1. LISTA DE LOS MINERALES MAGNÉTICOS
Propiedades Magnéticas (Magnetismo)
Ante un campo magnético, las sustancias pueden presentar los siguientes
comportamientos:
SUSTANCIAS MAGNÉTICAS son atraídas o repelidas:
FERROMAGNÉTICAS y PARAMAGNÉTICAS: Son atraídas.
DIAMAGNÉTICAS: Son repelidas.
SUSTANCIAS NO MAGNÉTICAS no son influidas:
Las sustancias que presentan poca permeabilidad magnética han de ser
introducidas en campos magnéticos de gran intensidad para que su
comportamiento sea observable.
En 1948, Taggart estableció una clasificación de los minerales basándose en su
permeabilidad magnética relativa al hierro, el cual se considera como la
sustancia más magnética, como se muestra en la siguiente tabla:
TIPO DE MAGNETISMO MINERAL PERMEABILIDAD RELATIVA
Hierro 100
Magnetita 40,18
Ferromagnéticos
Franklinita 35,38
Ilmenita 24,7
Pirrotina 6,69
Siderita 1,82
Paramagnéticos Hematites 1,32
Goethita 0,84
Pirolusita 0,71
Granates 0,4
Diamagnéticos
Cuarzo 0,37
2. Cerusita 0,3
Pirita 0,23
Dolomita 0,22
Mispiquel 0,15
Magnesita 0,15
Calcopirita 0,14
Yeso 0,12
Cinabrio 0,1
Cuprita 0,08
Smithsonita 0,07
Ortosa 0,05
Galena 0,04
Calcita 0,03
El uso de cada uno de estos reactivos debe estar condicionado por el tipo de
disolvente que se haya usado para tratar al mineral. Por ejemplo, si el mineral se
ha disuelto en ácido clorhídrico (ClH), no se debe añadir nitrato de plata, pues
aparece un precipitado blanco de cloruro de plata (ClAg) causado por los
cloruros del citado ácido. Por supuesto, tampoco debe añadirse el propio ácido
clorhídrico como reactivo general:
Ácido clorhídrico (diluido)
Ácido sulfúrico (diluido)
Hidróxido sódico o potásico
Hidróxido amónico (solución acuosa de amoniaco)
Carbonato sódico
Carbonato amónico
Ferrocianuro potásico
Cloruro de bario
Nitrato de plata
3. Sulfuro de sodio o ácido sulfhídrico
Cianuro potásico (sólo en medios no ácidos)
Peróxido de hidrógeno
Yoduro potásico
Después del uso de los reactivos generales quedarán descartados un buen
número de iones y unos sólo unos pocos serán probables. Para terminar de
concretar se recurre a los reactivos específicos de cada una de las entidades.
Una vez encontrada la composición química cualitativa, puede determinarse la
mineralogía de la muestra objeto de estudio mediante sus propiedades físicas. Sin
embargo, ello no es siempre posible y hay que llegar a conocer la composición
cuantitativa para conocer la fórmula. Pero incluso, conociendo la composición
química o la fórmula, no siempre se identifica la especie por completo (esto
ocurre fundamentalmente en los silicatos) y hay que determinar la estructura.