1. TEMA 5. NACIONALISMO Y ESTADO LIBERAL
EL DESARROLLO DEL LIBERALISMO
Durante medio siglo, el que va desde la celebración del Congreso de Viena y el final
de la guerra franco-prusiana. la política europea se caracteriza por la lucha entre la
persistencia del Antiguo Régimen y la paulatina introducción del liberalismo. La
herencia de la revolución francesa, expandida por toda Europa con las campañas
napoleónicas, fue tratada de erradicar por las potencias absolutistas mediante la
Restauración, pero sucesivas oleadas revolucionarias en 1820, 1830 y 1848 acabaron
transformando los regímenes políticos hasta sentar las bases de los Estados
liberales.
El liberalismo tuvo sus orígenes en la obra de pensadores de los siglos XVII y XVIII.
El inglés Locke con su Segundo tratado sobre el Gobierno Civil, refutó la legitimidad
absoluta de los monarcas de origen divino, haciendo residir la soberanía en los
derechos naturales del hombre; la legitimación de los monarcas residirá entonces en
un pacto social de los integrantes de una comunidad para delegar su gobierno en un
representante.
El suizo Rousseau, fue más allá, al señalar al pueblo como única fuente de soberanía
política. El francés Montesquieu, sentó el principio de la separación de poderes -
legislativo, ejecutivo y judicial - como garantía contra el despotismo.
A los estudios teóricos de los librepensadores, se unieron las experiencias
acumuladas durante la independencia norteamericana, la Revolución Francesa y el
Imperio napoleónico. El resultado fue conformación de una ideología cuyos principios
trataron de organizar la vida de las comunidades en todos sus aspectos mediante la
regulación, concentración e imposición de la libertad e igualdad del individuo. Estos
principios liberales descansan sobre la primacía de la razón y de la naturaleza.
El sigo XVIII sentó las bases, no sólo para el desarrollo del liberalismo como
ideología sino también como práctica política, los principios de liberad e igualdad pese
a ser connaturales al hombre, al vivir éste en sociedad, debían ser extensivos al
orden político. De esta necesidad partió el Estado liberal, concebido como
organización de las sociedades humanas y regulador de los relaciones entre los
individuos. El Estado era un mero garante de los derechos naturales individuales.
El liberalismo político: se asentó en 5 principios fundamentales.
a) La sustitución del derecho divino de la legitimación monárquica para radicarla
en el pueblo o la nación, que en el orden político tomó la forma de Estado.
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2. b) La erradicación del concepto de SÚBDITO de un monarca que mantenía el
absolutismo por el CIUDADANO de un Estado. Sujeto de derechos inalienables
reconocidos en las declaraciones de derechos y las constituciones.
c) La proclamación de los principios Universales de libertad individual, frente a las
libertades particulares de estamentos o corporaciones e igualdad ante la Ley,
d) La separación de poderes, para impedir la conversión del Estado en un
instrumento dictatorial.
e) La plasmación del orden político en las constituciones y la consulta pública a
los ciudadanos mediante elecciones y plebiscitos.
El concepto LIBERAL, apareció en España como apelación a los integrantes de alguna
fracciones de diputados a las cortes de Cádiz, después pasó a Francia entre los
opositores a la restauración borbónica, y a Inglaterra entre las filas WHIGS hasta
que se fundó el Partido Liberal (1850) Durante el periodo 1815-1870 en su plasmación
política, lo hizo de forma restringida, lo que después se llamó liberalismo doctrinario.
Las dos principales restricciones afectaban a la separación de poderes y al sufragio.
Separación poderes. ..El poder legislativo seria desempeñado por el parlamento con el
monarca, que contaba con una serie de prerrogativas regias (veto, presentación de
leyes, potestad para suspender o disolver parlamento etc).
En cuanto al sufragio, en ningún país europeo, se aceptó definitivamente el universal
hasta 1866, al mantener la idea de la incapacidad cultura del algún sector de la
población o como medio de defensa de posturas privilegiadas; se generalizó la
práctica del sufragio restringido, que concedía la facultad de participar en las
elecciones a los varones mayores de edad con un nivel mínimo económico o
profesional, razón por la que también se denominó sufragio censitario.
La Europa Absolutista salida del Congreso de Viena fue el escenario durante el siglo
XIX de un enfrentamiento entre su prolongación y la puesta en práctica de los
principios liberales. En pocas ocasiones el paso de un sistema político a otro se
produjo de forma pacífica: durante la primera mitad del siglo XIX, además, esta
lucha entre un sistema y otro, tomó el carácter de revolución.
NACIONES Y NACIONALISMO
Cuando los revolucionarios estadounidenses y franceses enfrentaron al principio de
legitimidad dinástica la legitimación del poder en la soberanía nacional estaban
sentado las bases del nacionalismo, una de las fuerzas de movilización social y política
2
3. más importante de toda la Edad Contemporánea, y del Estado nacional, la ordenación
característica de nuestro tiempo.
Multiplicidad ideológica del nacionalismo.
El nacionalismo presenta un conjunto ideológico definido que realizas una
interpretación integral de las sociedades humanas y de su ordenamiento político. El
principio político es el de autodeterminación nacional, por el que cada nación ostenta
el derecho de configurar su ordenación y existencia sin intervención de las
individualidades, grupos o comunidades que no pertenezcan a ella, este principio,
conclusión lógica del de soberanía nacional, fue esencial durante el siglo XIX en el
desarrollo y fortalecimiento de los Estados; desde finales de siglo y sobre todo tras
la 1ª Guerra Mundial se convirtió en el principal argumento de los nacionalismos sin
Estado en su lucha por alcanzarlo. La forma de organización política nacionalista por
antonomasia es la nación-Estado o Estado nacional; aun con gran variedad funcional y
no menor dificultad indentificativa, El Estado nacional se caracteriza básicamente
por:
1. Organización en torno a un Estado único, indivisible y asentado sobre un territorio
plenamente delimitado, que detenta la autoridad máxima y está constituido por un
conjunto de la población.
2. Desarrollo de un sistema económico uniforme, con reglas definidas de actuación
individual, corporativa e institucional.
3. Tendencia a la homogenización cultural, sobre todo en el sistema de valores y la
lengua, que en principio facilitó la comunicación entre funcionarios y ciudadanos,
aunque con el tiempo posibilitó la expansión de una identidad uniformadora.
La nación liberal: Soberanía nacional
El moderno concepto de "nación" surgió a finales del siglo XVIII. Antes las
asociaciones políticas se basaban en vínculos de dependencia jerárquica (hacia el Sr.,
Feudal o el rey) o en la defensa de intereses comunes (ciudad-Estado). Aunque el
termino nación ya era utilizado, la independencia norteamericana y la Rev. Francesa
influyeron decisivamente en la percepción de una nueva realidad política basada en el
principio de soberanía nacional.
Esta idea de Nación surgió como superación del localismo feudal y contra una
identificación de la soberanía del Estado con la gracia divina de los reyes, por lo que
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4. desde finales del siglo XVIII y primer tercio del XIX se asoció generalmente a los
principios y valores de la democracia y el liberalismo, siendo por tanto utilizada en la
lucha contra el Imperio napoleónico y en buena parte de las revoluciones de la década
de 1820 y 1830.
El modelo de nación liberal presenta una serie de características:
1) la nación se "construye" a partir de un acto de voluntad colectivo que ratifica el
contrato social. Las naciones no serian entidades naturales sino políticas,
configuradas por la adhesión voluntaria a unos principios proclamados
(constituciones).
2) Los límites de la nación por tanto no responderían a cuestiones geográficas ni
humanas (raza, cultura, religión) sino que quedarían cincruscritos al territorio donde
fueran aceptados y aplicables los principios constitucionales.
3) La pertenencia a una nación seria un acto de aceptación voluntario, de adhesión a la
comunidad y al contrato social que se estableciera en ella.
EL TRIUNFO DEL NACIONALISMO
El siglo XIX fue denominado la Edad de los nacionalismos., por la importancia de la
idea de nación y de los acontecimientos que la tuvieron como desencadenante. En esa
edad de los nacionalismos persistieron 4 criterios, diferentes pero complementarios,
que trataban de definir qué era la nación; a) la entidad política que se identifica con
el Estado. b) La unidad geográfica c) la voluntad del pueblo d) la distinción de un
pueblo en base a alguna característica objetiva de su realidad social. (lengua, etnia,
religión...)
El nacionalismo triunfante: Las unificaciones italiana y alemana.
La creación de los nuevos Estados de Italia (1861) y Alemania (1871) mediante la
unificación de territorios de la misma identidad cultural alcanzó extraordinaria
importancia, pues significaba la máxima plasmación de las nuevas ideas nacionalistas
de la Europa decimonónica, y a su vez la prueba de que su utilización política podía
superar los obstáculos para crear nuevos Estados nacionales.
a) Resurgimiento y creación del Reino de Italia.-
Durante toda la Edad Media y Moderna la península italiana había estado dividida en
numerosos Estados, algunos de ellos vinculados directa o indirectamente a potencias
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5. exteriores. Unificada bajo control napoleónico, sin embargo el Congreso de Viena
repuso a las anteriores dinastías reinantes.
La unificación italiana fue favorecida por una coyuntura internacional que dividia y
enfrentaba a las potencias con intereses directos en la península. El elemento
catalizador de la unificación fue el reino de Cerdeña-Piamonte; el rey Víctor Manuel
II había realizado una liberalización del régimen y al nombrar al conde de Cavour
Primer Ministro, la idea de la unificación fue el primer punto de su programa, que se
desarrollo en tres fases:
1º fase. El Norte: aprovechando el enfrentamiento de Francia y Austria se solicitó
la ayuda de Napoleón III. La victoria de los coaligados significó la anexión al reino de
Piamonte de territorios antes en manos austriacas, así como de Módena, Parma y la
Toscana.
2º fase . El Reino de las Dos Sicilias: La incorporación de Nápoles y Sicilia fue
fruto de la habilidad diplomática de Cavour y la audacia aventurera de Garibaldi,
director de la expedición de los mil camisas rojas.
3º fase. Los Estados Pontificios y Venecia: en febrero de 1861 se reunió un
Parlamento en Turín del que salió la creación del Reino de Italia, cuyo primer titular
sería Víctor Manuel. La guerra austro-prusiana (1866) permitió a Italia incorporar
Venecia y la franco-prusiana (1870-1871), con la derrota de Napoleón III, la
definitiva desaparición de los Estados Pontificios (reducidos al pequeño Estado del
Vaticano) y la definitiva unificación de toda la península.
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6. b) Del Reino de Prusia al Imperio alemán.-
El medieval imperio germánico nunca había pasado de ser una confederación de
pequeños Estados soberanos, pero la grandeza de su recuerdo histórico y cultural
comunes fueron utilizados por los intelectuales románticos para exaltar la patria
alemana. El primer paso para esta unificación fue la creación del zollverein (1834),
unión aduanera de unos treinta estados políticamente independientes. Los dos más
fuertes, dirigieron la unificación: Prusia y el Imperio austriaco.
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7. Otto Von Bismarck.
(Schönhausen, 1 de abril de 18151
– Friedrichsruh, 30 de julio de 18981
)
El gran arquitecto de la unificación fue el canciller de Guillermo I, Otto
Von Bismarck. Su realismo político y el empleo conjunto de la razón diplomática y la
fuerza militar consiguieron primero que Prusia dominara la Confederación Germánica
y después que Alemania se unificará con la exclusión de Austria. Entre 1864 y 1871
Prusia desencadenó tres conflictos bélicos que se utilizaron con el último propósito:
con el primero contra Dinamarca (1864) por el dominio de los ducados de Schleswig,
Holstein y Lavenburgo, consiguió la equiparación de Prusia al nivel del Imperio
austriaco; con la victoria en la guerra austro-prusiana (1866) consiguió el control de
todo el norte de la Confederación y la marginación de Austria del proceso unionista;
por fin, la victoria en la guerra franco-prusiana (1870-1871) permitió extender el
dominio de los Estados del sur de la Confederación (además de incorporar Alsacia y
Lorena) y proclamar la creación del Imperio alemán o II Reich, con Guillermo I como
emperador.
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8. Mapa de la Unificación Alemana
Notas: 1) Prusia antes de 1866; 2) Estados que, con Prusia integraron
la Confederación del Norte en 1866; 3) Limites de la Confederación
Germánica (1815-1866 y 1866-1871); 4) Límites de la Confederación
del Norte; 5) Limites del Imperio alemán en 1871.
NACIONALISMO DE ESTADO
A partir de las revoluciones de 1848 y después de las unificaciones de Italia y
Alemania, el nacionalismo dejó de ser contemplado como un instrumento
revolucionario, y fuerzas conservadoras tendieron a instrumentalizarlo para
consolidar los Estados Liberales decimonónicos. Las prácticas realizadas por las
fuerzas políticas desde el aparato de la administración estatal se denominaron
nacionalismo de Estado; las consecuencias de estas prácticas fueron tan
trascendentales que el modelo de Estado nacional, muy minoritario a comienzos del
siglo XIX, se extendió hasta constituir el modelo fundamental de la política
contemporánea, siendo a lo largo del siglo XX el único universalmente admitido. El
proceso se realizó:
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9. 1º Dotando al Estado de un entramado yuxtapuesto y complementario de aparatos
apendiculares que vertebraron todo territorio y las distintas sociedades que lo
poblaban.
2º Desarrollando una conciencia nacional que hacía del conjunto de la población - con
independencia de las divisiones y diferencias de clase, cultura, religión o procedencia
- un grupo homogéneo que respondía al unísono ante todo lo relativo a la "causa
nacional". Para llevar a cabo la vertebración socioterritorial y el desarrollo de la
conciencia nacional los elementos actuantes más significativos fueron:
a) Administración y funcionarizado.. El aumento de la complejidad del aparato
administrativo, obligó a uniformar los sistemas administrativos, eliminando
excepciones y estatutos especiales. Al mismo tiempo se consolidaba una nueva clase
funcionarial, directamente llegada a los órganos centrales de la administración.
b) Los cuerpos del ejército y la policía desempeñaron funciones complementarias,
tanto en la vertebración nacional como en la consolidación de una conciencia nacional.
c) Una de las necesidades básicas así como uno de los instrumentos más
trascendentes a la hora de consolidar una conciencia nacional fue la puesta en
práctica de los planes estatales de enseñanza. En todos los países comenzaron a
aplicarse sistemas homogéneos así imprimió a las sucesivas generaciones desde
finales del siglo XIX una base cultural común, y más importante aún, un mismo
sistema de referencias históricas y una misma lengua.
d) La consolidación de los Estados nacionales se basó en gran medida en el desarrollo
de un complejo sistema de elementos identificadores (simbólicos, rituales, místicos)
servían como argamasa de la identidad nacional y como proyección exterior de la
misma.
e) Determinación de un enemigo externo o en su ausencia, la plasmación de un
programa de expansión. Los estados nacionales siguieron ambas pautas. La era de los
imperialismos, fue en buena parte consecuencia de un nacionalismo proyectado hacia
el exterior en unas condiciones económicas, sociales y tecnológicas que permitían
hacerlo y al mismo tiempo garantizaban su éxito.
f) El ascenso de la burguesía liberal y su determinante influencia a lo largo del siglo
XIX hizo que se impusiera su identificación entre Estado y nación. Una de las bases
más sólidas de los Estados nacionales fue la consolidación de una economía nacional.,
que identificaba los límites territoriales con el área de mercado así como garantizaba
el desarrollo nacional frente a la competencia externa mediante el proteccionismo.
La nación pasó a ser el centro integrador de los ciudadanos y sus iniciativas, ámbito y
objetivo de toda actividad; contribuir al enriquecimiento, prosperidad, desarrollo y
progreso nacional se convirtió en un deber de todo ciudadano, que si lo cumplía era
considerado un patriota.
Enlace Mapa Conceptual:
Grandes Imperios
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11. Carlos Luis Napoleón Bonaparte III
(París, 1808 - Chislehurst, Kent, Inglaterra, 1873)
Emperador de los franceses (1852-1870)(Anexo: Biografia)
Luis Napoleón, Presidente de la II República Francesa, en base al sentimiento
monárquico de la mayor parte de la sociedad decidió resolver sus diferencias con la
Asamblea desencadenando un golpe de Estado (1851) que le permitió llevar a cabo una
rápida transformación institucional, hasta declarar la restauración del Imperio.
Su régimen se caracterizó en un autoritarismo constitucional que contó con una
amplia base popular, haciendo gala de un reconocimiento de la soberanía nacional e
invocando la voluntad popular, apelada reiteradamente mediante plebiscitos. La
soberanía popular era puramente teórica y los plebiscitos podían ser manipulados, las
estrategias de instrumentalización de la identidad nacional a favor de un régimen
fueron tan depuradas que se llamó bonapartismo a este tipo de sistema político y sus
prácticas.
El imperio reforzaba la ideal nacional. En Europa Luis Napoleón apoyó la unificación
italiana y alemana, se opuso a la expansión rusa hacia el Danubio (guerra de Crimea
1854-1858). Esta política exterior activa que buscaba la recuperación de la pasada
hegemonía francesa sobre el continente acabó sentenciando el Imperio. La pérdida
de la guerra franco-prusiana determinó el derrocamiento bonapartista.
La derrota ante Alemania supuso el fin del Segundo Imperio, después de Sedán
(septiembre de 1870) un golpe de
Estado depuso a Luis Napoleón, formándose un Gobierno de Defensa Nacional. Tras la
capitulación de París, con la capital sitiada y las tropas alemanas ocupando todo el
nordeste francés, Bismarck impuso la celebración de elecciones (febrero 1871) para
reunir una Asamblea Nacional que firmara los tratados de paz y respaldará las
indemnizaciones. De ellas salió una cámara con 2/3 de diputados monárquicos
(divididos entre legitimistas y orleanistas) que nombraron "jefe del Poder Ejecutivo"
al orleanista Adolf Thiers. El régimen no sé definió entonces, pero al no contar con un
monarca o regente era de hecho una república.
La labor de Adolf Thiers se centró en la reorganización del país, la liquidación de las
reparaciones de guerra y la consecución de la retirada de las tropas germanas; su
gobierno también afrontó la constitución de la Comuna de París, que durante apenas
un mes trato de materializar las ideas revolucionarias del internacionalismo
proletario. La buena gestión y la dureza con que se reprimió la Commune mostraron a
la aún amplia opinión pública conservadora que un régimen republicano también podía
imponer el orden. La recomposición del Gobierno dio la jefatura del Estado al
legitimista Mac Mahon y la presidencia del gobierno al orleanista Broglie (1873).
La división de los monárquicos y el paulatino crecimiento de los republicanos (a su vez
divididos en republicanos moderados, "oportunistas" y radicales) impidió que los
primeros acometieran una reentronización, llegado los más liberales al entendimiento
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12. con los republicanos (1875) para elaborar una constitución ( en realidad tres leyes
distintas que organizaban los poderes del Estado): un poder ejecutivo compartido
por el Presidente de la República y un gobierno solidariamente responsable ante el
mismo; un poder legislativo compuesto por dos Cámaras, la de Diputados elegidos por
sufragio universal y el Senado por representantes de los consejos municipales. Esta
formula de compromiso, premeditadamente flexible, servía a los realistas para
preparar la posible restauración de una monarquía constitucional, y a los republicanos
para fortalecer el sistema desarrollando tanto un régimen presidencialista como uno
parlamentario.
Las primeras elecciones ya con este marco constitucional (1876) depararon la victoria
de los distintos grupos republicanos. Mac Mahon, en virtud de su potestad para
disolver las Cámaras, convocó nuevas elecciones, de las que salió reforzada la
corriente republicana; y aún lo fue más cuando se impuso en el Senado, por el que
debió dimitir, sustituido por el republicano moderado Jules Grévy.
Esto suponía el triunfo definitivo de la República y el parlamentarismo en
Francia.
Hasta principios del s. XX se sucedieron gobiernos republicanos. Su política interior
estuvo marcada por la puesta en marcha de prácticas democratizadoras:
- Desarrollaron las libertades de reunión y prensa. 1881.
- Reforma municipal, haciendo electivo al alcalde y dotándolo de gran autonomía.
- Ejecutaron depuraciones en la administración y en la magistratura.
- Efectuaron una fuerte legislación anticlerical (limitación de órdenes religiosas,
cierre de colegios vinculados a ellas, libertad de culto.
- La enseñanza fue prioritaria, asumiendo el Estado el monopolio de la educación y
haciéndola gratuita, laica y obligatoria en su nivel primario (1882).
- La política económica pasó del librecambismo al proteccionismo, iniciado en 1882 y
consolidado 10 años después.
- La política exterior estuvo marcada por la gran expansión colonial en África y Asia,
y por el revanchismo antialemán, lo que llevó a articular alianzas que frenaran el
fortalecimiento del Imperio germánico.
La República atravesó durante estos años DOS crisis importantes:
La crisis boulangista y el affaire Dreyfus.
La crisis boulangista se desencadenó en 1887 con la dimisión del ministro de la
Guerra general Boulanger, por prácticas de espionaje en Alemania. Boulanger se
convirtió en caudillo populista que propugnaba una revisión constitucional de carácter
autoritario, utilizando un discurso ultranacionalista cuya primera manifestación era el
revanchismo contra Alemania (la recuperación de Alsacia y Lorena como primer
objetivo).
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13. Boulanger se presentó a las elecciones de 1889, pero su victoria fue anulada por
medidas legislativas, acusándolo el gobierno de preparar un golpe de Estado.
Boulanger huyó a Bélgica y más tarde se suicidó (1891).
El affaire Dreyfus. En 1894 fue condenado por un tribunal militar el capitán de
origen judío Alfred Dreyfus, acusado de espionaje a favor de Alemania. Cuando años
después se descubrió la falsedad de la acusación, la solicitud de revisión de su caso
fue tomada como bandera por radicales, socialistas y una minoría moderada; frente a
ellos el grupo antirrevisionsita encabezado por el gobierno, la mayor parte de los
republicanos moderados, católicos y monárquicos. Los enfrentamientos entre unos y
otros (1898-1899) posibilitaron el colapso del régimen. Ante la gravedad de la
situación se formó un gobierno de "defensa Republicana" (junio 1899) integrado por
una coalición de republicanos moderados, radicales y un socialista, que logró acabar
con los enfrentamientos.
La coalición gobernante era una muestra del desplazamiento a la izquierda de la III
República, ratificada en las elecciones de 1902. A partir de entonces y hasta la Gran
Guerra(1914) los radicales permanecieron en el poder. Contando con el respaldo de
los socialistas y republicanos hasta 1909. En la primera etapa se realizaron
importantes reformas sociales, pero puestas en práctica de forma muy moderada, lo
que acabo separando a radicales y socialistas; en la segunda etapa la propia
inestabilidad impidió acometer reformas de calado.
- En 1905 se articula el movimiento obrero francés en el Partido Socialista unificado
y la Confederación General de Trabajadores, de signo anarcosindicalista.
El republicanismo radical utilizó los temas religioso y nacionalista como elementos de
unión. Se resucitó la cuestión religiosa en 1900, solicitándose la limitación del número
de conventos, lo que fue recogido y ampliado en la Ley de Congregaciones de 1901. La
tensión con el clero local y la Santa Sede ascendió durante esos años, hasta romper
relaciones primero y la separación entre la iglesia y el Estado por decreto de 1905.
La atención por la educación durante la III República conformó una opinión pública
muy identificada con el sistema y su ideario nacional.
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14. El Reino Unido durante la era victoriana
La Reina Victoria (Londres 24-5-1819 - Osborne 22-1-1901 )
Reina 1837 - 1901 (En anexo: Biografía)
La larga monarquía de la reina Victoria (1837-1901) fue la edad dorada del Reino
Unido. El país se convirtió en indiscutible primera potencia mundial, gracias a los
beneficios de su adelantada industria, a su ágil sistema financiero y sobre todo a la
conquista y explotación del mayor Imperio de la Edad Contemporánea.
El largo reinado se suele dividir en tres fases: desde su coronación hasta 1866. La
sucesión liberal-conservadora(1866-1886) y el monopolio conservador desde entonces
hasta el fin del reinado (prolongándose hasta 1906). El período se caracterizó por el
mantenimiento del sistema político basado en el parlamentarismo bicameral y el
bipartidismo, introducción de prácticas democratizadoras y una política exterior
volcada en el colonialismo y el mantenimiento de la neutralidad en los conflictos
europeos.
La política interna estuvo marcada desde 1815 por la reacción conservadora, con
gobiernos torys y con dos temas abiertos: la cuestión irlandesa y la liberalización
del sistema político.
La cuestión irlandesa: Partía de la discriminación que por razones religiosas se
practicaba en el Reino Unido, que impedía a los católicos desempeñar cargos públicos;
impulsaron la reforma (1829) las movilizaciones en Irlanda durante los años -20 y
ganando los candidatos católicos en las Urnas, la reforma otorgó igualdad de
derechos políticos.
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15. La liberación de la política interna se produjo con el cambio de tendencia. (whig
ascendancy) que permitió a comienzo de los años treinta, gobiernos whigs
identificados con el liberalismo. Su primer gran cambio fue la reforma electoral
(1832); mantenía el sufragio censitario ampliando el cuerpo electoral de 500.000 a
800.000 electores, pero modificaba la situación la situación geográfica y social de
estos. Los beneficiarios eran los grandes y medianos propietarios rurales y las clases
medias urbanas; la victoria de los burgueses emergía frente a la aristocracia; los
privilegios tradicionales eran sustituidos por la tenencia de dinero.
Desde comienzos del siglo XIX se produjo un cambio en la política colonial, se realizó
un marcado intervencionismo del Estado. Se desarrolló el imperio de las tres C";
colonización, cristianismo y comercio.
Entre 1815 y 1877 se produjo una gran expansión colonial, no tanto por la extensión
del territorio ocupado sino por la consecución de su control efectivo y la
sistematización de su explotación. Las dos grandes posesiones inglesas "Canadá e
India" y la cadena de puntos estratégicos que los unía con la metrópolis. Los rasgos
principales de esta nueva expansión fueron:
- Ocupación de nuevos establecimientos estratégicos (Singapur, Maldivas, Adén.
- La administración organizativa de Canadá.
- La política de poblamiento de Oceanía.
- El sometimiento de la India.
- Penetración de china (Guerras del opio)
- Incremento territorial y poblacionar de Sudáfica.
Durante la segunda etapa de la reina Victoria (de 1866 a 1896)
Los patidos conservador y liberal, dirigidos por los Ministros Israelí y Gladsotne, se
sucedieron en el poder. El proceso de cambio más importante fue la paulatina
introducción de prácticas democratizadoras complementadas con reformas sociales.
La democratización del sistema político había comenzado con la reforma laboral de
1832, ampliada en distintas ocasiones tanto por liberales como por conservadores. y
definitivamente en 1884, con la elevación de cuerpo electoral a cinco millones de
ciudadanos y la redistribución de la representación de los escaños.
En cuanto a las reformas sociales destacaron la legalización de los sindicatos (1871)
legislación sociolaboral y el desarrollo del sistema de enseñanza, descentralizado y
abierto a la iniciativa privada pero obligatorio (1880) y gratuito ( desde 1891).
El tema más controvertido en esta etapa, fue la cuestión irlandesa. Desde la
proclamación del Acta de Unión (1800) había desaparecido su autonomía, clausurado
su parlamento y aumentando la supeditación económica a las minorías protestantes en
base a un latifundio asentista . Frente a esta situación, había surgido el nacionalismo
gaélico, articulado en la Asociación Católica O´Connell; pero no fue hasta 1880
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16. cuando se articuló la minoría parlamentaria católica, el Home Rule Party, cuyos
objetivos eran la reforma agraria y la recuperación del gobierno autónomo.
La tercera etapa del reinado victoriano estuvo dominada por los conservadores con
el respaldo de los unionistas. Los gobiernos conservadores introdujeron como gran
novedad el cambio en política exterior; de un intencionado aislamiento pasó a una
política activa con dos grandes objetivos: incrementar su imperio colonial e impedir el
engrandecimiento de cualquier país europeo. En política interior continuo el proceso
democratizador, ahora centrado en la reforma de la administración local.
A la muerte de la reina Victoria (1901) Gran Bretaña, con una población de
40.000.000 de habitantes, dirigía un imperio que ocupaba la cuarta parte del planeta,
donde vivían 345 millones de personas. La presencia británica se extendía por los
cinco continentes. Pero la hegemonía británica tocaba a su fin. El Partido Liberal,
renovado en dirigentes e ideas, abandonó los principios del liberalismo económico y
propuso una mayor intervención del estado en el campo socioeconómico. También
amplió la democratización del sistema y cerró el problema irlandés.
De 1906 a 1914 monopolizaron gobiernos liberales, con el respaldo parlamentario de
los católicos irlandeses y del reciente partido creado Partido laboralista(1906). La
reforma más importante alcanzó rango constucional mientras la Parliament Act
(1911), que reforzó las competencias de la Cámara de los comunes frente a la de los
Lores, que arrebató su derecho a veto. Se desarrollo una legislación laboral avanzada.
Los programas sociales dispararon los gastos, por lo que hubo que acometer una
amplia reforma difícil, rechazada por los Lores y el Partido Conservador.
En cuanto a la - cuestión irlandesa - , el fracaso de la Home Rule que apartó a los
liberales del poder durante dos décadas, también provocó la radicalización y división
de los autonomistas; en 1900 se fundo el Sinn Fein nacionalista y partidario de la
lucha armada y el terrorismo. Se creó un clima de latente guerra civil. Para entonces
la guerra real estalló en Europa aplazando lo posible la solución al conflicto.
El II Reich alemán
La constitución del recién creado imperio (1871), tenía carácter federal, y aunque de
tono conservador, presentaba lo esencial del liberalismo doctrinario. el Imperio
conservó las peculariedades e instituciones propias de cada Estado integrante, con
los elementos comunes de un Parlamento del Reich y un gobierno federal. El
legislativo contaba con dos cámaras: el Reichstag, cámara baja reunida por
sufragio universal y el Reichstrat, cámara territorial con representantes de todos
los Estados. El poder ejecutivo lo ejercía el Bundesrat, consejo federal dirigido
por un Canciller y el Emperador (Káiser) tenía amplios poderes constitucionales;
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17. dirigía la política exterior, era el mando supremo del ejército y nombraban al
Canciller.
El II Imperio alemán desapareció al final de la Primera Guerra Mundial.
Su evolución se suele dividir en dos grandes períodos separados por la caída de
Bismarck (1890). A diferencia de otros grandes hombres de Estado, Bismarck no
creó ni se apoyó en ningún partido político. Poco simpatizante del parlamentarismo y
enemigo del socialismo, combatió las veleidades autonomistas y el movimiento obrero
pero supo unir la representación con la concesión de leyes armonizadoras. Desde
1866 Bismarck se apoyó en el Partido Nacional Liberal, alta y media burguesía
unificadora y prusófila, para realizar la propia creación e institucionalización del
Imperio . En ellos se creó el Partido de Centro (Zentrum 1871).
En 1875 se fundó el Partido Socialdemócrata alemán, fusión de los socialistas
marxistas y los reformistas; su programa era moderado, lo que le permitió rápidos
progresos, alcanzando doce escaños en las elecciones de 1877, sus demandas de
mayor democratización fueron bien acogidas entre los nacional-liberales, el grupo
hasta entonces adicto al Canciller. Dos atentados anarquistas contra el Emperador
desencadenaron toda una legislación antisocialista.
Bismarck pretendió legalizarlo, pero no lo consiguió y en las elecciones de 1800
alcanzo 35 escaños; de nuevo en 1878 Bismarck pretendió de nuevo ilegalizarlo, pero
su respaldo principal, Guillermo I, había sido sustituido por Guillermo II, que se opuso
a la prohibición, buscando un inicio de reinado más tolerante y ajeno a las tutelas del
anciano Canciller; éste fue cesado y dimitió a los 75 años.
Guillermo II, último rey de Prusia y último Káiser alemán (1888-1918) tuvo
cuatro cancilleres aunque gobernó personalmente. Comenzó su reinado con ansias
democratizadoras, con proyectos de ampliación de la legislación laboral, reforma
fiscal y electoral que no fueron aprobados por la oposición de los conservadores. En
las elecciones de 1893 el crecimiento socialdemócrata fue tan acusado que dio un giro
a su gobierno, inclinándose hacia un conservadurismo que ya no abandonaría. Durante
su reinado Alemania experimentó un gran desarrollo económico, siendo la segunda
potencia industrial en 1900 y la segunda potencia industrial en 1914. Este crecimiento
consolidó a la clase dirigente, la aristocracia terrateniente, la alta burguesía
industrial y financiera y, cada vez mas el ejercito. Si Bismarck tejió una red de
alianzas que preservaba la integridad alemana y la situaba como fuerza hegemónica
en el continente - restringido su radio de acción al mismo -, Guillermo II emprendió
una política exterior agresiva a escala mundial (la Weltpolitik), cuyas objetivos eran
la expansión colonial y la lucha por los mercados internacionales. Esta dinámica
imperialista chocaría con los intereses coloniales de las otras potencias europeas.
Otra característica del reinado de Guillermo II fue el creciente militarismo, en una
escalada que no frenó hasta el final de la guerra mundial.
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18. DEL LIBERALISMO A LA DEMOCRACIA
A comienzos del último cuarto del siglo XIX la mayor parte de los países europeos
estaban gobernados por monarquías autoritarias aunque con una constitución,
principio básico del liberalismo.
Se Abrió un proceso de transformación del liberalismo moderado mediante la puesta
en práctica de derechos políticos ya realmente democráticos. Un proceso global que
se resume en la transición de los regímenes constitucionales en parlamentarios.
Durante el último cuarto de siglo el programa del liberalismo político culminó en todos
sus extremos: en la mayor parte de los países europeos se fueron implantando
regímenes constitucionales que recogían y garantizaban los derechos del ciudadano;
el principio de igualdad ante la ley alcanzaba por igual a individuos, corporaciones e
instituciones, eliminando definitivamente los fueros especiales y privilegios del
Antiguo Régimen. Las sucesivas reducciones censatarias fueron ampliando el cuerpo
electoral a la vista puesta en el sufragio universal. Si el programa estaba completo, la
materialización del ejercito del poder y la conformación del Estado liberal también se
habían conseguido logrando la identificación de casi toda la población con el Estado.
Una administración cada vez más compleja y con crecientes competencias
inevitablemente hizo que el Estado superara su papel mediador para ser
declaradamente director e interventor. Este intervencionismo se materializó de
modo destacado en tres campos complementarios. La implantación de una legislación
sociolaboral estuvo acompañada de fuertes tensiones sociales y de un gran debate
político sobre los límites de la intervención. El segundo campo, surgido en parte como
contraprestación a la intervención anterior era la puesta en práctica de medidas
proteccionistas de la economía nacional que mostraba la creciente dirección del
Estado en política económica frente a la iniciativa privada y las leyes de mercado.
La gran oleada del cuerpo colonial adquirió los tintes imperialistas que la
caracterizaron por estar basada en políticas estatales.
Este fortalecimiento del Estado estuvo apoyado sobre todo por el principal elemento
dinamizador del sistema político de la época, la ampliación progresiva del cuerpo
electoral hasta conseguir el sufragio universal masculino.
La ampliación del cuerpo electoral tuvo consecuencias directas en los políticos y en la
forma de ejercer la política. La primera de todas ellas fue la necesaria
transformación de los partidos; los viejos partidos de elites tendieron a
transformarse, con mayor o menor fortuna, en partidos de masas, obligados a
renovar su programa y a crear instrumentos partidistas para su movilización.
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19. El movimiento obrero y los partidos socialistas que aparecieron en esa época
debatieron su incorporación al sistema, dividiéndose en el seno de la Internacional
sobre su participación en elecciones, parlamentos y gobiernos; ello dio origen a las
facciones radical y moderada. La segunda gran consecuencia de la ampliación del
sufragio fue la paulatina legislación sociolaboral. Los partidos republicanos y
socialistas por encontrarse dentro su programa y las tradicionales para impedir el
crecimiento de los anteriores, casi todos a finales del siglo XIX coincidían en la
necesidad de participación del Estado de forma activa, en las relaciones laborales y
de protección.
El resultado fue la ampliación definitiva del intervencionismo del Estado, lo que unido
a la incorporación de otras competencias (sistemas de enseñanza, sanidad públicos,
servicios urbanos, infraestructuras, seguridad ciudadana etc.) multiplicó los
organismos estatales necesitados de un creciente número de funcionarios a los que
había que dotar de una formación específica y de servicios para el desempeño de sus
funciones.
Si bien fue durante la Gran Guerra y después cuando se dieron el aumento
significativo de las competencias del Estado y el incremento impositivo, su aparición
se produjo en las décadas finales del siglo XIX y principios del XX.
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