La arquitectura del siglo XVI en Europa experimentó diferentes estilos según cada región. En Francia fluctuó entre lo gótico, el clasicismo y lo experimental, destacando los castillos reales como el de Blois y Chambord. Portugal desarrolló el estilo manuelino, una mezcla de gótico, renacimiento y elementos decorativos marítimos. Inglaterra continuó el gótico con el estilo Tudor y casas señoriales inspiradas en Francia. Alemania asumió parcialmente el renacimiento italiano a nivel decorativo
1. ARQUITECTURA DEL S. XVI EN EUROPA
La actitud ante la arquitectura italiana fue dispar en los estados europeos. La
arquitectura francesa del s. XVI representa el fruto de la experimentación a
partir de la tradición gótica y de las novedades antiguas del Renacimiento
italiano. En Portugal apareció el estilo Manuelino que tiene cierto paralelismo
con el Isabelino español. Inglaterra desarrolló el llamado estilo gótico Tudor y
durante el reinado de Isabel se realizaron las Country Houses y las Prodigy
Houses. En Alemania la arquitectura renacentista italiana fue asumida a partir
de lo decorativo.
Francia
Fluctuará entre la tradición gótica, el clasicismo y un cierto experimentalismo.
Es un arte civil y cortesano de palacios-castillos y châteaux. Su primera fase se
desarrolla entre 1494 (invasión italiana de Carlos VIII) y 1525 (fecha de la
Batalla de Pavía con la victoria de Carlos V); es la época de penetración de la
influencia renacentista y de la construcción de la llamada Fachada de las
Logias del Castillo de Blois.
La 2ª etapa termina en 1559 con la muerte de Enrique II, que comenzó a
construir el Castillo de Chambord; en esta etapa se comienzan a asumir
influencias teóricas italianas. La última fase se corresponde con el periodo de
las Guerras de Religión y tiene como fase principal el reinado de Francisco I,
cuyas principales obras son los palacios-castillos de Blois y Chambord.
En el castillo de Blois, de autor desconocido, destaca la fachada al patio con su
escalera en espiral a modo de pabellón poligonal. El palacio de Chambord, que
se proyectó inspirándose en unos dibujos de Leonardo, viene a ser un castillo
medieval, aunque ya hay que destacar su regular planta geométrica y sus
fachadas armoniosas. En el centro de su fachada principal se alza un cuerpo
central a modo de gran torre cuadrada con otras 4 torres circulares en los
ángulos. En medio de ella, se trazó una figura en forma de planta de cruz
2. griega en cuyo centro se alza una escalera doble en espiral que sirve de
elemento esencial para la distribución.
Las transformaciones realizadas por Francisco I en el castillo de Fontainebleau
entre 1528 y 1540 muestran el acercamiento a un clasicismo sencillo, aunque
no aceptaran la simetría de un modo estricto.
Pierre Lescot
Canónigo en la Catedral de Nôtre Dame, asumió el clasicismo sin haber viajado
antes a Italia. Sus obras principales son:
Palacio del Louvre: iniciado en tiempos de Francisco I, el proyecto inicial
se transformó en una idea más ambiciosa pasando a una fachada de
tres pisos con pabellones simétricos en avance. En su primer piso se
hallan las célebres 4 Cariátides, realizadas con la colaboración del
escultor Jean Goujon.
Hotel Carnavalet de Paris: destacan la fachada principal del patio y los
relieves de las Cuatro Estaciones de taller de Goujon en el piso principal
de esta fachada.
Philibert Delorme
Sus escritos son la síntesis de las teorías en boga en la época y su propia
prçáctica arquitectónica. Delorme pretendía que la arquitectura siguiera
siempre las leyes de la naturaleza y propuso la creación de un orden
arquitectónico francés. Entre sus obras destaca el Castillo de Anet concebido
para Diana de Poitiers, amante del futuro rey Enrique II. En ella destac la
magistral forma de superponer los órdenes arquitectónicos, al modo del Coliseo
de Roma.
Portugal
3. El gótico manuelino que se desarrolló en Portugal durante la década final del s.
XV y el primer tercio del s.XVI, persistió durante gran parte de esta centuria, en
cuyo transcurso se mostraron ocasionalmente las formas renacentistas, la
mayoría de las veces en aspectos de ornamentación. La arquitectura
manuelina guarda paralelismos con el gótico isabelino de la época de los
Reyes Católicos.
El manuelino es una yuxtaposición de elementos, estructuras y ornatos del
gótico flamígero, de citas renacentistas y añadidos mudejares, todo ello con
motivos decorativos específicos como decoraciones a base de sogas y nudos
marineros, redes, conchas, guirnaldas, peces, hojas de laurel etc. La
arquitectura manuelina se extendió por Portugal y se aplicó a edificios
religiosos, civiles y militares. Detscan:
Monasterio de Batalha: su proyecto de tres naves con crucero saliente y
cinco capillas en el ábside se atribuye a Afonso Domínguez. Conjuga
elementos góticos, influjos cistercienses y del estilo perpendicular inglés
y motivos decorativos manuelinos.
Monasterio de Los Jerónimos y Torre de Belén en Lisboa: en esta
última obra, en honor de San Vicente, destaca la decoración a base de
cuerdas y almenas con forma de escudos, así como amplios balcones.
Lo conservado hoy consta de la torre y un baluarte. El templo de los
Jerónimos (pensado para panteón real de Mnauel I) tiene planta de
salón con 3 naves de idéntica altura.
Inglaterra
Siguió empleando el gótico en su arquitectura, cuya tendencia perpendicular
evolucionaría hacia el denominado estilo Tudor. El renacentismo apareció de
forma tímida a través de las prácticas artísticas francesa y flamenca. Sin
embargo, no deja de ser una paradoja que el clasicismo rernacentista, de forma
especial el manierismo palladiano, triunfara en Inglaterra cuando el resto de
países asumía el Barroco.
4. El estilo Tudor, está caracterizado por un tipo de arco apuntado pero muy
plano, que no llega al semicírculo y es un tanto achatado. Combina el ladrillo
con la piedra caliza, las tipologías medievales permanecen y hay un claro gusto
por la decoración de filigranas. Los edificios se llenaron de torrecillas,
cresterías y chimeneas. Hay que citar las “prodigy houses”, casas de campo en
el entorno de Londres inspiradas en los palacios franceses de la época.
Alemania
Algunos humanistas alemanes fomentaron un cierto nacionalismo frente a las
influencias de los estados italianos y de Francia. El renacimiento alemán,
romántico e inconformista, fomentó la idea de renovación de la vida religiosa. El
gótico persistió pero contaminado de influencias flamencas, francesas (escuela
de Fontainebleau) e italianas. Aparecen dos tendencias: la puramente
decorativa y la estructural (coherente con los principios de Vitruvio). La reforma
protestante no favoreció la construcción de iglesias. La arquitectura alemana
gustó del empleo de la decoración al grutesco. Los castillos y palacios
residenciales serán los edificios más importantes. Destacan el Castillo de
Heidelberg, la Rathaus (ayuntamiento) de Colonia y la Munich Residenz
(residencia palatina de los Wittelsbach).