29. Marie de Gournay Editora de las obras de Montaigne, quien la describe como su hija adoptiva, escribe “Igualdad entre hombres y mujeres” en 1622 y Grief des dames (Agravio de las mujeres) en 1626
30. Olimpia de Gouges (1748-1793) Ilustración, La Enciclopedia, Revolución francesa: 1788- Cahiers de doléances (cuadernos de quejas) 1789 -Pétition des femmes du Tiers Etat au Roi donde lamentaban su condición y sugerían el remedio más eficaz: una instrucción suficiente Olimpia de Gouges: “ Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana”, 1791: I - La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común. II - El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión. III - El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación que no es más que la reunión de la Mujer y el Hombre: ningún cuerpo, ningún individuo, puede ejercer autoridad que no emane de ellos. IV - La libertad y la justicia consisten en devolver todo lo que pertenece a los otros; así, el ejercicio de los derechos naturales de la mujer sólo tiene por límites la tiranía perpetua que el hombre le opone; estos límites deben ser corregidos por las leyes de la naturaleza y de la razón. …
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34. Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton En 1848, en el Estado de Nueva York, se aprobó la Declaración de Seneca Falls, uno de los textos fundacionales del sufragismo. Elizabeth Cady Stanton, la autora de La Biblia de las mujeres , y Susan B. Anthony, fueron dos de las más significativas sufragistas estadounidenses.
44. Consecución del voto femenino Nueva Zelanda lo aprobó en 1893, Australia en 1902. Finlandia aprobó el voto en 1906 y el resto de naciones escandinavas lo otorgaría ya en el momento álgido del sufragismo, Noruega (1913), en vísperas de la I Guerra Mundial, y al comienzo del conflicto Dinamarca e Islandia (1915). En Inglaterra se consigue el voto para las mujeres de 30 años, cinco más que la edad acordada para los varones, el 28 de mayo de 1917. Las feministas demasiado ocupadas por la guerra, aceptaron lo que se les daba y no verían equiparada su edad electoral con los varones hasta 1928. En EEUU, se consiguió el voto por Estados: Wyoming (1869), Utah (1870), Colorado (1893), Idaho (1896), Washington (1910), California (1911), Oregón, Arizona y Kansas (1912) y Nevada y Montana (1914). En 1913 Illinois concedió el voto a la mujer en las presidenciales sin ni siquiera consultar al electorado. Gracias a estas campañas, en 1917 fue elegida en Montana la primera congresista de los Estados Unidos, Jeanette Rankin, y se aprobó el sufragio femenino en Dakota del Norte, Ohio, Rhode Island, Nebraska y Michigan. En 1920 todos los Estados aprobaron el voto femenino Holanda y la Unión Soviética en 1917, Austria, Polonia, Checoslovaquia y Suecia en 1918, Sudáfrica en 1930, España en 1931, Brasil en 1934, Rumania en 1935 o Filipinas en 1937. En Francia, en 1946. En España , curiosamente fue la dictadura la que concedió los primeros derechos políticos a las mujeres. El Estatuto Municipal (9 de marzo de 1924), otorgaba el voto a las mujeres en las elecciones municipales con muchas restricciones: sólo podían votar las emancipadas mayores de 23 años, las casadas y las prostitutas quedaban excluidas. Luego con motivo de un plebiscito, organizado por la Unión Patriótica para mostrar adhesión al régimen en el tercer aniversario del golpe, se permitió emitir el voto a los españoles mayores de 18 años sin distinción de sexo. En la II República , por un decreto de 8 de mayo de 1931 el Gobierno provisional concedió el voto a todos los hombres mayores de 23 años y declaró elegibles a las mujeres y los clérigos. Así, en los comicios a Cortes constituyentes del 28 de junio, fueron elegidas dos diputadas, ambas por Madrid, Clara Campoamor (Partido Radical) y Victoria Kent (Izquierda Republicana), que el 14 de julio ocuparon sus escaños junto a 463 diputados varones. En octubre del 31 se consiguió el voto para las mujeres . La dictadura franquista lo eliminó durante 40 años… ( Mª CARMEN ARCE )
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55. La diversidad de las fugas y resistencias de las mujeres a los diferentes patriarcados (obra de Betty Saar)
64. ESTA PUENTE, MI ESPALDA Voces de mujeres tercermundistas en los EEUU Cherríe Moraga, autora de la edición Ana Castillo y Norma Alarcón, traductoras Antología de ensayos, narraciones personales y poemas escritos por mujeres de ascendencia chicana, latina, indígena, asiática y africana --en suma, mujeres de color-- que viven en los Estados Unidos. Esta puente, mi espalda es la traducción y adaptación al español de la antología This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women of Color que redactaron y recopilaron Cherríe Moraga y Gloria Anzaldúa, chicanas geniales e innovadoras de familias humildes. Las múltiples autoras de Esta puente, mi espalda manifiestan una amplia variedad de perspectivas culturales y planteamientos de feminismo que van mucho más allá de las preocupaciones de feministas de las clases profesionales y adineradas. "El término mujeres de color incluye a las de ascendencia asiática, africana, latinoamericana e indígena norteamericana, quienes así se distinguen políticamente de la cultural dominante", según se comentó en la revista fem , voz de feminismo mexicano. "En un marco feminista denuncian y analizan el racismo existente en la sociedad norteamericana, incluyendo los grupos feministas dominados por mujeres blancas, y el sexismo que permea la vida y las organizaciones políticas de los grupos étnicos a los que pertenecen. Es un libro enriquecedor. A través de su lectura las mujeres feministas de Latinoamérica podemos identificar el racismo que también permea nuestras sociedades y que tratamos de disimular, de mantener oculto, pero que afecta nuestras relaciones personales y políticas, como las afecta el clasismo...que inhibe nuestra solidaridad, la homofobia, que sienten incluso algunas lesbianas y el sexismo del que muchas no se han podido liberar y que ejercen contra sí mismas y contra las demás." Las redactoras chicanas de Esta puente, mi espalda han reavivado la forma femenina de "puente" que se vio en la poesía del castellano antiguo.
73. “Cuerpos sexuados que ya no son ni superficie plana ni esencia naturalizada, sino lugar de implosión, de condensación, de componenda, de discursos, relaciones de poder, estrategias, materia y cartografías múltiples e inestables” Elena Casado