Los carnavales en Panamá conllevan varias consecuencias negativas a nivel social. Se incrementa la delincuencia, especialmente crímenes contra la moral por parte de menores y pandillas. También hay un aumento del desenfreno sexual y el uso de drogas, lo que resulta en embarazos no deseados en noviembre y conflictos familiares. Además, durante este periodo se pierde la ética y la moral, y las personas homosexuales y lesbianas tienden a exhibirse públicamente.