1. ANGÉLICA SÁNCHEZ TORRES
20151187006
LIC. PEDAGOGÍA INFANTIL
CIUDAD, CIUDADANÍA E INFANCIAS
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
… “Reconocer que el amor es parte integral de la calidad tanto, del educador como de la
educación” Rosa María Torres, 1994, P.13).
¿ES POSIBLE EDUCAR SIN AMOR?
Un crimen llamado educación es un documental dirigido por el estadounidense Jürgen
Klaric un reconocido experto en ‘neuromarketing’, quien a partir de una extraña
enfermedad que asechaba su hija de tan solo 15, se dio a la tarea de indagar sobre el sistema
educativo durante dos años en 14 países alrededor del mundo, pues los fuertes dolores
estomacales de su hija entre otros síntomas, se debían a lo que hoy se conoce como “estrés
escolar”, dándose así, a la tarea de averiguar por qué y de qué manera estaban funcionando
los sistema educativos para que estos llegaran a desatar enfermedades como la que estaba
padeciendo su hija y quizá miles de jóvenes y niños más.
Fue así como consulto a muchas personas, expertos en educación, neuropsicólogos,
maestros, estudiantes, gobernantes, entre otros y visito los países que “mejor” sistema
educativo tienen, así como los que cuentan con un pésimo sistema educativo, entre ellos
Colombia, Bolivia, México, Singapur, Corea del sur y Finlandia, encontrando similitudes
entre todos estos.
Inicialmente se describe como el sistema educativo actual es el mismo que surgió a
mediados del siglo XVIII junto con la revolución industrial y con el fin de, además de ser
una “cárcel” y un recinto para mantener encerrados y lejos del mundo adulto a los niños y
niñas de la época, ser el lugar donde se les adiestraba para que fueran obreros y sirvieran al
mundo mercantil y capitalista. Lo cual no ha tenido cambios significativos en la actualidad,
pues en la escuela se sigue valorando el aspecto cognitivo, es decir en los procesos de
enseñanza y aprendizaje solo se tiene en cuenta las competencias lingüísticas, racionales y
matemáticas, incluso treinta años después de que Gardner propusiera la teoría de las
inteligencias múltiples, lo cual resulta inútil, pues si cada persona es diferente y cuenta con
capacidades diferentes a las de sus pares, ¿por qué el sistema educativo y los gobiernos se
empeñan en aplicar el mismo modelo educativo y educar a todos de la misma manera?
El deseo de homogenización por parte de la escuela sobre los estudiantes es solo una de sus
falencias, a esto se le suma la poca preparación docente en países como Colombia en el
cual la mayoría de los estudiantes de las licenciaturas no desean estar allí, y como bien lo
dice Freire (1994) en su tercera carta muchos de estos “vinieron a hacer el curso de
2. magisterio, porque no tuvieron otra posibilidad”, lo que desencadena una falta de
compromiso por el sector docente frente a sus prácticas pedagógicas y a la responsabilidad
de transformación que atañe a la escuela y a los maestros.
No obstante, los pocos que amamos y deseamos ser maestros por vocación nos vemos
enfrentados a un sistema educativo que no evoluciona, conforme a las necesidades de la
población y que por el contrario mantiene la trasmisión de conocimiento como eje
principal, desconociendo que los estudiantes son seres integrales, que más allá de
contenidos teóricos y conceptuales – no negando que son importantes- es necesario una
educación para el ser, que alimente tanto lo cognitivo, como lo emocional, lo anímico, lo
social y lo espiritual, es necesaria una educación contextualizada con las realidades
sociales, económicas, políticas y culturales de la región donde se vive.
Es por eso que los exámenes y las pruebas estandarizadas como el informe PISA son una
forma de “evaluación” obsoleta, que solo tienen en cuenta los resultados obtenidos en los
diferentes países, más no el contexto social, cultural, político, económico y las posibles
desigualdades dentro de estos ámbitos, lo cual resulta absurdo ya que la educación se nutre
de todos y cada uno de estos aspectos y es imposible estimar la educación sin considerar la
estrecha relación e interdependencia con los aspectos anteriormente nombrados.
Es así como se evalúa la información que se ha obtenido, pero no lo que se es capaz de
hacer con esa información, se evalúan resultados, más no procesos. En este orden de ideas
habría que preguntare si ¿es posible evaluar la calidad? Y si así fuera ¿Cuál sería la manera
adecuada?, dando prioridad una vez más a lo medible, sobre lo verdaderamente importante,
que en nuestro ideal, sería formar sujetos críticos y propositivos frente a lo que pasa su
alrededor, a partir de una verdadera educación ciudadana como la plantean Ruiz y Chaux
(2005) la cual implica “la reflexión intencionada sobre las finalidades y límites de la esfera
política y la preparación para la participación responsable en procesos sociales y políticos”
(p.19).
Es decir, el objetivo de la educación debe ser formar sujetos inteligentes en la medida en
que sepan usar toda la información obtenida en la escuela en pro de la trasformación de sí
mismos, de sus pares y de la sociedad, orientado a la armonía, a la justicia y el buen vivir,
todo esto enmarcado en el amor y en la busca de la felicidad que sí bien puede sonar un
poco utópico, es lo único que nos permite pensar que la educación, los maestros, el
gobierno, el estado, el mundo y la humanidad en algún momento pueden transformarse.
Termino con esta cita de Freire (1994) la cual resume en gran parte la crisis de la educación
y de los maestros en particular, en cuanto nos encerramos en la razón rechazando y
anulando lo verdaderamente esencial: el amor; entendiendo este como la búsqueda del
máximo bienestar del otro.
3. “No hay que tenerle miedo al cariño, no hay que cerrarse a la necesidad afectiva de los
seres impedidos de ser. Solo los mal amados y las mal amadas entienden la actividad
docente como un quehacer de insensibles, llenos de racionalismo, a un grado tal que se
vacían de vida y de sentimientos” (P.90).
Referencias bibliográficas.
Freire, Paulo .1994. Cartas a quien pretende enseñar. Editorial biblioteca
nueva.
Klaric, J. 2017. Un crimen llamado educación. BiiAFILMS. Recuperado de
http://www.uncrimenllamadoeducacion.com/
Ruiz, A.Chaux, E. 2005. La formación de competencias ciudadanas.
Asfocade. Bogotá