2. Introducción
"La conciencia es el atributo más complejo y difícil de comprender del sistema nervioso
central.
Se ha conceptualizado como un proceso activo, mediante el cual se incorporan los
elementos de la vida psíquica, dando como resultado una experiencia mental consciente, en
otras palabras, cuando una persona se da cuenta de lo que le ocurre y sucede en su entorno."
(Dr. M. Sierra 2003)
Un proceso clínico que permite visualizar la complejidad que abarca la conciencia, es la
disociación, especialmente el trastorno de personalidad múltiple.
Pierre Janet, fue pionero en teorizar que la persona bajo hipnosis realmente no tenía una
conciencia íntegra, sino que la misma estaba fragmentada, “desagregada”.
Frederic Myers, estimulado por los estudios de Pierre Janet, opinaba que la mente humana
era capaz de sostener varias conciencias en una sola persona, de manera que se explicaban
las declaraciones de eventos diabólicos, que ocurrían en estados de trance. (Méndez 2009)
“ErnestHilgard, profesor de la Universidad de Stanford, estaba demostrando la sordera
hipnótica a sus alumnos de pregrado. Había hipnotizado a un alumno voluntario, y le
instruyó acerca de que una vez le tocara el hombro sería incapaz de escuchar nada y tras un
segundo toque volvería a oír. En efecto, tras el primer toque el sujeto dejó de oír y no
reaccionó ni al estruendo de bloques de madera que se golpeaban cerca de su oído. El
explicó que la sordera era funcional, puesto que sus oídos funcionaban bien. Uno de los
estudiantes hipotetizó en ese momento que el sujeto debía estar escuchando en algún otro
nivel. Para corroborarlo Hilgard pidió al sujeto hipnotizado que levantara el dedo índice de
su mano derecha si la respuesta era sí, que había una parte de él que estaba oyendo y
procesando la información. Al cabo de unos segundos el sujeto levantó el dedo índice e
inmediatamente dijo, "por favor restaure mi audición de tal forma que usted pueda decirme
3. lo que hizo. Yo sentí que mi dedo se levantaba en forma involuntaria, así que usted debe
haber hecho algo para que se alzara”. (Méndez 2011)
Entonces podemos afirmar que hay una fuente de recepción de información activa, pese a
que el individuo se encuentre bajo hipnosis, pudiendo retomar la teoría de Jannet, “donde la
idea de la conciencia unificada es una ilusión”.
Incorporando el conocimiento anterior, la disociación es un mecanismo omnipresente en el
funcionamiento mental (Méndez 2011), dado que siempre hay alguna parte que se
encuentra despierta.
Sin embargo, ¿cuál es la postura actual respecto a tratamiento de la enfermedad?
4. En el trastorno disociativo, hay una disgregación de la conciencia, de la memoria y de la
autopercepción, llevando al individuo a no conocer su entorno, a manifestar estados de
“des-realización”, y finalmente a despersonalizarse, es decir, a separarse de sí mismo.
Aterrizando conceptos, surge la pregunta ¿en qué cantidad afecta el trastorno a nuestro
país? En México, atendiendo el estudio de García et al (2006), muestra que la prevalencia
del trastorno es de 38% en una muestra de 100 personas, a pesar de la muestra tan pequeña,
no hubo discrepancia con otros estudios revisados por la asociación mexicana de
psiquiatría, no obstante, los números llaman la atención: hay 38 personas con disociación
de cada 100 mexicanos, aquí surge la primera cuestión.
Con un porcentaje tan alto de personas con trastorno es necesario mejorar la calidad de los
tratamientos puesto que la enfermedad es degenerativa y simplemente no es posible dejar
que las personas estén generando tantas conciencias como días hay en el año, de acuerdo a
diversos libros y opiniones psiquiátricas, no hay tratamiento que satisfaga, ni farmacológico
o psicoterapéutico a pesar que el DSM IV, manual universal de psiquiatría,
recomiendatratamientos paliativos como la necesidad de mantener al paciente informado
respecto a la naturaleza de los síntomas, psicoeducar a los mismos indicándoles la mejor
forma de evitar y manejar una crisis amnésica e histérica, deben hacer hincapié en tratar
adecuadamente la comorbilidad psiquiátrica como depresión, insomnio, etc.
Existe un apartado para la psicoterapia,que es un tratamiento fundamental y fomenta la auto
ayuda, ciertas técnicas como la hipnosis, sugestión o entrenamiento autógeno están
indicados en los trastornos, no se descarta el empleo de tratamiento farmacológico, sin
embargo aclara que es de uso sintomático, generalmente empleados ansiolíticos y
antidepresivos. (Ortuño 2009)
Cabe mencionar que diversos fármacos antidepresivos, pueden acelerar el proceso hacia la
despersonalización, como la fluoxetina, debido a la compensación de dopamina-serotonina
5. el fármaco no es efectivo para tratar la despersonalizacíon, a pesar de que la mayoría de los
psiquiatras emplean inhibidores de la serotonina para esta enfermedad. (Simeon 2004)
Respecto a teorías.
El DSM IV, aclara que tradicionalmente, el trastorno disociativo es referido como “la
evitación cognitiva” o la reducción del procesamiento del trauma.
Los pacientes con el trastorno tienen relaciones conflictivas, fragmentadas, alteraciones
afectivas, lagunas amnésicas, etc.
I.
Las guías oficiales y libros recomiendan la psicoterapia, que está conformada por dos fases,
la primera se desarrolla en diversas terapias psicoanalíticas que encaminan al tratamiento de
la patología, explican que la primera fase es solamente reconocimiento de la patología,
como un “mapeo psicoanalítico”. La segunda fase, es conformada por terapias y sesiones
de hipnosis en caso de que el paciente sea candidato al mismo.
Sin embargo, también aclaran sus limitaciones.
Los resultados varían de personas, dado que el trastorno no es homogéneo,
naturalmente, la variabilidad de las personalidades y de los pacientes, hacen difícil crear la
terapia adecuada para ellos. (DSM IV)
Mas allá del tratamiento, ninguna de estas terapias, por más especializadas que sean,
ofrecen explicaciones satisfactorias del origen del trastorno, (Livesley 2012) lo cual nos
hace pensar e incluso afirmar que el trastorno jamás cederá y que la persona deberá vivir
con ello por siempre.
6. II.
Otros estudios sostienen que el trastorno sí responde al tratamiento.
Todas las intervenciones psicoanalíticas, producen algún cambio. Todas.
Recordemos la teoría de Jannet “la conciencia asociada es una ilusión”, retomemos también
lo que menciona la psiquiatría tradicional “hay una evitación cognitiva”, la terapia está
centrada en la integración cognitiva y en psicoterapia psicodinámica, ambas pretenden
“traer un cambio estructural en la personalidad de los pacientes, la cual debe no solo
disminuir la conducta auto destructiva, sino reducir las personalidades psicopatológicas”
(Giesen-Bloo 2004) y naturalmente mejorar la calidad de vida.
Giesen-Bloo y su equipocompararon dos tipos de terapia, ladialéctico- conductualy la
centrada en transferencia, defendieron su estudio hacia las dos porque “ambas se notan
prometedoras, después de haber sido revisadas en un estudio piloto” y porque otros
estudios ya demostraban que acercamientos psicoterapéuticos especializados son más
efectivos que las habituales guías clínicas.
Los pacientes fueron diagnosticados con el trastorno, oscilaban de 18 a 60 años, recibieron
2 terapias a la semana de 50 minutos, los criterios para calificar el cambio eran:
comportamiento, cognición y experiencias que señalen la mejoría dentro de la terapia y en
la vida diaria, y concluyeron que es imposible que tres años en terapia no hagan un cambio
significativo en la personalidad de los pacientes.
“Todos redujeron síntomas disociativos y disfunciones psicológicas en general, aumentaron
la calidad de vida y hubo cambios estructurales en las personalidades múltiples”, ambas
terapias mostraron su efectividad a los12 meses de iniciadas y confirmaron que los
pacientes pueden ser motivados para continuar un tratamiento prologado, no obstante,
efectivo.
7. Conclusión
Los tratamientos no deben ser simplemente farmacológicos o como menciona el DSM IV,
paliativos, sino hacer énfasis en la psicoterapia y emplear los métodos efectivos de las
mismas, sin hacer mucho recelo en sus orígenes (ya sea la escuela francesa o la americana).
Las terapias deben incorporar métodos que sanen uno a uno los problemas de los pacientes,
por ejemplo: se sabe que los pacientes tienen problemas afectivos y por tanto sociales,
amnesias agudas, entonces los psicoanalistas deben crear una terapia que vaya controlando
uno a uno los problemas.
Sin embargo, alcanzo a visualizar el problema de la organización.
¿Cómo podrían realizar una buena terapia, tratando de integrar tantos conceptos, modelos e
intervenciones psicoanalíticas, en trastorno tan ambiguo como la disociación?
Por lo tanto entramos a otro conflicto. Se necesitarían muchos más criterios para
estandarizar la enfermedad y diagnosticarla, un ejemplo de su “laxitud clínica”, es que la
misma puede hacer diagnóstico diferencial con Alzheimer.
No descarto la posibilidad de que estas terapias sean cada vez mas empleadas, sin embargo,
por la investigación que realicé, aún falta mucho por estudiar.
“La mente es muy frágil, más aun, cuando se intenta indagar dentro de la misma.”
(A. Martínez)
Bibliografía
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