1. DESARROLLO COGNITIVO
Probablemente, la teoría más citada y conocida sobre desarrollo cognitivo en niños es la de Jean Piaget (1896-1980). La teoría de Piaget mantiene que los
niños pasan a través de etapas específicas conforme su intelecto y capacidad para percibir las relaciones maduran.
Estas etapas se desarrollan en un orden fijo en todos los niños, y en todos los países. No obstante, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. Las
etapas son las siguientes:
Etapa sensoriomotora.
Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, conforme los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su
capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos
objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía
existe ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en
esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a “aparecer”. Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto,
que es uno de los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la
capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla
hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.
Etapa preoperacional.
Comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete años. Durante esta etapa, los niños aprenden
cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa es tá marcada por el
2. egocentrismo, o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella. También cree
n que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc.
Un segundo factor importante en esta etapa es la Conservación, que es la capacidad para entender que la cantidad no cambia cuando la forma cambia.
Es decir, si el agua contenida en un vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños en esta etapa creerán que el vaso más alto contiene
más agua debido solamente a su altura.
Esto es debido a la incapacidad de los niños de entender la reversibilidad y debido a que se centran en sólo un aspecto del estímulo, por ejemplo la altura, sin
tener en cuenta otros aspectos como la anchura.
Etapa de las operaciones concretas
3. Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está marcada por una disminución gradual del pensamiento egocéntrico y por
lacapacidad creciente de centrarse en más de un aspecto de un estímulo. Pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y
un perro grande siguen siendo ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de dinero.
Sólo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos(aquellos que han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos
imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místicos para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que
desarrollarse.
Etapa de las operaciones formales
En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los niños comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo y a utilizar
la lógica formal. Pueden aplicar la reversibilidad y la conservación a las situaciones tanto reales como imaginadas. También desarrollan una mayor comprensión
del mundo y de la idea de causa y efecto.
Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a prueba para encontrar la solución a un problema.
4. Otra característica del individuo en esta etapa es su capacidad para razonar en contra de los hechos. Es decir, si le dan una afirmación y le piden que la utilice
como la base de una discusión, es capaz de realizar la tarea. Por ejemplo, pueden razonar sobre la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si el cielo fuese rojo?”.
Vía: Tallergusmate
LA TEORÍA DE LAWRENCE KOHLBERG
5. Kohlberg comparte con Piaget la creencia en que la moral se desarrolla en cada individuo pasando por una serie de
fases o etapas. Estas etapas son las mismas para todos los seres humanos y se dan en el mismo orden, creando
estructuras que permitirán el paso a etapas posteriores. Sin embargo, no todas las etapas del desarrollo moral surgen
de la maduración biológica como en Piaget, estando las últimas ligadas a la interacción con el ambiente. El desarrollo
biológico e intelectual es, según esto, una condición necesaria para el desarrollo moral, pero no suficiente. además,
según Kohlberg, no todos los individuos llegan a alcanzar las etapas superiores de este desarrollo.
El paso de una etapa a otra se ve en este autor como un proceso de aprendizaje irreversible en el que se adquieren
nuevas estructuras de conocimiento, valoración y acción. Estas estructuras son solidarias dentro de cada etapa, es
decir, actúan conjuntamente y dependen las unas de la puesta en marcha de las otras. Kohlberg no encuentra razón
para que, una vez puestas en funcionamiento, dejen de actuar, aunque sí acepta que se produzcan fenómenos de
desajuste en algunos individuos que hayan adquirido las estructuras propias de la etapa de un modo deficiente. En
este caso los restos de estructuras de la etapa anterior podrían actuar aún, dando la impresión de un retroceso en el
desarrollo.
Kohlberg extrajo las definiciones concretas de sus etapas del desarrollo moral de la investigación que realizó con
niños y adolescentes de los suburbios de Chicago, a quienes presentó diez situaciones posibles en las que se daban
problemas de elección moral entre dos conductas. El análisis del contenido de las respuestas, el uso de razonamientos
y juicios, la referencia o no a principios, etc. -se analizaron treinta factores diferentes en todos los sujetos- fue la fuente
de la definición de las etapas. Posteriormente, y para demostrar que estas etapas eran universales, Kohlberg realizó
una investigación semejante con niños de una aldea de Taiwan, traduciendo sus dilemas morales al chino y
adaptándolos un poco a la cultura china.
El desarrollo moral comenzaría con la etapa cero, donde se considera bueno todo aquello que se quiere y que gusta
al individuo por el simple hecho de que se quiere y de que gusta. Una vez superado este nivel anterior a la moral se
produciría el desarrollo según el esquema que presentamos a continuación.
6. Nivel I: moral preconvencional.
Etapa 1: el castigo y
la obediencia
(heteronomía).
El punto de vista propio de esta etapa es
el egocéntrico, no se reconocen los
intereses de los otros como diferentes a
los propios. Las acciones se consideran
sólo físicamente, no se consideran las
intenciones, y se confunde la perspectiva
de la autoridad con la propia.
Lo justo es la obediencia ciega a la
norma, evitar los castigos y no causar
daños materiales a personas o cosas.
Las razones para hacer lo justo evitar el castigo y el poder superior las autoridades.
Etapa 2: el propósito
y el intercambio
(individualismo).
La perspectiva característica de esta
etapa es el individualismo concreto. Se
desligan los intereses de la autoridad y
los propios, y se reconoce que todos los
individuos tienen intereses que pueden no
coincidir. De esto se deduce que lo justo
es relativo, ya que está ligado a los
intereses personales, y que es necesario
un intercambio con los otros para
conseguir que los propios intereses se
satisfagan.
Lo justo en esta etapa es seguir la
norma sólo cuando beneficia a alguien,
actuar a favor de los intereses propios y
dejar que los demás lo hagan también.
La razón para hacer lo justo es las propias necesidades en un el que se tiene que reconocer demás también tienen sus necesidades
e intereses.
Nivel II: moral convencional.
Etapa 3:
expectativas,
relaciones y
conformidad
interpersonal
(mutualidad).
La perspectiva de esta etapa consiste en
ponerse en el lugar del otro: es el punto
de vista del individuo en relación con
otros individuos. Se destacan los
sentimientos, acuerdos y expectativas
compartidas, pero no se llega aún a una
generalización del sistema.
Lo justo es vivir de acuerdo con lo que
las personas cercanas a uno mismo
esperan. Esto significa aceptar el papel
de buen hijo, amigo, hermano, etc. Ser
bueno significa tener buenos motivos y
preocuparse por los demás, también
significa mantener relaciones mutuas de
confianza, lealtad, respeto y gratitud.
La razón para hacer lo justo es necesidad que se siente de ser buena persona ante sí mismo demás, preocuparse por los demás consideración de que, si uno el lugar del otro, quisiera que se portaran bien.
Etapa 4: sistema
social y conciencia
(ley y orden).
El punto de vista desde el cual el
individuo ejerce su moral se identifica en
esta etapa con el del sistema social que
define los papeles individuales y las
reglas de comportamiento. Las relaciones
individuales se consideran en función de
su lugar en el sistema social y se es
capaz de diferenciar los acuerdos y
Lo justo es cumplir los deberes que
previamente se han aceptado ante el
grupo. Las leyes deben cumplirse salvo
cuando entran en conflicto con otros
deberes sociales establecidos. También
se considera como parte de lo justo la
contribución a la sociedad, grupo o
instituciones.
Las razones para hacer lo que son mantener el funcionamiento instituciones, evitar la disolución sistema, cumplir los imperativos conciencia (obligaciones aceptadas) mantener el autorrespeto.
7. motivos interpersonales del punto de vista
de la sociedad o del grupo social que se
toma como referencia.
Nivel III: moral postconvencional
o basada en principios.
Las decisiones morales en este nivel tienen
su origen en el conjunto de principios,
derechos y valores que pueden ser
admitidos por todas las personas que
componen la sociedad, entendiéndose ésta
como una asociación destinada a
organizarse de un modo justo y beneficioso
para todos sin excepción.
Etapa 5: derechos
previos y contrato
social (utilidad).
En esta etapa se parte de una
perspectiva previa a la de la sociedad: la
de una persona racional con valores y
derechos anteriores a cualquier pacto o
vínculo social. Se integran las diferentes
perspectivas individuales mediante
mecanismos formales de acuerdo,
contrato, imparcialidad y procedimiento
legal. Se toman en consideración la
perspectiva moral y la jurídica,
destacándose sus diferencias y
encontrándose difícil conciliarlas.
Lo justo consiste en ser consciente de
la diversidad de valores y opiniones y
de su origen relativo a las
características propias de cada grupo y
cada individuo. Consiste también en
respetar las reglas para asegurar la
imparcialidad y el mantenimiento del
contrato social. Se suele considerar una
excepción por encima del contrato
social el caso de valores y derechos
como la vida y la libertad, que se ven
como absolutos y deben, por tanto,
respetarse en cualquier sociedad,
incluso a pesar de la opinión
mayoritaria.
La motivación para hacer lo justo obligación de respetar el pacto para cumplir y hacer cumplir las beneficio propio y de los demás,
protegiendo los derechos propios ajenos. La familia, la amistad, confianza y las obligaciones laborales sienten como una parte más de contrato aceptado libremente. interés en que las leyes y deberes basen en el cálculo racional de general, proporcionando el mayor para el mayor número de personas.
Etapa 6: principios
éticos universales
(autonomía).
En esta última etapa se alcanza por fin
una perspectiva propiamente moral de la
que se derivan los acuerdos sociales. Es
el punto de vista de la racionalidad, según
el cual todo individuo racional reconocerá
el imperativo categórico de tratar a las
personas como lo que son, fines en sí
mismas, y no como medios para
conseguir ninguna ventaja individual o
social.
Lo que está bien, lo justo, es seguir los
principios éticos universales que se
descubren por el uso de la razón. Las
leyes particulares y acuerdos sociales
son válidos porque se basan en esos
principios y, si los violaran o fueran en
contra de ellos, deberá seguirse lo
indicado por los principios. Los
principios son los principios universales
de la justicia: la igualdad de derechos
de los seres humanos y el respeto a su
dignidad de individuos. Éstos no son
únicamente valores que se reconocen,
sino que además pueden usarse
eficientemente para generar decisiones
concretas.
La razón para hacer lo justo es racionalmente, se ve la validez principios y se llega a un compromiso
con ellos. Este es el motivo de hable de autonomía moral en
8. ACTIVIDAD 1: ¿A qué etapa del desarrollo moral según Kohlberg corresponden las siguientes frases?: "Te doy para que me des", "no quiero que me
castiguen", "tenemos que casarnos, todo el mundo sabe que estamos juntos", "es necesario mantener el orden social", "no debes defraudar a tus padres", "no
me conviene hablar todavía", "hice lo que debía", "todos tenemos unos derechos". Justifica tus respuestas.
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Desarrollo moral según Piaget[editar]
Piaget se basó en dos aspectos del razonamiento moral para formular su teorías: el respeto por las reglas y la idea de justicia de los niños. Con base
en las respuestas que los niños daban a sus preguntas, Piaget estableció varias etapas de desarrollo moral. Esta forma de entender el proceso moral
se conoce como teoría cognitiva-evolutiva, y de manera simple: busca entender la moralidad de adentro hacia afuera, como entendimiento del sujeto
que luego se expresa en sus actitudes. Piaget explicó, que para entender la moralidad del sujeto no solo es necesario ahondar en su discurso –
principio que regía muchas de las investigaciones de lo moral en su época-, sino que era esencial definir su estructura cognitiva, es decir, la lógica y
los patrones de pensamiento que rigen el entendimiento moral básico del individuo.
Etapa premoral[editar]
Esta etapa abarca los cinco primeros años de la vida del niño, cuando aún no tiene mucha conciencia o consideración por las reglas. De los dos a los
seis años los niños son capaces de representar las cosas y las acciones por medio del lenguaje, esto les permite recordar sus acciones y relatar sus
intenciones para el futuro. Sin embargo, no pueden aún realizar razonamientos abstractos, por lo que no pueden comprender el significado de las
normas generales. Esto hace que las vean como cosas concretas imposibles de variar que se han de cumplir en su sentido literal. Estas normas son,
además, exteriores a los niños, impuestas por los adultos, por lo tanto la moral se caracteriza en esta fase de desarrollo por la heteronomía.
Etapa heterónoma o del realismo moral[editar]
Esta etapa se da entre los 5 y los 10 años. Los niños en esta edad tienden a considerar que las reglas son impuestas por figu ras de autoridad
poderosas, como podrían ser sus padres, Dios o la policía. Piensan además que las normas son sagradas e inalterables, abordan cualquier asunto
9. moral desde una perspectiva dicotómica de bien o mal, y creen en una justicia inminente, es decir, que piensan que cualquier mal acto, tarde o
temprano será castigado. De los siete a los once años, los niños adquieren la capacidad de realizar operaciones mentales con los objetos que tienen
delante. No pueden aún hacer generalizaciones abstractas pero se dan cuenta de la reversibilidad de algunos cambios físicos y de las posibilidades
del pensamiento para detectar relaciones entre las cosas. Las normas dejan de ser vistas como cosas reales que tienen su origen en una autoridad
absoluta y exterior -los adultos- y comienzan a basarse en el respeto mutuo entre los compañeros de juego, los iguales. De aquí surge la noción de la
convencionalidad de las normas o reglas de los juegos, que son vistas como productos de acuerdos entre los jugadores. Surgen sentimientos
morales como la honestidad -necesaria para que los juegos funcionen- y la justicia.
Etapa autónoma[editar]
A partir de los 10 años los niños ya se percatan de que las reglas son acuerdos arbitrarios que pueden ser impugnados y modificados con el
consentimiento de las personas a las que rigen. Creen que las reglas pueden ser violadas para atender las necesidades humanas y tienen en cuenta
la intencionalidad del actor más que las consecuencias del acto. Han aprendido que algunos crímenes pasan desapercibidos y no son castigados. De
los doce años en adelante los niños sufren cambios biológicos y psicológicos radicales. Se produce la maduración sexual, pero también una
maduración biológica general que potencia el desarrollo intelectual y moral. Los niños, en esta etapa, se convierten en adolescentes y sus estructuras
de conocimiento permiten ya las generalizaciones y la realización de operaciones mentales abstractas. Los conceptos se integran en sistemas de
proposiciones y se aprende a pasar de lo particular a lo general y de lo general a lo particular. En esta etapa surgen sentimientos morales
personalizados, como la compasión o el altruismo, que exigen la consideración de la situación concreta del otro como un caso particular de la
aplicación de las normas. Gracias a esto, la rigidez de aplicación de las normas y conceptos morales, propia del estado anter ior, desaparece,
completándose el paso de la presión adulta al control individual de la propia conducta. El adolescente formula principios morales generales y los
afirma de un modo autónomo frente a las normas exteriores. El respeto a estas últimas se realiza de un modo personal.
Desarrollo moral según Kohlberg[editar]
Kohlberg descubrió que el razonamiento moral parece evolucionar y complicarse progresivamente a lo largo de la adolescencia y hasta la edad adulta
joven, ya que depende del desarrollo de ciertas capacidades cognitivas que evolucionan según una secuencia invariable de tres niveles, cada uno de
ellos compuesto de dos etapas morales distintas. Cada etapa refleja un método de razonamiento frente al planteamiento de dilemas morales.
10. Kohlberg afirmaba que a pesar del vínculo estrecho entre desarrollo moral y desarrollo cognitivo, el crecimiento de este último no era suficiente para
garantizar el desarrollo moral, y que la mayoría de los adultos nunca llegarían a pasar de la etapa 5 del desarrollo moral.
Moral preconvencional[editar]
Se da entre los 4 y los 11 años de edad. A esta edad las personas actúan bajo controles externos. Obedecen las reglas para ev itar castigos y obtener
recompensas o por egoismo.
Etapa 1[editar]
Esta etapa fue definida por Kohlberg como la de "orientación hacia el castigo y la obediencia". En esta etapa la bondad o maldad de un acto depende
de sus consecuencias.
Etapa 2[editar]
Esta etapa fue definida por Kohlberg como la de "hedonismo ingenuo". En esta etapa las personas siguen las reglas con fines egoístas. Se valoran
los actos en función de las necesidades que satisface. El niño todavía está enfocado en la moral material.
Moral convencional[editar]
Etapa 3[editar]
Definida por Kohlberg como la etapa de "orientación del niño bueno". En esta etapa los actos se valoran según complazcan, ayuden o sean
aprobados por los demás. Se evalúa la intención del actor y se tiene en cuenta las circunstancias. El niño entiende la recipr ocidad en términos de la
regla de oro (si tú haces algo por mi, yo haré algo por ti).
Etapa 4[editar]
Esta es la etapa de la "preocupación y conciencia sociales". En ella se toma en consideración la voluntad de la sociedad reflejada en la ley: lo
correcto es la obediencia a la norma, no por temor al castigo sino por la creencia de que la ley mantiene el orden social, po r lo que no debe
transgredirse a menos que haya un motivo que lo exija.
11. Moral postconvencional[editar]
Etapa 5[editar]
Se trata de la etapa de la "orientación del contrato social". Las personas piensan en términos racionales, valoran la voluntad de la mayoría y el
bienestar de la sociedad. Las leyes que comprometen los derechos humanos o la dignidad son consideradas injustas y merecen desafío. Sin
embargo, la obediencia a la ley se sigue considerando mejor para la sociedad a largo plazo.
Etapa 6[editar]
La sexta etapa del desarrollo moral según Kohlberg es la de "moralidad de principios éticos universales". El individuo define el bien y el mal basado
en principios éticos elegidos por él mismo, de su propia conciencia. Se basan en normas abstractas de justicia y respeto por todos los seres humanos
que trascienden cualquier ley o contrato social. Se actúa de acuerdo a normas interiorizadas y se actuará mal si se va en contra de estos principios.
Revisión de la teoría[editar]
Con el tiempo Kohlberg planteó una séptima etapa o etapa cósmica, propia de personas que alcanzan un razonamiento moral basado en un
pensamiento ético y religioso que envuelve una perspectiva y una vivencia cósmica y existencial de la vida y del mundo, reser vado para
personalidades como Gandhi , Martin Luther King o Martín Lutero. También rectificó sus afirmaciones de que no todos los adultos alcanzan las
máximas etapas de desarrollo moral: plantea Kohlberg que sí llegan, pero la aplican en diferentes planos y en circunstancias específicas de su vida.
Críticas[editar]
Carol Gilligan criticó la teoría del desarrollo moral de Kohlberg por considerar que esta teoría no representaba adecuadamente el razonamien to moral
femenino. Su crítica planteaba que las diferencias de género provocaba que niños y niñas adoptaran orientaciones morales d iferentes. Esta crítica no
ha sido respaldada por las investigaciones,[¿cuál?] las cuales descartan la existencia de sistemas de valores morales distintos basados en el género. La
teoría del desarrollo moral de Kohlberg es ampliamente aceptada por la comunidad científica. [cita requerida]
Fuentes[editar]