americano.
2.1.1- ¿Para qué este consumo?
Dice Bauman que hoy día consumir no significa satisfacer necesidades, sino
que responde a una compulsión autogenerada y autoimpulsada, el deseo, que
de acuerdo con el autor (2002:80) “se tiene a sí mismo como objeto constante y
por esa razón está condenado a seguir siendo insaciable por más largo que
sea el tendal de otros objetos (físicos o psíquicos) que haya dejado a su paso”.
En esta línea estuvieron dos importantes propagandistas de la primera mitad
del siglo XX. El primero, Edward Bernays, que entre otros logros
propagandísticos fue el responsable intelectual de la campaña de Chesterfield
que consiguió que las mujeres estadounidenses comenzasen a fumar, utilizó
sus conocimientos de psicoanálisis (era nada menos que sobrino de Sigmund
Freud) para elaborar estrategias comerciales y demostró a las corporaciones
norteamericanas de que se podían vender productos sin atender a las
necesidades, sino que había que conectarlos a los deseos de la gente. (Curtis,
2002)
El segundo, Ernest Dichter, compartía con Bernays la certeza de que las
personas eran altamente irracionales, como irracionales eran los sentimientos y
deseos que deseaban satisfacer mediante la compra. Dichter pensaba que la
identificación del consumidor con el producto estaba fundamentada en que el
objeto adquirido complementaba al consumidor de alguna manera, como
puede ser una prenda que le sentase bien, reforzaba la imagen de sí mismo del
consumidor, haciéndole ganar en satisfacción, confianza. (Curtis, 2002).
16
Décadas después, Bauman trajo más explicaciones para este deseo irracional
de usar el consumo como forma de proyectar una imagen determinada de uno
mismo, adaptadas a los tiempos de la modernidad líquida.
La búsqueda de una identidad sólida es una de ellas. Esta sociedad de lo
efímero, lo líquido, aquello donde lo único constante es el cambio, genera una
incertidumbre insoportable en las personas, que necesitamos reconocernos a
nosotras mismas en algo concreto. En un desesperado intento de agarrarnos a
algo sólido recurrimos a las identidades para tratar de huir de esta
incertidumbre. Las identidades son complejas y mutantes pero la necesidad de
tener una “identidad propia”, “personalidad” nos mueve a mostrarlas hacia el
exterior de cara a crearnos una imagen acorde con la solidez que deseamos
pero no encontramos, para lo que empleamos el consumo, que por la posesión
de objetos proyecta una aliviadora imagen hacia los demás, pues las
identidades “únicamente parecen sólidas y estables cuando se ven, en un
destello, desde fuera”. (Bauman 2002:89).
En el plano estructural, Baudrillard hablaba de esa imagen que proyectamos
como parte sustancial de la “democracia de la posición social” (2009:16) pues
nuestras posesiones serían así la forma de ubicarnos socialmente, como
señala Fred Hirsch (1985) en su concepto de Bien Posicional. En cierto modo
podríamos decir que de esta forma los objetos sustituyen al sujeto, pues las
relaciones sociales pasan a estar condicionadas por los objetos que
representan simbólicamente al sujeto que los posee. Esto lanza algunas
preguntas; ¿En qué posición social queda entonces aquel que se ve obligado a
racionar el uso de la luz, cocina, electrodomésticos y calefacción para poder
afrontar la factura eléctrica? ¿Realmente necesitamos todos los
electrodomésticos que utilizamos habitualmente o hemos caído en el deseo del
que habla Bauman?
Y una pregunta esencial para este trabajo: ¿Hasta qué punto podemos
desmontar la obsesión consumista? ¿Dónde están los límites entre las
necesidades instaladas por la propaganda y las verdaderas necesidades que
sintetizó Maslow?
17
2.1.2- El sueño americano
Un matrimonio de cubanos recientemente emigrados a EEUU discute. Ella se
queja de que el estilo de vida americano no le deja tiempo para nada, que
trabaja todo el día y que sigue sin tener nada:
Él: “¿Y en Cuba? ¿Qué tenías en Cuba? ¡No tenías carro, no tenías casa, no tenías
libertad, no tenías nada!”
Ella: “¡Pero me metía en una discoteca y bailaba, o me iba a la playa pa’ la playa, en
una bicicleta pero me iba!”
Él: “la libertad tiene un precio”. (Bosch y Domènech, 2002)
Para este hombre la “libertad” es poder cambiar de empresa, la posibilidad de
prosperar y hacerse rico… el sueño americano. Y es que hoy día se reduce la
idea de libertad a lo que Isaiah Berlin calificó como libertad negativa (Curtis,
2007), la ausencia de impedimento para obrar. En contraposición, el otro
concepto de libertad estudiado por Berlin (libertad positiva, autogobierno), ha
quedado socialmente obsoleto. Ya no es considerado una forma de libertad por
la ciudadanía.
Estamos ante una sociedad de individuos que rechazan cada vez más el
autogobierno y la riqueza relacional, pues lo que persiguen es la acumulación
de bienes y el ascenso social –reconocimiento, poder, fama-, viviendo bajo los
principios que según Manfrez Linz rigen la modernidad y posmodernidad: “más,
mayor, más deprisa, más lejos” (Linz, 2006:10). Podemos ver estos principios
no sólo en el sueño americano, sino también en el mismo corazón del sistema
económico, donde la necesidad crecimiento exponencial del PIB es condición
sine qua non para el buen funcionamiento de la economía: cada vez tiene que
haber más “riqueza” que repartir o el sistema entra en crisis.
En esta línea, dice Jorge Riechmann que los hombres contemporáneos
creemos que “nuestro destino es ser Dioses extraterrestres”. (Riechmann:
2015). En otras palabras, parecemos tener problemas en aceptar nuestra
condición humana y la realidad finita de nuestra biosfera como un destino
deseable. De este modo, nuestras fantasías están adobadas con la vanguardia
18
tecnológica, con el disfrute de esa sociedad digital y los bienes materiales que
produce, con aspirar siempre a poseer más, a poseer lo último y en definitiva a
alejarnos de la tierra y todo lo que huela a “pasado”. Se respira en definitiva un
aborrecimiento por lo sencillo y lo tradicional –salvo cuando lo tradicional forma
parte de alguna suerte de folclore reconvertido en objeto de consumo-, pues la
fórmula “objeto consumible” parece ser aquella por medio de la cual el
consumidor comprende el mundo.
No hace falta decir que estas ideas irracionales de progreso infinito y esta
sensación de interpretar el yo como un proyecto de perfección en constante
construcción por medio del consumo, conduce a la frustración de las
expectativas personales, y la estigmatización social pues no poder seguir el
ritmo de consumo de la sociedad se identifica con la pobreza, el fracaso y la
inferioridad.
Y evidentemente, caer en una situación de pobreza energética es una rotura
total de las expectativas personales de quien cree que la vida será cada vez
más cómoda y opulenta. Algo totalmente incompatible con el sueño americano.
Esto lanza un reto: No sólo debemos buscar la manera de satisfacer las
necesidades explícitas y tangibles que suponen no poder usar el horno –por
poner un ejemplo- sino que deberemos trabajar intensamente los estigmas
sociales y la frustración interna acarreados por los sujetos de la educación.
2.2 – Las alternativas al consumismo
La construcción cultural que supone el consumismo como forma de vida y
aspiración es hoy día un marco cultural absolutamente normalizado en nuestra
sociedad. Ello no lo ha hecho invisible para cantidad de autores que han
vaciado y vacían sus tintas contra esta cultura del derroche y la ostentación,
proponiendo alternativas desde la filosofía, la economía o la pedagogía.
Estas corrientes culturalmente contra-hegemónicas sustentan ideológicamente
este trabajo en mi afán por encontrar soluciones desde la cultura y la
19
organización social a un problema que desde las instituciones se nos plantea
como puramente económico.
Por ello, se hace importante explicar aquí algunas de sus ideas clave.
2.2.1 - Ser más y tener más
Si el consumidor, presa de su propia ideología, quiere tener más, el hombre
libre quiere ser más.
Paulo Freire afirmaba que ser más constituía la “vocación ontológica e histórica
de los hombres” (Freire, 2003:44). Pero ese ser más no tenía nada que ver con
la necesidad de poseer y consumir propia del consumidor, sino con el
desarrollo personal y la adquisición de una auténtica conciencia del mundo por
medio de la interacción con el otro, elemento liberador en la pedagogía de
Freire.
El mismo autor, en su teorización de la relación entre opresores y oprimidos
atribuye a los primeros haber hegemonizado la cultura y la idea de tener más
como forma de satisfacer –en vano- esa necesidad de ser más, inculcando
también esta idea a los oprimidos. Así, el oprimido (el trabajador, el precario, el
pobre…) experimenta una dualidad existencial, “alojando al opresor cuya
sombra introyectan; son ellos y al mismo tiempo son el otro”. (Freire, 2003:50).
Volvemos así a las fuentes culturales de malestar: precarios que han asumido
el tener más como meta y ven sus expectativas frustradas. Paradójicamente,
tener más es una fórmula que ni siquiera satisface a los ricos: “El rico -cuya
tendencia obsesiva es enriquecerse más- acostumbra a meterse en una espiral
de infelicidad enorme. La gran perversión del sistema de los ricos es que
acaban siendo esclavos.” (Bauman, 2014).
De acuerdo a Freire parece como que la idea de progreso que antes explicaba
bajo la lógica crematística tenga después de todo cierta base esencial en esa
necesidad de ser más que Freire plantea, pero con la particularidad de que se
ha confundido el tener más por el ser más.
20
2.2.2- Decrecimiento y Buen Vivir
“El Buen Vivir se planifica, no se improvisa. El Buen Vivir es la forma de vida que
permite la felicidad y la permanencia de la diversidad cultural y ambiental; es armonía,
igualdad, equidad y solidaridad. No es buscar la opulencia ni el crecimiento económico
infinito.”
(Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo. Gob. De Educador, 2013:13).
Estas filosofías constituyen una impugnación total a la sociedad capitalista en
su afán de perseguir un constante crecimiento económico como sociedad y una
mayor riqueza material como individuos. Esto se basa no sólo en una forma de
vida que es fuente de estrés y malestar sino también en el enorme daño que
este sistema está haciendo a nuestro hábitat, lo que nos sitúa de nuevo en la
cuestión energética y ambiental, pues ya se ha explicado que no es posible
crecer infinitamente en un planeta finito.
Conforme a esta corriente de pensamiento, el bienestar del ciudadano, que
persigue su desarrollo personal, su ser más, estaría acompañado de 3 formas
de riqueza, de acuerdo con Sempere (2007:12) “riqueza en bienes, riqueza en
tiempo y riqueza relacional”. Las dos primeras están reñidas, pues si bien una
justa riqueza en bienes es indispensable para poder vivir, perseguir más y más
bienes, disminuye el tiempo disponible para entregarse a actividades de
desarrollo personal, relaciones sociales o el necesario descanso.
En cuanto a la riqueza relacional, Sempere dice (2007:12): “Se orienta al
espacio social donde me muevo e intenta lograr situaciones en las cuales me
sienta acogido, reconocido; situaciones en las que las relaciones sociales sean
satisfactorias y tenga para esas relaciones atención y tiempo suficiente”. En
cualquier caso, tanto el Decrecimiento como el Buen Vivir, el primero poniendo
el acento en la óptica macroeconómica y el segundo en la micro, nos mandan
un mismo mensaje: Producir y consumir no debería ser el motor de nuestra
civilización y mucho menos el sentido de nuestras vidas.
De esta filosofía podríamos extraer que verse obligado a vivir en unas
condiciones de austeridad energética no necesariamente constituye una
desgracia sino un límite, que no necesariamente tiene que ser siempre algo
negativo (ni positivo).
21
3- MARCO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN
3.1- El trabajo que no pudo ser
La investigación sobre la que se planteó inicialmente este trabajo fracasó. La
idea original, estudiar cuantitativa y cualitativamente la pobreza energética en
Oviedo con el fin de elaborar una batería de propuestas adaptadas al territorio
y sus particularidades, tuvo que ser abandonada ante la total ausencia de
información que se pudo recopilar.
Los servicios sociales de la ciudad no fueron capaces de proporcionar ni un
dato específico en cuanto a pobreza energética, pues por el momento los
casos que se han encontrado no han sido clasificados y respondidos de forma
específica, sino dentro de programas más amplios. Cáritas parecía tener el
mismo problema en sus archivos, la información estaba mezclada y no se
podían cuantificar –ni aproximadamente- los casos en Oviedo. Cruz Roja
directamente se negó a compartir información –por sus políticas organizativas-.
El archivo municipal carecía de estudios al respecto y la ONG’s y asociaciones
más pequeñas como Asturias Acoge sólo podían compartir datos vagos,
totalmente insuficientes para retratar el fenómeno de la pobreza energética en
Oviedo.
Es por lo tanto evidente que antes de comenzar a exponer los resultados de la
investigación ya se ha constatado un hecho: La administración no se está
tomando en serio la pobreza energética, no está respondiendo al problema de
forma planificada y especializada.
3.2- La investigación
Esta investigación no se ha ceñido a una población/muestra concreta, sino que
ha pretendido determinar de forma cualitativa cuales son las múltiples
consecuencias de la pobreza energética en sociedades occidentales.
Precisamente por buscar información general sobre un fenómeno con el fin de
conocerlo en lugar de tratar de verificar una hipótesis, se ha utilizado una
simple perspectiva descriptiva que muestra los resultados de diferentes
22
estudios previos realizados en diversos países, habiendo no obstante espacio
para la investigación explicativa que pone en común pobreza energética,
perfiles de afectados y consecuencias. En una segunda fase, se ha investigado
sobre cuáles son las diferentes respuestas que se están dando desde la
sociedad civil y las instituciones.
Para realizar la investigación se ha recurrido de forma casi exclusiva al análisis
documental, con la excepción de la asistencia presencial al curso de verano de
la UAM “Vivir bien con menos: explorando las sociedades post-petróleo”, donde
fue posible extraer alguna información útil.
23
4- ANÁLISIS DOCUMENTAL SOBRE POBREZA ENERGÉTICA
Como se ha comentado anteriormente los dos únicos informes sobre pobreza
energética en el estado español hablan de unos porcentajes de afectados –en
menor o mayor grado- de un 10,1% (EfE) y de un 19% (ACA).
A continuación se dibuja el perfil de las personas afectadas por la pobreza
energética:
Fuente: ACA (2014:88).
Como se puede ver en el gráfico, de 2012, la situación –por hogares- de
aquellas familias cuyo gasto en energía supera el 10% de ingresos es
especialmente común en aquellas cuyo sustentador/a principal está en paro
(35%), seguido de cuando está jubilado (28%) y con un preocupante 10% de
sustentadores/as empleados que se ven en la misma situación, lo que señala
tanto a la precariedad del empleo actual como al elevado precio de la energía.
En todos los casos, la tendencia ha subido conforme se ha profundizado en la
crisis (2007-2012).
24
Cuando hablamos de hogares que no pueden mantener la temperatura
deseada, la tendencia mejora para los jubilados, que a costa de invertir mayor
porcentaje de ingresos en energía bajan del 9 al 7% los hogares afectados. En
el caso de parados y empleados la tendencia de 2007 a 2012 se mantiene con
pequeños altibajos en el 17% para los primeros y el 6% para los segundos: De
nuevo hablamos de personas que han recurrido a pagar más dinero para no
vivir en un hogar frio.
La conclusión que podemos extraer es que en la situación actual es habitual
que tanto precarios como desempleados como jubilados se vean en
situaciones de pobreza energética, si bien los parados parecen ser los más
vulnerables, seguidos de los jubilados.
El incremento del porcentaje de ingresos destinado a energía es el dato más
firme y contundente en los 3 casos.
4.1- Privación Material Severa y Pobreza Energética
Dada la poca información disponible sobre pobreza energética en este estado
voy a utilizar también información relativa a la Privación Material Severa, por
ser un concepto estrechamente relacionado con la pobreza energética y una
causalidad común –tomando la dificultad económica como la causa más
importante de la pobreza energética, a pesar de que tal y como ya he señalado,
existen otras-.
La PMS afecta a personas que no pueden acceder a el pago de determinados
bienes básicos o facturas, declarándose afectados por PMS cuando responden
a al menos 4 de 9 indicadores propuestos entre los que se encuentran algunos
que responden a situaciones de explícita pobreza energética (EAPN-España,
2015:28):
 Retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal
(hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad.
 No poder permitirse mantener la vivienda con temperatura adecuada.
 Incapacidad para afrontar gastos imprevistos.
25
 No disponer de televisión en color en el hogar.
 No disponer de lavadora en el hogar.
 No disponer de teléfono.
 No poder consumir carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
 No disponer de vehículo.
 No poder disponer de al menos una semana de vacaciones al año.
 Hacinamiento en la vivienda.
Por su cercanía a la pobreza energética es interesante contemplar estos
factores a la hora de abordar la pobreza energética, pues al tratarla muy
posiblemente nos encontremos también con estas carencias.
La privación material severa ha crecido desde el 4,5% al 7,1% entre 2009 y
2014, lo que supone un aumento del 53% en el período analizado. Es
especialmente significativa entre los menores, pues afecta a un 9,6 de los
menores de edad. (EAPN-España, 2015:36).
El informe Foessa de 2014, además de establecer una esperable relación entre
PMS y desempleo/precariedad, señala a los ciudadanos con un nivel de
estudios inferiores a la segunda etapa de secundaria como perfil más
característico, además de poner el acento en los extranjeros extracomunitarios:
“la situación a finales del periodo es especialmente grave en el caso de los
extranjeros no comunitarios: un 30% sufre baja renta y privación material (el triple
del promedio nacional), y otro 25% sufre privación pese a obtener ingresos
superiores al umbral” (Foessa, 2014:91).
4.2- Pobreza y Exclusión social
Decía que tanto la pobreza energética como la PMS tienen como principal
denominador común la pobreza económica, disparada en el estado español
desde el inicio de la crisis. Las crónicas que ha ido recogiendo en su web la
Aliança contra la Pobresa Energètica (de ahora en adelante APE), corroboran
26
la esperable presencia de la pobreza económica en la práctica totalidad de los
casos que van encontrando:
“Más personas tenían en la mano este martes el aviso de corte de algún suministro.
El denominador común de todas ellas era la precaria situación económica que
padecen. Personas que se han quedado en el paro o que cobran pensiones
familiares ínfimas, que a veces no alcanzan ni a 400 euros al mes” (APE, 2014).
Interesa saber entonces cual es la relación entre pobreza y exclusión social,
pregunta que responde el informe Foessa para Asturias de 2014 (pag29) –da
también datos estatales- donde establece 4 categorías:
 Integración no pobre. Hogares integrados sin problemas de pobreza. En
2013 representaban el 54,4% de los hogares estatales.
 Pobreza integrada. Pobres que no están excluidos. En 2013
representaban un 9,4% de la población
 Excluidos no pobres. 8,5% de los hogares.
 Excluidos pobres. 10% de los hogares.
La información se completa con un 3,5 de pobres de los cuales no se tiene
información y un 14,4 de no pobres de los que tampoco hay datos sobre
exclusión.
Existe también un sesgo de género que excluye preferente a mujeres,
especialmente por tipos de trabajo considerados exclusógenos, como el trabajo
doméstico:
“Algunas situaciones de ocupación laboral también conviven con un alejamiento del
espacio integrado, especialmente en el caso de las mujeres. El 9,1% de los hogares
cuyo sustentador principal está trabajando se encuentran en exclusión, una
situación que afecta al 14,8% de los hogares con una sustentadora principal
ocupada.” FOESSA, 2014:51).
27
4.2.1- Perfiles comunes de hogares afectados por la pobreza energética
Los datos son interpretables y no concluyentes –estamos dando por asumidas
algunas cosas, como la alta coincidencia de casos de PMS y pobreza
energética-, pero aún así no es aventurado especular con algunos rasgos
típicos de los hogares afectados por la pobreza energética, materializados en
su sustentador/a principal.
-Pobre situación económica, por desempleo, precariedad, trabajo irregular o
baja pensión del sustentador/a con prevalencia de mujeres.
-Baja participación social. Situación de exclusión.
-Bajo nivel formativo.
-Alto porcentaje de familias extranjeras, especialmente no comunitarias.
28
5- CONSECUENCIAS DE LA POBREZA ENERGÉTICA
5.1- Salud
Es evidente que muchas de las situaciones que plantea la pobreza energética
plantea generan problemas concretos en el ámbito de la salud, destacando los
que se relacionan con la imposibilidad de mantener la temperatura del hogar en
niveles adecuados.
El informe de 2014 de Efe sobre la pobreza energética cita a la OMS (2014:15),
explicando los problemas observados y esperables en función de las distintas
temperaturas en el hogar:
- Por debajo de 16°C: Problemas respiratorios
- Por debajo de 12°C: Problemas circulatorios
- Por debajo de 5°C-6°C: Riesgo de hipotermia
Se puede incluso hablar de mortalidad. Si bien no se suele relacionar como
causa directa de mortalidad, sí que se relaciona con lo que se ha llamado TMAI
(Tasa de mortalidad añadida en invierno), que hace referencia a la mortalidad
extra que conllevan los inviernos. En respecto a eso, la ACA en su informe de
2014, cita diferentes informes para concluir que la pobreza energética estaría
detrás de un incremento de entre el 10 y el 40% de la TMAI: “La pobreza
energética podría estar causando en España en promedio 7.200 muertes
prematuras al año”. (ACA, 2014:99).
El mismo informe (p90) menciona otros problemas de salud que se están
relacionado con las bajas temperaturas en el hogar, tales como gripes,
resfriados, problemas asmáticos y dificultad para ganar peso en niños, cuya
posibilidad de visitar el ambulatorio aumenta en un 30% cuando la temperatura
del hogar no es la adecuada.
“La Montserrat i en Jaume són una encantadora parella que ha vingut per primera
vegada. Ella estava molt nerviosa, i amb veu entretallada ens va explicar que, arran
d’un tall de llum de fa tres anys, el seu fill va estar molt malalt per no poder tenir la
casa a la temperatura adequada”. (APE, 2015).
29
Por su parte, el Guipuzkoako Foru Aldundia, (2013:13) señala también los
hogares fríos como causantes de una la mayor probabilidad de sufrir
enfermedades cardiovasculares, incluso infartos, así como problemas
reumáticos y osteoarticulares.
Se pueden destacar algunas otras afecciones que llegan de forma indirecta,
como son las relacionadas con una mala dieta, lo que en ocasiones viene
provocado por la necesidad de ahorrar dinero en la cesta de la compra para
poder hacer frente a las facturas. Esto se agrava con las imposibilidades para
de refrigerar alimentos, cocinar o la necesidad de cocinar rápido para ahorrar
energía.
Otro buen ejemplo es la contaminación de aire en hogares que han buscado
una alternativa energética de combustión para la calefacción y la cocina. Así,
Duflo, Greenstone y Hanna (2008) citan diversas fuentes para relacionar
directamente la polución del aire en interiores, con infecciones respiratorias y
obstrucción pulmonar (incluso cáncer de pulmón, cuando el combustible es
carbón). Y añaden:
“There is emerging evidence that IAP (indoor air pollution, N.d.A.) increases the risk
of other child and adult health problems, including low birth-weight, perinatal
mortality, asthma, otitis media (or middle ear infection), tuberculosis,
nasopharyngeal cancer, cataracts, blindness, and cardiovascular disease”.
Como ya se ha dicho, es difícil disociar la pobreza energética de otras formas
de pobreza, sobre los que ya abunda literatura especializada que los relaciona
directamente con la salud. De este modo, las investigaciones de los Proyectos
Medea en Barcelona dibujan con claridad una mejor salud y mayor expectativa
de vida en los barrios más favorecidos de Barcelona, por no decir que la
relación directamente proporcional entre salud y clase social se cumple barrio
por barrio. (Borrell, Díez, Morrison, Camprubí, 2012).En otras palabras, y para
simplificar: La pobreza –energética o no- afecta negativamente a la salud.
30
5.2- Salud Mental
La salud mental también se ve afectada por las bajas temperaturas y la falta de
luz o comodidades en la casa. El informe de 2011 del Marmot Review Team
(p29) cita varios estudios realizados en Reino Unido y Nueva Zelanda para
señalar la relación entre hogares en situación de pobreza energética y la
aparición de estrés, ansiedad y/o depresión.
De acuerdo a los mismos investigadores, existirían una serie de peligros que se
relacionarían directamente con ciertas edades: En el caso de los niños, se
observó una tendencia al retraso en su desarrollo cognitivo. Por su parte, entre
los adolescentes se incrementó fuertemente el número de aquellos que
manifestaban sentirse infelices viviendo en su casa con su familia, decidiendo
alguno buscar un descanso fuera de casa, lo que incrementaría el riesgo de
ansiedad o depresión. El informe de ACA (2014:90) también trata la
problemática en adolescentes, calculando en un 5-25% el incremento de la
probabilidad de sufrir enfermedades mentales cuando se vive en casas
demasiado frías. De nuevo, las crónicas de APE son tremendamente
ilustrativas:
“Otro caso tremendo es el de Sandra. Se te parte el alma al escucharla. Tiene aviso
de corte de agua y luz, y la van a desahuciar por no poder pagar el alquiler. Me
comentaba que lleva varias noches soñando que le cortan la luz y cuando se
despierta por la mañana, lo primero que hace es darle al interruptor para ver si
todavía tiene luz. Está agotada por la angustia que pasa cada día.
Dolores está en la misma situación, con aviso de corte de luz y gas. Recibe
llamadas a cualquier hora del día y de la noche reclamando el pago de las facturas.
Ella está en vías de divorcio, pero como a los Servicios Sociales les consta que aún
está casada, no recibe ninguna ayuda. Está totalmente desprotegida por el
sistema”. (APE, 2015).
APE reporta muchos casos como el de Dolores, donde las compañías
suministradoras utilizan el matonismo y la tortura psicológica para conseguir
que las familias paguen sus deudas, aunque sea a costa de otros bienes
básicos:
31
“Reben contínues trucades de telèfon carregades d’amenaces i agressivitat exigint-
los que facin el pagament dels seus deutes. Són les tàctiques d’assetjament que
utilitzen les companyies davant dels impagaments; contractar serveis de tercers per
a que facin persecució de la morositat, amb tàctiques més que qüestionables,
tallant tota via de comunicació o possible negociació”. (APE, 2014).
Nos encontramos aquí con una dimensión nueva de la pobreza energética
como generador de estrés, depresión, baja autoestima y ansiedad: el papel de
las compañías suministradoras como punta de lanza de la presión social y
estigmatización del pobre.
5.3- Aislamiento y dificultades sociales
“Social isolation among older people is exacerbated by living in a cold home. Costly
fuel bills prevent them from going out, they fear returning, already feeling cold, to a
cold home, or they are reluctant to invite friends into a cold house”. (Marmot Review
Team, 2011:31).
Sumadas a las razones por las que los investigadores del Marmot Review
Team creen que mucha gente se puede sentir incómodo, incluso avergonzarse
de su hogar, el Guipuzkoako Foru Aldundia, (2013:13) añade razones de
insalubridad y falta de confort materializadas en problemas de humedad,
aparición de moho, y como resultado, un claro mal olor en el hogar.
Este aislamiento no necesariamente es voluntario, sino que puede estar
relacionado con problemas de salud producidos o agravados por la situación,
sirva como ejemplo la conclusión del estudio sobre la calefacción en el hogar
de Somerville, Mackenzie, Owen y Miles (2000), afirmando que la mejora de la
temperatura del hogar reduce el 80% el absentismo escolar en niños con asma.
Pero sin duda las conclusiones más alejadas de la obviedad las extraen de su
estudio Barnes, Butt y Tomaszewski (2008:3). Dichos autores hablan de las
dificultades añadidas que encuentran los niños para hacer sus deberes
escolares al no encontrar un lugar donde se sientan cómodos para la tarea,
especialmente por el frío, el ruido –propio de hogares con mal aislamiento- y en
32
ocasiones la falta de iluminación. No son los únicos, pues también ACA
menciona las dificultades añadidas al progreso escolar que induce la pobreza
energética.
Barnes, Butt y Tomaszewski (2008:3) continúan indicando también las
posibilidades –menos directas- de que los niños en casas frías y de bajas
condiciones de salubridad experimenten problemas de bullying en la escuela,
se declaren infelices respecto a su vida familiar, o que más adelante tengan
problemas con la policía.
El proceso de dificultad social también se da a la inversa. En esta sociedad
individualista los pobres son desubjetivados y culpabilizados de su propia
situación, este estigma social puede verse relacionado con situaciones de
pobreza energética donde los propios vecinos se “solidarizan” con las
compañías y no con los afectados:
“Hakim ha venido por primera vez. Está empadronado en Hospitalet. Vive con su
mujer y su niña de 8 meses en una casa ocupada. Le cortaron el suministro de
agua. Se lo volvieron a restablecer, pero se la han vuelto a cortar y esta vez se han
llevado el contador. Creen que fue una vecina quien informó a la compañía.
Lo de Viki clama el cielo. Pensaba que había sufrido un corte de agua cuando la
realidad era muy distinta, los vecinos le han cortado el acceso al contador porque
debe a la comunidad 90€. ¡Las personas nunca te acaban de sorprender!” (APE,
2015).
5.4- Hipótesis sobre pobreza energética y dificultades sociales
La poca información disponible y su casi exclusiva fijación en la temperatura
del hogar como elemento principal de la pobreza energética me empujan a
lanzar algunas hipótesis sobre otros problemas que esperablemente acontecen
en los hogares afectados.
El corte total de suministro eléctrico significaría que a partir de cierta hora, con
especial gravedad en las estaciones con menos horas de luz, la casa estaría a
33
oscuras o con fuentes alternativas de iluminación, como velas. Esto sin duda
condiciona a los habitantes de diferentes maneras, modificando sus hábitos
horarios, alargando el tiempo que permanecen en la cama o por el contrario
incitándoles a pasar más tiempo fuera de casa en contra de su voluntad.
“Pedro, empadronado en Ripollet, no cobra ninguna prestación y vive en una casa
ocupada del banco. Lleva 3 meses sin luz. Uno de los problemas de estar sin luz es
que todas las persianas del piso son eléctricas y no las puede ni subir ni bajar, aparte
de todo lo que comporta vivir sin luz.” (APE: 2015).
Los jóvenes se verían en dificultades para realizar sus tareas escolares y su
sensación de incomodidad en el hogar familiar –ya mencionada en casos
donde la casa no está a una temperatura adecuada- previsiblemente se
multiplicaría, pudiendo incluso conducir al abandono prematuro del hogar.
Aquí la ya explicada democracia de la posición social estaría fuertemente
presente. La carencia de algo que damos por garantizado como la iluminación
eléctrica deja al afectado en el último escalafón social, señalando que su lugar
es el de la exclusión y marginación social. Esto es especialmente vergonzante
para aquellas personas que se consideran “clase media” que debido a la
creciente precaridad laboral pueden verse sumidas en situaciones de pobreza
energética, que probablemente decidan ocultar a sus vecinos.
La misma lógica sistémica se aplicaría para aquellos que afectados por el corte
de suministro no pueden realizar otros de los rituales normalizados de la
sociedad actual, como ver la televisión en familia, poner dibujos a los niños,
que los adolescentes jueguen a la consola, escuchar música…
automáticamente se ven situados fuera de la normalidad, excluidos y
fracasados.
La insalubridad también puede aumentar –ya hemos hablado de moho y
humedad- cuando la falta de agua caliente dificulta la higiene personal, la
limpieza de la ropa y la limpieza de los platos y utensilios de cocina. Ya ni
hablamos de un eventual corte de agua –circunstancia que por extensión
puede considerarse parte de la pobreza energética-, que imposibilita por
34
completo la higiene del hogar y sus habitantes, que tendrían por última opción
traer agua de fuera de casa, bien sea comprándola, bien sea utilizando fuentes,
ríos… La vergüenza personal ante estas situaciones sería respuesta con mayor
aislamiento, además del rechazo social que puede provocar una persona que
no puede mantener un cierto nivel de higiene o cuya casa esté sucia y huela
mal.
Por último, la posibilidad de que situaciones de pobreza energética vengan de
la mano de avisos de desahucio y órdenes de desalojo es también muy alta,
incrementando aún más el estrés y la falta de expectativas.
En resumen, estas justificadísimas hipótesis reforzarían las necesidades
anteriormente descritas: Mala salud, depresión, ansiedad, desafiliación y
exclusión.
5.5- Pobreza energética e incendios domésticos
Las necesidades descritas no concluyen la problemática en torno a la pobreza
energética. Debemos sumarles la peligrosidad, no sólo para el conjunto de
afectados, sino para sus propios vecinos.
Un grupo de bomberos de Barcelona informa en un video producido por varias
asociaciones en lucha contra la pobreza energética y los desahucios, de
nombre “#BombersAmbLaILP” (2015) de que la pobreza energética constituye
un factor común en los incendios domésticos. A pesar de que no se cuenta con
datos oficiales, pues la pobreza energética no se contabiliza como causa, se
estima que un 70% de los incendios domésticos en Catalunya se produce
como consecuencia de situaciones de pobreza energética.
Los profesionales hablan del uso de estufas domésticas y cocinas de gas,
incluso leña, de abastecimiento eléctrico de forma irregular, pasando por el uso
de velas para suplir la falta de iluminación eléctrica. Narran también caso
concretos donde los fallecidos habían estado intentando calentarse quemando
palés y alpargatas.
35
6- ANÁLISIS DE INICIATIVAS ACTUALES PARA COMBATIR LA
POBREZA ENERGÉTICA EN EL ESTADO ESPAÑOL
La pobreza energética es afrontada desde cada vez más perspectivas y
órganos, pues como ya se ha dicho, es un fenómeno creciente. Algunas de
estas iniciativas provienen del activismo social y político, otras vienen de las
mismas instituciones. Las hay también provenientes de las ONG,
principalmente Cruz Roja y Cáritas. A continuación serán expuestas en función
del tipo de intervención propuesta.
6.1- Empoderamiento ciudadano frente al oligopolio energético.
La responsabilidad de las empresas del sector energético por medio de
dudosas formas de preciado del KW y el ya explicado déficit de tarifa es
patente en los casos de pobreza energética, encareciendo la energía y por lo
tanto haciéndola menos accesible. Además, se denuncia que los cortes de
suministro afectan a derechos que se consideran inalienables, por lo que deben
ser frenados.
En esta línea nos encontramos con el observatorio crítico de la energía (OCE)
que desde su formación en 2007 viene denunciando diferentes prácticas del
sector eléctrico español. Con ese fin emite informes y material audiovisual para
asesorar tanto a los profesionales como al resto de la ciudadanía en materia de
energía en su forma eléctrica.
De mayor interés para este trabajo es la labor que realiza la Aliança contra la
Pobresa Energètica en Cataluña. Al igual que el OCE, esta plataforma
ciudadana también divulga información referida a la pobreza energética (de una
forma mucho más específica), participando activamente en iniciativas políticas
como fue la ya comentada Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra los
desahucios y la pobreza energética que se aprobó en el parlamento catalán en
julio de 2015, pero que a pesar de entrar en vigor parece estar encontrando
algunos obstáculos en su aplicación (García, 2015).
36
Sin embargo, la labor de la APE realmente interesante desde una perspectiva
socioeducativa es la de sus asesoramientos colectivos en Barcelona, donde
atienden a diferentes afectados por la pobreza energética y les asesoran sobre
cómo defender sus derechos frente a los intereses de las empresas
suministradoras de energía. En estas sesiones no sólo se informa sino que se
delibera colectivamente y se tejen alianzas entre afectados y activistas para
hacer visitas y reclamaciones conjuntas, u otras iniciativas como fue la
movilización y acampada #AguaParaEsther (APE, 2015) donde se protestó por
el corte de agua a una vecina de El Vendrell que carecía de recursos para
hacer frente a las facturas, pidiendo la aplicación de la ley 24/2015 por parte
del ayuntamiento, demanda que fue finalmente aceptada.
La iniciativa de APE ha sido de tal éxito que el ayuntamiento de Barcelona, muy
próximo a esta plataforma, ha replicado desde las instituciones el servicio
prestado por los asesoramientos colectivos, creando puntos de información
sobre la pobreza energética en algunos de los distritos de la ciudad. (Europa
Press, 2015)
Som energia es una cooperativa de más de 20.000 socios que trabaja en la
producción y distribución de energía eléctrica buscando un cambio de modelo.
Esto lo aborda desde dos enfoques, la apuesta la sostenibilidad y las energías
renovables (su suministro es 100% renovable) y el cambio de modelo
empresarial, funcionando como cooperativa sin ánimo de lucro donde los
socios y usuarios toman las decisiones y los beneficios se reinvierten en la
generación de más energía, por lo que se puede considerar una iniciativa de
empoderamiento popular, pues pone el suministro energético en manos de la
ciudadanía. De este modo, las tarifas se deciden colectivamente y se evitan los
sobrecostes que facilitan la aparición de más casos de pobreza energética,
como ellos mismos explican en su web.
6.2- Iniciativas subsidiarias
Estas iniciativas se están llevando a cabo tanto desde ayuntamientos y
administraciones regionales. También las ONG están prestando este tipo de
37
servicio que en resumen consiste en ayudas económicas para poder hacer
frente a los recibos.
En el caso de Cruz Roja y Cáritas sus ayudas vienen integradas dentro de
otras más generalistas, atajando la pobreza y precariedad en los casos donde
las administraciones públicas no responden, o en ocasiones colaborando
directamente con ellas. Este es el caso de Valencia, donde Cruz Roja
gestionará ayudas por valor de 100 euros, extraídos del millón de euros que ha
aportado la Conselleria de Economía Sostenible, de acuerdo a “el periódico de
la energía” (2015).
Es destacable también la existencia de un bono social eléctrico que de acuerdo
con la web de “tarifas gas-luz” permite ahorrar un 25% de la factura eléctrica
cuando los miembros del hogar cumplen los requisitos (jubilados,
dependientes, familias numerosas, desempleo…) que ayuntamientos como el
de Madrid intentan aumentar al 50%. (García, 2015). En el caso del
ayuntamiento gaditano no sólo se ha hecho un bono social para afrontar la
pobreza energética sino que además se ha creado una mesa donde
ayuntamiento, eléctrica y entidades ciudadanas y del tercer sector trabajarán
conjuntamente en la búsqueda de soluciones y cambio de modelo, como
publican respectivamente el diario digital “Público” (2015) y la web de
información “Cádiz Cerca” (2015).
Si bien es cierto que lo educativo queda lejos en este tipo de soluciones, sería
una necedad ignorar que mientras el suministro energético dependa de un
mercado, la gente va a necesitar dinero para acceder a él. Y que por mucho
que problematicemos la pobreza energética como un asunto también cultural,
todos necesitamos cierto acceso a la energía para calentar e iluminar nuestros
hogares, así como cocinar.
6.3- Ecobarrios y ciudades en transición
Estas iniciativas siguen la línea ideológica del decrecimiento y el buen vivir. Es
importante destacar que combatir la pobreza energética no es su principal
38
razón de ser, sino de una de las tantas cuestiones que se van tratando en este
camino a una vida en armonía con la naturaleza y la comunidad. En palabras
de Rojas y Ome (2010:170):“Los ecobarrios son un proyecto de resignificación
del individuo y de la comunidad en el que se abre un espacio para ejercer el
derecho a la confianza, la cooperación, la cercanía, la familiaridad”
Podríamos decir que el movimiento de ciudades en transición comparte
estrategia y filosofía con los ecobarrios, pero tiene unos objetivos que van más
allá: Como ya se ha comentado, los fenómenos interrelacionados del pico del
petróleo y el cambio climático nos conducen a un posible colapso
socioeconómico de graves consecuencias. Ante estas perspectivas de futuro,
el movimiento de ciudades en transición propone construir colectivamente
resiliencias que permitan a estas ciudades adaptarse mejor al colapso,
hablando a menudo de transiciones postcapitalistas.
En lo referente a este trabajo, no parece interesante distinguir entre ambas
iniciativas, sino estudiar como su búsqueda de una mayor autosuficiencia,
generalmente insistiendo en las ideas de soberanía alimentaria y energética,
puede aportar ideas para combatir la pobreza energética.
En el estado español hay muchos proyectos de estas características en
marcha, aunque por distintos motivos ninguno llega a desarrollarse plenamente
por el momento. Entre las diferentes tendencias podríamos señalar como
paradigmáticos los casos de Móstoles en transición y las iniciativas para crear
barrios sostenibles en Madrid, relacionadas con el partido político “Podemos”.
Móstoles en transición (Santiago, 2015) es una iniciativa que viene del
activismo y los movimientos sociales, proponiendo una progresiva ruptura con
el sistema mercantil donde apuestan por la autogestión y el asamblearismo
como modelos de organizativos. Utilizan 4 ejes de trabajo diferenciados:
Economía social, Nuevo modelo productivo, Articulación comunitaria y
educación para la transición.
En estos ejes se tratan asuntos tan ambiciosos como la creación de una
cooperativa integral que sustituya las relaciones mercantilizadas de
39
interdependencia, creando también un mercado y moneda sociales, de ámbito
limitado a Móstoles. Plantean también una red de “cosotecas” o bibliotecas de
objetos que todo el mundo pueda tomar prestados, un plan integral de
agricultura urbana, recuperación de saberes tradicionales, un plan de
compostaje vecinal, una red autogestionada de cuidados y un mercadillo de
trueque, entre muchas otras ideas –algunas de ellas ya en práctica- que se van
sumando.
Por su parte, las ideas de barrios sostenibles para Madrid son impulsados
desde un partido político en las instituciones y presentan una línea mucho más
tecnológica y menos centrada en la cooperación y organización social. Se trata
de propuestas no rupturistas con el sistema económico que tratan de lanzar
una economía más verde y localizada. José Manuel López (2015) habla de
eficiencia energética, instalación de paneles fotovoltaicos, pinturas de
aislamiento térmico, rehabilitación de edificios, centros de compostaje por
distrito, cubiertas vegetales en edificios que ayuden a purificar el aire…
Quizás el punto en el que más énfasis ponen ambas iniciativas es en la
creación de huertos urbanos como forma de avanzar hacia la soberanía
alimentaria y reconstruir lazos comunitarios mediante estas actividades
sociales.
Es evidente que estas propuestas se quedan muy grandes a la hora de buscar
soluciones viables a la pobreza energética desde la educación social, pero en
ellas subyacen las ideas de articulación comunitaria y austeridad en las que
podemos construir respuestas más concretas a los problemas tratados.
6.4- Iniciativa privada
Desde el mundo empresarial y las ciencias naturales, grupos de expertos como
ACA apuestan por atajar la pobreza energética desde una perspectiva
diferente, la rehabilitación energética de edificios. Esta rehabilitación
consistente en una mejora del aislamiento, aprovechamiento del espacio para
generación de energías limpias y optimización de los sistemas eléctricos y de
40
calefacción supondría un importante ahorro en los recibos, incluso muchas
casas podrían tolerar con muchas menos dificultades un eventual corte de
suministro al estar el hogar mejor aislado de la temperatura exterior, de
acuerdo con Espada, Casas Abajo, y López, (2012).
6.5- Puntos débiles y carencias de las iniciativas
Es evidente que actualmente la demanda social en torno a la pobreza
energética es la de proveer recursos para garantizar el acceso al suministro, lo
que aquí se han llamado “iniciativas subsidiarias”. Sin embargo, estas
iniciativas necesitan complementarse con otras por 3 motivos:
 La crisis económica cada vez deja menos margen para este tipo de
subsidios. No es seguro que el día de mañana estas ayudas sigan en
pie.
 La crisis energética puede del mismo modo ir reduciendo el margen de
suministro.
 Las zancadillas, fallos y burocratización del proceso de acceder a bonos
sociales y programas de ayuda crean muchas situaciones en las que
temporal o indefinidamente los afectados pueden verse desamparados.
APE (2015) recoge muchos testimonios que así lo verifican, he aquí
unos pocos:
“A Isabel, de Massanet, no le dan el informe de vulnerabilidad porque en los
Servicios Sociales de su Ayuntamiento desconocen el procedimiento. En algunas
ocasiones nos hemos encontrado con situaciones parecidas, es decir, escasez de
conocimientos por parte de las administraciones públicas.
Un caso increíble ha sido el de Salomé, de Rubí. Recibe un cheque de la asistenta
social para pagar dos facturas de suministros y hacienda se lo ha embargado.
Loli tiene 2 hijos y está pendiente de divorcio. Tiene aviso de corte por impago y el
problema es que las facturas van a nombre de su ex pareja. Aún demostrando que
su ex pareja no está empadronado en la vivienda, Gas Natural se niega
rotundamente a hacerle un nuevo contrato, a pesar de tener el informe de
vulnerabilidad.”
41
7- MARCO METODOLÓGICO DE LA ACCIÓN SOCIEDUCATIVA
7.1- La necesidad de orientar el trabajo a la comunidad
“Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo. Los hombres se liberan en comunión”.
(Freire, 2003).
Este trabajo tiene vocación comunitaria, hasta tal punto que pone en cuestión
la utilidad educativa de individualizar en exceso las intervenciones en torno a la
pobreza energética: podría ser una buena forma de capacitar técnicamente a
una serie de afectados, pero carecería del componente educativo que se dirige
a metas más lejanas como son el consumismo y el individualismo, hermanos
mellizos que constituyen la cultura que convierte una situación de baja
salubridad –pobreza energética- en un infierno psicológico y social.
Por lo tanto, la intención socioeducativa de este trabajo no sería limitar su
acción a aquellos sujetos o familias que estén en situación de pobreza
energética, sino que se debería intervenir sobre toda la comunidad,
considerando la pobreza energética un asunto de salud pública que debe ser
afrontado colectivamente, ya que si asumimos que es necesario superar la
democracia de la posición social de la que habla Baudrillard para frenar la
necesidad de consumir como manera de posicionarse frente a los demás,
tenemos que replantear la manera en la que nos relacionarnos con los demás.
En ese aspecto, el ámbito comunitario, por su carácter integrador y participativo
ayuda a horizontalizar y humanizar las relaciones sociales al operar los
participantes como sujetos de igual derecho (como puede ser el caso de una
asamblea de vecinos). Pero hay algo más: una comunidad que afronta unida
los problemas, que delibera colectivamente sobre el bien común se está
marcando metas sociales que incumben a todos los vecinos, uniéndoles. Es
esta una manera de dar forma y sentido a esa comunidad, o tal vez se debería
hablar de una forma de construir comunidad donde antes sólo había un espacio
común para individuos indiferentes entre sí y ajenos los unos a los otros.
Estamos hablando de ayudar a que los vecinos pasen de consumidores a
ciudadanos. Del individualismo al desarrollo y fortalecimiento de la comunidad.
42
De lo gregario a lo social. Una subjetivación de los vecinos que antes eran
simples extraños en un espacio común y ahora pasan ser personas con las que
relacionarse. Necesario para la correcta acción socioeducativa emancipadora,
pues “la búsqueda del ser más a través del individualismo conduce al egoísta
tener más” (Freire, 2003:78).
7.2- Educación Social y Buen Vivir
Manfred Linz (2007: 34) propone tres principios rectores de una sociedad del
Buen Vivir: “eficiencia, coherencia y suficiencia”.
Si bien la eficiencia y la coherencia aluden a aspectos técnicos en el uso,
reutilización o ahorro de bienes, la suficiencia interesa ser explicada aquí como
principio que pretende hacer virtud de la contención:
“De la antigüedad a nuestros días la suficiencia se ha entendido como la cuestión
de la justa medida, la pregunta por lo que hace bien a los seres humanos y les
sienta bien; lo que crea condiciones para la salud, la satisfacción, la comunidad”.
(Ibíd, 2007:35).
En esta línea, Jorge Riechmann interpreta la suficiencia como una forma de
madurez en una sociedad infantil que sólo demanda más y más de todo:
“Reconocer límites implica –entre otras cosas- pasar de la edad infantil a la
edad adulta. En eso estamos. En la labor de construir sociedades que sean
cultural y moralmente adultas”. (Riechmann, 2007:107).
Esta idea freudiana de madurez social a la que aspira Riechmann encaja con la
idea del paso de consumidor a ciudadano que apuntaba antes. Sabemos que el
consumidor demanda por norma cada vez más bienes y energía, y que esto es
objetivamente imposible de satisfacer. Sabemos también que la promesa de
eterno progreso y el propio desprecio a la condición humana y sus limitaciones
están dentro del ideario que provoca malestar al verse constantemente
frustradas las expectativas de aquel 99% de personas que no consiguen
alcanzar el sueño americano de triunfar económica y socialmente a lo grande,
convirtiéndose en “dioses modernos”.
43
Enseñar a aceptar límites es una labor complicada, con alto riesgo de caer en
el autoritarismo y la moralización, en la que el educador necesita algo diferente
que ofrecer al sujeto de la educación. En el caso que nos ocupa, enfatizar lo
relacional como modo de riqueza alternativa a la posesión debería ser un
objetivo básico.
7.3- Educar sin poseer
La clave del acompañamiento se sitúa “en el respecte i l’escolta de l’altre, que a
vegades ha de posar els limits; cerca alhora ésser suficientment present –útil- per
convertir-se en significatiu, i suficientment distant per no imposar la seva dirección”.
Capul y Lemay, citados por Planella (2012:82).
Este proceso educativo que supone trabajar el factor cultural en la pobreza
energética, pasa por abordar todos aquellos aspectos de la cultura neoliberal
que han sido explicados en el punto 2 de este trabajo.
Es de máxima importancia señalar que esto no constituye una forma de
adoctrinamiento ideológico, ni se plantea vender ideario para sustituir el actual,
sino que se propone incitar a la problematización de todo aquello que –de
forma probada- está causando malestar, y deliberar colectivamente sobre las
alternativas al alcance de las comunidades. O dicho de otra manera, debemos
proporcionar las herramientas y apoyo necesario al sujeto de la educación para
que este pueda formar su propia conciencia crítica del mundo, lo que nos
distancia tanto del educador resignado como del Frankenstein moralizador al
que describe Philippe Merieu en Frankestein educador (1998). Lo contrario
representaría reproducir en la acción educativa la dinámica desubjetivadora
propia de la sociedad que queremos transformar, reduciendo al sujeto a la
dimensión de objeto.
En consecuencia se proponen modelos de intervención cooperativos donde se
diluyan –hasta cierto punto- los roles de educador y educando. De este modo,
los sujetos de la intervención devienen participantes y las normas relativas a la
intervención son acordadas colectivamente entre participantes –directamente
afectados o no- y educadores-participantes. Este es el estilo propio de la
concepción dialógica de la educación: No se puede presentar programa
44
educativo cerrado sino que ha de ser buscado conjuntamente con el pueblo, ni
se puede ir con la verdad por delante, hay que escuchar los problemas de la
gente y trabajar desde el sentido común.
Sin embargo, y como señala Planella (2012:37), tanto si es del agrado del
profesional como si no lo es, la acción socioeducativa se va a mover siempre
en la tensión entre el control y la emancipación, por lo que “el més sensat és
tenir-ho clar (…) i mirar d’exercir l’ofici amb la major dignitat possible”. Esto
quiere decir que no vamos a poder escapar a la realidad de que somos
educadores que cobramos un sueldo por planificar, educar y evaluar, y que de
forma más explícita o más velada, más consciente o más inconsciente,
controlamos en mayor o menor medida el proceso educativo y nos vemos
obligados a establecer normas que lo posibiliten. La insistencia en dar sentido a
la acción socioeducativa es la mejor cura contra este elemento autoritario que
tanta incomodidad causa en educadores y educandos, cabe hacer énfasis en el
carácter pedagógico de la profesión y en el respeto por el sujeto de la
educación “el educador/a social actuará en interés de las personas con las que
trabaja y respetará su autonomía y libertad” (ASEDES, 2007:24).
Esto se puede traducir en ejemplos concretos, como el ya mencionado que
hace referencia a la necesidad de que el educando acepte límites en su
cosmovisión consumista, lo que pasa por no imponer esos límites, sino en
llenarlos de sentido. Hacerlos comprensibles e incluso atractivos para el sujeto
de la educación, lo que no supone una forma de manipulación sino una
invitación a la madurez.
7.4- Institución y movimiento, educadores y activistas
Una de las grandes verdades que debemos aceptar como educadores sociales
en un estado cuyas instituciones siguen siendo mayormente conservadoras, es
que generalmente vamos “por detrás” de los movimientos sociales, lo que se
ha acentuado aún más desde el 15M. Cuando nuestra acción planificada,
coordinada y debidamente financiada llega, los activistas ya están de vuelta.
45
Los casos anteriormente explicados de la APE y las ciudades en transición son
un gran ejemplo que explica cómo están las cosas en materia de pobreza
energética. Las únicas iniciativas especializadas con una vocación realmente
transformadora están formadas por activistas y voluntarios.
Sin embargo, Emilio Santiago (2015) habla en su ponencia del enorme coste
personal y vital que supone al grupo de activistas de Móstoles en Transición
mantener vivo el proyecto. Es lo que él llama “los límites de la autogestión”.
“Para que un proyecto como este realmente se encarne en cambios que afecten a
la cotidianidad de la gente, no puede hacerse en base al tiempo libre que te deja al
supervivencia”
Santiago habla también de la “enorme diferencia” que ha supuesto un acuerdo
con un museo mediante el cual pueden permitirse remunerar el trabajo de dos
de los miembros de Móstoles en Transición.
Parece que el dilema entre la autogestión y la profesionalización que están
experimentando estos activistas abre una ventana de posibilidad para los
educadores sociales: ¿Podrían profesionales de la educación ser contratados
para apoyar el trabajo de estos movimientos sociales? No faltan argumentos
que respondan afirmativamente:
 Sería una forma excelente de ayudar a situar el trabajo socioeducativo
entre los Escila y Caribdis que suponen la pasión revolucionaria de los
activistas, con alto riesgo de que contenga más intención que método, y
la profesionalidad de los educadores, donde el riesgo es el opuesto: que
contenga más método que pasión.
 Amén de los conflictos entre educadores que tienen que aprender a
trabajar con personas no formadas en nuestro campo, y la comprensible
hostilidad hacia el profesional propia de la ortodoxia libertaria que en
ocasiones podemos encontrar en algunos movimientos sociales, esta
forma de extitucionalidad se desvela como la más apropiada para
conseguir incorporar la funcionalidad de los proyectos socioeducativos a
la frescura y vitalidad de iniciativas como Ciudades en Transición, sin
por ello intentar en ningún momento apropiarse del movimiento.
46
 Trabajar en una dinámica donde cualquier vecino puede educar y formar
parte de la dirección del proyecto, donde los activistas provienen de
diferentes mundos profesionales, es una forma de hacer frente a lo que
Iván Illich llamó las profesiones inhabilitantes7, pues rompe la dicotomía
entre profesional y consumidor.
 Cuando un proyecto de intervención socioeducativa se plantea la
inclusión social de los excluidos, debe preguntarse en qué tipo de
sociedad los quiere integrar, para qué, y cómo. De este modo, el marco
del activismo y de movimientos que actualmente se están replanteando
los mismos cimientos de la sociedad capitalista asegura una verdadera
intencionalidad transformadora en el trabajo socioeducativo, más allá de
la mera integración en el mercado de trabajo como solución
individualizada y única que en ocasiones se propone resignadamente
desde la educación social.
Es importante señalar que este apoyo profesional a los movimientos sociales
no consiste en “enviar” educadores, sino de trabajar codo a codo con los
activistas en la elaboración de proyectos y contratación de educadores y otros
profesionales, (como pueden ser algunos de los propios activistas) asegurando
que en todo momento son las personas involucradas en la iniciativa las que
deciden cual es el rumbo a tomar.
7
IIIich pensaba que la sociedad actual divide a quienes tienen necesidades o problemas –muchas veces
creados culturalmente- y los profesionales que venden soluciones, lo que supone la mitificación del
profesional, poseedor de toda la sabiduría y con luz verde para decidir quién tiene necesidades que
necesitan su ayuda profesional y quién no, lo cual consideraba Illich una forma de control.
Paralelamente, las profesiones inhabilitantes serían según el autor dependientes de la existencia de
necesidades: Sin exclusión social no hay educadores sociales. Esto podría ser un motivo –retorcido- para
la ineficiencia de la educación social, que en su subconsciente colectivo no querría solucionar el
problema de raíz, para perpetuarse como profesión.
47
8- BATERÍA DE IDEAS CONTRA LA POBREZA ENERGÉTICA
Este trabajo se centra en ver la pobreza energética como un fenómeno no sólo
económico y en recopilar información dispersa que ha sido publicada para
poder organizar mejor su abordaje desde la educación social.
De este modo, redactar un plan o un proyecto de intervención concreto para
frenar la pobreza energética no es el objetivo aquí. La idea ha sido y es buscar
diferentes respuestas que puedan complementar las ya existentes, trabajando
a menudo desde perspectivas diferentes y que puedan ser útiles para ayudar a
organizar proyectos que afecten a comunidades y áreas específicas.
Las propuestas serán presentadas con su justificación de utilidad y
posibilidades pedagógicas, a la vez que organizadas por ámbitos de
intervención.
8.1- Lo que se queda fuera
Hemos dicho que la pobreza energética depende principalmente del precio de
la energía, la situación económica familiar y un relativo factor cultural.
Ante esta multitud de causas es evidente que un plan contra la pobreza
energética va a necesitar verse apoyado en muchos otros que trabajen con
otras realidades. Destaca principalmente el desempleo y el empleo precario,
seguramente la más común de las causas estudiadas, para la cual ya existen
iniciativas de inserción laboral que con ánimo de no salir del ámbito de la
pobreza energética, no serán estudiadas aquí.
Como educadores sociales, tampoco podemos abaratar la energía
significativamente ni rehabilitar los edificios de un barrio. Estas son cosas que
corresponden a las gestiones institucionales y poco puede hacer ahí un
proyecto de educación social. Como mucho podemos acercarnos a la línea
entre lo socioeducativo y el activismo sociopolítico, terrenos que muchas veces
se solapan, y ayudar a los vecinos a organizarse para que desde las
instituciones se responda a estas demandas.
48
8.2- Líneas de acción
La complejidad a la que hacen referencia las necesidades detectadas demanda
trabajos diferenciados que puedan actuar sobre algunas de las causas que las
provocan. Para ello es conveniente dividir las propuestas en 5 Líneas de acción
diferenciadas, aunque con mucho en común.
8.2.1- Línea de acción 1: Ahorro energético, ahorro económico
Aquí se proponen talleres sobre actividades cotidianas que suponen un gasto
económico y/o energético cuyo impacto puede ser sensiblemente reducido,
dejando a las familias un mayor margen económico para poder asumir el coste
de los recibos energéticos sin que por ello deba disminuir su calidad de vida.
Esto se dirige muy especialmente a aquellos casos en los que afrontar los
recibos eléctricos ha supuesto un empobrecimiento de la dieta familiar.
-Taller de cocina económica y saludable.
Taller de 1 semana de duración orientado a la reducción del gasto energético y
económico relativo a la alimentación. El taller de cocina económica y saludable
estaría impartido por 1 educador/a a grupos preferiblemente pequeños donde
por medio del diálogo y la participación se puedan proponer nuevas ideas
sobre recetas, técnicas de cocina, estrategias de compra…
El taller consta de 2 partes diferenciadas:
1- La Lista de la compra
-Clasificación de productos en función de su valor calórico, vitamínico y precio
de mercado.
-Dietas económicas y completas. Recetas mileuristas.
-Creatividad austera: Ejemplos de diferentes platos elaborados con los
productos de primera necesidad comunes en los bancos de alimentos.
49
2- Preparación de alimentos
-Alimentos crudos: Algunas recetas crudívoras, consumo energético 0.
-La olla a presión, herramienta ahorradora de energía.
-La cocina al vapor; reducción del uso energético, mayor conservación de las
propiedades de los alimentos y menor uso del cada vez más caro aceite.
-Fabricando alimentos no perecederos: preparación de conservas con los
excesos de frutas y deshidratación de verduras al sol.
-Taller de la baja intensidad energética en el hogar
Un taller de 2 días orientado a enseñar hábitos saludables y ahorrativos en
materia energética/económica. Algunos de ellos pueden ser:
Idea ¿Por qué?
Hábitos matutinos
La disponibilidad de luz eléctrica nos
ha posibilitado el hábito de trasnochar
y despertarnos tarde, lo que
anteriormente era improductivo o
incómodo al no poder hacer vida
normal por falta de luz. Existe un
debate sobre los beneficios de
madrugar (Jarque, 2012) en el que no
se pretende entrar aquí,
De cara al ahorro energético es
conveniente estar activo en las horas
de luz, donde la temperatura es más
alta, no hace falta utilizar la luz
eléctrica y se intensifica además la
posibilidad de hacer vida social fuera
del hogar.
50
El uso de la bolsa de agua
Esta bolsa que en el pasado era muy
popular está cada vez más en
desuso.
La bolsa es una baratísima alternativa
a utilizar el radiador o la calefacción
centralizada, especialmente de noche.
Puede incrementar significativamente
la temperatura de la cama y dura toda
la noche.
Lavado a mano y reparación de
prendas rotas
Desde la invención de la lavadora,
muchas personas ni consideran la
opción de lavar a mano su ropa, ni
saben hacerlo debidamente. Lo
mismo sucede con la costura: La
posibilidad de renovar el armario
constantemente y la fiebre de la moda
hacen poco atractiva la idea de
alargar la vida de la ropa.
Esta es una alternativa al caro uso de
la lavadora y a la tentación
consumista de sustituir cualquier
prenda al mínimo desperfecto. La
costura es además una actividad que
en ocasiones se ha realizado en
grupo y que ofrece por lo tanto
posibilidades relacionales.
Austeridad, dignidad y salud
Como respuesta a la formación de
mohos y empobrecimiento de las
condiciones de salubridad en los
hogares afectados por la pobreza
energética se pondría el acento en la
necesidad de mantener la casa limpia
y habitable.
Como los estudios citados han
demostrado, las consecuencias de un
hogar frio, sucio y con moho no sólo
afectan a la salud física, sino también
a la mental y a la vida social.
51
Ideas sobre aprovechamiento
energético en el hogar
Una posibilidad sería visitar los
domicilios de las familias implicadas
que así lo deseasen para que un
técnico pudiese orientarles in situ
sobre formas de reducir el gasto
energético en el hogar tales como la
relocalización de la sala de estar a
una habitación pequeña, más
fácilmente calentable o las técnicas
caseras de mejora del aislamiento
térmico.
Además del evidente ahorro
energético, visitar domicilios es una
oportunidad para extraer información
útil para el equipo educativo y poder
trabajar con la familia un rato sin el
condicionante social que supone que
el resto del grupo esté presente.
8.2.2- Línea de acción 2: Sustitución
Si la primera línea de acción busca modificar hábitos para ahorrar dinero y
energía o mantener la calidad de vida cuando ambos escasean, aquí se busca
sustituir fuentes energéticas y relaciones mercantilizadas entre vendedores y
consumidores de energía. Estas son ideas para el empoderamiento y el camino
a una mayor soberanía alimentaria y energética.
-Cursos de ecotecnologías Estos cursos capacitarían al participante para
fabricar y/o hacer uso de diferentes ecotecnologías que pueden ayudarnos a
desconectarnos de la red. Es importante señalar que suponen un proceso de
aprendizaje y trabajo de carpintería que se vuelve muy satisfactorio cuando
está concluido, por lo que el proceso es muy interesante para nuestros
propósitos.
52
La cocina solar
Los diferentes modelos de horno solar –principalmente el de cajón y la
parabólica- pueden ser construidos en casa si se dispone de los materiales y
las herramientas adecuadas, que en los casos más austeros pueden ser algo
de cartón, plástico y una bandeja negra de horno, para construir el modelo
más básico de horno.
Estas tecnologías permiten cocinar con la energía del sol, lo que conlleva un
tiempo mayor para la preparación de los alimentos pero que por otra parte
ahorrar el 100% de la energía utilizada. Requieren de ventanales
correctamente situados o tendrán que ser usados sólo en exteriores. El clima
es aquí un problema: Su rendimiento es proporcional a la luminosidad del día.
Se propondría por lo tanto enseñar no sólo a construirlos sino a utilizarlos y
cocinar con ellos.
La cocina rocket
Esta ecotecnología de alto aprovechamiento energético es generalmente usada
en forma de estufa, cosa que no se propondrá por los riesgos añadidos de
introducir un sistema de calefacción a madera en un hogar (polución y riesgo
de incendios). Se propondrán estos modelos autofabricados de mini cocina
para cocinar en patios y terrazas, pues ahorran hasta un 80% de madera
respecto a los modelos convencionales (Grover, 2012) y pueden funcionar con
palitos, hojas secas…
La construcción es sencilla pero necesita las herramientas adecuadas y
conviene que sea supervisada para reducir el riesgo de accidentes.
53
Calentador de agua
Existen diferentes modelos de fabricación casera basados en botellas de
plástico y/o latas de refresco. De nuevo, será necesario disponer de una zona
exterior donde ponerlo en práctica, así como de un clima favorable.
Vuelta al botijo
Este sencillo utensilio significa un ahorro nimio en su misión de mantener
fresca el agua, pero puede ser una opción en aquellas casas donde se haya
cortado el suministro y no cuenten con una nevera.
-Huertas comunitarias, huertas urbanas y restablecimiento de vínculos
con los agricultores de la zona.
Si hablamos de sustitución, nada más radical que reducir nuestra dependencia
del mercado para obtener alimento, lo que puede ser un tremendo alivio
económico para personas en situación de riesgo, además de un nuevo saber,
lo que también es una nueva motivación.
El mecanismo elegido aquí sería la cesión de terrenos públicos por parte de los
ayuntamientos para que los vecinos pudiesen cultivar parcelas. La labor del
educador aquí no estaría limitada a un taller, sino que sería de
acompañamiento semanal en los procesos de siembra, cuidado, recolección y
compostaje. Es importante mencionar que los saberes de la agricultura pueden
ser harto complejos, por lo que el educador necesitaría rodearse de
colaboradores o voluntarios que pudiesen cubrir la parte técnica del trabajo. La
preferencia sería una persona de la comunidad, tal vez un participante de las
actividades –o más de uno- lo que posibilitaría una transición hacia la
54
autogestión de las huertas, donde a lo largo del proceso el educador terminaría
siendo prescindible en el día a día.
Huertos urbanos
Estas iniciativas, cada vez más populares suponen la posibilidad para los
vecinos de obtener alimentos a coste 0 (al menos monetario) pues mediante
las técnicas de la agricultura ecológica pueden prescindir de abonos y
pesticidas, y el agua correría a cuenta del ayuntamiento.
Más allá del ahorro económico y los beneficios para la salud de consumir
alimentos orgánicos y de calidad, la actividad física, el aprendizaje y el
estrechamiento de lazos con la comunidad y el territorio pueden ser también
muy beneficiosos desde el punto de vista educativo e incluso terapéutico.
Se pueden valorar cesiones indefinidas del terreno o temporales, para lo que
puede servir como ejemplo la iniciativa de las “Huertas Acoge” de la
Asociación Asturias Acoge, donde los usuarios de la asociación disponen de
una pequeña parcela en un invernadero a la que tienen acceso por un periodo
de dos años, tras el cual deberán haber buscado su propia parcela si es que
quieren continuar cultivando sus alimentos.
Huertas compartidas.
Lo que se propone aquí es utilizar extensiones de terreno mayores para el
mismo fin que las huertas urbanas, que suelen ser de dimensiones muy
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética
Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

INFORME DE BRUNDTLAND
INFORME DE BRUNDTLANDINFORME DE BRUNDTLAND
Presentacion tecnologia
Presentacion tecnologiaPresentacion tecnologia
Presentacion tecnologia
jimena Vega Valdes
 
Informe energias
Informe energiasInforme energias
Informe energias
Allan Fonseca Gomez
 
EL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURA
EL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURAEL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURA
EL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURA
Zuniga Agustin
 
Ensayo (la redaccion)
Ensayo (la redaccion)Ensayo (la redaccion)
Ensayo (la redaccion)
alejandro castellanos fernandez
 
Sintesis informativa 02 09 2015
Sintesis informativa 02 09 2015Sintesis informativa 02 09 2015
Sintesis informativa 02 09 2015
megaradioexpress
 
Cambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez Reyes
Cambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez ReyesCambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez Reyes
Cambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez Reyes
Ecologistas en Accion
 

La actualidad más candente (7)

INFORME DE BRUNDTLAND
INFORME DE BRUNDTLANDINFORME DE BRUNDTLAND
INFORME DE BRUNDTLAND
 
Presentacion tecnologia
Presentacion tecnologiaPresentacion tecnologia
Presentacion tecnologia
 
Informe energias
Informe energiasInforme energias
Informe energias
 
EL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURA
EL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURAEL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURA
EL FUTURO 2050: ENERGIA, AGUA Y AGRICULTURA
 
Ensayo (la redaccion)
Ensayo (la redaccion)Ensayo (la redaccion)
Ensayo (la redaccion)
 
Sintesis informativa 02 09 2015
Sintesis informativa 02 09 2015Sintesis informativa 02 09 2015
Sintesis informativa 02 09 2015
 
Cambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez Reyes
Cambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez ReyesCambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez Reyes
Cambio Climático, Energía, e Historia. Luis Gonzalez Reyes
 

Similar a Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética

TAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docx
TAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docxTAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docx
TAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docx
MariaFernandaGaytan1
 
Trabajo de Ecología
Trabajo de EcologíaTrabajo de Ecología
Trabajo de EcologíaIda19808437
 
Curso de-economia-ecologica
Curso de-economia-ecologicaCurso de-economia-ecologica
Curso de-economia-ecologicaluna02009
 
Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...
Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...
Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...
Planetario de Pamplona
 
SESION de economia ambiental en el tema de recursos
SESION de economia ambiental en el tema de recursosSESION de economia ambiental en el tema de recursos
SESION de economia ambiental en el tema de recursos
DiegoAguilarGarate
 
La sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdf
La sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdfLa sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdf
La sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdf
SantosFelipeFigueroa
 
Tovar isaias ensayo
Tovar isaias ensayoTovar isaias ensayo
Tovar isaias ensayo
miguelandueza1
 
RESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTAL
RESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTALRESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTAL
RESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTAL
RonaldNina6
 
Energías renovables es
Energías renovables esEnergías renovables es
Energías renovables es
Jimena Tenjo
 
Energías renovables es
Energías renovables esEnergías renovables es
Energías renovables es
Paula Acero
 
medio ambiente
medio ambientemedio ambiente
Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...
Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...
Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...
Teresa Clotilde Ojeda Sánchez
 
Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017
Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017
Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017
Karyn Merlyn Corzo Valdiviezo
 
Herrera gustavo momento_individual
Herrera gustavo momento_individualHerrera gustavo momento_individual
Herrera gustavo momento_individual
Gustavo Arango
 
Presentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentable
Presentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentablePresentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentable
Presentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentablejenifabela
 
ECONOMÍA I
ECONOMÍA I ECONOMÍA I
ECONOMÍA I
maricel
 

Similar a Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética (20)

TAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docx
TAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docxTAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docx
TAREA 1_UNIDAD 1_GAYTÁN ESPINOZA MARÍA FERNANDA.docx
 
Trabajo de Ecología
Trabajo de EcologíaTrabajo de Ecología
Trabajo de Ecología
 
Curso de-economia-ecologica
Curso de-economia-ecologicaCurso de-economia-ecologica
Curso de-economia-ecologica
 
Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...
Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...
Energía para la vida (Educación Secundaria - Escuela de estrellas - Pamplonet...
 
SESION de economia ambiental en el tema de recursos
SESION de economia ambiental en el tema de recursosSESION de economia ambiental en el tema de recursos
SESION de economia ambiental en el tema de recursos
 
La sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdf
La sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdfLa sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdf
La sustentabilidad o sostenibilidad. Un concepto poderoso para la humanidad.pdf
 
Tovar isaias ensayo
Tovar isaias ensayoTovar isaias ensayo
Tovar isaias ensayo
 
RESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTAL
RESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTALRESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTAL
RESUMEN DE LIBRO ECONOMÍA AMBIENTAL
 
Max
MaxMax
Max
 
Energías renovables es
Energías renovables esEnergías renovables es
Energías renovables es
 
Energías renovables es
Energías renovables esEnergías renovables es
Energías renovables es
 
medio ambiente
medio ambientemedio ambiente
medio ambiente
 
Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...
Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...
Guía metodológica para el uso eficiente de la energía para docentes del nivel...
 
Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017
Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017
Guia inicial primaria_mem_np_05-06-2017
 
Herrera gustavo momento_individual
Herrera gustavo momento_individualHerrera gustavo momento_individual
Herrera gustavo momento_individual
 
Juli
JuliJuli
Juli
 
Juli
JuliJuli
Juli
 
Presentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentable
Presentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentablePresentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentable
Presentacion de Jenifer fabela ramirez desarrollo sustentable
 
Juli
JuliJuli
Juli
 
ECONOMÍA I
ECONOMÍA I ECONOMÍA I
ECONOMÍA I
 

Último

LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJELA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
jecgjv
 
Power Point: El espiritismo desenmascarado
Power Point: El espiritismo desenmascaradoPower Point: El espiritismo desenmascarado
Power Point: El espiritismo desenmascarado
https://gramadal.wordpress.com/
 
PANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJA
PANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJAPANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJA
PANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJA
estroba5
 
Presidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdf
Presidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdfPresidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdf
Presidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdf
MARIANA110300
 
Horarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de Madrid
Horarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de MadridHorarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de Madrid
Horarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de Madrid
20minutos
 
Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024
Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024
Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024
IES Vicent Andres Estelles
 
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁIMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
Claude LaCombe
 
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptx
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptxSEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptx
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptx
Osiris Urbano
 
Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.
Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.
Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.
amayaltc18
 
Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024
Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024
Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024
IES Vicent Andres Estelles
 
Semana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptx
Semana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptxSemana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptx
Semana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptx
LorenaCovarrubias12
 
665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf
665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf
665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf
valerytorresmendizab
 
El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10
El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10
El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10
Alejandrino Halire Ccahuana
 
El Liberalismo económico en la sociedad y en el mundo
El Liberalismo económico en la sociedad y en el mundoEl Liberalismo económico en la sociedad y en el mundo
El Liberalismo económico en la sociedad y en el mundo
SandraBenitez52
 
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdfGuia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
Demetrio Ccesa Rayme
 
Las diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdf
Las diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdfLas diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdf
Las diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdf
La Paradoja educativa
 
Guia para Docentes como usar ChatGPT Mineduc Ccesa007.pdf
Guia para Docentes como usar ChatGPT  Mineduc Ccesa007.pdfGuia para Docentes como usar ChatGPT  Mineduc Ccesa007.pdf
Guia para Docentes como usar ChatGPT Mineduc Ccesa007.pdf
Demetrio Ccesa Rayme
 
Las Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI UNESCO Ccesa007.pdf
Las Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI  UNESCO Ccesa007.pdfLas Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI  UNESCO Ccesa007.pdf
Las Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI UNESCO Ccesa007.pdf
Demetrio Ccesa Rayme
 
FUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIA
FUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIAFUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIA
FUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIA
ElenaGallardoPals
 
PLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
PLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxxPLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
PLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
cportizsanchez48
 

Último (20)

LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJELA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
 
Power Point: El espiritismo desenmascarado
Power Point: El espiritismo desenmascaradoPower Point: El espiritismo desenmascarado
Power Point: El espiritismo desenmascarado
 
PANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJA
PANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJAPANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJA
PANDERETAS DECORADAS CON MOTIVOS DE LA RIOJA
 
Presidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdf
Presidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdfPresidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdf
Presidencias radicales (1916 – 1930) (1) (1).pdf
 
Horarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de Madrid
Horarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de MadridHorarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de Madrid
Horarios Exámenes EVAU Ordinaria 2024 de Madrid
 
Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024
Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024
Tema 3-2 Aparato reproductor femenino 2024
 
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁIMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
 
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptx
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptxSEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptx
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptx
 
Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.
Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.
Examen de la EvAU 2024 en Navarra Latín.
 
Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024
Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024
Tema 3-3 Métodos anticonceptivos y ETS 2024
 
Semana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptx
Semana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptxSemana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptx
Semana 10-TSM-del 27 al 31 de mayo 2024.pptx
 
665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf
665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf
665033394-TODAS-LAS-SANGRES-resumen-Por-Capitulos.pdf
 
El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10
El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10
El espiritismo desenmascarado.pdf. Lec. 10
 
El Liberalismo económico en la sociedad y en el mundo
El Liberalismo económico en la sociedad y en el mundoEl Liberalismo económico en la sociedad y en el mundo
El Liberalismo económico en la sociedad y en el mundo
 
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdfGuia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
 
Las diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdf
Las diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdfLas diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdf
Las diversas Sociedades Mercantiles Mexico.pdf
 
Guia para Docentes como usar ChatGPT Mineduc Ccesa007.pdf
Guia para Docentes como usar ChatGPT  Mineduc Ccesa007.pdfGuia para Docentes como usar ChatGPT  Mineduc Ccesa007.pdf
Guia para Docentes como usar ChatGPT Mineduc Ccesa007.pdf
 
Las Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI UNESCO Ccesa007.pdf
Las Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI  UNESCO Ccesa007.pdfLas Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI  UNESCO Ccesa007.pdf
Las Tecnologias Digitales en los Aprendizajesdel Siglo XXI UNESCO Ccesa007.pdf
 
FUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIA
FUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIAFUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIA
FUENTES DE LA CULTURA GRIEGA EN LA HISTORIA
 
PLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
PLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxxPLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
PLAN DE CAPACITACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
 

Necesidades y respuesta socioeducativa en contextos de pobreza energética

  • 1. 0
  • 2. 1 Resumen El siguiente trabajo ha pretendido sintetizar el conocimiento disponible sobre la pobreza energética y traducirlo en necesidades socioeducativas que puedan ser respuestas desde el ámbito de la educación social, utilizando como principal argumento el factor cultural en la pobreza energética, es decir: que la pobreza energética en el estado español se entiende desde nuestro contexto de abundancia material y cultura consumista, y que desde nuestra profesión se pueden proporcionar respuestas complementarias al bono social como único método de combatir la pobreza energética. Ante la absoluta falta de información disponible en las instituciones públicas que ha impedido encuadrar esta investigación en el marco de Oviedo, se ha recurrido a un intenso análisis documental sobre causas, perfiles y consecuencias de la pobreza energética en diferentes lugares del mundo, complementándolo con información sobre aquellas respuestas que desde instituciones, el activismo social, las empresas y el tercer sector se están proporcionando. Como contribución se presenta una batería de propuestas-líneas de acción inspiradas en las filosofías decrecentistas y del Buen Vivir que apuestan por la organización comunitaria, cooperación entre movimientos sociales y agentes educativos, el aprovechamiento y la sencillez. Estas propuestas incorporan la disciplina socioeducativa a movimientos como “ciudades en transición” y sus métodos de trabajo. Utilizar este enfoque ha tenido una motivación inicial: la existencia de una crisis energética que sumada a los crecientes problemas de crisis ambiental, económica y humanitaria está deviniendo en una crisis civilizatoria global que deja cada vez menos margen de bienestar material a las clases trabajadoras, destruye los servicios públicos, y amenaza con escenarios de verdadera escasez, por lo que es responsabilidad de los profesionales de nuestro sector buscar respuestas y métodos de trabajo adaptados a semejantes expectativas.
  • 3. 2
  • 4. 3 - Introducción ………………………………………………………………….5 1- Energía y Sociedad………………………………………………….............6 1.1- Situar la energía en el centro de todo………………………………6 1.2- La pobreza energética………………………………………………..7 1.2.1- La crisis energética en el marco legislativo……………….10 1.3- La crisis energética justifica una respuesta comunitaria y austera………………………………………………………………………………...11 2- El consumismo como marco cultural….………………………………..14 2.1- Radiografía del consumidor………………………………………..14 2.1.1- ¿Para qué ese consumo?..............................................15 2.1.2- El sueño americano……………………………………...17 2.2- Las alternativas al consumismo…………………………………..18 2.2.1- Ser más y Tener más………………………………………..19 2.2.2- Decrecimiento y Buen Vivir…………………………………20 3- Marco metodológico de la investigación……………………………….21 3.1- El trabajo que no pudo ser………………………………………..21 3.2- La investigación…………………………………………………...21 4- Análisis documental sobre pobreza energética……………………...23 4.1- Privación material severa y pobreza energética…………………….24 4.2- Pobreza y exclusión social…………………………………………….25 4.2.1- Perfiles comunes de hogares afectados por la pobreza energética……………………………………………………………………..27 5- Consecuencias de la pobreza energética………………………………28 5.1- Salud……………………………………………………………………..28 5.2- Salud Mental…………………………………………………………….30 5.3- Aislamiento y dificultades sociales……………………………………31 5.4- Hipótesis sobre pobreza energética y dificultades sociales………..32 5.5- Pobreza energética e incendios domésticos…………………….…..34
  • 5. 4 6- Análisis de iniciativas actuales para combatir la pobreza energética en el Estado Español………………………………………………………35 6.1- Empoderamiento ciudadano frente al oligopolio energético….…...35 6.2- Iniciativas subsidiarias…………………………………………….…...36 6.3- Ecobarrios y Ciudades en Transición………………………….….….37 6.4- Iniciativa privada………………………………………………….….….39 6.5- Puntos débiles y carencias de las iniciativas……………….……….40 7- Marco metodológico de la acción socioeducativa……………………41 7.1- La necesidad de orientar el trabajo a la comunidad………………..41 7.2- Educación Social y Buen Vivir………………………………………..42 7.3- Educar sin poseer………………………………………………………43 7.4- Institución y movimiento, educadores y activistas…………………..44 8- Batería de ideas contra la pobreza energética………………………...47 8.1- Lo que se queda fuera…………………………………………………47 8.2- Líneas de acción………………………………………………………..48 8.2.1- Línea de acción 1: Ahorro energético, ahorro económico….48 8.2.2- Línea de acción 2: Sustitución…………………………………51 8.2.3 - Línea de acción 3: Espacios compartidos y ocio en comunidad…………………………………………………………………………….56 8.2.4- Línea de acción 4: Experiencias compartidas y organización colectiva……………………………………………………………………………….58 8.2.5- Línea de acción 5. Asamblea de barrio……………………….59 9- Conclusiones………………………………………………………………..61 -Bibliografía……………………………………………………………………...66 -Videografía……………………………………………………………………...68 -Webgrafía…………………………………………………………………….....69
  • 6. 5 Introducción El problema de la pobreza energética conecta lo económico con lo social y lo cultural, por lo que requiere ser abordado desde diferentes ámbitos, incluyendo el de la educación social. Este trabajo pretende ofrecer respuestas socioeducativas a la pobreza energética adaptadas al contexto de crisis económica y energética/ambiental actual, por lo que ante la escasez de recursos económicos propone centrarse en los factores culturales y sociales que determinan y agravan los efectos de la pobreza energética. Ahí, el educador social se convierte en un agente dinamizador de procesos y cohesionador de comunidades que puede ayudar a mitigar los diferentes efectos de la pobreza energética empoderando a los afectados desde diferentes líneas de trabajo.
  • 7. 6 1- ENERGÍA Y SOCIEDAD 1.1- Situar la energía en el centro de todo “La energía es algo fundamental, tan fundamental que cuando a mi me preguntan qué idea tengo de Dios… pues es la energía del Big Bang. Sin energía no ocurre nada.” (Puig: 2015). Sin ánimo de abrir un debate ontológico, esta es una afirmación que analizada desde la ciencia y la hipótesis del Big Bang tiene mucho sentido. Una explosión de dimensiones inimaginables habría liberado toda la materia y energía que hoy conforma el universo y que millones de años después sigue expandiéndose. De esa energía y esa materia abiótica surgirían las estrellas, los planetas y finalmente… la vida. Ahí es donde entra en juego aquello de que sin energía, no ocurre nada. No sólo no hay vida, sino que no hay movimiento, no hay luz y la temperatura son 0 grados Kelvin (-273 grados Celsius). Si nada puede ocurrir sin energía, entonces la energía es la responsable de que las cosas ocurran, de que exista la vida… lo que desde la ciencia puede situar a la energía en el lugar que la teología reserva para Dios, lo que pone de manifiesto la absoluta omnipresencia de la energía en nuestras vidas. Así, desde el descubrimiento del fuego hemos aprendido a usar la energía para nuestro provecho: Fernández y González (2014) dedican su obra conjunta “En la espiral de la energía” a explicar cómo la evolución de distintas sociedades ha consistido una escalada energética, que ha venido siempre a la par de una escalada en la complejidad social. Esta complejidad se dispara con el uso de los combustibles fósiles y la mecanización del trabajo por su mayor rentabilidad: un litro de gasolina puede empujar un coche de dos toneladas a 80 km/h durante 15 kilómetros. ¿Cuántas personas harían falta para realizar ese trabajo con su esfuerzo físico? ¿Se les podría recompensar con el equivalente al precio de un litro de gasolina?
  • 8. 7 El bienestar material es la alta disponibilidad energética La abundante disponibilidad energética ha supuesto sociabilizar un nivel de confort impensable hace 200 años (al menos en el llamado “primer mundo”, claro). Entonces un noble tenía sirvientes que le permitían llevar una vida contemplativa. Hoy día tenemos máquinas trabajando para nosotros. El Dr. Antonio Turiel calcula la que en el estado español cada ciudadano dispone de equivalente aproximado a 35 esclavos1 que constantemente trabajarían para él. (Turiel, 2013). Esta idea de “esclavos energéticos” explica la trascendencia de la energía en la sociedad actual: Puedes , por ejemplo, vivir en el medio urbano donde no se producen alimentos, y comer 3 veces al día alimentos traídos de todas partes del mundo mediante un intenso metabolismo social que se encargará también de alejar de la ciudad los residuos que produces. 1.2- La pobreza energética La pobreza energética es un fenómeno inseparable de la economía que tiene también una fuerte relación con la cultura, pues al fin y al cabo, pobreza y riqueza son conceptos interpretables. Es entendida como “la dificultad para afrontar el gasto necesario para cubrir unas necesidades energéticas esenciales” (Bellver, 2015:170). Y como ya se ha explicado, con menos energía pasan menos cosas: Luz eléctrica, calefacción, electrodomésticos, cocina… Todos los ingenios tecnológicos que trabajan para nosotros dejan de hacerlo, nos quedamos solos, sin esclavos energéticos. La pobreza energética nace de la relación de tres parámetros diferentes: 1 El concepto de “esclavo energético” utiliza la capacidad de trabajo de un humano adulto como unidad para medir la disponibilidad energética de la que disfruta cada ciudadano en una determinada región. Se trata no sólo de la energía consumida directa y explícitamente (calefacción, transporte, electricidad, industria) sino también de la que viene embebida en los bienes que consumimos y las infraestructuras de las que disponemos (utilizada en su producción y/o mantenimiento). En cualquier caso la medición en “esclavos energéticos” es tremendamente complicada y solo debe tomarse como una orientación.
  • 9. 8 -El precio de la energía. En el Estado Español marcado por la liberalización del sector eléctrico en 1997, lo que abrió la puerta al “déficit de tarifa”2 y demás regulaciones que han contribuido a que el precio de la electricidad haya aumentado en más de un 80% desde entonces.3 Las otras formas de suministro de energía a hogares –gas, petróleo, carbón, pellets…- no presentan esta problemática, sin bien es cierto que su precio también va en aumento por motivos que pueden ser tanto políticos como geológicos: son recursos finitos y sus costes de extracción aumentan conforme se van agotando las reservas, aunque debido a la desconexión del mundo físico que supone la economía financiera que controla el sector energético, este creciente coste no siempre se ve reflejado en las facturas. -La situación familiar. Por una parte determinará la posibilidad o imposibilidad de hacer frente a las facturas –renta familiar-, así como la cantidad de energía que necesiten usar, lo que puede estar condicionado por la localización de la vivienda (por ejemplo, una casa en un clima cálido necesitará menos calefacción, una casa en el campo puede ofrecer la posibilidad de usar leña como combustible…) o las características o calidad de esta (una casa construida con buenos materiales y aislación tendrá menos necesidad de uso de calefacción). Es evidente que la pobreza energética se da en hogares donde hay un problema de pobreza general, por lo que encarar el problema necesitará de una visión amplia que contemple la situación en conjunto. -El factor cultural. Este factor es desestimado habitualmente por ser subjetivo, pero yo lo considero vital y tendrá un gran peso en este trabajo. Una persona que se levanta al amanecer y se acuesta poco después del anochecer, no 2 El déficit de tarifa es una medida aplicada por los diferentes gobiernos estatales desde el año 2000. Consiste en que el estado pague a las empresas eléctricas cualquier déficit de sus ganancias por facturación frente a sus costes de producción. El quid de la cuestión es que las empresas no han certificado en ningún momento esos costes, no se han auditado, por lo que cabría la posibilidad de que el estado estuviese inyectando dinero en empresas que no están en pérdidas. De esta forma se ha creado una deuda con las eléctricas que corre a cuenta del consumidor, que paga un 6% extra en la factura de la luz. 3 Ibíd
  • 10. 9 tendrá las mismas necesidades de luz eléctrica que una que guste de trasnochar. Del mismo modo que acostumbremos a utilizar gran cantidad de electrodomésticos o a comer un determinado tipo de comida, es también cultural. Llevado al extremo, ¿Podríamos hablar de pobreza energética en el caso de las comunidades amish americanas? ¿Y en el de los bosquimanos del sur de África? En cuanto la medición de la pobreza energética, varios miembros del Observatorio Crítico de la Energía señalan que existe un fuerte debate metodológico en torno a este fenómeno (OCE) (Bellver, 2015:172) pues los distintos métodos de medición arrojan resultados dispares, (aunque coinciden en la evolución del fenómeno, que multiplico sus casos por 3 entre 2007 y 2013) (Ibíd, 173). Grosso modo, existen tres formas de detectar y medir la pobreza energética:4 -Medición de temperatura en hogares, que evidentemente deja fuera los usos de la energía diferentes a la calefacción. Los diferentes enfoques sobre cuál debería ser la temperatura mínima (enfoque médico o de confort) y las diferentes situaciones personales de los afectados (edad, estado de salud) hacen que las cifras consideradas mínimas varíen de los 16 a los 21º, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.( Guipuzkoako Foru Aldundia, 2013:16). -Renta familiar, donde habitualmente se considera que los gastos de recibos energéticos deben consistir en menos del 10% de los ingresos familiares. EfE en su informe de 2014 (Efe, 2014) utilizó estos datos, donde comparaba el Minimun Income Standard (MIS, mínimo salario aceptable) con datos del consumo promedio. Fijaron el MIS en 872 euros para una familia nuclear compuesta de dos adultos y dos menores, lo cual es un criterio totalmente subjetivo. Su estudio rebajó casi al 50% los casos de pobreza energética con respecto al anterior estudio, realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA, 2014), lo que le valió a EfE la acusación de haber 4 Así es de acuerdo con la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).
  • 11. 10 elaborado un informe ad hoc, pues fue financiado por Iberdrola y Gas Natural. (Vélez: 2015) -La tercera forma de medir la pobreza energética consiste en preguntar directamente en los hogares, extrayendo información sobre la temperatura en el hogar, las dificultades y retraso en el pago de recibos… etc. Es junto a la renta familiar la técnica de medición utilizada por ACA. Los dos grandes estudios a nivel estatal que se han realizado hasta el momento, situaban la pobreza energética como un fenómeno presente en el 10,1% de los hogares del estado español de acuerdo a EfE y en un 19% según las investigaciones de ACA. 1.2.3- La pobreza energética en el marco legislativo El fenómeno de la pobreza energética se manifiesta como una asignatura pendiente para los legisladores estatales, pues no existen leyes que protejan efectivamente a la ciudadanía de las consecuencias de no poder afrontar el pago de la luz o el gas, más allá de algunos bonos sociales, ni se menciona de forma explícita el problema en ningún decreto ley de ámbito estatal. Sin embargo, encontramos que la Constitución Española defiende de forma implícita el derecho al suministro energético en el artículo 47; “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho”. Existe una excepción dentro del estado, Cataluña. Hasta hace escasos meses estaba en vigor la ley 20/2014, de 29 de diciembre, de modificación de la Ley 22/2010, de 20 de julio, del Código de Consumo de Cataluña. Esta ley pretendía proteger a los vecinos en situación demostrada de vulnerabilidad frente a los cortes de suministro. En cualquier caso, el gobierno del Partido Popular ha conseguido llevar esta ley al Tribunal Constitucional, al considerarla anticonstitucional, y ha sido paralizada. (Catalunya Plural, 2015).
  • 12. 11 A pesar de la paralización de la ley 22/2010, está en vigor una nueva ley en Cataluña, 24/2015, también bajo la amenaza de ser reprobada por el Tribunal Constitucional. Esta ley nació de una iniciativa legislativa popular capitaneada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y la Aliança contra Pobresa Energètica (APE), fue aprobada el 25 de Julio de 2015 y presenta medidas contra la pobreza energética que sus promotores resumen así: “Acceso garantizado a suministros básicos de agua, luz y gas con garantías para parar los cortes de agua, gas y luz de la población en situación de exclusión residencial a través de un protocolo garantista que obliga a la administración a aplicar las ayudas necesarias para evitar el corte de suministro, en caso de que el impago sea por carencia de recursos económicos, a asegurar el acceso a estos suministros básicos mientras dure la situación de exclusión residencial y a establecer acuerdos con las empresas suministradoras para que pongan ayudas a fondo perdido para hacer frente”. (ILPhabitatge, 2015). 1.3- La crisis energética justifica una respuesta comunitaria y austera De cara a explicar el enfoque de este trabajo se hace necesario arrojar un mínimo de información sobre el contexto de crisis energética y sistémica que me ha llevado a decidir plantear una respuesta comunitaria y austera al problema de la pobreza energética. En 1973 el Club de Roma publicó un informe llamado “los límites del crecimiento” (Meadows, Randers, Behrends, 1972). Este informe lanzaba unas duras previsiones del futuro de nuestra civilización basadas en la curva de Hubbert o pico del petróleo.5 La tesis era sencilla: el modelo de crecimiento económico exponencial implica un creciente consumo de recursos energéticos y materiales (Tverberg, 2014). 5 El pico del petróleo es el momento en el que un pozo de petróleo alcanza su máxima producción y su productividad comienza a descender, hasta el punto en que es necesario invertir más energía en su extracción de la que se consigue extraer, por lo que deja de ser rentable. Este concepto fue explicitado y acuñado por el ingeniero M. King Hubbert, prediciendo en 1956 la bajada de la producción petrolera de EEUU en los años 60 y 70, para después ampliar sus análisis al mundo entero.
  • 13. 12 Dentro de esta explotación ascendente cobraría especial importancia la energía, que como ya hemos visto es uno de los pilares de la sociedad industrial. Así, concluyeron los expertos del Club de Roma que salvo milagro tecnológico, el progresivo agotamiento de las energías fósiles llevaría a un colapso económico y sistémico global con importantes consecuencias demográficas, así como en nuestro modelo de sociedad. A esto se sumarían las externalidades de la industria, también crecientes: Residuos, la polución que está provocando el calentamiento global, degradación de suelos fértiles, agotamiento de minas de fósforo necesario para fabricar fertilizantes, agotamiento de minerales escasos necesarios para la elaboración de tecnologías, deforestación, agotamiento de acuíferos que tardan miles de años en regenerarse… La tesis, resumible en que no se puede crecer infinitamente en un mundo finito, sigue siendo negada por los economistas del crecimiento. En las siguientes décadas, diferentes analistas, han publicado revisiones de Los Límites del Crecimiento. Destaca la realizada 30 años después por el Dr. Graham Turner de la universidad de Melbourne, cuyo estudio analizaba datos recogidos entre 1972 y 2000 sobre polución, producción de hidrocarburos, alimentos, demografía y demás objetos de estudio de “Los límites del crecimiento”, comparándolos a las predicciones del informe publicado 28 antes por el club de Roma. Turner confirmaba la catastrófica tendencia estándar dibujada como más probable en el informe original. En sus propias palabras: “As shown, the observed historical data for 1970–2000 most closely matches the simulated results of the LtG “standard run” scenario for almost all the outputs reported; this scenario results in global collapse before the middle of this century” (Turner, 2007:37). Esta predicción no parece que pueda ser mitigada por las limitadas energías renovables, pues el problema central es la necesidad de crecimiento – consumo/producción- exponencial que presenta el sistema capitalista. Además, los estudios realizados sobre la capacidad de producción de las energías
  • 14. 13 renovables otorgan a estas tecnologías unas Tasas de Retorno Energéticas6 (TRE o EROI por sus siglas en inglés) muy bajas, insuficientes para mantener una sociedad con la complejidad de la actual. Sirva como ejemplo el único estudio intensivo realizado hasta el momento sobre la TRE del sistema fotovoltaico español, que confirmaba una TRE bajísima, alrededor del 2:1-3:1: “Their EROI is high enough to allow the existence of human endeavours, but only so at a very limited scale, if not subsidized by fossil fuels” (Prieto, Hall, 2013:118). Se estima que para sostener una sociedad industrial y tecnológica se necesitan fuentes de energía con TRE de entre 12 y 25. (Prieto, 2013:37). En otras palabras, la cada vez más abundante literatura científica al respecto y al del muy relacionado fenómeno del calentamiento global dibuja un futuro de verdadera austeridad forzosa y escasez, por no hablar de la alta posibilidad de que se produzca un colapso civilizatorio. En este contexto, se hace imprescindible cuestionarse el modelo de organización económico y social desde sus mismas raíces, así como elaborar posibles respuestas a esta problemática desde los diferentes ámbitos científicos y disciplinarios. Es por eso que si bien este trabajo limita su ámbito a un fenómeno de mucho menor calado como es la pobreza energética, no quiere perder de vista el problema de fondo, por lo que he considerado interesante proponer medidas de centradas en la cooperación entre vecinos y repartimiento de recursos, lo que supone una lógica de la redistribución (repartir lo disponible), el aprovechamiento y la sencillez frente al bienestar cuantitativo propio del crecimiento económico (cada vez debe de haber más energía y recursos para repartir). 6 La TRE mide las unidades de energía que puede proporcionar una determinada explotación o sistema por cada unidad de energía invertida, en otras palabras, su rentabilidad energética. Las energías fósiles presentan unas TRE mucho más altas que las de las renovables.
  • 15. 14 2- EL CONSUMISMO COMO MARCO CULTURAL Este apartado parte de 3 ideas ya explicadas: -La alta disponibilidad de energía ha creado un mundo de asombrosa opulencia donde el ciudadano medio tiene a su disposición una enorme cantidad de bienes materiales y energéticos. -El factor cultural sitúa el umbral entre los conceptos de “riqueza y pobreza” -Un posible futuro de austeridad en materia energética –y por extensión, social- nos invita a pensar en respuestas alternativas a la pobreza energética, respuestas que repartan el suministro energético. La educación social debe sumarse al resto de disciplinas sociales en la búsqueda de respuestas. Una solución comunitaria se encontrará con dificultades en un mundo socialmente atomizado, donde el creciente individualismo atenta contra las comunidades como sujetos sociales. La idea entonces es estudiar al “consumidor” como reflejo del ciudadano medio y por ende sujeto de la intervención socioeducativa, se trata entonces de acercarnos a comprender qué puede significar la pobreza energética para el consumidor. (Y por extensión, cualquier tipo de pobreza, pues como se ha explicado anteriormente, vienen de la mano). 2.1- Radiografía del consumidor Como rápidamente era advertido un balsero cubano que llegaba a Estados Unidos desde la Cuba socialista, “en el sistema capitalista, tú tienes que resolver tus problemas tu solito, y no tienes tiempo para resolver los problemas de los demás”. (Bosch y Domènech, 2002). Así se topaba de bruces el recién llegado con la idea de la relación individuo-sociedad predominante en la sociedad de consumo capitalista. Baudrillard, que entendía la posesión de objetos como elemento central en esta mentalidad, hablaba así de la sociedad de consumo:
  • 16. 15 La posesión de objetos y de bienes de consumo, es individualista, antisolidaria, deshistorizante (…) en cuanto consumidor el hombre se vuelve solitario, o celular, o como mucho gregario. (La televisión en familia, el público del estadio o del cine, etc.) (2009: 90). Para entender esta idea atomizadora de acumulación de bienes como motor motivacional del individuo voy a basarme en 2 ideas: La necesidad irracional de consumo, y las expectativas irracionales de progreso, reflejadas en el sueño americano. 2.1.1- ¿Para qué este consumo? Dice Bauman que hoy día consumir no significa satisfacer necesidades, sino que responde a una compulsión autogenerada y autoimpulsada, el deseo, que de acuerdo con el autor (2002:80) “se tiene a sí mismo como objeto constante y por esa razón está condenado a seguir siendo insaciable por más largo que sea el tendal de otros objetos (físicos o psíquicos) que haya dejado a su paso”. En esta línea estuvieron dos importantes propagandistas de la primera mitad del siglo XX. El primero, Edward Bernays, que entre otros logros propagandísticos fue el responsable intelectual de la campaña de Chesterfield que consiguió que las mujeres estadounidenses comenzasen a fumar, utilizó sus conocimientos de psicoanálisis (era nada menos que sobrino de Sigmund Freud) para elaborar estrategias comerciales y demostró a las corporaciones norteamericanas de que se podían vender productos sin atender a las necesidades, sino que había que conectarlos a los deseos de la gente. (Curtis, 2002) El segundo, Ernest Dichter, compartía con Bernays la certeza de que las personas eran altamente irracionales, como irracionales eran los sentimientos y deseos que deseaban satisfacer mediante la compra. Dichter pensaba que la identificación del consumidor con el producto estaba fundamentada en que el objeto adquirido complementaba al consumidor de alguna manera, como puede ser una prenda que le sentase bien, reforzaba la imagen de sí mismo del consumidor, haciéndole ganar en satisfacción, confianza. (Curtis, 2002).
  • 17. 16 Décadas después, Bauman trajo más explicaciones para este deseo irracional de usar el consumo como forma de proyectar una imagen determinada de uno mismo, adaptadas a los tiempos de la modernidad líquida. La búsqueda de una identidad sólida es una de ellas. Esta sociedad de lo efímero, lo líquido, aquello donde lo único constante es el cambio, genera una incertidumbre insoportable en las personas, que necesitamos reconocernos a nosotras mismas en algo concreto. En un desesperado intento de agarrarnos a algo sólido recurrimos a las identidades para tratar de huir de esta incertidumbre. Las identidades son complejas y mutantes pero la necesidad de tener una “identidad propia”, “personalidad” nos mueve a mostrarlas hacia el exterior de cara a crearnos una imagen acorde con la solidez que deseamos pero no encontramos, para lo que empleamos el consumo, que por la posesión de objetos proyecta una aliviadora imagen hacia los demás, pues las identidades “únicamente parecen sólidas y estables cuando se ven, en un destello, desde fuera”. (Bauman 2002:89). En el plano estructural, Baudrillard hablaba de esa imagen que proyectamos como parte sustancial de la “democracia de la posición social” (2009:16) pues nuestras posesiones serían así la forma de ubicarnos socialmente, como señala Fred Hirsch (1985) en su concepto de Bien Posicional. En cierto modo podríamos decir que de esta forma los objetos sustituyen al sujeto, pues las relaciones sociales pasan a estar condicionadas por los objetos que representan simbólicamente al sujeto que los posee. Esto lanza algunas preguntas; ¿En qué posición social queda entonces aquel que se ve obligado a racionar el uso de la luz, cocina, electrodomésticos y calefacción para poder afrontar la factura eléctrica? ¿Realmente necesitamos todos los electrodomésticos que utilizamos habitualmente o hemos caído en el deseo del que habla Bauman? Y una pregunta esencial para este trabajo: ¿Hasta qué punto podemos desmontar la obsesión consumista? ¿Dónde están los límites entre las necesidades instaladas por la propaganda y las verdaderas necesidades que sintetizó Maslow?
  • 18. 17 2.1.2- El sueño americano Un matrimonio de cubanos recientemente emigrados a EEUU discute. Ella se queja de que el estilo de vida americano no le deja tiempo para nada, que trabaja todo el día y que sigue sin tener nada: Él: “¿Y en Cuba? ¿Qué tenías en Cuba? ¡No tenías carro, no tenías casa, no tenías libertad, no tenías nada!” Ella: “¡Pero me metía en una discoteca y bailaba, o me iba a la playa pa’ la playa, en una bicicleta pero me iba!” Él: “la libertad tiene un precio”. (Bosch y Domènech, 2002) Para este hombre la “libertad” es poder cambiar de empresa, la posibilidad de prosperar y hacerse rico… el sueño americano. Y es que hoy día se reduce la idea de libertad a lo que Isaiah Berlin calificó como libertad negativa (Curtis, 2007), la ausencia de impedimento para obrar. En contraposición, el otro concepto de libertad estudiado por Berlin (libertad positiva, autogobierno), ha quedado socialmente obsoleto. Ya no es considerado una forma de libertad por la ciudadanía. Estamos ante una sociedad de individuos que rechazan cada vez más el autogobierno y la riqueza relacional, pues lo que persiguen es la acumulación de bienes y el ascenso social –reconocimiento, poder, fama-, viviendo bajo los principios que según Manfrez Linz rigen la modernidad y posmodernidad: “más, mayor, más deprisa, más lejos” (Linz, 2006:10). Podemos ver estos principios no sólo en el sueño americano, sino también en el mismo corazón del sistema económico, donde la necesidad crecimiento exponencial del PIB es condición sine qua non para el buen funcionamiento de la economía: cada vez tiene que haber más “riqueza” que repartir o el sistema entra en crisis. En esta línea, dice Jorge Riechmann que los hombres contemporáneos creemos que “nuestro destino es ser Dioses extraterrestres”. (Riechmann: 2015). En otras palabras, parecemos tener problemas en aceptar nuestra condición humana y la realidad finita de nuestra biosfera como un destino deseable. De este modo, nuestras fantasías están adobadas con la vanguardia
  • 19. 18 tecnológica, con el disfrute de esa sociedad digital y los bienes materiales que produce, con aspirar siempre a poseer más, a poseer lo último y en definitiva a alejarnos de la tierra y todo lo que huela a “pasado”. Se respira en definitiva un aborrecimiento por lo sencillo y lo tradicional –salvo cuando lo tradicional forma parte de alguna suerte de folclore reconvertido en objeto de consumo-, pues la fórmula “objeto consumible” parece ser aquella por medio de la cual el consumidor comprende el mundo. No hace falta decir que estas ideas irracionales de progreso infinito y esta sensación de interpretar el yo como un proyecto de perfección en constante construcción por medio del consumo, conduce a la frustración de las expectativas personales, y la estigmatización social pues no poder seguir el ritmo de consumo de la sociedad se identifica con la pobreza, el fracaso y la inferioridad. Y evidentemente, caer en una situación de pobreza energética es una rotura total de las expectativas personales de quien cree que la vida será cada vez más cómoda y opulenta. Algo totalmente incompatible con el sueño americano. Esto lanza un reto: No sólo debemos buscar la manera de satisfacer las necesidades explícitas y tangibles que suponen no poder usar el horno –por poner un ejemplo- sino que deberemos trabajar intensamente los estigmas sociales y la frustración interna acarreados por los sujetos de la educación. 2.2 – Las alternativas al consumismo La construcción cultural que supone el consumismo como forma de vida y aspiración es hoy día un marco cultural absolutamente normalizado en nuestra sociedad. Ello no lo ha hecho invisible para cantidad de autores que han vaciado y vacían sus tintas contra esta cultura del derroche y la ostentación, proponiendo alternativas desde la filosofía, la economía o la pedagogía. Estas corrientes culturalmente contra-hegemónicas sustentan ideológicamente este trabajo en mi afán por encontrar soluciones desde la cultura y la
  • 20. 19 organización social a un problema que desde las instituciones se nos plantea como puramente económico. Por ello, se hace importante explicar aquí algunas de sus ideas clave. 2.2.1 - Ser más y tener más Si el consumidor, presa de su propia ideología, quiere tener más, el hombre libre quiere ser más. Paulo Freire afirmaba que ser más constituía la “vocación ontológica e histórica de los hombres” (Freire, 2003:44). Pero ese ser más no tenía nada que ver con la necesidad de poseer y consumir propia del consumidor, sino con el desarrollo personal y la adquisición de una auténtica conciencia del mundo por medio de la interacción con el otro, elemento liberador en la pedagogía de Freire. El mismo autor, en su teorización de la relación entre opresores y oprimidos atribuye a los primeros haber hegemonizado la cultura y la idea de tener más como forma de satisfacer –en vano- esa necesidad de ser más, inculcando también esta idea a los oprimidos. Así, el oprimido (el trabajador, el precario, el pobre…) experimenta una dualidad existencial, “alojando al opresor cuya sombra introyectan; son ellos y al mismo tiempo son el otro”. (Freire, 2003:50). Volvemos así a las fuentes culturales de malestar: precarios que han asumido el tener más como meta y ven sus expectativas frustradas. Paradójicamente, tener más es una fórmula que ni siquiera satisface a los ricos: “El rico -cuya tendencia obsesiva es enriquecerse más- acostumbra a meterse en una espiral de infelicidad enorme. La gran perversión del sistema de los ricos es que acaban siendo esclavos.” (Bauman, 2014). De acuerdo a Freire parece como que la idea de progreso que antes explicaba bajo la lógica crematística tenga después de todo cierta base esencial en esa necesidad de ser más que Freire plantea, pero con la particularidad de que se ha confundido el tener más por el ser más.
  • 21. 20 2.2.2- Decrecimiento y Buen Vivir “El Buen Vivir se planifica, no se improvisa. El Buen Vivir es la forma de vida que permite la felicidad y la permanencia de la diversidad cultural y ambiental; es armonía, igualdad, equidad y solidaridad. No es buscar la opulencia ni el crecimiento económico infinito.” (Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo. Gob. De Educador, 2013:13). Estas filosofías constituyen una impugnación total a la sociedad capitalista en su afán de perseguir un constante crecimiento económico como sociedad y una mayor riqueza material como individuos. Esto se basa no sólo en una forma de vida que es fuente de estrés y malestar sino también en el enorme daño que este sistema está haciendo a nuestro hábitat, lo que nos sitúa de nuevo en la cuestión energética y ambiental, pues ya se ha explicado que no es posible crecer infinitamente en un planeta finito. Conforme a esta corriente de pensamiento, el bienestar del ciudadano, que persigue su desarrollo personal, su ser más, estaría acompañado de 3 formas de riqueza, de acuerdo con Sempere (2007:12) “riqueza en bienes, riqueza en tiempo y riqueza relacional”. Las dos primeras están reñidas, pues si bien una justa riqueza en bienes es indispensable para poder vivir, perseguir más y más bienes, disminuye el tiempo disponible para entregarse a actividades de desarrollo personal, relaciones sociales o el necesario descanso. En cuanto a la riqueza relacional, Sempere dice (2007:12): “Se orienta al espacio social donde me muevo e intenta lograr situaciones en las cuales me sienta acogido, reconocido; situaciones en las que las relaciones sociales sean satisfactorias y tenga para esas relaciones atención y tiempo suficiente”. En cualquier caso, tanto el Decrecimiento como el Buen Vivir, el primero poniendo el acento en la óptica macroeconómica y el segundo en la micro, nos mandan un mismo mensaje: Producir y consumir no debería ser el motor de nuestra civilización y mucho menos el sentido de nuestras vidas. De esta filosofía podríamos extraer que verse obligado a vivir en unas condiciones de austeridad energética no necesariamente constituye una desgracia sino un límite, que no necesariamente tiene que ser siempre algo negativo (ni positivo).
  • 22. 21 3- MARCO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN 3.1- El trabajo que no pudo ser La investigación sobre la que se planteó inicialmente este trabajo fracasó. La idea original, estudiar cuantitativa y cualitativamente la pobreza energética en Oviedo con el fin de elaborar una batería de propuestas adaptadas al territorio y sus particularidades, tuvo que ser abandonada ante la total ausencia de información que se pudo recopilar. Los servicios sociales de la ciudad no fueron capaces de proporcionar ni un dato específico en cuanto a pobreza energética, pues por el momento los casos que se han encontrado no han sido clasificados y respondidos de forma específica, sino dentro de programas más amplios. Cáritas parecía tener el mismo problema en sus archivos, la información estaba mezclada y no se podían cuantificar –ni aproximadamente- los casos en Oviedo. Cruz Roja directamente se negó a compartir información –por sus políticas organizativas-. El archivo municipal carecía de estudios al respecto y la ONG’s y asociaciones más pequeñas como Asturias Acoge sólo podían compartir datos vagos, totalmente insuficientes para retratar el fenómeno de la pobreza energética en Oviedo. Es por lo tanto evidente que antes de comenzar a exponer los resultados de la investigación ya se ha constatado un hecho: La administración no se está tomando en serio la pobreza energética, no está respondiendo al problema de forma planificada y especializada. 3.2- La investigación Esta investigación no se ha ceñido a una población/muestra concreta, sino que ha pretendido determinar de forma cualitativa cuales son las múltiples consecuencias de la pobreza energética en sociedades occidentales. Precisamente por buscar información general sobre un fenómeno con el fin de conocerlo en lugar de tratar de verificar una hipótesis, se ha utilizado una simple perspectiva descriptiva que muestra los resultados de diferentes
  • 23. 22 estudios previos realizados en diversos países, habiendo no obstante espacio para la investigación explicativa que pone en común pobreza energética, perfiles de afectados y consecuencias. En una segunda fase, se ha investigado sobre cuáles son las diferentes respuestas que se están dando desde la sociedad civil y las instituciones. Para realizar la investigación se ha recurrido de forma casi exclusiva al análisis documental, con la excepción de la asistencia presencial al curso de verano de la UAM “Vivir bien con menos: explorando las sociedades post-petróleo”, donde fue posible extraer alguna información útil.
  • 24. 23 4- ANÁLISIS DOCUMENTAL SOBRE POBREZA ENERGÉTICA Como se ha comentado anteriormente los dos únicos informes sobre pobreza energética en el estado español hablan de unos porcentajes de afectados –en menor o mayor grado- de un 10,1% (EfE) y de un 19% (ACA). A continuación se dibuja el perfil de las personas afectadas por la pobreza energética: Fuente: ACA (2014:88). Como se puede ver en el gráfico, de 2012, la situación –por hogares- de aquellas familias cuyo gasto en energía supera el 10% de ingresos es especialmente común en aquellas cuyo sustentador/a principal está en paro (35%), seguido de cuando está jubilado (28%) y con un preocupante 10% de sustentadores/as empleados que se ven en la misma situación, lo que señala tanto a la precariedad del empleo actual como al elevado precio de la energía. En todos los casos, la tendencia ha subido conforme se ha profundizado en la crisis (2007-2012).
  • 25. 24 Cuando hablamos de hogares que no pueden mantener la temperatura deseada, la tendencia mejora para los jubilados, que a costa de invertir mayor porcentaje de ingresos en energía bajan del 9 al 7% los hogares afectados. En el caso de parados y empleados la tendencia de 2007 a 2012 se mantiene con pequeños altibajos en el 17% para los primeros y el 6% para los segundos: De nuevo hablamos de personas que han recurrido a pagar más dinero para no vivir en un hogar frio. La conclusión que podemos extraer es que en la situación actual es habitual que tanto precarios como desempleados como jubilados se vean en situaciones de pobreza energética, si bien los parados parecen ser los más vulnerables, seguidos de los jubilados. El incremento del porcentaje de ingresos destinado a energía es el dato más firme y contundente en los 3 casos. 4.1- Privación Material Severa y Pobreza Energética Dada la poca información disponible sobre pobreza energética en este estado voy a utilizar también información relativa a la Privación Material Severa, por ser un concepto estrechamente relacionado con la pobreza energética y una causalidad común –tomando la dificultad económica como la causa más importante de la pobreza energética, a pesar de que tal y como ya he señalado, existen otras-. La PMS afecta a personas que no pueden acceder a el pago de determinados bienes básicos o facturas, declarándose afectados por PMS cuando responden a al menos 4 de 9 indicadores propuestos entre los que se encuentran algunos que responden a situaciones de explícita pobreza energética (EAPN-España, 2015:28):  Retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad.  No poder permitirse mantener la vivienda con temperatura adecuada.  Incapacidad para afrontar gastos imprevistos.
  • 26. 25  No disponer de televisión en color en el hogar.  No disponer de lavadora en el hogar.  No disponer de teléfono.  No poder consumir carne, pollo o pescado al menos cada dos días.  No disponer de vehículo.  No poder disponer de al menos una semana de vacaciones al año.  Hacinamiento en la vivienda. Por su cercanía a la pobreza energética es interesante contemplar estos factores a la hora de abordar la pobreza energética, pues al tratarla muy posiblemente nos encontremos también con estas carencias. La privación material severa ha crecido desde el 4,5% al 7,1% entre 2009 y 2014, lo que supone un aumento del 53% en el período analizado. Es especialmente significativa entre los menores, pues afecta a un 9,6 de los menores de edad. (EAPN-España, 2015:36). El informe Foessa de 2014, además de establecer una esperable relación entre PMS y desempleo/precariedad, señala a los ciudadanos con un nivel de estudios inferiores a la segunda etapa de secundaria como perfil más característico, además de poner el acento en los extranjeros extracomunitarios: “la situación a finales del periodo es especialmente grave en el caso de los extranjeros no comunitarios: un 30% sufre baja renta y privación material (el triple del promedio nacional), y otro 25% sufre privación pese a obtener ingresos superiores al umbral” (Foessa, 2014:91). 4.2- Pobreza y Exclusión social Decía que tanto la pobreza energética como la PMS tienen como principal denominador común la pobreza económica, disparada en el estado español desde el inicio de la crisis. Las crónicas que ha ido recogiendo en su web la Aliança contra la Pobresa Energètica (de ahora en adelante APE), corroboran
  • 27. 26 la esperable presencia de la pobreza económica en la práctica totalidad de los casos que van encontrando: “Más personas tenían en la mano este martes el aviso de corte de algún suministro. El denominador común de todas ellas era la precaria situación económica que padecen. Personas que se han quedado en el paro o que cobran pensiones familiares ínfimas, que a veces no alcanzan ni a 400 euros al mes” (APE, 2014). Interesa saber entonces cual es la relación entre pobreza y exclusión social, pregunta que responde el informe Foessa para Asturias de 2014 (pag29) –da también datos estatales- donde establece 4 categorías:  Integración no pobre. Hogares integrados sin problemas de pobreza. En 2013 representaban el 54,4% de los hogares estatales.  Pobreza integrada. Pobres que no están excluidos. En 2013 representaban un 9,4% de la población  Excluidos no pobres. 8,5% de los hogares.  Excluidos pobres. 10% de los hogares. La información se completa con un 3,5 de pobres de los cuales no se tiene información y un 14,4 de no pobres de los que tampoco hay datos sobre exclusión. Existe también un sesgo de género que excluye preferente a mujeres, especialmente por tipos de trabajo considerados exclusógenos, como el trabajo doméstico: “Algunas situaciones de ocupación laboral también conviven con un alejamiento del espacio integrado, especialmente en el caso de las mujeres. El 9,1% de los hogares cuyo sustentador principal está trabajando se encuentran en exclusión, una situación que afecta al 14,8% de los hogares con una sustentadora principal ocupada.” FOESSA, 2014:51).
  • 28. 27 4.2.1- Perfiles comunes de hogares afectados por la pobreza energética Los datos son interpretables y no concluyentes –estamos dando por asumidas algunas cosas, como la alta coincidencia de casos de PMS y pobreza energética-, pero aún así no es aventurado especular con algunos rasgos típicos de los hogares afectados por la pobreza energética, materializados en su sustentador/a principal. -Pobre situación económica, por desempleo, precariedad, trabajo irregular o baja pensión del sustentador/a con prevalencia de mujeres. -Baja participación social. Situación de exclusión. -Bajo nivel formativo. -Alto porcentaje de familias extranjeras, especialmente no comunitarias.
  • 29. 28 5- CONSECUENCIAS DE LA POBREZA ENERGÉTICA 5.1- Salud Es evidente que muchas de las situaciones que plantea la pobreza energética plantea generan problemas concretos en el ámbito de la salud, destacando los que se relacionan con la imposibilidad de mantener la temperatura del hogar en niveles adecuados. El informe de 2014 de Efe sobre la pobreza energética cita a la OMS (2014:15), explicando los problemas observados y esperables en función de las distintas temperaturas en el hogar: - Por debajo de 16°C: Problemas respiratorios - Por debajo de 12°C: Problemas circulatorios - Por debajo de 5°C-6°C: Riesgo de hipotermia Se puede incluso hablar de mortalidad. Si bien no se suele relacionar como causa directa de mortalidad, sí que se relaciona con lo que se ha llamado TMAI (Tasa de mortalidad añadida en invierno), que hace referencia a la mortalidad extra que conllevan los inviernos. En respecto a eso, la ACA en su informe de 2014, cita diferentes informes para concluir que la pobreza energética estaría detrás de un incremento de entre el 10 y el 40% de la TMAI: “La pobreza energética podría estar causando en España en promedio 7.200 muertes prematuras al año”. (ACA, 2014:99). El mismo informe (p90) menciona otros problemas de salud que se están relacionado con las bajas temperaturas en el hogar, tales como gripes, resfriados, problemas asmáticos y dificultad para ganar peso en niños, cuya posibilidad de visitar el ambulatorio aumenta en un 30% cuando la temperatura del hogar no es la adecuada. “La Montserrat i en Jaume són una encantadora parella que ha vingut per primera vegada. Ella estava molt nerviosa, i amb veu entretallada ens va explicar que, arran d’un tall de llum de fa tres anys, el seu fill va estar molt malalt per no poder tenir la casa a la temperatura adequada”. (APE, 2015).
  • 30. 29 Por su parte, el Guipuzkoako Foru Aldundia, (2013:13) señala también los hogares fríos como causantes de una la mayor probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, incluso infartos, así como problemas reumáticos y osteoarticulares. Se pueden destacar algunas otras afecciones que llegan de forma indirecta, como son las relacionadas con una mala dieta, lo que en ocasiones viene provocado por la necesidad de ahorrar dinero en la cesta de la compra para poder hacer frente a las facturas. Esto se agrava con las imposibilidades para de refrigerar alimentos, cocinar o la necesidad de cocinar rápido para ahorrar energía. Otro buen ejemplo es la contaminación de aire en hogares que han buscado una alternativa energética de combustión para la calefacción y la cocina. Así, Duflo, Greenstone y Hanna (2008) citan diversas fuentes para relacionar directamente la polución del aire en interiores, con infecciones respiratorias y obstrucción pulmonar (incluso cáncer de pulmón, cuando el combustible es carbón). Y añaden: “There is emerging evidence that IAP (indoor air pollution, N.d.A.) increases the risk of other child and adult health problems, including low birth-weight, perinatal mortality, asthma, otitis media (or middle ear infection), tuberculosis, nasopharyngeal cancer, cataracts, blindness, and cardiovascular disease”. Como ya se ha dicho, es difícil disociar la pobreza energética de otras formas de pobreza, sobre los que ya abunda literatura especializada que los relaciona directamente con la salud. De este modo, las investigaciones de los Proyectos Medea en Barcelona dibujan con claridad una mejor salud y mayor expectativa de vida en los barrios más favorecidos de Barcelona, por no decir que la relación directamente proporcional entre salud y clase social se cumple barrio por barrio. (Borrell, Díez, Morrison, Camprubí, 2012).En otras palabras, y para simplificar: La pobreza –energética o no- afecta negativamente a la salud.
  • 31. 30 5.2- Salud Mental La salud mental también se ve afectada por las bajas temperaturas y la falta de luz o comodidades en la casa. El informe de 2011 del Marmot Review Team (p29) cita varios estudios realizados en Reino Unido y Nueva Zelanda para señalar la relación entre hogares en situación de pobreza energética y la aparición de estrés, ansiedad y/o depresión. De acuerdo a los mismos investigadores, existirían una serie de peligros que se relacionarían directamente con ciertas edades: En el caso de los niños, se observó una tendencia al retraso en su desarrollo cognitivo. Por su parte, entre los adolescentes se incrementó fuertemente el número de aquellos que manifestaban sentirse infelices viviendo en su casa con su familia, decidiendo alguno buscar un descanso fuera de casa, lo que incrementaría el riesgo de ansiedad o depresión. El informe de ACA (2014:90) también trata la problemática en adolescentes, calculando en un 5-25% el incremento de la probabilidad de sufrir enfermedades mentales cuando se vive en casas demasiado frías. De nuevo, las crónicas de APE son tremendamente ilustrativas: “Otro caso tremendo es el de Sandra. Se te parte el alma al escucharla. Tiene aviso de corte de agua y luz, y la van a desahuciar por no poder pagar el alquiler. Me comentaba que lleva varias noches soñando que le cortan la luz y cuando se despierta por la mañana, lo primero que hace es darle al interruptor para ver si todavía tiene luz. Está agotada por la angustia que pasa cada día. Dolores está en la misma situación, con aviso de corte de luz y gas. Recibe llamadas a cualquier hora del día y de la noche reclamando el pago de las facturas. Ella está en vías de divorcio, pero como a los Servicios Sociales les consta que aún está casada, no recibe ninguna ayuda. Está totalmente desprotegida por el sistema”. (APE, 2015). APE reporta muchos casos como el de Dolores, donde las compañías suministradoras utilizan el matonismo y la tortura psicológica para conseguir que las familias paguen sus deudas, aunque sea a costa de otros bienes básicos:
  • 32. 31 “Reben contínues trucades de telèfon carregades d’amenaces i agressivitat exigint- los que facin el pagament dels seus deutes. Són les tàctiques d’assetjament que utilitzen les companyies davant dels impagaments; contractar serveis de tercers per a que facin persecució de la morositat, amb tàctiques més que qüestionables, tallant tota via de comunicació o possible negociació”. (APE, 2014). Nos encontramos aquí con una dimensión nueva de la pobreza energética como generador de estrés, depresión, baja autoestima y ansiedad: el papel de las compañías suministradoras como punta de lanza de la presión social y estigmatización del pobre. 5.3- Aislamiento y dificultades sociales “Social isolation among older people is exacerbated by living in a cold home. Costly fuel bills prevent them from going out, they fear returning, already feeling cold, to a cold home, or they are reluctant to invite friends into a cold house”. (Marmot Review Team, 2011:31). Sumadas a las razones por las que los investigadores del Marmot Review Team creen que mucha gente se puede sentir incómodo, incluso avergonzarse de su hogar, el Guipuzkoako Foru Aldundia, (2013:13) añade razones de insalubridad y falta de confort materializadas en problemas de humedad, aparición de moho, y como resultado, un claro mal olor en el hogar. Este aislamiento no necesariamente es voluntario, sino que puede estar relacionado con problemas de salud producidos o agravados por la situación, sirva como ejemplo la conclusión del estudio sobre la calefacción en el hogar de Somerville, Mackenzie, Owen y Miles (2000), afirmando que la mejora de la temperatura del hogar reduce el 80% el absentismo escolar en niños con asma. Pero sin duda las conclusiones más alejadas de la obviedad las extraen de su estudio Barnes, Butt y Tomaszewski (2008:3). Dichos autores hablan de las dificultades añadidas que encuentran los niños para hacer sus deberes escolares al no encontrar un lugar donde se sientan cómodos para la tarea, especialmente por el frío, el ruido –propio de hogares con mal aislamiento- y en
  • 33. 32 ocasiones la falta de iluminación. No son los únicos, pues también ACA menciona las dificultades añadidas al progreso escolar que induce la pobreza energética. Barnes, Butt y Tomaszewski (2008:3) continúan indicando también las posibilidades –menos directas- de que los niños en casas frías y de bajas condiciones de salubridad experimenten problemas de bullying en la escuela, se declaren infelices respecto a su vida familiar, o que más adelante tengan problemas con la policía. El proceso de dificultad social también se da a la inversa. En esta sociedad individualista los pobres son desubjetivados y culpabilizados de su propia situación, este estigma social puede verse relacionado con situaciones de pobreza energética donde los propios vecinos se “solidarizan” con las compañías y no con los afectados: “Hakim ha venido por primera vez. Está empadronado en Hospitalet. Vive con su mujer y su niña de 8 meses en una casa ocupada. Le cortaron el suministro de agua. Se lo volvieron a restablecer, pero se la han vuelto a cortar y esta vez se han llevado el contador. Creen que fue una vecina quien informó a la compañía. Lo de Viki clama el cielo. Pensaba que había sufrido un corte de agua cuando la realidad era muy distinta, los vecinos le han cortado el acceso al contador porque debe a la comunidad 90€. ¡Las personas nunca te acaban de sorprender!” (APE, 2015). 5.4- Hipótesis sobre pobreza energética y dificultades sociales La poca información disponible y su casi exclusiva fijación en la temperatura del hogar como elemento principal de la pobreza energética me empujan a lanzar algunas hipótesis sobre otros problemas que esperablemente acontecen en los hogares afectados. El corte total de suministro eléctrico significaría que a partir de cierta hora, con especial gravedad en las estaciones con menos horas de luz, la casa estaría a
  • 34. 33 oscuras o con fuentes alternativas de iluminación, como velas. Esto sin duda condiciona a los habitantes de diferentes maneras, modificando sus hábitos horarios, alargando el tiempo que permanecen en la cama o por el contrario incitándoles a pasar más tiempo fuera de casa en contra de su voluntad. “Pedro, empadronado en Ripollet, no cobra ninguna prestación y vive en una casa ocupada del banco. Lleva 3 meses sin luz. Uno de los problemas de estar sin luz es que todas las persianas del piso son eléctricas y no las puede ni subir ni bajar, aparte de todo lo que comporta vivir sin luz.” (APE: 2015). Los jóvenes se verían en dificultades para realizar sus tareas escolares y su sensación de incomodidad en el hogar familiar –ya mencionada en casos donde la casa no está a una temperatura adecuada- previsiblemente se multiplicaría, pudiendo incluso conducir al abandono prematuro del hogar. Aquí la ya explicada democracia de la posición social estaría fuertemente presente. La carencia de algo que damos por garantizado como la iluminación eléctrica deja al afectado en el último escalafón social, señalando que su lugar es el de la exclusión y marginación social. Esto es especialmente vergonzante para aquellas personas que se consideran “clase media” que debido a la creciente precaridad laboral pueden verse sumidas en situaciones de pobreza energética, que probablemente decidan ocultar a sus vecinos. La misma lógica sistémica se aplicaría para aquellos que afectados por el corte de suministro no pueden realizar otros de los rituales normalizados de la sociedad actual, como ver la televisión en familia, poner dibujos a los niños, que los adolescentes jueguen a la consola, escuchar música… automáticamente se ven situados fuera de la normalidad, excluidos y fracasados. La insalubridad también puede aumentar –ya hemos hablado de moho y humedad- cuando la falta de agua caliente dificulta la higiene personal, la limpieza de la ropa y la limpieza de los platos y utensilios de cocina. Ya ni hablamos de un eventual corte de agua –circunstancia que por extensión puede considerarse parte de la pobreza energética-, que imposibilita por
  • 35. 34 completo la higiene del hogar y sus habitantes, que tendrían por última opción traer agua de fuera de casa, bien sea comprándola, bien sea utilizando fuentes, ríos… La vergüenza personal ante estas situaciones sería respuesta con mayor aislamiento, además del rechazo social que puede provocar una persona que no puede mantener un cierto nivel de higiene o cuya casa esté sucia y huela mal. Por último, la posibilidad de que situaciones de pobreza energética vengan de la mano de avisos de desahucio y órdenes de desalojo es también muy alta, incrementando aún más el estrés y la falta de expectativas. En resumen, estas justificadísimas hipótesis reforzarían las necesidades anteriormente descritas: Mala salud, depresión, ansiedad, desafiliación y exclusión. 5.5- Pobreza energética e incendios domésticos Las necesidades descritas no concluyen la problemática en torno a la pobreza energética. Debemos sumarles la peligrosidad, no sólo para el conjunto de afectados, sino para sus propios vecinos. Un grupo de bomberos de Barcelona informa en un video producido por varias asociaciones en lucha contra la pobreza energética y los desahucios, de nombre “#BombersAmbLaILP” (2015) de que la pobreza energética constituye un factor común en los incendios domésticos. A pesar de que no se cuenta con datos oficiales, pues la pobreza energética no se contabiliza como causa, se estima que un 70% de los incendios domésticos en Catalunya se produce como consecuencia de situaciones de pobreza energética. Los profesionales hablan del uso de estufas domésticas y cocinas de gas, incluso leña, de abastecimiento eléctrico de forma irregular, pasando por el uso de velas para suplir la falta de iluminación eléctrica. Narran también caso concretos donde los fallecidos habían estado intentando calentarse quemando palés y alpargatas.
  • 36. 35 6- ANÁLISIS DE INICIATIVAS ACTUALES PARA COMBATIR LA POBREZA ENERGÉTICA EN EL ESTADO ESPAÑOL La pobreza energética es afrontada desde cada vez más perspectivas y órganos, pues como ya se ha dicho, es un fenómeno creciente. Algunas de estas iniciativas provienen del activismo social y político, otras vienen de las mismas instituciones. Las hay también provenientes de las ONG, principalmente Cruz Roja y Cáritas. A continuación serán expuestas en función del tipo de intervención propuesta. 6.1- Empoderamiento ciudadano frente al oligopolio energético. La responsabilidad de las empresas del sector energético por medio de dudosas formas de preciado del KW y el ya explicado déficit de tarifa es patente en los casos de pobreza energética, encareciendo la energía y por lo tanto haciéndola menos accesible. Además, se denuncia que los cortes de suministro afectan a derechos que se consideran inalienables, por lo que deben ser frenados. En esta línea nos encontramos con el observatorio crítico de la energía (OCE) que desde su formación en 2007 viene denunciando diferentes prácticas del sector eléctrico español. Con ese fin emite informes y material audiovisual para asesorar tanto a los profesionales como al resto de la ciudadanía en materia de energía en su forma eléctrica. De mayor interés para este trabajo es la labor que realiza la Aliança contra la Pobresa Energètica en Cataluña. Al igual que el OCE, esta plataforma ciudadana también divulga información referida a la pobreza energética (de una forma mucho más específica), participando activamente en iniciativas políticas como fue la ya comentada Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra los desahucios y la pobreza energética que se aprobó en el parlamento catalán en julio de 2015, pero que a pesar de entrar en vigor parece estar encontrando algunos obstáculos en su aplicación (García, 2015).
  • 37. 36 Sin embargo, la labor de la APE realmente interesante desde una perspectiva socioeducativa es la de sus asesoramientos colectivos en Barcelona, donde atienden a diferentes afectados por la pobreza energética y les asesoran sobre cómo defender sus derechos frente a los intereses de las empresas suministradoras de energía. En estas sesiones no sólo se informa sino que se delibera colectivamente y se tejen alianzas entre afectados y activistas para hacer visitas y reclamaciones conjuntas, u otras iniciativas como fue la movilización y acampada #AguaParaEsther (APE, 2015) donde se protestó por el corte de agua a una vecina de El Vendrell que carecía de recursos para hacer frente a las facturas, pidiendo la aplicación de la ley 24/2015 por parte del ayuntamiento, demanda que fue finalmente aceptada. La iniciativa de APE ha sido de tal éxito que el ayuntamiento de Barcelona, muy próximo a esta plataforma, ha replicado desde las instituciones el servicio prestado por los asesoramientos colectivos, creando puntos de información sobre la pobreza energética en algunos de los distritos de la ciudad. (Europa Press, 2015) Som energia es una cooperativa de más de 20.000 socios que trabaja en la producción y distribución de energía eléctrica buscando un cambio de modelo. Esto lo aborda desde dos enfoques, la apuesta la sostenibilidad y las energías renovables (su suministro es 100% renovable) y el cambio de modelo empresarial, funcionando como cooperativa sin ánimo de lucro donde los socios y usuarios toman las decisiones y los beneficios se reinvierten en la generación de más energía, por lo que se puede considerar una iniciativa de empoderamiento popular, pues pone el suministro energético en manos de la ciudadanía. De este modo, las tarifas se deciden colectivamente y se evitan los sobrecostes que facilitan la aparición de más casos de pobreza energética, como ellos mismos explican en su web. 6.2- Iniciativas subsidiarias Estas iniciativas se están llevando a cabo tanto desde ayuntamientos y administraciones regionales. También las ONG están prestando este tipo de
  • 38. 37 servicio que en resumen consiste en ayudas económicas para poder hacer frente a los recibos. En el caso de Cruz Roja y Cáritas sus ayudas vienen integradas dentro de otras más generalistas, atajando la pobreza y precariedad en los casos donde las administraciones públicas no responden, o en ocasiones colaborando directamente con ellas. Este es el caso de Valencia, donde Cruz Roja gestionará ayudas por valor de 100 euros, extraídos del millón de euros que ha aportado la Conselleria de Economía Sostenible, de acuerdo a “el periódico de la energía” (2015). Es destacable también la existencia de un bono social eléctrico que de acuerdo con la web de “tarifas gas-luz” permite ahorrar un 25% de la factura eléctrica cuando los miembros del hogar cumplen los requisitos (jubilados, dependientes, familias numerosas, desempleo…) que ayuntamientos como el de Madrid intentan aumentar al 50%. (García, 2015). En el caso del ayuntamiento gaditano no sólo se ha hecho un bono social para afrontar la pobreza energética sino que además se ha creado una mesa donde ayuntamiento, eléctrica y entidades ciudadanas y del tercer sector trabajarán conjuntamente en la búsqueda de soluciones y cambio de modelo, como publican respectivamente el diario digital “Público” (2015) y la web de información “Cádiz Cerca” (2015). Si bien es cierto que lo educativo queda lejos en este tipo de soluciones, sería una necedad ignorar que mientras el suministro energético dependa de un mercado, la gente va a necesitar dinero para acceder a él. Y que por mucho que problematicemos la pobreza energética como un asunto también cultural, todos necesitamos cierto acceso a la energía para calentar e iluminar nuestros hogares, así como cocinar. 6.3- Ecobarrios y ciudades en transición Estas iniciativas siguen la línea ideológica del decrecimiento y el buen vivir. Es importante destacar que combatir la pobreza energética no es su principal
  • 39. 38 razón de ser, sino de una de las tantas cuestiones que se van tratando en este camino a una vida en armonía con la naturaleza y la comunidad. En palabras de Rojas y Ome (2010:170):“Los ecobarrios son un proyecto de resignificación del individuo y de la comunidad en el que se abre un espacio para ejercer el derecho a la confianza, la cooperación, la cercanía, la familiaridad” Podríamos decir que el movimiento de ciudades en transición comparte estrategia y filosofía con los ecobarrios, pero tiene unos objetivos que van más allá: Como ya se ha comentado, los fenómenos interrelacionados del pico del petróleo y el cambio climático nos conducen a un posible colapso socioeconómico de graves consecuencias. Ante estas perspectivas de futuro, el movimiento de ciudades en transición propone construir colectivamente resiliencias que permitan a estas ciudades adaptarse mejor al colapso, hablando a menudo de transiciones postcapitalistas. En lo referente a este trabajo, no parece interesante distinguir entre ambas iniciativas, sino estudiar como su búsqueda de una mayor autosuficiencia, generalmente insistiendo en las ideas de soberanía alimentaria y energética, puede aportar ideas para combatir la pobreza energética. En el estado español hay muchos proyectos de estas características en marcha, aunque por distintos motivos ninguno llega a desarrollarse plenamente por el momento. Entre las diferentes tendencias podríamos señalar como paradigmáticos los casos de Móstoles en transición y las iniciativas para crear barrios sostenibles en Madrid, relacionadas con el partido político “Podemos”. Móstoles en transición (Santiago, 2015) es una iniciativa que viene del activismo y los movimientos sociales, proponiendo una progresiva ruptura con el sistema mercantil donde apuestan por la autogestión y el asamblearismo como modelos de organizativos. Utilizan 4 ejes de trabajo diferenciados: Economía social, Nuevo modelo productivo, Articulación comunitaria y educación para la transición. En estos ejes se tratan asuntos tan ambiciosos como la creación de una cooperativa integral que sustituya las relaciones mercantilizadas de
  • 40. 39 interdependencia, creando también un mercado y moneda sociales, de ámbito limitado a Móstoles. Plantean también una red de “cosotecas” o bibliotecas de objetos que todo el mundo pueda tomar prestados, un plan integral de agricultura urbana, recuperación de saberes tradicionales, un plan de compostaje vecinal, una red autogestionada de cuidados y un mercadillo de trueque, entre muchas otras ideas –algunas de ellas ya en práctica- que se van sumando. Por su parte, las ideas de barrios sostenibles para Madrid son impulsados desde un partido político en las instituciones y presentan una línea mucho más tecnológica y menos centrada en la cooperación y organización social. Se trata de propuestas no rupturistas con el sistema económico que tratan de lanzar una economía más verde y localizada. José Manuel López (2015) habla de eficiencia energética, instalación de paneles fotovoltaicos, pinturas de aislamiento térmico, rehabilitación de edificios, centros de compostaje por distrito, cubiertas vegetales en edificios que ayuden a purificar el aire… Quizás el punto en el que más énfasis ponen ambas iniciativas es en la creación de huertos urbanos como forma de avanzar hacia la soberanía alimentaria y reconstruir lazos comunitarios mediante estas actividades sociales. Es evidente que estas propuestas se quedan muy grandes a la hora de buscar soluciones viables a la pobreza energética desde la educación social, pero en ellas subyacen las ideas de articulación comunitaria y austeridad en las que podemos construir respuestas más concretas a los problemas tratados. 6.4- Iniciativa privada Desde el mundo empresarial y las ciencias naturales, grupos de expertos como ACA apuestan por atajar la pobreza energética desde una perspectiva diferente, la rehabilitación energética de edificios. Esta rehabilitación consistente en una mejora del aislamiento, aprovechamiento del espacio para generación de energías limpias y optimización de los sistemas eléctricos y de
  • 41. 40 calefacción supondría un importante ahorro en los recibos, incluso muchas casas podrían tolerar con muchas menos dificultades un eventual corte de suministro al estar el hogar mejor aislado de la temperatura exterior, de acuerdo con Espada, Casas Abajo, y López, (2012). 6.5- Puntos débiles y carencias de las iniciativas Es evidente que actualmente la demanda social en torno a la pobreza energética es la de proveer recursos para garantizar el acceso al suministro, lo que aquí se han llamado “iniciativas subsidiarias”. Sin embargo, estas iniciativas necesitan complementarse con otras por 3 motivos:  La crisis económica cada vez deja menos margen para este tipo de subsidios. No es seguro que el día de mañana estas ayudas sigan en pie.  La crisis energética puede del mismo modo ir reduciendo el margen de suministro.  Las zancadillas, fallos y burocratización del proceso de acceder a bonos sociales y programas de ayuda crean muchas situaciones en las que temporal o indefinidamente los afectados pueden verse desamparados. APE (2015) recoge muchos testimonios que así lo verifican, he aquí unos pocos: “A Isabel, de Massanet, no le dan el informe de vulnerabilidad porque en los Servicios Sociales de su Ayuntamiento desconocen el procedimiento. En algunas ocasiones nos hemos encontrado con situaciones parecidas, es decir, escasez de conocimientos por parte de las administraciones públicas. Un caso increíble ha sido el de Salomé, de Rubí. Recibe un cheque de la asistenta social para pagar dos facturas de suministros y hacienda se lo ha embargado. Loli tiene 2 hijos y está pendiente de divorcio. Tiene aviso de corte por impago y el problema es que las facturas van a nombre de su ex pareja. Aún demostrando que su ex pareja no está empadronado en la vivienda, Gas Natural se niega rotundamente a hacerle un nuevo contrato, a pesar de tener el informe de vulnerabilidad.”
  • 42. 41 7- MARCO METODOLÓGICO DE LA ACCIÓN SOCIEDUCATIVA 7.1- La necesidad de orientar el trabajo a la comunidad “Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo. Los hombres se liberan en comunión”. (Freire, 2003). Este trabajo tiene vocación comunitaria, hasta tal punto que pone en cuestión la utilidad educativa de individualizar en exceso las intervenciones en torno a la pobreza energética: podría ser una buena forma de capacitar técnicamente a una serie de afectados, pero carecería del componente educativo que se dirige a metas más lejanas como son el consumismo y el individualismo, hermanos mellizos que constituyen la cultura que convierte una situación de baja salubridad –pobreza energética- en un infierno psicológico y social. Por lo tanto, la intención socioeducativa de este trabajo no sería limitar su acción a aquellos sujetos o familias que estén en situación de pobreza energética, sino que se debería intervenir sobre toda la comunidad, considerando la pobreza energética un asunto de salud pública que debe ser afrontado colectivamente, ya que si asumimos que es necesario superar la democracia de la posición social de la que habla Baudrillard para frenar la necesidad de consumir como manera de posicionarse frente a los demás, tenemos que replantear la manera en la que nos relacionarnos con los demás. En ese aspecto, el ámbito comunitario, por su carácter integrador y participativo ayuda a horizontalizar y humanizar las relaciones sociales al operar los participantes como sujetos de igual derecho (como puede ser el caso de una asamblea de vecinos). Pero hay algo más: una comunidad que afronta unida los problemas, que delibera colectivamente sobre el bien común se está marcando metas sociales que incumben a todos los vecinos, uniéndoles. Es esta una manera de dar forma y sentido a esa comunidad, o tal vez se debería hablar de una forma de construir comunidad donde antes sólo había un espacio común para individuos indiferentes entre sí y ajenos los unos a los otros. Estamos hablando de ayudar a que los vecinos pasen de consumidores a ciudadanos. Del individualismo al desarrollo y fortalecimiento de la comunidad.
  • 43. 42 De lo gregario a lo social. Una subjetivación de los vecinos que antes eran simples extraños en un espacio común y ahora pasan ser personas con las que relacionarse. Necesario para la correcta acción socioeducativa emancipadora, pues “la búsqueda del ser más a través del individualismo conduce al egoísta tener más” (Freire, 2003:78). 7.2- Educación Social y Buen Vivir Manfred Linz (2007: 34) propone tres principios rectores de una sociedad del Buen Vivir: “eficiencia, coherencia y suficiencia”. Si bien la eficiencia y la coherencia aluden a aspectos técnicos en el uso, reutilización o ahorro de bienes, la suficiencia interesa ser explicada aquí como principio que pretende hacer virtud de la contención: “De la antigüedad a nuestros días la suficiencia se ha entendido como la cuestión de la justa medida, la pregunta por lo que hace bien a los seres humanos y les sienta bien; lo que crea condiciones para la salud, la satisfacción, la comunidad”. (Ibíd, 2007:35). En esta línea, Jorge Riechmann interpreta la suficiencia como una forma de madurez en una sociedad infantil que sólo demanda más y más de todo: “Reconocer límites implica –entre otras cosas- pasar de la edad infantil a la edad adulta. En eso estamos. En la labor de construir sociedades que sean cultural y moralmente adultas”. (Riechmann, 2007:107). Esta idea freudiana de madurez social a la que aspira Riechmann encaja con la idea del paso de consumidor a ciudadano que apuntaba antes. Sabemos que el consumidor demanda por norma cada vez más bienes y energía, y que esto es objetivamente imposible de satisfacer. Sabemos también que la promesa de eterno progreso y el propio desprecio a la condición humana y sus limitaciones están dentro del ideario que provoca malestar al verse constantemente frustradas las expectativas de aquel 99% de personas que no consiguen alcanzar el sueño americano de triunfar económica y socialmente a lo grande, convirtiéndose en “dioses modernos”.
  • 44. 43 Enseñar a aceptar límites es una labor complicada, con alto riesgo de caer en el autoritarismo y la moralización, en la que el educador necesita algo diferente que ofrecer al sujeto de la educación. En el caso que nos ocupa, enfatizar lo relacional como modo de riqueza alternativa a la posesión debería ser un objetivo básico. 7.3- Educar sin poseer La clave del acompañamiento se sitúa “en el respecte i l’escolta de l’altre, que a vegades ha de posar els limits; cerca alhora ésser suficientment present –útil- per convertir-se en significatiu, i suficientment distant per no imposar la seva dirección”. Capul y Lemay, citados por Planella (2012:82). Este proceso educativo que supone trabajar el factor cultural en la pobreza energética, pasa por abordar todos aquellos aspectos de la cultura neoliberal que han sido explicados en el punto 2 de este trabajo. Es de máxima importancia señalar que esto no constituye una forma de adoctrinamiento ideológico, ni se plantea vender ideario para sustituir el actual, sino que se propone incitar a la problematización de todo aquello que –de forma probada- está causando malestar, y deliberar colectivamente sobre las alternativas al alcance de las comunidades. O dicho de otra manera, debemos proporcionar las herramientas y apoyo necesario al sujeto de la educación para que este pueda formar su propia conciencia crítica del mundo, lo que nos distancia tanto del educador resignado como del Frankenstein moralizador al que describe Philippe Merieu en Frankestein educador (1998). Lo contrario representaría reproducir en la acción educativa la dinámica desubjetivadora propia de la sociedad que queremos transformar, reduciendo al sujeto a la dimensión de objeto. En consecuencia se proponen modelos de intervención cooperativos donde se diluyan –hasta cierto punto- los roles de educador y educando. De este modo, los sujetos de la intervención devienen participantes y las normas relativas a la intervención son acordadas colectivamente entre participantes –directamente afectados o no- y educadores-participantes. Este es el estilo propio de la concepción dialógica de la educación: No se puede presentar programa
  • 45. 44 educativo cerrado sino que ha de ser buscado conjuntamente con el pueblo, ni se puede ir con la verdad por delante, hay que escuchar los problemas de la gente y trabajar desde el sentido común. Sin embargo, y como señala Planella (2012:37), tanto si es del agrado del profesional como si no lo es, la acción socioeducativa se va a mover siempre en la tensión entre el control y la emancipación, por lo que “el més sensat és tenir-ho clar (…) i mirar d’exercir l’ofici amb la major dignitat possible”. Esto quiere decir que no vamos a poder escapar a la realidad de que somos educadores que cobramos un sueldo por planificar, educar y evaluar, y que de forma más explícita o más velada, más consciente o más inconsciente, controlamos en mayor o menor medida el proceso educativo y nos vemos obligados a establecer normas que lo posibiliten. La insistencia en dar sentido a la acción socioeducativa es la mejor cura contra este elemento autoritario que tanta incomodidad causa en educadores y educandos, cabe hacer énfasis en el carácter pedagógico de la profesión y en el respeto por el sujeto de la educación “el educador/a social actuará en interés de las personas con las que trabaja y respetará su autonomía y libertad” (ASEDES, 2007:24). Esto se puede traducir en ejemplos concretos, como el ya mencionado que hace referencia a la necesidad de que el educando acepte límites en su cosmovisión consumista, lo que pasa por no imponer esos límites, sino en llenarlos de sentido. Hacerlos comprensibles e incluso atractivos para el sujeto de la educación, lo que no supone una forma de manipulación sino una invitación a la madurez. 7.4- Institución y movimiento, educadores y activistas Una de las grandes verdades que debemos aceptar como educadores sociales en un estado cuyas instituciones siguen siendo mayormente conservadoras, es que generalmente vamos “por detrás” de los movimientos sociales, lo que se ha acentuado aún más desde el 15M. Cuando nuestra acción planificada, coordinada y debidamente financiada llega, los activistas ya están de vuelta.
  • 46. 45 Los casos anteriormente explicados de la APE y las ciudades en transición son un gran ejemplo que explica cómo están las cosas en materia de pobreza energética. Las únicas iniciativas especializadas con una vocación realmente transformadora están formadas por activistas y voluntarios. Sin embargo, Emilio Santiago (2015) habla en su ponencia del enorme coste personal y vital que supone al grupo de activistas de Móstoles en Transición mantener vivo el proyecto. Es lo que él llama “los límites de la autogestión”. “Para que un proyecto como este realmente se encarne en cambios que afecten a la cotidianidad de la gente, no puede hacerse en base al tiempo libre que te deja al supervivencia” Santiago habla también de la “enorme diferencia” que ha supuesto un acuerdo con un museo mediante el cual pueden permitirse remunerar el trabajo de dos de los miembros de Móstoles en Transición. Parece que el dilema entre la autogestión y la profesionalización que están experimentando estos activistas abre una ventana de posibilidad para los educadores sociales: ¿Podrían profesionales de la educación ser contratados para apoyar el trabajo de estos movimientos sociales? No faltan argumentos que respondan afirmativamente:  Sería una forma excelente de ayudar a situar el trabajo socioeducativo entre los Escila y Caribdis que suponen la pasión revolucionaria de los activistas, con alto riesgo de que contenga más intención que método, y la profesionalidad de los educadores, donde el riesgo es el opuesto: que contenga más método que pasión.  Amén de los conflictos entre educadores que tienen que aprender a trabajar con personas no formadas en nuestro campo, y la comprensible hostilidad hacia el profesional propia de la ortodoxia libertaria que en ocasiones podemos encontrar en algunos movimientos sociales, esta forma de extitucionalidad se desvela como la más apropiada para conseguir incorporar la funcionalidad de los proyectos socioeducativos a la frescura y vitalidad de iniciativas como Ciudades en Transición, sin por ello intentar en ningún momento apropiarse del movimiento.
  • 47. 46  Trabajar en una dinámica donde cualquier vecino puede educar y formar parte de la dirección del proyecto, donde los activistas provienen de diferentes mundos profesionales, es una forma de hacer frente a lo que Iván Illich llamó las profesiones inhabilitantes7, pues rompe la dicotomía entre profesional y consumidor.  Cuando un proyecto de intervención socioeducativa se plantea la inclusión social de los excluidos, debe preguntarse en qué tipo de sociedad los quiere integrar, para qué, y cómo. De este modo, el marco del activismo y de movimientos que actualmente se están replanteando los mismos cimientos de la sociedad capitalista asegura una verdadera intencionalidad transformadora en el trabajo socioeducativo, más allá de la mera integración en el mercado de trabajo como solución individualizada y única que en ocasiones se propone resignadamente desde la educación social. Es importante señalar que este apoyo profesional a los movimientos sociales no consiste en “enviar” educadores, sino de trabajar codo a codo con los activistas en la elaboración de proyectos y contratación de educadores y otros profesionales, (como pueden ser algunos de los propios activistas) asegurando que en todo momento son las personas involucradas en la iniciativa las que deciden cual es el rumbo a tomar. 7 IIIich pensaba que la sociedad actual divide a quienes tienen necesidades o problemas –muchas veces creados culturalmente- y los profesionales que venden soluciones, lo que supone la mitificación del profesional, poseedor de toda la sabiduría y con luz verde para decidir quién tiene necesidades que necesitan su ayuda profesional y quién no, lo cual consideraba Illich una forma de control. Paralelamente, las profesiones inhabilitantes serían según el autor dependientes de la existencia de necesidades: Sin exclusión social no hay educadores sociales. Esto podría ser un motivo –retorcido- para la ineficiencia de la educación social, que en su subconsciente colectivo no querría solucionar el problema de raíz, para perpetuarse como profesión.
  • 48. 47 8- BATERÍA DE IDEAS CONTRA LA POBREZA ENERGÉTICA Este trabajo se centra en ver la pobreza energética como un fenómeno no sólo económico y en recopilar información dispersa que ha sido publicada para poder organizar mejor su abordaje desde la educación social. De este modo, redactar un plan o un proyecto de intervención concreto para frenar la pobreza energética no es el objetivo aquí. La idea ha sido y es buscar diferentes respuestas que puedan complementar las ya existentes, trabajando a menudo desde perspectivas diferentes y que puedan ser útiles para ayudar a organizar proyectos que afecten a comunidades y áreas específicas. Las propuestas serán presentadas con su justificación de utilidad y posibilidades pedagógicas, a la vez que organizadas por ámbitos de intervención. 8.1- Lo que se queda fuera Hemos dicho que la pobreza energética depende principalmente del precio de la energía, la situación económica familiar y un relativo factor cultural. Ante esta multitud de causas es evidente que un plan contra la pobreza energética va a necesitar verse apoyado en muchos otros que trabajen con otras realidades. Destaca principalmente el desempleo y el empleo precario, seguramente la más común de las causas estudiadas, para la cual ya existen iniciativas de inserción laboral que con ánimo de no salir del ámbito de la pobreza energética, no serán estudiadas aquí. Como educadores sociales, tampoco podemos abaratar la energía significativamente ni rehabilitar los edificios de un barrio. Estas son cosas que corresponden a las gestiones institucionales y poco puede hacer ahí un proyecto de educación social. Como mucho podemos acercarnos a la línea entre lo socioeducativo y el activismo sociopolítico, terrenos que muchas veces se solapan, y ayudar a los vecinos a organizarse para que desde las instituciones se responda a estas demandas.
  • 49. 48 8.2- Líneas de acción La complejidad a la que hacen referencia las necesidades detectadas demanda trabajos diferenciados que puedan actuar sobre algunas de las causas que las provocan. Para ello es conveniente dividir las propuestas en 5 Líneas de acción diferenciadas, aunque con mucho en común. 8.2.1- Línea de acción 1: Ahorro energético, ahorro económico Aquí se proponen talleres sobre actividades cotidianas que suponen un gasto económico y/o energético cuyo impacto puede ser sensiblemente reducido, dejando a las familias un mayor margen económico para poder asumir el coste de los recibos energéticos sin que por ello deba disminuir su calidad de vida. Esto se dirige muy especialmente a aquellos casos en los que afrontar los recibos eléctricos ha supuesto un empobrecimiento de la dieta familiar. -Taller de cocina económica y saludable. Taller de 1 semana de duración orientado a la reducción del gasto energético y económico relativo a la alimentación. El taller de cocina económica y saludable estaría impartido por 1 educador/a a grupos preferiblemente pequeños donde por medio del diálogo y la participación se puedan proponer nuevas ideas sobre recetas, técnicas de cocina, estrategias de compra… El taller consta de 2 partes diferenciadas: 1- La Lista de la compra -Clasificación de productos en función de su valor calórico, vitamínico y precio de mercado. -Dietas económicas y completas. Recetas mileuristas. -Creatividad austera: Ejemplos de diferentes platos elaborados con los productos de primera necesidad comunes en los bancos de alimentos.
  • 50. 49 2- Preparación de alimentos -Alimentos crudos: Algunas recetas crudívoras, consumo energético 0. -La olla a presión, herramienta ahorradora de energía. -La cocina al vapor; reducción del uso energético, mayor conservación de las propiedades de los alimentos y menor uso del cada vez más caro aceite. -Fabricando alimentos no perecederos: preparación de conservas con los excesos de frutas y deshidratación de verduras al sol. -Taller de la baja intensidad energética en el hogar Un taller de 2 días orientado a enseñar hábitos saludables y ahorrativos en materia energética/económica. Algunos de ellos pueden ser: Idea ¿Por qué? Hábitos matutinos La disponibilidad de luz eléctrica nos ha posibilitado el hábito de trasnochar y despertarnos tarde, lo que anteriormente era improductivo o incómodo al no poder hacer vida normal por falta de luz. Existe un debate sobre los beneficios de madrugar (Jarque, 2012) en el que no se pretende entrar aquí, De cara al ahorro energético es conveniente estar activo en las horas de luz, donde la temperatura es más alta, no hace falta utilizar la luz eléctrica y se intensifica además la posibilidad de hacer vida social fuera del hogar.
  • 51. 50 El uso de la bolsa de agua Esta bolsa que en el pasado era muy popular está cada vez más en desuso. La bolsa es una baratísima alternativa a utilizar el radiador o la calefacción centralizada, especialmente de noche. Puede incrementar significativamente la temperatura de la cama y dura toda la noche. Lavado a mano y reparación de prendas rotas Desde la invención de la lavadora, muchas personas ni consideran la opción de lavar a mano su ropa, ni saben hacerlo debidamente. Lo mismo sucede con la costura: La posibilidad de renovar el armario constantemente y la fiebre de la moda hacen poco atractiva la idea de alargar la vida de la ropa. Esta es una alternativa al caro uso de la lavadora y a la tentación consumista de sustituir cualquier prenda al mínimo desperfecto. La costura es además una actividad que en ocasiones se ha realizado en grupo y que ofrece por lo tanto posibilidades relacionales. Austeridad, dignidad y salud Como respuesta a la formación de mohos y empobrecimiento de las condiciones de salubridad en los hogares afectados por la pobreza energética se pondría el acento en la necesidad de mantener la casa limpia y habitable. Como los estudios citados han demostrado, las consecuencias de un hogar frio, sucio y con moho no sólo afectan a la salud física, sino también a la mental y a la vida social.
  • 52. 51 Ideas sobre aprovechamiento energético en el hogar Una posibilidad sería visitar los domicilios de las familias implicadas que así lo deseasen para que un técnico pudiese orientarles in situ sobre formas de reducir el gasto energético en el hogar tales como la relocalización de la sala de estar a una habitación pequeña, más fácilmente calentable o las técnicas caseras de mejora del aislamiento térmico. Además del evidente ahorro energético, visitar domicilios es una oportunidad para extraer información útil para el equipo educativo y poder trabajar con la familia un rato sin el condicionante social que supone que el resto del grupo esté presente. 8.2.2- Línea de acción 2: Sustitución Si la primera línea de acción busca modificar hábitos para ahorrar dinero y energía o mantener la calidad de vida cuando ambos escasean, aquí se busca sustituir fuentes energéticas y relaciones mercantilizadas entre vendedores y consumidores de energía. Estas son ideas para el empoderamiento y el camino a una mayor soberanía alimentaria y energética. -Cursos de ecotecnologías Estos cursos capacitarían al participante para fabricar y/o hacer uso de diferentes ecotecnologías que pueden ayudarnos a desconectarnos de la red. Es importante señalar que suponen un proceso de aprendizaje y trabajo de carpintería que se vuelve muy satisfactorio cuando está concluido, por lo que el proceso es muy interesante para nuestros propósitos.
  • 53. 52 La cocina solar Los diferentes modelos de horno solar –principalmente el de cajón y la parabólica- pueden ser construidos en casa si se dispone de los materiales y las herramientas adecuadas, que en los casos más austeros pueden ser algo de cartón, plástico y una bandeja negra de horno, para construir el modelo más básico de horno. Estas tecnologías permiten cocinar con la energía del sol, lo que conlleva un tiempo mayor para la preparación de los alimentos pero que por otra parte ahorrar el 100% de la energía utilizada. Requieren de ventanales correctamente situados o tendrán que ser usados sólo en exteriores. El clima es aquí un problema: Su rendimiento es proporcional a la luminosidad del día. Se propondría por lo tanto enseñar no sólo a construirlos sino a utilizarlos y cocinar con ellos. La cocina rocket Esta ecotecnología de alto aprovechamiento energético es generalmente usada en forma de estufa, cosa que no se propondrá por los riesgos añadidos de introducir un sistema de calefacción a madera en un hogar (polución y riesgo de incendios). Se propondrán estos modelos autofabricados de mini cocina para cocinar en patios y terrazas, pues ahorran hasta un 80% de madera respecto a los modelos convencionales (Grover, 2012) y pueden funcionar con palitos, hojas secas… La construcción es sencilla pero necesita las herramientas adecuadas y conviene que sea supervisada para reducir el riesgo de accidentes.
  • 54. 53 Calentador de agua Existen diferentes modelos de fabricación casera basados en botellas de plástico y/o latas de refresco. De nuevo, será necesario disponer de una zona exterior donde ponerlo en práctica, así como de un clima favorable. Vuelta al botijo Este sencillo utensilio significa un ahorro nimio en su misión de mantener fresca el agua, pero puede ser una opción en aquellas casas donde se haya cortado el suministro y no cuenten con una nevera. -Huertas comunitarias, huertas urbanas y restablecimiento de vínculos con los agricultores de la zona. Si hablamos de sustitución, nada más radical que reducir nuestra dependencia del mercado para obtener alimento, lo que puede ser un tremendo alivio económico para personas en situación de riesgo, además de un nuevo saber, lo que también es una nueva motivación. El mecanismo elegido aquí sería la cesión de terrenos públicos por parte de los ayuntamientos para que los vecinos pudiesen cultivar parcelas. La labor del educador aquí no estaría limitada a un taller, sino que sería de acompañamiento semanal en los procesos de siembra, cuidado, recolección y compostaje. Es importante mencionar que los saberes de la agricultura pueden ser harto complejos, por lo que el educador necesitaría rodearse de colaboradores o voluntarios que pudiesen cubrir la parte técnica del trabajo. La preferencia sería una persona de la comunidad, tal vez un participante de las actividades –o más de uno- lo que posibilitaría una transición hacia la
  • 55. 54 autogestión de las huertas, donde a lo largo del proceso el educador terminaría siendo prescindible en el día a día. Huertos urbanos Estas iniciativas, cada vez más populares suponen la posibilidad para los vecinos de obtener alimentos a coste 0 (al menos monetario) pues mediante las técnicas de la agricultura ecológica pueden prescindir de abonos y pesticidas, y el agua correría a cuenta del ayuntamiento. Más allá del ahorro económico y los beneficios para la salud de consumir alimentos orgánicos y de calidad, la actividad física, el aprendizaje y el estrechamiento de lazos con la comunidad y el territorio pueden ser también muy beneficiosos desde el punto de vista educativo e incluso terapéutico. Se pueden valorar cesiones indefinidas del terreno o temporales, para lo que puede servir como ejemplo la iniciativa de las “Huertas Acoge” de la Asociación Asturias Acoge, donde los usuarios de la asociación disponen de una pequeña parcela en un invernadero a la que tienen acceso por un periodo de dos años, tras el cual deberán haber buscado su propia parcela si es que quieren continuar cultivando sus alimentos. Huertas compartidas. Lo que se propone aquí es utilizar extensiones de terreno mayores para el mismo fin que las huertas urbanas, que suelen ser de dimensiones muy