1. Consuelos de Dios Consuelen, consuelen a mi pueblo Is 40,1
2. ¿En quien pondré yo mis ojos sino en el pobre y contrito de corazón? Is 66,2
3. ¿Puede una madre dejar de querer al hijo de sus entrañas? ¡Yo nunca me olvidaré de ti! Is 49,15
4. Tú vales mucho a mis ojos Yo te aprecio y te amo muchísimo Is 43,4
5. Is 41,13 Yo, tu Dios, te tomo de la mano y te digo: No temas, que vengo a ayudarte
6. No se acuerden más de otros tiempos, ni sueñen ya más en las cosas del pasado. Pues voy a realizar una cosa nueva que ya aparece. ¿No la notan? Is 43,18-19
7. Con amor que no tiene fin me apiado de ti... Los cerros podrán correrse, pero yo no retiraré mi amor, ni se romperá mi alianza de paz contigo. Is 54,8.10
8. Como una hija a quien consuela su madre, así yo los consolaré a ustedes Is 66,13
9. Yo te desposaré para siempre. Nuestro matrimonio será santo y formal, fundado en el amor, la ternura, y la mutua fidelidad. Y así conocerás quién es Dios. Os 2,21-22
10. Ni las muchas aguas ni el fuego podrán apagar el amor Cant 8,7