No hay duda que tenemos un reto de frente a la necesidad de cuidar de nuestra Casa Común cuando un sin número de acciones van deteriorando nuestra tierra, agua y aire, creyendo inagotables nuestras fuentes de vida a la par de un profundo egoísmo que no piensa en las generaciones que sufrirán cada vez más, de la pérdida de los bienes naturales.