2. Nació el 12 de enero en Kaunas (Lituania), hijo de
una familia judía burguesa. Desde pequeño aprendió
el hebreo y estudió el talmud. En 1.914 emigra a
Karkhov (Ucrania) debido a la primera guerra mundial,
donde vive la revolución bolchevique. Más tarde en
1.927 conoció a Maurice Blanchot y durante su
estadía en Friburgo cursa filosofía con Husserl y
Heiddeger.
Durante el período del año de 1.940 prácticamente
toda su familia es masacrada por los nazis, excepto
su esposa e hija que se encontraban escondidas en
un monasterio en Orleáns.
3. Difundió la fenomenología alemana en Francia.
Consagró su vida y su obra a la reconstrucción del
pensamiento ético después de la II guerra mundial.
Desarrollo su trabajo en Francia e Italia. Se encuentra
entre los grandes pensadores del siglo XX; su
pensamiento interpreta tanto a filósofos como
teólogos.
Propone una nueva visión de la relación social y ser
consciente que somos seres relacionales y que sin el
otro no somos nada; estaríamos vacíos.
4. Lévinas al observar que los filósofos occidentales habían creado
una filosofía preocupada por el ser (la esencia) que ignora al otro
(sujeto); olvidaron a su vez los sentimientos, dignidad, etc de la
persona. Dicho de otra forma fueron formando un mundo de
violencia, egoísmo, individualismo, ignorando los aspectos básicos
del carácter ético. (Aquí surge la Alteridad).
Entonces concluyó que la base de la violencia era el interés y que
este “interés” debíamos convertirlo en desinterés, es decir sin
esperar nada a cambio. Todo comienza analizando el significado
que Sócrates le da a la filosofía “Amor a la sabiduría” y modificarlo
(inversa) “La sabiduría que nace del amor”.
Siempre debemos tener en cuenta al otro ya que el “YO” es
resultado de que alguien nos haya cuidado. A partir de este
momento se utilizó el enunciado “Soy amado, soy nombrado, luego
soy”.
5. En relación “Yo-Otro” el yo se presenta como algo infinito, con relación
al otro se hace más evidente a través de elementos como la
proximidad, responsabilidad y la sustitución. La cercanía con el otro no
es con el simple hecho de conocerlo y ya, está basado en un sentido de
que “El otro me afecta, y me importa”.
La relación del otro con el yo se da a través del lenguaje, el cual
establece una estrecha y profunda relación entre el lenguaje y la ética
(el lenguaje nos es pura comunicación de contenidos, es la relación de
responsabilidad con el otro).
La relación también la podemos observar a través del rostro del otro, lo
que quiere decir, que el rostro no s simplemente la cara, sino que
genera la presencia del otro, nos es una presencia visual, es más bien
auditiva; no es cuestión de mirarlo con conciencia sino de escucharlo
con el alma.
Por otra parte NO solo está el “yo-otro” sino que hay un tercero. Lo
podríamos ver como:
-Para comparar a los otros es necesario que alguien juzgue, para juzgar
hace falta una institución y para que haya una institución se requiere un
Estado.
6. “Somos libres cuando conocemos y reconocemos lo
que somos, cuando somos conscientes de la
esencia que poseemos y la dignidad humana que
nos caracteriza, enalteciendo nuestra propia
autoestima, desarrollando valores así como la
dignidad moral y definiendo lo que queremos ser y
qué haremos para conseguirlo”.
~Emmanuel Lévinas