6. Se escriben con C:
1 Las terminaciones de los
diminutivos cito, ecito, cico, ecico,
cillo, ecillo y sus femeninos
correspondientes, salvo que se deriven
de palabras con s en la última
sílaba. Ejemplos: bracito, nuevecito,
hombrecico, airecillo.
2.- Las terminaciones cia, cie, cio. Son
excepciones algunos nombres propios
y palabras de origen griego, tales como
Rusia, Asia, Dionisio, gimnasio,
idiosincrasia, iglesia, anestesia,
magnesia, etc.
7. 3.- Los verbos que terminan en ciar, así como las
palabras de las cuales proceden y las que se
derivan de ellas. Se exceptúan los verbos ansiar,
extasiar, lisiar y sus derivados. Ejemplos:
Acariciar, beneficiar, presenciar.
4.- Los verbos que terminan en cer y cir, así como
los grupos ce y ci de los derivados de dichos
verbos. Solamente se escriben con s los
verbos ser, coser (con hilo y aguja), toser, asir y
sus compuestos, así como las palabras que de
ellos se derivan. Ejemplos: agradecer, zurcir.
5.- Los sustantivos terminados en ción, que se
derivan de palabras acabadas en to y
do. Ejemplos: bendito, bendición; erudito,
erudición. Hay otros sustantivos que terminan
en sión, pero están relacionados con palabras
que llevan s en la sílaba final.
8.
9. Se esciben con S:
1.- Las palabras que terminan
en sión, partícula que se escribe después
de l y r, ejemplos: propulsión, inmersión.
Excepciones: absorción, deserción,
insersión, porción y proporción.
2.- Las terminaciones ismo, ista.
Ejemplos: egoísmo, egoísta.
10. 3.- Los sustantivos que acaban
en sión, procedentes de adjetivos
terminados en so, sor,
sible o sivo. Ejemplos: adverso,
animadversión; agresor, agresión;
previsible, previsión; adhesivo,
adhesión.
4.- Las terminaciones esta,
esto. Ejemplos: manifiesta,
dispuesto.
11. 5.- Las terminaciones ísimo e ísima de
los superlativos. Ejemplos:
valentísismo, certísima.
6.- Los gentilicios terminados
en ense. Ejemplos: coahuilense,
hidalguense, jalisciense.
7.- La terminación sis. Ejemplos: análisis,
hipótesis, ósmosis, diéresis.
12.
13. Se escriben con Z:
1.- Los adjetivos terminados en az y oz,
llevan z al final. Ejemplos: capaz, atroz.
2.- La mayor parte de las palabras
terminadas en anza. Ejemplos:
bienaventuranza, lanza, chanza.
Excepciones más notables son gansa y
cansa (del verbo cansar).
14. 3.- La terminación azgo. Ejemplos:
noviazgo, hallazgo.
4.- El sufijo ez de los
patronímicos.Ejemplos: Hernández,
López.
15.
16. «Es una desgracia esto de tener que
servirse uno de las cosas ––pensó
Augusto––; tener que usarlas, el use
estropea y hasta destruye toda belleza.
La función más noble de los objetos es
la de ser contemplados. ¡Qué bella es
una naranja antes de comida! Esto
cambiará en el cielo cuando todo
nuestro oficio se reduzca, o más bien
se ensanche a contemplar a Dios y
todas las cosas en Él»
17. Lea sin pronunciar la “S”
––Me parece, don Augusto, que esa mujer
le está engañando a usted...
––Y a ti ¿qué te importa?
––Me importa todo lo de usted.
––Lo que quieres decir es que te estoy
engañando...
––Eso es lo que no me importa.
––¿Me vas a hacer creer que después de
las esperanzas que te he hecho concebir
no estás celosa?
––Si usted supiera, don Augusto, cómo me
he criado y en qué familia, comprendería
que aunque soy una chiquilla estoy ya
fuera de esas cosas de celos.
18. Identifica las C, S o Z que hagan falta
en el siguiente manuscrito
«E una de gra ia e to de tener que ervir
e uno de la o a ––pen ó Augu to––;
tener que u arla , el u e stropea y ha
ta de truye toda belle a. La fun ión má
noble de lo objeto s la de er
ontemplado ¡Qué bella e una naranja
ante de omida! E to ambiará en el
ielo uando todo nue tro ofi io e redu
a, o má bien e en an he a ontemplar
a Dio y toda la co a en Él»
19. Identifique los errores ortográficos con el
uso de la C, S y Z
––Vinimoz de lejoz, de muy lejos, huyendo, pero
hay cozas que van ciempre con
uno, que le rodean y envuelven como un ánimo
mizteriozo. Mi pobre mujer...
––Sí, en el roztro de zu ceñora ce adivina toda una
vida de...
––De martirio, dígalo uzted. Puez bien, amigo don
Augusto, uzted ha zido, no cé bien por qué, por
una zierta oculta cimpatía, quien mayor afecto,
máz sompazión
--acazo nos ha mostrado, y yo, para figurarme una
ves máz que me libro de un peco, voy a confiarle
mis dezdichas. Esa mujer, la madre de miz hijos,
no ez mi mujer.
20. Lea omitiendo la “S” por la “Z”
Suele ser costumbre al final de las novelas y
luego que muere o se casa el héroe o
protagonista dar noticia de la suerte que
corrieron los demás personajes. No la vamos
a seguir aquí ni a dar por consiguiente noticia
alguna de cómo les fue a Eugenia y Mauricio,
a Rosario, a Liduvina y Domingo; a don
Fermín y doña Ermelinda, a Víctor y su mujer y
a todos los demás que en tomo a Augusto se
nos han presentado, ni vamos siquiera a decir
lo que de la singular muerte de este sintieron y
pensaron.
Sólo haremos una excepción y es en favor del
que más honda y más sinceramente sintió la
muerte de Augusto, que fue su perro, Orfeo.
21. Lee este manuscrito agregando la “S” al
final de todas las palabras
Domingo y Liduvina recogieron luego
al pobre perro muerto a los pies de su
amo, depurado como este y como él
envuelto en la nube tenebrosa. Y el
pobre Domingo, al ver aquello, se
enterneció y lloró, no se sabe bien si
por la muerte de su amo o por la del
perro, aunque lo más creíble es que
lloró al ver aquel maravilloso ejemplo
de lealtad y fidelidad.