El documento discute dos errores comunes en la planeación educativa: 1) suponer que todas las escuelas son iguales y 2) suponer que la demanda es igual en todas partes. En cambio, propone enfocarse en las características únicas de cada plantel, incluyendo su ubicación, recursos y población estudiantil, y mantener un diálogo continuo con los estudiantes, padres y comunidad para adaptar mejor la escuela a sus necesidades.