"Polvero petrolero en los llanos colombianos: memorias de lucha" es el título que la fotógrafa francesa Nadège Mazars escogió para nombrar la exposición que podrá verse durante todo el mes de febrero en A Seis Manos, un café ubicado en el centro de Bogotá.
Proyecto de reforma por los Derechos Políticos y Régimen Electoral
"Polvero Petrolero", una historia de saqueo y persecuciones en 37 fotografías
1. "Polvero Petrolero", una historia de saqueo y persecuciones
en 37 fotografías
"Polvero petrolero en los llanos colombianos: memorias de lucha" es
el título que la fotógrafa francesa Nadège Mazars escogió para
nombrar la exposición que podrá verse durante todo el mes de
febrero en A Seis Manos, un café ubicado en el centro de Bogotá.
Publicado el Martes, 04 Febrero 2014
La muestra se inauguró en una velada que comenzó pasadas las 7 de
la noche del pasado 30 de enero. Acompañando a la autora
estuvieron el líder sindical Freddy Pulecio, quien regresó a Colombia
en septiembre de 2012 después de 15 años de exilio; Edwin Castaño,
actual presidente de la Unión Sindical Obrera (USO), la Red de
Hermandad y Solidaridad con Colombia (Redher) y la Corporación
Choapo. Además fue proyectado además el documental Polvo,
petróleo, gol y miedo realizado por Bruno Federico.
En entrevista concedida a Colombia Informa, Nadège reflexionó
sobre el título dado a esta exposición y cómo surgió la idea de
adelantar un trabajo de registro fotográfico en Campo Rubiales,
Municipio de Puerto Gaitán, Departamento del Meta. Un territorio en
el que, desde el 2011, se han registrado varios hechos en el marco
de una gran movilización en contra de las multinacionales que se
instalaron en el lugar.
“El título es una constatación a nivel visual de cómo está la situación
allá. Una vía que conduce desde Puerto Gaitán a Campo Rubiales, en
un recorrido de aproximadamente 180 kilómetros donde casi no hay
nada, sólo algunas veredas. Entre los dos puntos, cerca de 1.500
mulas se movilizan para sacar el petróleo. Lo único que la gente
puede ver es el polvo, porque las empresas de petróleo no han
2. querido arreglar la vía; entonces lo único que queda es una vía de
arena, tierra y polvo, y es por eso que la muestra se titula así”,
explica.
La historia detrás de las fotos
En julio y agosto de 2011, a propósito de las movilizaciones
duramente reprimidas que protagonizaron los trabajadores de Campo
Rubiales, la USO intentó hacer presencia en la zona en defensa de los
derechos de los trabajadores. Pero el ingreso de los dirigentes
nacionales fue impedido de diversas maneras por las empresas
contratistas de Pacific Rubiales, haciendo uso de servicios de
seguridad privada, apoyados por la Policía, la SIJÍN y también los
militares. La USO, en respuesta, organizó una caravana humanitaria
para octubre de 2011.
El trabajo de Nadège empieza allí, en la caravana humanitaria,
haciendo un reportaje que fue publicado en su momento
por Colombia Informa. Un año después, la USO subdirectiva Meta la
convocó nuevamente para el paro regional que se realizó en octubre.
En los pozos cercanos a Puerto Gaitán, para la misma fecha, se
registró un conflicto laboral contra una contratista de una
multinacional española llamada Cepcolsa, cerca de 1,500
trabajadores se encontraban en paro desde agosto. Nadege decidió
quedarse con ellos y registrar con su cámara muchas de las
3. experiencias vividas allí por los trabajadores. Allí permaneció 2
meses.
Entretanto, se puso en contacto con Héctor Sánchez de Campo
Rubiales, para ver cuál era la situación social y ambiental allí,
iniciando un recorrido que le ocupó todo el mes de diciembre de
2012.
Temáticas
Seis temas conforman la exposición, que surgen en el marco
del Juicio Ético que durante el año 2013 organizó la Red de
Hermandad y Solidaridad con Colombia, señalando las irregularidades
de Pacific Rubiales. La situación social de los pueblos indígenas y de
la población en general, las condiciones laborales y medio
ambientales en el territorio, la criminalización de la protesta sindical y
la militarización son los tópicos tratados en este registro fotográfico.
Fueron necesarios más de 2000 registros, uno de los cuales acaba de
ganar un premio de Derechos Humanos en Canadá.
Colombia Informa: Más allá del registro fotográfico ¿qué fue lo
que más le impactó de esta experiencia en Campo Rubiales?
Nadège Mazars: Mirando las fotos aún me impacta cómo se intenta
negar la situación que se vive allá, y la importancia que tiene la
presencia de periodistas en lugares a los cuales nadie va. Eso no
impidió sin embargo el asesinato de Milton Rivas... También se
manifiesta la voluntad de la gente de luchar.
C. I.: ¿Cuál es la actitud de la gente que vive en los
alrededores de la zona, incluidos los pueblos indígenas que allí
habitan, frente a la presencia de Pacific Rubiales?
N. M.: Hay miedo, mucho miedo de decir algo frente al alcalde de
Puerto Gaitán, por ejemplo. Habiendo muchos procesos contra él, se
ha logrado salvar gracias a la red social que le apoya. Hay muchas
ganas de informar frente a lo que se está viviendo, pero hay miedo
permanente
C. I.: ¿Qué esperas de esta exposición?
N. M.: Visibilización, ya que ésta es una zona del país muy aislada, y
las personas que pasan por Bogotá pueden acercarse a observar esta
expo foto y saber un poco de las condiciones de los trabajadores que
viven allá.
La exposición, que estará exhibida hasta el próximo mes de marzo,
es para Nadège una forma de rendir homenaje a las víctimas: Darío
4. Cárdenas, detenido en el marco del conflicto con Termotécnica;
Héctor Sánchez, detenido por su actividad sindical; Campo Elías Ortíz,
un joven que participó en las movilizaciones del 2011 ahora está
preso en la cárcel La Picota; José Dilio y Héctor Sánchez, también
encarcelados; y Milton Rivas Parra, asesinado en diciembre de 2012
cuando participaba en una asamblea permanente en pleno centro de
Puerto Gaitán, a la luz del día.
Por medio de su trabajo de fotógrafa, Nadège se fue conviertiendo en
testigo privilegiado de la la realidad del lugar, las arbitrariedades, la
militarización. “El Estado colombiano dejó el control territorial de la
zona a las multinacionales, en cierta forma ha cedido soberanía. El
control territorial sirve a los intereses de las multinacionales que
están allí”, relata, y agrega: “La fuerza pública, tanto los militares
como la policía, no responden a un interés público sino a intereses
privados, que coinciden con los intereses de la clase dirigente,
acompañados del accionar paramilitar que se convierte en una
manera de gestionar el territorio para los intereses de una clase
dirigente y económica”, concluye.