Entrevista al R.P. Juan Carlos Di Camillo con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2009. Todos los derechos reservados . Comisión Internacional de Divulgación - RR. Teatinas.
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Entrevista P. Juan Carlos Di Camillo
1. “Hoy, más que nunca, la identidad de la persona consagrada
se fundamenta en vivir la normalidad
desde la intensidad de la mística…”
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Entrevista al R.P.JUAN CARLOS DI CAMILLO, C.R.
Prepósito Provincial de los Teatinos de Argentina
Coincidiendo con la Jornada Mundial de la Vida Consagrada y con el 392º Aniversario de aquella experiencia
mística de Madre Úrsula, que diera origen a esa doble Familia Religiosa de Romitas y Teatinas, entrevistamos
al R.P. JUAN CARLOS DI CAMILLO, C.R., Prepósito Provincial de la Provincia Argentina “ Nuestra Señora de
Luján y San Cayetano “. Sin duda, una oportunidad interesante para adentrarnos en su teatinidad y sus
profundas reflexiones en torno al tema vocacional. Qué disfrutéis de esta entrevista…
En este blog vocacional, la pregunta inicial siempre es la misma para todos nuestros invitados, así
que, allá vamos: Nos gustaría saber, Padre Juan Carlos, cómo fue su proceso vocacional ¿A qué
edad Ud. se plantea la consagración como opción de vida?
Un Jueves Santo, durante la misa de la Cena del Señor, la presencia de un seminarista me
cuestionó de un modo especial. Contaba con 20 años de vida y ese testimonio pudo haber sido una
2. mediación, un punto de partida para que sintiera fuertemente en mi interior el llamado de Jesús al
sacerdocio.
¿Con qué obstáculos se encontró inicialmente?
Más que obstáculos yo hablaría de cuestionamientos. Ante la inmensidad de la llamada de Dios
uno se siente muy pequeño y, como en todo comienzo de una relación, no faltan los miedos…¿seré
capaz de llevar adelante semejante empresa?, ¿seré digno de este llamado? , etc., etc. .
Creo que estos cuestionamientos son muy sanos, los profetas y los hombres y mujeres de Dios que
nos precedieron también se hicieron las mismas preguntas. Pero Dios es más fuerte que nuestros
temores y no llama a los más capaces, ni siquiera a los que aparentan ser más santos, sino a los
que Él, providencial y amorosamente elige para sí. La vocación es un misterio de predilección, me 2
atrevería a decir que es una elección casi “ caprichosa “ de Dios…
¿Por qué teatino?
Primero, porque Dios lo dispuso de esa manera. Segundo, porque mi vida de niño y de joven la
lleve a cabo en una parroquia teatina. Además, hilvanando coincidencias (providencias diría yo) con
el correr de los años descubro que mi abuelo paterno era también “teatino” – chietino- ya que era
oriundo de Chieti (Theate), antiguo obispado de Juan Pedro Caraffa y de donde proviene el nombre
de teatino. Bueno, y si añadimos más, tengo que decir que nací justamente el día de San Andrés
Avelino …
¿Hubo alguna persona significativa que acompañó su vocación
de un modo especial? ¿Quién fue su modelo de sacerdote?
Sí, sí, por supuesto. Si bien cuando era niño no me cuestionaba
vocacionalmente, la experiencia con el P. Juan Nadal fue muy
importante. De chico, yo era su monaguillo. Con el paso del
tiempo, ya como adolescente, tuve un confesor salesiano, el P.
Ranguni quien siempre me inspiró mucha confianza. Al ingresar
a la Orden me reencuentro con el P. Juan quien me acompañó
de un modo único.
¿Qué enseñanzas para la vida le dejó ese vínculo?
El P. Nadal fue para mí un gran sacerdote de quien aprendí
muchísimo, sobre todo su gran amor a la Iglesia y su entrega
incondicional a la Orden Teatina, como párroco y como
formador. Siempre tengo presente su testimonio y sus palabras.
Por ejemplo, nunca se cansaba de repetir la importancia de
sentirnos hermanos y también amigos, es decir, abrirnos a las
personas que comparten nuestra vida en la casa religiosa,
conocernos, comunicar nuestras vivencias de fe…
Era profundamente religioso y por ello, profundamente humano y cercano. He sido un privilegiado
de poder contar con su guía y compartir su amistad por largos años. Un hombre de Dios, un teatino
con mayúsculas…
Sin duda, a lo largo de su vida sacerdotal debe haber vivido momentos fuertes que marcaron su
opción por el Evangelio. ¿Podría contarnos alguno de ellos que haya constituido una verdadera
experiencia de fe, algo que haya supuesto para Ud. un antes y un después?
3. En veinte años de sacerdocio la verdad es que se
dieron muchos momentos importantes, verdaderas
experiencias de Dios. En este instante me acuerdo
de una Navidad. Después de la misa de
Nochebuena, los sacerdotes tenemos la costumbre
de ir a visitar a las familias más empobrecidas del
barrio y así lo hice. La sorpresa fue que al llegar a
una casita muy humilde, me encontré con dos
jóvenes madres. Las dos se habían reunido esa
Nochebuena para no pasarla solas, ya que sus
maridos estaban presos. Imagínate la dureza de la 3
situación, el desamparo que supone tener un ser
querido preso y, por otro lado, el contraste de ver a cada una de ellas, con sus bebés mamando
dulcemente en su regazo…
Ellas y yo, sentados los tres en unas sillas rotas, con un cajón que hacía de mesa improvisada, y
con un vaso de sidra en la mano para brindar a las doce. Aquella noche sentí que estaba ante la
pobreza del mismísimo pesebre y que esas mujeres jóvenes con sus bebés me brindaban ese
hermoso momento para que yo adorara al Niño Jesús que nacía. Esa sí que fue una verdadera
Navidad.
Otra situación comprometida y algo delicada, tuvo que ver con ser perseguido por defender los
derechos de los más empobrecidos. Vivir la fe y compartirla con los que menos tienen, simplemente
luchar por la justicia en situaciones cotidianas, es una opción que no todo el mundo comparte en
Latinoamérica…Pero Dios da las fuerzas y no abandona nunca. Además, después de 2000 años,
hemos comprobado que no hay amenaza capaz de amordazar al Evangelio.
Y una última experiencia fuerte como sacerdote fue hace relativamente poco, en marzo de 2004,
cuando me tocó acompañar a los familiares de los caídos en la Guerra de Malvinas: bendecir el
cementerio argentino en las Islas, estar cerca del dolor de los que perdieron un familiar en la
guerra y celebrar con ellos mis 16 años de sacerdote en el monte Logndon, lugar de batalla donde
murieron prácticamente la
mayoría de nuestros
jóvenes soldados…Una
vivencia de fe y de
profundo compromiso con
la defensa de la vida.
Tengo que decir que para
mí fue inolvidable y muy
significativa, como
argentino y como
sacerdote…
Volviendo al tema de la
vocación a un vida
consagrada, es una
realidad que en todo
grupo humano existen los
conflictos…la comunidad
4. religiosa no está ajena a las dificultades de cualquier otro sistema formado por hombres y mujeres
vulnerables. ¿Cuáles son, a su juicio, los “demonios“ que hoy amenazan con más fuerza a la vida
comunitaria?
Creo que dos de los grandes obstáculos con que se enfrenta hoy la vida consagrada, vivida en
comunidad, son la inmadurez y el individualismo. Si bien estas realidades no son las más
frecuentes, a menudo los conflictos serios a la hora de vivir una auténtica fraternidad tienen como
base la carencia de las capacidades humanas básicas para asumir una vida compartida desde la
fe. También es frecuente que algunos jóvenes lleguen a nuestras casas religiosas con problemas
no resueltos en su vida afectiva. Esto, tarde o temprano termina por salir a la superficie…con todos
los “ismos“ que la vida consagrada debe eliminar si en verdad busca ser evangélica. Me refiero a
los espiritualismos, escapismos, infantilismos, individualismos, activismos, 4
voluntarismos…..narcisismos al fin. Todos ellos constituyen la antítesis de una vida de compromiso
serio y auténtico con la persona de Cristo y con un servicio a los hermanos sin dobleces. Son
máscaras… y las máscaras, a la larga, se caen.
Otra de las situaciones menos deseables son los esquemas de vida comunitaria que no favorecen
al desarrollo de la persona adulta, sino que la mantiene en un infantilismo y una dependencia feroz.
Se trata de sistemas del pasado, pero que en algunos sectores permanecen vigentes y que
muchas veces se convierte en pseudo-comunidades neuróticas ancladas en el cumplimiento y en la
apariencia. Me refiero a la prevalencia de los aspectos meramente disciplinarios y las estructuras
por encima de la novedad del carisma encarnado en cada uno de los miembros de la comunidad,
para enriquecimiento mutuo. Es curioso que en lugar de dar respuestas creativas y fraternas, haya
institutos que pongan su acento en esos formatos más o menos integristas que parecieran dar
“seguridad “ a los candidatos. Todo un tema…
Y cuáles serían las oportunidades…
Creo que la oportunidad
de crear comunidades
que vivan una
verdadera fraternidad.
Los jóvenes están
buscando comunidades
fraternas y místicas.
De nada sirven los
folletos vocacionales,
las celebraciones más o
menos piadosas y
alejadas de la vida, los
grandes discursos, los
recuerdos de un
pasado más o menos
glorioso…
Las palabras no
resultan convincentes
cuando la fraternidad
enmudece.
5. Todo creyente sabe que Dios llama y elige, no por los propios méritos, sino por simple y
puro don, como usted decía anteriormente, la elección de Dios raya en el “capricho“. Sin
duda, el seguimiento de Jesús es un proyecto ambicioso, imposible de vivir desde el
voluntarismo y las propias fuerzas. No obstante, hay una base de valores humanos que hace
que la persona esté más abierta a una respuesta viable y permanente…
¿Cuáles serían esos valores a cultivar por alguien que aspira al sacerdocio o la vida
religiosa? Dicho de otro modo...¿Existiría un perfil del consagrado para el siglo XXI?
Yo lo definiría como la alteridad. Este valor es fundamental para la vida consagrada, implica la
capacidad de salir de sí para ponerse en el lugar del otro. Es algo más que la simple “empatía“ o
preocupación más o menos altruista. Teológicamente diría que alguien que quiere seguir a Cristo y 5
adoptar su manera de estar en este mundo, ha de vivir en una continua kenosis.
El perfil del consagrado hoy sería vivir la normalidad desde la intensidad de la mística. A partir de
ahí, no tener miedo a hundir las manos en la construcción de fraternidades profundamente místicas
y por ello, profundamente comprometidas con las necesidades de los hombres; salir al encuentro
de las diferentes pobrezas del hombre de hoy e iluminarlas con la presencia del Señor…
¿Qué le diría hoy a una persona joven que quiere consagrar su vida al Señor?
Primero que no tenga miedo, que si Dios llama es Él quien te da las gracias necesarias para
responder a ese llamado. Segundo, que busque una comunidad donde se viva una verdadera
fraternidad y un esfuerzo sincero por ser fiel a su carisma
¿Cuáles son las diferencias más significativas que
detecta en la forma de responder a la llamada de Dios
en las personas de su generación y en la actual?
En nuestros tiempos (y tampoco hace mucho de esto… me
refiero a los que profesamos entre mediados de los años
ochenta y principios de los noventa) la respuesta era con
muchísima utopía, con gran ilusión, hasta te diría que con
cierto “heroísmo“ sano….Ese querer dárselo TODO al
Señor y no parar hasta hacerlo realidad, costara lo que
costara… sin pretensiones, sin calcular nada, sin
asegurarnos nada…Era sólo a Dios a quien buscábamos.
No queríamos cargos, ni estudios, ni reconocimientos, ni
pretendíamos que nos proporcionaran nada en
particular…sólo buscábamos ingenuamente y con todo el
corazón, entregarnos a Dios…
No quiero caer en derrotismos absurdos, pero
sinceramente, por experiencia de acompañar a muchas
vocaciones, veo que las respuestas de los candidatos a la
vida consagrada más “postmodernos“ ( una franja cronológica que va más o menos desde finales
de los 90 hasta ahora ) viene dándose con mucha carga de inseguridad. Eso se ve también en las
edades a las que se realizan los ingresos a la vida religiosa (idénticas a las que se ven en los que
contraen matrimonio). Es frecuente que lleguen a los treinta, cuarenta años, sin saber muy bien lo
que quieren, postergando opciones (responsabilidades, compromisos) y tratando de tener
respuesta a todo. A veces con una gran carga de angelismo, dependencia y aislamiento, cuando no
de escape, porque la vida religiosa puede resultar un buen refugio para el que no ha conseguido “
6. brillar “ en la vida normal y corriente…o para el que busca acomodarse y utilizarla de plataforma
para obtener lo que por sus medios no podría conseguir ni en sueños.
Ahora, no sería justo si no dijera que hay una gran mayoría de jóvenes (por supuesto, todos los
futuros teatinos de se están formando actualmente son así, 100 %….) que vienen respondiendo con
un corazón sincero y con una búsqueda de Dios maravillosa y honesta.
¿Qué resaltaría como positivo en esas nuevas generaciones de teatinos…? Lo dicho: un gran
esfuerzo por buscar la coherencia de vida, los jóvenes teatinos quieren vivir la inspiración
carismática original y así nos lo hacen saber a los “ mayores “ , estimulándonos a construir
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comunidades cada vez más acordes con el sueño inicial de Cayetano de Thiene…
¿Podría darnos su opinión acerca de la tan discutida “disminución vocacional“ ?
¿Cuál es, a su juicio, la raíz de la cuestión?
Es una pregunta de respuesta compleja, por eso no pretendo agotar el tema ni mucho menos, es
una aproximación que haré desde mi humilde pensar. Ante todo creo que hay un mundo en cambio,
como dicen los filósofos y sociólogos estamos viviendo un cambio epocal. Por eso mismo los
proyectos de vida que tengan perpetuidad no son fáciles de hacer.
Además, hemos confundido llamada vocacional con necesidad de reclutar personas que sostengan
un sistema que a mi juicio está perimido cuando no está basado en la fraternidad palpable. Por otro
lado, hoy todo lo institucional se ve con desconfianza y las personas o comunidades que tenemos
que hacer presente el carisma original no estamos exentas de equivocarnos. Es más, muchas
veces perdemos el rumbo en lo que a vida fraterna se refiere, y se nos critica con razón.
Hoy como ayer Cristo sigue llamando a una consagración y donación total. Esta llamada está
vigente y sigue siendo atractiva para muchos jóvenes y no tan jóvenes. Cabría preguntarse si las
mediaciones estamos siendo tales. Porque a lo mejor, en vez de mediar estamos “en medio“ y nos
transformamos en un obstáculo para que los jóvenes perciban la cercanía de Cristo que llama.
La clave, desde mi humilde juicio, reside en el afianzamiento de comunidades de amor y de
servicio, especialmente a los más vulnerables. En esa autenticidad de vida, el Señor se hace
presente y convoca con fuerza…Es el testimonio de los primeros cristianos lo que mueve a conocer
a Cristo. Es preciso recuperar el “ miren como se aman….” de los Hechos de los Apóstoles.
Sabemos que en Europa o en América del Norte, la disminución de vocaciones es un hecho
más notorio. También en América Latina. No obstante, en su Provincia, pareciera haberse
dado un “ baby boom “ desde aproximadamente el 2004 hasta ahora… ¿Es lo último que nos
ha comentado podría ser el “secreto“ de este florecimiento vocacional ?
Ante todo creo que las vocaciones que tenemos son una gran bendición de Dios y eso no es mérito
de nadie. Sólo es obra del Señor. Ahora, es cierto que desde hace tiempo venimos luchando como
Provincia, para lograr una re-significación de nuestro carisma. Sin una vida intensamente
carismática y fiel a los orígenes es imposible tener verdaderas vocaciones.
7. ¿Cuáles son los lineamientos que están en la base de este proyecto de formación?
Es otra pregunta que no se puede responder en dos líneas. Pero sintetizando te diría que primero y
ante todo debe darse una maduración humana verdadera. Luego, en la etapa inicial, lograr la
incorporación de criterios y valores que sostengan una verdadera vida fraterna, porque el mero
hecho de vivir juntos bajo el mismo techo y con los mismos horarios no es igual a fraternidad. Más
tarde ir creciendo en una espiritualidad sólida, sin misticismo, ni activismos. Y por último, la
formación de un corazón sacerdotal, configurado con el de Cristo, muy íntimamente ligado al Padre
por la oración y muy comprometido con las necesidades reales de la gente que te rodea…
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Como ya te dije anteriormente, todo esto no tiene como objetivo el narcisismo, la autocomplacencia,
el ser pluscuamperfecto…. sino que es el punto de partida que tiene que llevar a una vida de
comunidad y apostólica sincera, al modo de las primeras comunidades cristianas.
Bueno, y para ir terminando….le hacemos ” la “ pregunta: ¿Es usted feliz?¿ Hay recetas para
ser feliz en la propia vocación ?
Si soy muy feliz. La única receta que conozco es luchar por la propia felicidad y, como hombre de
fe, para mí la felicidad está en la fidelidad a la persona de Cristo.
Íntimo y Personal
Nombre completo: Juan Carlos Di Camillo
Apodos: No sabe, no contesta
Ciudad de origen: Villa Adelina (San Isidro)
Un recuerdo de infancia: La primaria ( en el
Colegio San Andrés Avelino ) y los juegos y
deportes
Hermanos: Dos
Equipo de futbol: River Plate
La mejor enseñanza que aprendió de sus
padres es…la vivencia de los valores
religiosos, y el amor al trabajo bien hecho.
Actualmente vive en: Boulogne (Zona Norte
del Gran Buenos Aires)
Y vive con: otro hermano sacerdote, P.
Ricardo y dos juniores: Hno. Henrique y Hno.
Cristian
8. ¿Mascotas ? Un pajarito, Cipriano.
Un “ritual” o costumbre fraterna de su comunidad
que le guste mucho: Los encuentros comunitarios en
torno a la mesa. El recibimiento cálido y esmerado del
hermano que llega de un campamento, un viaje por
temas de apostolado, misión con jóvenes, etc. En ese
caso, el que se queda en casa es quien prepara la
cena, elige el vino, está atento a que no falte ningún
detalle y pone la mesa, como dicen en España “ por
todo lo alto…” Una verdadera fiesta. 8
Un libro imprescindible, además de la Biblia:
“Beber del propio pozo” y “Espiritualidad de la
liberación”
Una canción: Dos: “ Aprendizaje “ ( Sui Generis ) y
“Memoria “ ( León Gieco )
Una película:
Hay muchas. Hoy diría “Otoño en Nueva York “ ( La conversión a partir de un GRAN amor ) y “El
Tigre y la Nieve“ ( La temática del amor extremo, total, loco….hasta dar la vida)
Un color favorito: Dos, el gris y el azul
Un lugar para perderse: La montaña… (N.D.R: Vaya, ¡Como Úrsula! )
Una foto para el recuerdo: La celebración de la Eucaristía junto al Glaciar Perito Moreno
Tres cualidades para definirse a sí mismo: Corazón tierno, capacidad de animación, don de
escucha y consejo
Un defecto suyo conocido por todos: La ansiedad.
Tres cualidades que más valora en una persona: Sinceridad, amabilidad, coherencia…
Tres antivalores que rechaza por completo: La ambición, el deseo de poder que lleva a
desprestigiar al que vale de verdad y a pisar cualquier cabeza con tal de obtener reconocimiento, el
ser buchón… (N.D.R: ser “ buchón “ en Argentina equivale a ser un delator sin sentido, alguien que
acusa sin fundamento)
Tres objetos que se llevaría a una isla desierta: Agua, Biblia, comida
Algún deseo infantil que le gustaría haber realizado: ¡¡¡Haber jugado en primera división!!!
Si estuviera en sus manos solucionar los problemas del mundo, ¿cuál cree que sería el
primero? La pobreza
9. ¿Noche o día? Día
¿Playa o montaña? Las dos
¿Carne o pescado? Carne
¿Campo o ciudad? Ciudad
¿Perón o Evita? Evita
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HECHO HISTÓRICO que marcó su vida: La dictadura, la guerra de Malvinas …
PERSONAJE HISTÓRICO preferido: Dos de la historia reciente y comprometida de mi país de
origen: Monseñor Angelelli, el P. Múgica…
PROFESOR/A que dejó huella (positiva) en su corazón…El profe de historia
SU cita evangélica es… Las bienaventuranzas ( Lc 6 )
El lema de su sacerdocio es…”Me hice todo para todos con tal de ganar a algunos” (ICor 9)
Un proyecto que hoy le apasione…La resignificación del carisma
Como le gustaría ser recordado…Como lo que soy, un sacerdote teatino, que intentó vivir con un
oído en el pueblo y otro en el Evangelio.
¿Me olvido de preguntarle algo? Mmmh, no sé…¿Podría ser la edad? Tengo 49 años.
Muchas gracias, Padre Juan Carlos, por su valiosísimo tiempo y por su aportación. Ha sido
un placer compartir con Ud. esta mañana. Lo que hay que oír…después de 25 años de amistad,
me llamas de usted. ¡Dios santo!