Consuelo Herrera siempre ha disfrutado explicando conceptos a sus compañeros y descubrió su habilidad y pasión por la enseñanza. A pesar de las dificultades financieras y la necesidad de alejarse de su familia, decidió postularse para estudiar magisterio. Rindió el examen de admisión con éxito y, a pesar del gran sacrificio, su familia la apoyó en su sueño de convertirse en maestra. Ahora Consuelo se compromete a aprovechar esta oportunidad y defender su sueño de e
1. Reconstrucción autobiográfica de las razones, motivos, expectativas y
condiciones socio demográficas e históricas familiares que me llevaron a tomar
la decisión de ser maestra.
Me llamo Consuelo Herrera Castañeda nací el 24 de Enero de 1997, tengo 18 años. Desde
que tengo uso de razón yo recuerdo que en primaria, secundaria y hasta en prepa a mí me
gustaba explicarles a mis compañeros los temas que no comprendían ya que para mí no
era difícil comprender los temas. Según mis compañeros ellos me entendían mejor a mí
que al profesor no sé si era por la confianza que había entre nosotros lo cual les permitía
cuestionarme con mayor confianza o por que verdaderamente yo tengo la habilidad de
enseñar de una manera más entendible.
Verdaderamente para mí el que mis compañeros me consideraran para explicarles era un
verdadero alago y me producía una gran satisfacción al poder lograr en ellos una
comprensión. Fue ahí cuando yo comprendí que una de mis mejores habilidades es la de
enseñar.
Para esto significaba alejarme de mi familia además de que representaría un enorme
esfuerzo también sería un enorme gasto ya que yo soy de un rancho y está lejos. A pesar
de esto mi familia decidió apoyarme a pesar de toda la mala imagen que se tiene de un
maestro imagen que ha creado la sociedad sin saber lo que realmente significa ser un
maestro. Así que puse todas mis esperanzas en una sola ficha, en un solo examen, una
sola meta, sabía de antemano que si no lo lograba significaría un golpe anímico muy
fuerte para mí ya que es un sueño que deseo convertir en una realidad.
Mi primo Adrian que estudia actualmente en el IESEN-LCR me mando la convocatoria y
decidí sacar ficha. Cuando me dijo el costo de la ficha se me hizo muy elevado ya que no
cuento con un nivel económico alto pero eran tantas mis ganas que decidí correr el riesgo,
sabía que si no quedaba ese dinero sería algo perdido y no podía darme el lujo de hacerlo.
El primer día para sacar las fichas acudí desde mi rancho Diez de Abril muy temprano y mi
hermana me llevo a la normal ya que yo no conozco Lerdo. Al llegar di mis papeles, pague
la ficha y conteste una entrevista, me dieron una guía. Al llegar a mi casa los días
posteriores descargue la guía interactiva pero debido a las exigencias de mi prepa casi no
tenía tiempo de repasarla.
2. El día del examen estaba muy nerviosa y conteste lo mejor que pude. Deseaba quedar
desde el fondo de mi corazón. Paso el tiempo y el día de los resultados yo no pude venir a
verlos por cuestiones de dinero, pero un primo fue por mí y cuando me hablo para darme
la noticia sentí una emoción tan grande y mis ojos se llenaron de lágrimas, de esas
lagrimas de felicidad.
Después con todo el esfuerzo de mis padres ellos juntaron para mi inscripción y para el
uniforme, a pesar del gasto tan grande ellos siempre me han dicho que es la mejor
herencia que me pueden dejar y yo me siento muy agradecida con ellos por su apoyo y
amor incondicional.
El día que me tenía que venir y dejar mi casa al llegar el autobús llore mucho sentía un
enorme nudo en la garganta fue un dolor muy inmenso el hecho de alejarme de mi familia
de la vida en el campo pero sabía que este sacrificio va a tener su recompensa.
Por fortuna mi esfuerzo valió la pena y ahora ocupo el lugar que muchas hubiesen querido
en este Instituto motivo por el cual mi compromiso es más grande hacia esta carrera.
Siento una gran responsabilidad con mi familia pero una más grande conmigo ya que es
un sueño que tengo que defender para poder lograrlo.