10. El joven no necesita que hablemos de un Dios que viene de fuera... Necesita que hablemos de un Dios que es real y presente en su propia historia, en su propio modo de ser joven… Deseando brotar y dejar de ser un grito silenciado…
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17. En ellos y ellas reconocemos: L a dimensión teológica de la amistad: placentera, apasionante y gratuita … la experiencia de la alteridad en todo su misterio: salir de sí para que otro/a entre en nuestro interior … (Juan)
18.
19.
20. El proyecto de Jesus … El Reino construyendose desde … con y para los jovenes
21.
22.
23. Si la encarnación nos pide ser fieles al joven concreto, ahora se nos pide ser fieles a la propuesta cristiana: el Dios que salva y da sentido a la historia humana.