22. El griego dijo: “Hay un solo Dios” El romano contestó: “es uno entre tres personas” El griego dijo: “estoy bajo la voluntad de Dios” El romano contestó: “Estamos en su poder”
23. Creo que merecen las leyes porque entienden y creen en la Trinidad
25. El griego dijo: “Te quebraré un ojo” El romano contestó: “yo te quebraré los ojos con dos dedos y los dientes con el pulgar” El griego dijo: “te daré tal palmada que los oídos te vibrarán” El romano contestó: “te daré tal puñetazo que no te alcanzará la vida para vengarte”
26. Cuando vio que la pelea era muy despareja el griego dejó de amenazarme y se retiró
27. No hay mala palabra si no es tomada a mal. Verá que es bien dicha si fue bien entendida. Moraleja