El documento trata sobre la estrategia de Lisboa de 2000 para reducir la pobreza y exclusión social en la Unión Europea. Aunque este objetivo no se ha logrado a nivel de países individuales ni de la UE en su conjunto, se han impulsado planes de inclusión social a nivel nacional, regional y local. Sin embargo, su implementación efectiva requiere una participación activa del nivel local. El documento enfatiza la importancia de los gobiernos locales para promover altos niveles de inclusión social.