El documento describe las tres virtudes principales para vivir como un buen cristiano: fe, esperanza y caridad. La fe se refiere a creer en la palabra de Dios y en Jesucristo. La esperanza implica esperar ansiosamente conseguir lo que no se tiene a través de la fe en Dios. Finalmente, la caridad significa tener responsabilidad con la doctrina de Jesús y amar al prójimo.