Constantinopla, ahora conocida como Estambul, fue la capital de varios imperios a lo largo de la historia, incluyendo el Imperio Romano, el Imperio Bizantino y el Imperio Otomano. Ubicada estratégicamente entre Europa y Asia, Constantinopla fue durante mucho tiempo la mayor y más rica ciudad de Europa hasta que fue conquistada por el Imperio Otomano en 1453, marcando el fin del Imperio Bizantino.