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Reflexión crítica sobre la educación que tenemos (2).docx

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Reflexión crítica sobre la educación que tenemos, la que queremos y la que
necesitamos desde las dimensiones del acto educ...
nuestros niños, jóvenes y adultos; esa que se construya enmarcada en la búsqueda de
competencias, que es en sí la educació...
estudiantil, porque de esa manera muchas veces se ve a la persona que se está guiando.
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  1. 1. Reflexión crítica sobre la educación que tenemos, la que queremos y la que necesitamos desde las dimensiones del acto educativo (Suarez, 1991) en cada nivel y modalidad del Sistema Educativo Venezolano Fines y contenidos Comencemos haciendo referencia a los fines y contenidos de la educación que tenemos en la actualidad, y diciendo que de acuerdo con las dimensiones de las que nos habla Suárez (1991), podríamos decir que el hecho mismo de tratar de alcanzar conocimientos, normas, actividades, valores y habilidades sobre las bases de lo que hoy en día es la educación venezolana, representa actualmente, así como en el pasado, un recorrido bastante dificultoso para niños y jóvenes en los últimos años, por cuanto se ha optado por una educación basada más en el contenido que en el producto, poco se habla de las áreas de conocimiento que en realidad tienen importancia para la generación de relevo, para el futuro profesional que en realidad requiere mucho más de lo que hay en los contenidos curriculares. Se había vivido un modelo tradicional hasta hace poco, ese que se centra en captar la mayor cantidad y dejando de lado la calidad de la educación como tal. Por lo que, se hace relevante adentrarse en modelos educativos que funcionen de acuerdo a la realidad en la vivimos actualmente, es decir, recurrir a un plan de estudios que se fundamente en una filosofía del aprendizaje para el futuro, de un aprendizaje que busque alcanzar metas claras para los estudiantes; en los diferentes niveles de la educación recurrir a paradigmas o modelos centrados en el aprendizaje autónomo, tal como lo señala (Suárez, 2002) “Es preciso aprender a defender nuestra autonomía de pensar, querer y decidir, mediante la defensa de nuestros derechos y el cumplimiento de nuestros deberes, y la ampliación de márgenes para realizar nuestras capacidades de actuar, gozar, sentir, imaginar y decidir” (p. 4) Lo anterior repercutirá de manera directa en la formación del individuo y alcanzar el fin de la educación que es formar personas cultas e instruidas para ir a la par de los modelos de excelencia a nivel mundial, y pues esa es la educación que queremos para
  2. 2. nuestros niños, jóvenes y adultos; esa que se construya enmarcada en la búsqueda de competencias, que es en sí la educación que necesitamos en Venezuela, una que coadyuve en todo momento a alcanzar nuevas habilidades ¿sobre qué? Sobre nuevas áreas de conocimientos que realmente aporten a la educación que se necesita en el país. En torno a las modalidades del Sistema Educativo Venezolano (SEV) el mismo se encuentra constituido de la siguiente forma: educación especial, educación de adultos, educación para las artes, educación eclesiástica y finalmente, la educación militar en la cual se puede observar la orientación hacia la inclusión de la población; es decir, la intención de mantener a la población activa en cualesquiera de las áreas con la que coincida su vocación. Con relación a lo anterior, es importante resaltar que tenemos una educación dirigida a las diferentes modalidades la cual debiera ser ampliada y/o extendida hacia una formación más futurista, aun cuando sea con pocos recursos, en donde se mantenga una interrelación entre el individuo y el mundo que le rodea, buscando expandir la mente del alumno y no quedarse solamente con lo relativo a la enseñanza de la tecnología. Creemos que el mundo está supeditado, tecnológicamente hablando, a las máquinas y a las nuevas competencias que, si bien es cierto, son importantes, también es cierto que se requiere una parte de habilidades blandas, en donde se tenga a un ser humano capaz de tener y sentir empatía para con su prójimo, entendiendo que se le ha etiquetado el nombre de “era del conocimiento”, pero habiendo dejado de lado las interrelaciones con carga emocional. Ciertamente, el mundo está globalizado, y necesita una educación que vaya a la par de la evolución que se viene dando, pero como dice (Suárez Díaz, 2002) “Pretendemos así arreglar la educación con nuevos contenidos, nuevas técnicas, nuevos instrumentos, como si el problema se resolviera introduciendo computadoras y enseñando inglés” (p. 23). Y es que, en concordancia con lo anterior, los niveles y modalidades del SEV, requieren una visión más amplia en relación a los contenidos, a las ciencias que deberían aportar mucho más de lo que ahora hacen, y esto es porque se ha dejado de lado la tarea de orientar o guiar al ser humano, para depositar contenidos a un ser
  3. 3. estudiantil, porque de esa manera muchas veces se ve a la persona que se está guiando. Esto es muy importante por cuanto los contenidos que manejan en todos los niveles son obsoletos. Y no es que se dejen de enseñar tales contenidos, sino es que no se hace mención alguna de los nuevos conceptos ni de las nuevas definiciones. Otro aspecto importante a considerar en este sentido, es en definitiva, lo relacionado a lo que necesita el estudiante venezolano para avanzar en conjunto con los avances que tiene el mundo actual, en donde los retos y desafíos son el diario vivir de los estudiantes, sobre todo en los niveles educativos avanzados, en donde se requiere un conocimiento sobre muchas cosas y esto se puede enseñar con asignaturas que se inclinen a la ya olvidada cultura general, la que hoy en día no tiene relevancia por parte del SEV y por ende la mayoría de los docentes no lo transmiten, para esto, opina (Suárez Díaz, 2002) que En cuanto a los contenidos, si bien es importante la rigurosidad científica y la especialización de acuerdo con los diversos niveles y capacidades de comprensión, debe fomentarse también la así llamada “cultura general” como marco y escenario indispensable para la comprensión, contextualización, proyección, interrelación, generación de sentido y aplicación de lo aprendido (p. 28). Si nos apoyamos en las: “Varias ciencias”, que vienen a constituir un compendio de disciplinas, desde la filosofía hasta las matemáticas, desde la gimnasia hasta la pintura, podemos coincidir con el ilustre escritor, ya que se quiere una educación que se base mayormente en el producto o en lo que en realidad se necesita en la generación que viene a continuación, hombres y mujeres que respondan de manera eficiente y asertiva sobre cualquier situación que se presente. Hasta aquí nuestras apreciaciones con respecto a la percepción conceptual del autor Recomendado. Sin embargo, desde la óptica de otros autores el problema es de naturaleza mucho más compleja. Así, Paulo Freire (2005) se manifiesta partidario de una “educación
  4. 4. liberadora encaminada hacia la formación de seres humanos pensantes, comprometidos con su devenir”. Para él, todo auténtico proceso educativo debe llevar a la conquista de la libertad. Critica el hecho de utilizar este proceso para depositar datos y conocimientos en la mente de los educandos y de suprimir y erradicar las tendencias individualistas y de competencia en el alumnado que, por desgracia, se encuentran presentes en nuestros centros de formación (Op. Cit). Por otra parte, Para Atilio Borón (2005) las universidades en América Latina fueron sacudidas por los grandes cambios que en las dos últimas décadas se sucedieron tanto en las grandes transformaciones ocurridas en el ambiente externo de las Universidades, como los cambios acaecidos en su estructura interna, su organización y sus pautas de funcionamiento. En el frente externo las universidades se han visto enfrentadas al desafío planteado por la ola de las denominadas “reformas pro mercado” que se configuraron en términos tanto social como económicamente regresivos, e impactaron la estructura misma de las sociedades latinoamericanas. (Op. Cit). Adicionalmente, otro desafío formidable se originó en el lento pero sostenido progreso del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS, por sus siglas en ingles), el cual le otorgaría rango constitucional a la irreversible mercantilización de la Educación Superior. El control formal que asegurase el puntual cumplimiento de esta nueva normativa recaería nada menos que sobre la Organización Mundial del Comercio. No obstante, aquel también seria ejercido por las grandes universidades de los países desarrollados y las grandes corporaciones que, tal como se observa en América Latina, trafican con la educación presentándose asimismo como si fuesen universidades (Op.Cit). Por otra parte a nivel interno las Universidades de la región, tuvieron que responder a los rápidos y radicales cambios experimentados en el ambiente externo y a las grandes transformaciones que ocurrieron en la ciencia y la tecnología durante la tercera revolución industrial desatada en la segunda mitad del siglo XX.
  5. 5. Frente a lo anterior, dice Boron (Op.Cit), uno bien podría preguntarse en qué medida nuestras universidades han sido “reformadas” o “alteradas” para hacerlas funcionales a los requerimientos derivados de la actual fase de acumulación capitalista en la región. ¿Mejoraron estas reformas las capacidades de nuestras universidades para responder a los desafíos de nuestro tiempo, o simplemente constituyeron el proceso por el cual se tornaron más sensibles a las necesidades de las fuerzas del mercado? Boaventura de Sousa Santos (2010), va un poco más lejos y conceptualiza acerca de la necesidad de descolonizar el saber; mientras que Zarzuri (2011) habla ya, directamente, sobre la descolonización de la educación y presenta algunos elementos para superar el conservadurismo y el funcionalismo cultural. Estos cuatro autores coinciden en presentar el cambio de visión como el aspecto fundamental para lograr una transformación profunda, no sólo a nivel de las instituciones educativas, sino de cualquier otra estructura organizacional. Existen otros muchos autores desconocidos en esta región para la cual el mundo está conformado sólo por Estados Unidos y Europa. REFERENCIAS Boron, A. (2005). Las libertades académicas en tiempos neoliberales. Una mirada desde América Latina. Educación Internacional. Montevideo, Uruguay. De Sousa, B. (2010). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Trilce. Montevideo, Uruguay. Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI. Buenos Aires, Argentina. Sarzuri, M. (2011). Descolonizar la educación. Elementos para superar el conservadurismo y funcionalismo cultural. Rev.de Inv. Educ. v4 núm.3, La Paz. Suárez Díaz, R. (2002). La Educación. Estrategias de enseñanza-aprendizaje. Teorías educativas. (2da ed.). Trillas. Suárez, R. (2002). LAS METAS DE LA EDUCACIÓN. Trillas, 1-10.

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