6. U.D.C.A: El Arte en la historia de la Medicina - Antigüedad Griega y Romana

CENTRO DE ARTE Y CULTURA
DIFUSIÓN CULTURAL
PROGRAMA FORMAR CULTURA ARTÍSTICA UNIVERSITARIA
LA HISTORIA VISTA POR…
EL ARTE EN LA HISTORIA DE LA MEDICINA
ANTIGÜEDAD GRIEGA Y ROMANA
La medicina es una profesión unida con el curso misterioso de la vida y el surgir de las civilizaciones.
Este documento, sin ser exhaustivo ni abarcar el proceso completo del desarrollo de la ciencia médica nos lleva a exaltar la contribución
del arte a la medicina y de los médicos al bienestar de la humanidad. La Historia Vista Por… ilustra hechos y fechas en un contexto social
y cultural. Sobresale el interés en los aspectos artísticos, filosóficos y éticos de la medicina, inclinándose a mirar el pasado para analizar
e interpretar las concepciones anteriores de la vida, la salud y la enfermedad.
ZULEMA HANI A. CARLOS E. RODRÍGUEZ ARANGO
Coordinadora Programa Difusión Cultural Coordinador Centro de Arte y Cultura

ANTIGÜEDAD GRIEGA Y ROMANA
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JURAMENTO
HIPOCRÁTICO
El Juramento Hipocrático, es un juramento público que pueden
pronunciar los que se gradúan en medicina ante los otros médicos
y ante la comunidad. Su contenido es de carácter ético, para
orientar la práctica de su oficio.
Manuscrito bizantino del siglo XI en el que está
escrito el Juramento hipocrático en forma de cruz.
Biblioteca del Vaticano.
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“Juro por Apolo el médico y Esculapio y por Hygeia y
Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de
jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde
tenga poder y discernimiento. A aquel quien me enseñó
este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él
participará de mi mandamiento y si lo desea participará de
mis bienes. Consideraré su descendencia como mis
hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si
ellos desean aprenderlo".
“Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras
formas, a mis hijos, a los hijos del que me enseñó a mí y a
los discípulos unidos por juramento y estipulación, de
acuerdo con la ley médica, y no a otras personas". “Llevaré
adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y
discernimiento será en beneficio de los enfermos y les
apartará del perjuicio y el terror.
A nadie daré una droga mortal aún cuando me sea
solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma
manera, no daré a ninguna mujer supositorios
destructores; mantendré mi vida y mi arte alejado de la
culpa.“ “No operaré a nadie por cálculos, dejando el camino
a los que trabajan en esa práctica. A cualesquier casa que
entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome
de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las
mujeres u hombres libres o esclavos.”
“Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión,
o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no
deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que
no se pueda hablar de ellas”. “Ahora, si cumplo este
juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el
arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los
hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy
perjuro".
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LA
ANTIGÜA GRECIA
El término Antigua Grecia se refiere al período de la historia de
Grecia que abarca desde la Edad Oscura de Grecia ca. 1200 a. C. y la
invasión dórica, hasta el año 146 a. C. y la conquista romana de Grecia
tras la batalla de Corinto. Se considera generalmente como la cultura
seminal que sirvió de base a la civilización occidental. La cultura de
Grecia tuvo una poderosa influencia sobre el Imperio romano, el cual
la difundió a través de muchos de sus territorios en Europa.
El Partenón es un templo de arquitectura helénica, edificado sobre la
cima de la Acrópolis en Atenas, entre los años 447 y 432 antes de
Cristo. Dedicado a glorificara Partenos, sobrenombre que se daba a la
diosa Atenea, es el mayor logro de la arquitectura antigua occidental.
Su construcción fue encargada por el líder político Pericles al escultor
Fidias y a sus arquitectos Calcícrates e Ictinio, quienes lograron
levantar un edificio fuera de serie para la época. En el diseño y
edificación se aplicó cálculo matemático avanzado.
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Actualmente, nos seguimos alimentando con el espíritu de una
civilización que labró con igual maestría las artes y las ciencias y a
la cual denominamos la «antigüedad clásica».
Las epopeyas homéricas, los juegos olímpicos y el oráculo de Delfos
son, a la vez, el resultado y los testimonios de un efecto nacional, ya
que los griegos se consideraban helenos. El patriotismo griego se
limitaba a la democracia de las polis, obstaculizada en ocasiones
por una tiranía.
Las legislaciones de Dracòn y de Solón, en 624 y en 594 a. de J.C.,
inician la época llamada clásica, que comprende las guerras contra
los persas (480), la del Peloponeso (431-404) y las sangrientas
luchas de los pueblos griegos y la aparición de obras maestras de
la estatuaria. La liga corintia, bajo el amparo de el rey Filipo de
Macedonia, y posteriormente la dominación por Alejandro Magno,
presiden el último período de la alta civilización griega, el período
helenístico.
Copa de Sosias. Aquiles venda el brazo a Patrocio. Museo
Staatliches de Berlín

Las ideas fundamentales de los griegos sobre la «harmonía» y la
«kalokagathia», la teoría de los cuatro humores y las virtudes
curativas de la naturaleza, la «physis», fueron la base de los
pensamientos romanos ulteriores. Asclepios, también con el
nombre de Esculapio, se convertiría para los romanos en el dios de
la medicina.
La maga Circe ofreciendo en copa de oro una poción mágica a Odiseo.
Detalle de un vaso tebano, 450-440 a. de J.C.
Museo Británico, Londres.
Fotografía Poggio.
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Ciertas pinturas y esculturas nos prueban que los cretenses
otorgaban mucha importancia a los cuidados corporales, y de ahí
sus notables instalaciones higiénicas, su medicina se inspiraba
esencialmente en la magia.
Las producciones artísticas y los relatos de los griegos constituyen
principales fuentes de información sobre la medicina.
Ayante con el cadáver de Aquileo, muerto al herirle en el talón una flecha
lanzada por París, episodio recogido en la «etiòpida».
Detalle del asa del vaso François, siglo VI antes de J.C. Museo
Arqueológico, Florencia.
Fotografía Scala-Salmer

LOS POEMAS
HOMÉRICOS
Encontramos en los poemas homéricos un pensamiento racional de
la medicina. Sus epopeyas concebidas entre 900 y 800 años a. de
J.C. La magia no había sido desterrada completamente de la
medicina. Homero en epopeya, hizo gala de sus conocimientos
anatómicos. Conocía perfectamente el emplazamiento de la vejiga, y
en cuanto al corazón, fuente de vida, era uno de los polos de
atracción del arte descriptivo del poeta. Los vasos que datan del
siglo V antes de J.C. revelan que, junto al retrato idealizado y junto
a la representación del hombre de proporciones armoniosas, y la de
la divinidad antropomórfica, los artistas helenos gustaban de
representar figuras realistas que han contribuido ampliamente a
dar a conocer las practicas médicas de los griegos.
Representación de un esqueleto humano con la frase « Conócete a ti
mismo».
Museo del Terme, Roma
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A partir del siglo VI antes de J.C., inicia la filosofía de la naturaleza:
los griegos comienzan a deliberar sobre sí mismo, sobre su misión
en el cosmos, y se forma una idea sobre la organización del
universo. Esta búsqueda del principio fundamental, fue beneficiosa
para la medicina como para el arte.
Para Tales de Mileto (640-547 antes de J.C.), primer filósofo
naturalista, el principio fundamental era el agua. Esta era el
fundamento de todas las manifestaciones de la vida.
Matemático y filósofo griego, uno de los sabios
de la antigua Grecia y autor del teorema que
lleva su nombre. Nació hacia el año 624 a. C. en
Mileto, ciudad ubicada en la región de Jonia, en
Asia Menor (la actual Turquía). Viajó a Egipto,
donde aprendió geometría de los sacerdotes de
Menfis, y astronomía, que posteriormente
enseñaría con el nombre de astrosofía.
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Anaximandro, (600 antes de J.C.), situaba en el infinito el primer
principio, el aire, sustancia eterna no accesible a los sentidos, de la
cual se habrían originado el agua y el frio. Pitágoras, a partir del
número es posible medir y comparar entre sí todas las
manifestaciones de la vida. Pitágoras definía la armonía del
universo con el nombre de cosmos. Todo debía someterse a ella la
salud, la enfermedad, y el arte. La armonía espiritual y la belleza
era parte de la salud.
Anfiarao curando a um enfermo. Siglo V antes de J.C.
Museo Arqueológico Nacional de Atenas

De la doctrina unitaria de los primeros naturalistas nació la teoría
de los cuatro elementos ( agua, fuego, aire y tierra), que acabó por
constituir una metodología médica, trazada por los discípulos de
Hipócrates y recopilada por Galeno (129-199 antes de J.C.). Esta
metodología predominó a lo largo de toda la edad media, hasta el
comienzo de los tiempos modernos, con el nombre de patología de
los cuatro humores.
Con estos principios naturalistas, los mismos conceptos
constituyeron la base para la medicina teórica. Ideas sobre la
armonía, las teorías dinámicas formuladas en la doctrina del
«pneuma» o de los humores. Y en el arte, este principio de la
armonía, la kalokagathia, está ligada a una fuerza de expresión
dinámica.
Mujer tocando la lira en los festejos de la bodas Aldobrandini, que
probablemente representan los desposorios de Alejandro y Roxana.
Fresco En la poesía helenística, donde domina la tendencia hacia todo lo
que es fino y gracioso y prevalece la teoría del arte por el arte, la
perfección formal halla su principal razón de ser: teoría representada
sobre todo por Calìmaco. Los poemas se recitaban generalmente
acompañándose con música.
Museo Pìo Cristiano, Vaticano.
Fotografía Scala -Salmer
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El médico como figura del sabio era frecuente en la antigüedad. Una
vez liberado de las vinculaciones religiosas, alcanzó un nivel social
elevado, gracias, a la actividad de cierto número de escuelas de
medicina, siendo las más célebres la de Cos y de Cnido. En Cos
nació Hipócrates, que dio su nombre a una orientación de la
medicina. El segundo gran médico de la antigüedad fue Galeno.
Comensal vomitando. Detalle de una Copa Ateniense

Filólogos e historiadores no han conseguido ponerse de acuerdo ni
respecto a lo que, en el Corpus Hippocraticum, es obra propia, ni a
lo que pueda datar antes o después de él.
Su obra revela una originalidad que autoriza hablar de medicina
hipocrática. El profundo examen de la evolución de la enfermedad,
los factores personales y del medio ambiente, el mantenimiento de
la moral del enfermo, a lo cual se añade una alta concepción ética
de la dignidad de la profesión médica, cuya expresión culminante la
constituye el célebre «juramento de Hipócrates».
Barorrelieve del templo de Asclepio. Se visualizan los instrumentos
quirúrgicos griegos
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EL DESARROLLO DE
LAS CIVILIZACIONES
En la Isla de Creta, 3000 años antes de nuestra era, surge una
civilización que supera el neolítico, empleando los metales,
construyendo palacios y desarrollando una cultura que culminará con
el desarrollo de las civilizaciones minoica y micénica.
Relieve del Templo de Asclepio en Epidauro en el que aparece un
medico dándole un masaje a una paciente
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Estas dos culturas son la base de la Grecia clásica, de influencia
capital en el desarrollo de la ciencia moderna en general y de la
medicina en particular.
Estela griega, el médico Jason palpando el hígado de un enfermo. siglo II antes de
J.C.
Nos encontramos en presencia de un hombre venerable , en plena madurez,
vestido con una túnica y sentado sobre un taburete provisto de un cojín.
practicando un típico principio dinámico, el médico procede a un examen mediante
la palpación del epigastrio. La inscripción de la estela no es lo único que nos indica
la profesión del hombre representado, se le reconoce por el acto médico que está
realizando y también –»tarjeta de visita»- por la monumental ventosa que puede
verse en el borde inferior derecho.
British Museum, Londres.

El desarrollo de los conceptos de la physis (naturaleza) y del logos
(razonamiento, ciencia) suponen el punto de partida de una
concepción de la enfermedad como una alteración de mecanismos
naturales, susceptible, por tanto, de ser investigada, diagnosticada y
tratada, a diferencia del modelo mágico-teológico determinista
predominante hasta ese momento.
Surge el nacimiento del método científico, a través de la autopsia:
visión por uno mismo y de la hermenéutica: interpretación.
Vasija griega que recrea el tratamiento quirúrgico de una herida
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LA CIVILIZACIÓN
MICÉNICA
Desde el año 2000 en adelante los protohelenos indoeuropeos
llamados aqueos, pasaron a instalarse a las dos riberas del Egeo.
Los poemas homéricos y las excavaciones de Schliemann le valieron
a la cultura aquea el apelativo de micénica, del nombre de Micenas,
la ciudad más ilustre de la Argólida, donde se erguían los muros de
Tirinto. La civilización micénica es revelada por las excavaciones y
por la Ilíada.
El famoso fresco de los coperos. Ala sur del palacio de
Cnossos. Procesión ritual.
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Resultado de las influencias minoicas en la Argólida, se mostró dócil
a los modelos cretenses en la cerámica, la ornamentación
pictórica y a los objetos menudos y de lujo.
A comienzos del siglo XII, todos los emplazamientos micénicos
fueron devastados e incendiados: los dorios invaden la península
griega.
Los mitos y leyendas, temas constantes de inspiración. Heracles
(Hércules), luchando con la hidra de Lerna.
Crátera procedente de Chiusi.
Museo Arqueológico Nacional, Palermo.
Fotografía Pucciarelli-Flash Press.

LA EDAD MEDIA
HELÉNICA
La edad media helénica, siglos XII – VIII A. J.C.
La invasión doria inició un oscuro período cuya evolución sólo puede
seguirse a través de los poemas homéricos. Algunas novedades
aparecieron como la utilización generalizada del hierro, la práctica de
la incineración y la cerámica de estilo geométrico.
Antes de que el niño empezara a andar se lo colocaba en asientos-
orinales como el representado bajo estas líneas, de los que se
conservan algunos ejemplares. Vasija griega del siglo V a.C. Dibujo de
Peter Connolly.
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La Grecia Dórica se fragmentó, dividiéndose en ciudades (polis),
que constaban en una aglomeración urbana, un territorio rural y
aldeas. Esto conllevó a diferentes grupos sociales: nobles,
campesinos, jornaleros y esclavos. Sin embargo, se extendía una
cultura en común: el sincretismo religioso había unificado en una
sola raza sagrada las divinidades cretomicènicas (Deméter),
Indoeuropeas (Zeus) y tracias (Ares y Dionisio).
Estatua de un guerrero gálata del período helenístico, perteneciente
a la escuela de Pérgamo (ca. 100 a. C.).

El Panteón helénico jerarquizaba a los dioses, clasificándolos en una
sociedad antropomórfica y atribuyéndoles poderes repartidos.
La lenta formación de los poemas Homéricos, fue proporcionando a
los griegos una heroica leyenda nacional, que exaltaba la unión con
los helenos y la introducción de la escritura dio a la cultura helénica
su medio de expresión. (Siglo IX u VIII).
Aquileo, el héroe de la «Ilíada". Detalle de una
ánfora con figuras rojas, 450 J.C.
Museo Gregoriano Etrusco, Vaticano.
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LA ÉPOCA ARCAICA
SIGLO VIII-VA DE J.C.
A lo largo de esta época, evoca las primicias del arte griego, fue
transformándose la primitiva vida rural y patriarcal en una economía
más diversificada, y simultáneamente, a la realeza homérica la fue
sustituyendo un régimen aristocrático, interrumpido en ocasiones
por la victoria de la democracia sobre las oligarquías.
Amphoreús (αμφορεύς —'para ser transportadas en ambos lados
del barco'—, de donde proviene la palabra española «ánfora») de
cerámica de figuras negras que representa una carrera de los Juegos
Panatenaicos. Hacia el 530 a. C.
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LA CONFEDERACIÓN DE
DELOS
El ateniense Arístides estableció con la mayoría de las ciudades del
archipiélago, de la Jonia y del Helesponto, una alianza llamada la
confederación de Delos (478 ò 477, cuya finalidad era liberar a toda la
Grecia asiática del yugo persa. Durante un breve período (446-431), el
helenismo alcanzó en Atenas tal auge que aquella época habría de
representar ya para siempre el apogeo de la civilización griega.
Ostracón con el nombre de Arístides.
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Atenas, por la belleza de sus monumentos y por su fecundidad
intelectual superaba a todas las demás ciudades, de las que por
entonces era la «escuela».
Las Cariátides de la Acrópolis.
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LA EDUCACIÓN EN LA
GRECIA ANTIGUA
El sistema educativo de los griegos fue el resultado de una larga
evolución. A una herencia arcaica, donde el entrenamiento físico y la
preparación de los ejercicios bélicos eran lo más importante y se
aliaban a una cultura musical exigida por la participación cultural de
todos los ciudadanos en coros que honraban a los dioses con danzas
y cánticos, vino poco a poco una enseñanza de tipo intelectual que,
limitada al principio a la lectura y recitación de los poetas, se fue
profundizando y desenvolviendo hasta dar por fin origen a célebres
escuelas filosóficas.
El Partenón y los restos de la Acrópolis, vestigios
de la antigua Atenas.
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Fue sólo en Atenas, donde el conocimiento logró pleno desarrollo,
con un equilibrio entre todas las disciplinas, y la educación
helenística sería tan solo el perfeccionamiento del sistema
ateniense. En torno a las grandes bibliotecas de Alejandría y de
Pergamo se ampliaron las investigaciones eruditas. Pero la
formación científica solía ser escasa y se restringía demasiado a la
filosofía: la educación de la palabra era siempre el verdadero fin.
Supuesto retrato de Homero. Copia de un original helenístico.
Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.

LA MEDICINA EN LA
LITERATURA
La Ilíada y La Odisea son las obras literarias más excelsas de la
antigüedad clásica. Aparte de otros méritos más relevantes, las
detalladas noticias genealógicas, históricas y mitológicas
prodigadas por Homero, especialmente en la Ilíada, sirvieron de
fuente no sólo a todos los grandes poetas creadores de la tragedia
griega, sino también a Hesíodo para escribir su Teogonía, a Virgilio
para la Eneida, a Fenelòn para el Telémaco, y, en suma, a cuantos
han tratado literaria o científicamente asuntos helénicos. Los datos
Homéricos tienen igual importancia con los datos relativos a
geografía, costumbres pacíficas y bélicas, ceremonial religioso y
civil, indumentaria y medicina.
Aquileo con su maestro el centauro Quirón.
Fresco procedente de Herculano.
Museo Nacional, Nápoles.
Fotografía Scala-Salmer.
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La Ilíada describe, por ejemplo, cómo Fereclo es lanceado por
Meriones en la nalga, «cerca de la vejiga y bajo el hueso del pubis»,
o el tratamiento que recibe el rey Menelao tras ser alcanzado por
una flecha en la muñeca durante el asedio a Troya: el cirujano
resulta ser Asclepios, el dios de la medicina griega, educado en la
ciencia médica por el centauro Quirón.
Odiseo, tras muchos años de navegación, llega a su palacio de Ítaca,
donde su nodriza Euriclea, al lavarle los pies, le reconoce por una cicatriz
que tiene en la pierna.
Pintura de un esquifos ático, atribuida al pintor de Penélope, siglo V, a. de
J.C.
Museo Arqueológico Chiusi.
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ÉPOCA
HELENÍSTICA
En la Atenas del helenismo (s. III a.c.) los médicos exponían sus
títulos ante la asamblea, que elegía a quienes le parecían los mejores;
estos eran retribuidos por la ciudad, quien ponía a sus disposición un
local que servía para las consultas, las operaciones y la
hospitalización de los enfermos, y los medicamentos eran pagados
por el estado. Los gastos de este servicio social se cubrían mediante
un impuesto especial, el iatrikón.
La Afrodita de Milos, más conocida como Venus de Milo, es una de las
estatuas más representativas del período helenístico de la escultura
griega, y una de las más famosas esculturas de la antigua Grecia. Fue
creada en algún momento entre los años 130 y 100 a. C., y se cree que
representa a Afrodita (denominada Venus en la mitología romana),
diosa del amor y la belleza; mide, aproximadamente, 211 cm de alto.
Esta estatua fue encontrada en Milo —Islas Cícladas, desenterrada
por un campesino y vendida a Francia entre 1819 y 1820.
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En la época helenística, los médicos obtuvieron autorización para
disecar a criminales condenados a muerte. Herófilo de Calcedonia y
Erasístrato de Vúlide practicaban también vivisecciones (disección
anatómica de un ser vivo), y descubrieron, veinte siglos antes de
Harvey, la circulación de la sangre.
Medallón con un relieve representando a Herófilo en la Antigua
Facultad de Medicina de Zaragoza.

Los instructores de los gimnasios o pedótribos eran con frecuencia
higienistas y proporcionaban a los atletas y a los miembros de la
clase ociosa la oportunidad de someterse, debidamente dirigidos, a
regímenes de salud. Sabían sanar fracturas, distensiones y
luxaciones. En su ocupación de cuidar la salud de sus pacientes,
estudiaron los masajes, las dietas y los sistemas graduados de
ejercicios.
El Equilibrio Discóbolo en una Ánfora de Cumas.
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El público tenía a su disposición libros de medicina y podía obtener
remedios en casa del farmacéutico, que se proveía, a su vez, del
rizótomo o "cortador de raíces“. La cosecha de plantas medicinales
era considerada como parte esencial del arte de curar.
Con frecuencia los médicos dirigían oficinas donde se preparaban
medicamentos bajo su dirección.
Hipócrates, escultura romana del período helenístico. siglo I
antes de J.C.

En Grecia, ocasionalmente pudo hablarse de especialistas, con
excepción de los oculistas, que curaban los ojos de sus clientes
sobre todo con la ayuda de colirios, y dentistas, capaces de rellenar
con oro los dientes. Las mujeres podían ser médicos, pero se
limitaban generalmente a realizar las funciones de enfermeras y de
comadronas. Las mujeres para determinadas enfermedades, se
dirigían con preferencia a las curanderas, que más practicaban la
magia que la medicina racional.
Supuesto retrato de la poetisa Safo.
Pintura Pompeyana. Museo Nacional, Nápoles.
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GRECIA
CLÁSICA
La Antigüedad Clásica, cultivó con maestría las artes y las ciencias.
El término clásico acuñado por los griegos para definir la medicina,
tekhne iatriké (la técnica o el arte de curar), o los empleados para
nombrar al «médico de las enfermedades» (ietèr kakôn) y al
cirujano (kheirourgein, ‘trabajador de las manos’) sintetizan ese
concepto de la medicina como ciencia.
Apolo , copia romana antigua de
un original griego del siglo
IV A. C. Museo del Louvre.
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El ser humano comienza a dominar la naturaleza y se permite
(incluso a través de sus propios mitos) retar a los dioses
(Anquises, Peleo, Licaón o el propio Ulises). En el siglo VI a. c.
Alcmeón de Crotona, filósofo pitagórico dedicado a la medicina,
desarrolló una teoría de la salud que comenzaba a dejar atrás los
rituales sanadores pre técnicos que hasta ese momento
cimentaban la medicina griega: la plegaria (eukhé) a los dioses de la
salud (Asclepio, Artemisa, Apolo, Palas Atenea, Hygea), las danzas o
ritos sanadores (Dionisos) y el conocimiento empírico de remedios
básicos.
Alcmeón de Crotona

ASCLEPIO
Asclepio, el dios de la medicina griega. Según la leyenda más
extendida, era hijo de Apolo. En Homero, no es más que un héroe, que
aprendió del centauro Quirón el arte de la medicina y el nombre de
Hygea su hija, sirvió de inspiración para la actual rama de la medicina
preventiva denominada higiene. Poco a poco fue considerado como
un Dios, adquiriendo gran popularidad. Sus atributos eran la
serpiente, el gallo, el bastón y la copa. El culto de Esculapio fue
adoptado en Roma en el siglo III a. de J.C. como consecuencia de una
peste. A Asclepios se atribuye también el origen de la vara de
Esculapio, símbolo médico universal en la actualidad.
Estatua de Asclepio. Glypotek, Copenhague
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LA VARA
DE ESCULAPIO
Sus atributos, la serpiente y la vara, a veces por separado en la
antigüedad, se combinan en este símbolo. La vara de Asclepio
también representa a la constelación Ofiuco (Ophiuchus
Serpentarius), considerado como el decimotercer signo del zodíaco.
La vara fue, durante mucho tiempo, símbolo de la profesión médica,
y la serpiente, que muda periódicamente de piel, simboliza, por lo
tanto, el rejuvenecimiento. Fue instruido en la medicina por el
centauro Quirón. Es común confundir la vara con el caduceo de
Hermes (Mercurio para los romanos). La diferencia y la peculiaridad
del bastón de Esculapio está en que no tiene alas y sólo asciende por
la vara una serpiente.
La vara de Asclepio, Esculapio para los romanos, es un antiguo
símbolo asociado con la astrología, el dios griego Asclepio y la
curación de enfermos mediante medicina. Consiste en una
serpiente entrelazada alrededor de una vara larga. El nombre
del símbolo deriva de su precoz y extensa asociación con
Asclepio, hijo de Apolo, quién era un practicante de la medicina
en la antigua mitología griega.
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EL
CADUCEO
El Caduceo, es la insignia del heraldo, más conocida como atributo
mágico de Hermes o Mercurio, mensajero de los dioses del Olimpo.
Entre los romanos servía como bandera de tregua y en su origen
consistía en una rama de olivo. En su forma más usual consta de 2
serpientes enrolladas sobre una varilla sostenida por un par de alas.
Los caduceos reemplazaron gradualmente el bastón de Esculapio,
dios de la Medicina.
Hermes atándose la sandalia por François Rude.
Museo del Louvre
DIFUSIÓN CULTURAL

EL TEMPLO
DE EPIDAURO
En la Grecia clásica los enfermos acudían al templo de Epidauro
para hacerse curar por Asclepio, dios de la medicina.
Aquella amalgama de santuario, hospital, sanatorio y bazar debía
presentar, durante todo el año, un aspecto curioso. Una
muchedumbre de ciegos, epilépticos y lisiados, la tomaba por asalto,
luchando para disciplinarla, a los zácoros, a los portallaves, a los
piróforos, que mitad sacerdotes y mitad enfermeros, representaban
a Asclepios y vigilaban los milagros.
Un niño enfermo traído al templo de Esculapio".
1877. John William Waterhouse.
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La clínica sólo proporcionaba, los muros del dormitorio, que estaba
en la planta superior y se llamaba Abaton.
Los pacientes eran conducidos a la fuente para tomar un baño,
solamente después de haberse quitado de encima la suciedad, eran
admitidos en el templo propiamente dicho para la oración y la
ofrenda. Sólo en tiempos de Pericles aparece la medicina laica, que
se apoyaba, o pretendía apoyarse, en bases racionales, al margen
de la religión y de los milagros.
Platón tituló «Sympòsion», o «Banquete», el diálogo entre Sócrates
y algunos de sus discípulos y amigos, entre ellos el comediógrafo
Aristófanes y la hetera Diòtima, que tuvo como tema el amor.
Escena de Banquete, en un relieve griego, siglo IV a. de J.C.
Museo Arqueológico Nacional, Atenas.
Fotografía Bevilacqua-Salmer.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Asclepios sólo exigía los honorarios en caso de curación.
No se sabe con precisión en qué consistían las curas. Es probable,
que las aguas tenían gran parte en ellas, pues la región abundaba
en termales.
Otro ingrediente muy usado eran las hierbas, pero sobre todo se
contaba con la sugestión que se creaba con exorcismos y
espectaculares ceremonias.
Tal vez se recurría también al hipnotismo y en ciertos casos a la
anestesia, si bien no se sabe cómo la lograban, porque de las
inscripciones resulta que Asclepios, más que un clínico, era un
cirujano. Fueron los sacerdotes los que monopolizaron la medicina
griega hasta el siglo V a.c.
Zona de culto en el Asclepeion de Epidauro

HIPÓCRATES
La figura médica por excelencia de la cultura griega clásica es
Hipócrates.
De este médico se conoce, gracias a la biografía escrita por Sorano
de Éfeso, unos 500 años después de su muerte, que nació en Cos en
torno al año 460 a. c. y su vida coincide con la edad de oro de la
civilización helena y su novedosa cosmovisión de la razón frente al
mito.
Hipócrates y Galeno
Fresco del siglo XII, Catedral de Anagni, Italia
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Galeno y posteriormente la escuela alejandrina lo consideraron «el
médico perfecto», por lo que ha sido aclamado clásicamente como
el padre de la medicina moderna.
En realidad la obra atribuida a Hipócrates es una compilación de
unos cincuenta tratados (Corpus Hippocraticum), elaborados a lo
largo de varios siglos (la mayor parte entre los siglos V y IV a. c.),
por lo que es más adecuado hablar de una «escuela hipocrática»,
fundada sobre los principios del denominado juramento hipocrático.
Los campos médicos abarcados por Hipócrates en sus tratados
incluyen la anatomía, la medicina interna, la higiene, la ética médica
o la dietética.
Claudio Galeno. Liografía de Pierre Roche Vigneron, ca.
1865

TEORÍA DE LOS
CUATRO HUMORES
En su teoría de los cuatro humores, Hipócrates despliega un
concepto, próximo a la medicina oriental, de salud como equilibrio
entre los cuatro humores del cuerpo, y de enfermedad (nosas)
como alteración (exceso o defecto) de alguno de ellos. Sobre esta
base teórica desarrolla entonces un cuerpo teórico de fisiopatología
(cómo se enferma) y terapéutica (cómo se cura) basado en el
ambiente, el aire, o la alimentación (la dietética).Hipócrates confirió
a la medicina una alta dignidad, elevándola a sacerdocio con un
juramento que comprometía a los adeptos no sólo a ejercer según
ciencia y conciencia, sino también a atenerse a un rígido decoro
externo, a lavarse mucho y a guardar una actitud mesurada que
inspirase confianza en el paciente.
Medicina en el período hipocrático: hidria ateniense (del último cuarto
de siglo VI A.C.), encontrada en Vulci, principal ciudad marítima de los
etruscos. Después de bañarse, los griegos primitivos solían
impregnarse de aceite por motivos estéticos y sanitarios.
Rijksmuseum van Oudheden,Leiden.
DIFUSIÓN CULTURAL

Con Hipócrates los médicos se organizaron corporativamente, se
volvieron estables, fundaron Iatreia, es decir, gabinetes de consulta,
y celebraron congresos donde cada uno aportaba la contribución de
sus propias experiencias y descubrimientos.
La influencia de Sócrates y de Platón, eran innegables. En un
principio la filosofía griega se inclinó por una visión materialista del
mundo, a comienzos del siglo V antes de J.C. Parménides, en su
poema «De la Natura», exponía un punto de vista más idealista. El
universo era uno, eterno, continuo e inmóvil. Respecto a las teorías
según existían principios opuestos como las de Heráclito, para quién
todo sucede, Parménides veía en ellas imaginaciones en
contradicción con la verdadera existencia. Perseo liberando a Andrómeda, bajorrelieve helenístico.
Museos Capitolinos, Roma.
Los temas mitológicos fundamentales en la epopeya y en gran parte
de la lírica griega de los tiempos arcaicos y clásicos mantuvieron
su vigencia e incluso se renovaron en la literatura helenística.
Fotografía de Pucciarelli-Flash Press
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Parménides, precursor de la ideología platónica, influyó en
Demócrito, siendo el primero en diferenciar la percepción de los
fenómenos exteriores por los sentidos de los verdaderos
conocimientos, la diferencia entre la percepción y el pensamiento,
teniendo en cuenta el fundamento del ser, tuvo su repercusión en la
medicina, ya que la práctica y la teoría adquieren la misma
importancia para el médico - filósofo.
Aristóteles llegó a afirmar que sólo el médico familiarizado con los
problemas filosóficos podía ser considerado como hombre de
ciencia.
La escuela de Platón, mosaico pompeyano, copia de un original
helenístico del siglo II a. de J.C.

LA ESCUELA DE
CNIDO
La escuela de Cnido, trabajó por tener en cuenta los puntos de vista
científicos. Apreciaba, que debía conceder atención a las normas del
cuerpo sano y sus funciones. Adoptó la teoría del «pneuma». La
escuela tuvo como principal representante a Diocles de Caristo
(primera mitad del siglo IV antes de J.C.).
La escuela de Platón, mosaico pompeyano, copia de un original
helenístico del siglo II a. de J.C.
DIFUSIÓN CULTURAL

LA ESCUELA DE
ALEJANDRÍA
En el siglo III antes de J.C., aparece la escuela de Alejandría,
representada por Herófilo y Erasístrato. La escuela se caracterizó
por los estudios anatómicos, siendo la teoría su base.
Erasístrato de Ceos, descubridor del colédoco (conducto de
desembocadura de la bilis en el intestino delgado, y del sistema de
circulación portal (un sistema venoso que atraviesa el hígado con
sangre procedente del tracto digestivo).
Herófilo de Calcedonia describió con acierto las estructuras
denominadas meninges, los plexos coroideos y el cuarto ventrículo
cerebral. Paralelamente se desarrolla la escuela empirista, cuyo
principal exponente médico fue Glauco de Tarentio (siglo I a. c.). Los
siguientes dos siglos (IV y III) supusieron el despegue de los
movimientos filosóficos griegos.
Busto de Platón, autor de una extensa obra
filosófica y política, conservada en su integridad.
Museos Capitolinos, Roma.
Fotografía Titus.
DIFUSIÓN CULTURAL

Aristóteles aprendió medicina de su padre, pero no consta un
ejercicio asiduo de esta disciplina. En cambio, su escuela
peripatética fue la cuna de varios médicos importantes de la época:
Diocles de Caristo, Praxágoras de Cos o Teofrasto de Ereso, entre
otros.
En torno al año 300 a. c. Alejandro Magno funda Alejandría, la ciudad
que en poco tiempo se convertiría en el referente cultural del
mediterráneo y oriente próximo.
Aristóteles contemplando el busto de Homero(1653), obra de Rembrandt.
Sectas médicas y el foco alejandrino: La importancia de Aristóteles para
el pensamiento occidental,-incluso 2000 años después de su muerte-, es
destacada en este cuadro, en el que el gran filósofo y científico reconoce
la deuda que tiene con sus antecesores. Metropolitan Museum of Art,
Nueva York.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
La escuela alejandrina compiló y desarrolló todos los conocimientos
sobre medicina (como de muchas otras disciplinas) conocidos de la
época, contribuyendo a formar algunos destacados médicos.
Algunas fuentes apuntan la posibilidad de que los ptolomeos
pusieran a su disposición reos condenados a muerte para practicar
vivisecciones.
Hipatia, imaginada por el pintor prerrafaelista inglés Charles William Mitchell
(1885). Hipatia, Alejandría, 355 o 370–ibíd., marzo de 415 o 4162 ) fue una filósofa y
maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, que destacó en los campos de las
matemáticas y la astronomía, miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de
Alejandría a comienzos del siglo V. Seguidora de Plotino, cultivó los estudios lógicos
y las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una selecta escuela de
aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, entre los que
sobresalen el obispo Sinesio de Cirene —que mantuvo una importante
correspondencia con ella—, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en
el momento de su muerte.

EL IMPERIO
ROMANO
El médico en Roma Antigua, tenía una posición relativamente
modesta. Hasta Julio César (100-44 antes de J.C.), sólo los médicos
griegos y cierto número de esclavos perdonados ejercían la medicina.
Todo ciudadano romano, rechazaba con indignación la idea de
ganarse la vida como médico.
La medicina en la época romana: caldarium en una casa de baños de
Pompeya conocida como forum thermae(ca. principios del siglo I A.C.),
en donde se mantenía la atmósfera caldeada mediante aire caliente que
circulaba por tuberías instaladas en las paredes y suelos.
DIFUSIÓN CULTURAL

Julio César acabó por conceder derechos civiles y políticos a
cuantos ejercían la medicina, y el emperador Augusto (63 antes de
J.C.), tras un tratamiento, que consiguió la curación, eximió a los
médicos de todo impuesto. La representación de un centro de ayuda
romano en la columna Trajano y los innumerables hallazgos de
instrumentos indican que la medicina militar, vio crecer
rápidamente la importancia que se le había dado.
Adonis herido ,atendido por Venus y curado por Amorcillos
Pompeya.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Aulo Cornelio Celso (25 antes de J.C.), no era médico, sino
terrateniente, único autor clásico que ha escrito una obra
fundamental sobre medicina.
Las artes plásticas siguieron abordando, temas médicos.
Extendiéndose rápidamente el culto a Esculapio, los escultores
romanos, le hayan dedicado numerosas estatuas que son copias de
originales griegos, pero representan al dios de la medicina, con sus
cualidades y en compañía de su hija Higia, y en ocasiones con el
pequeño Telesforo, el dios que aportaba el final de la enfermedad. El
arte romano muestra interés por el retrato naturalista. Los
emperadores, los enfermos y la enfermedad son representados con
un realismo cruel y duro. Es el nacimiento de un arte, que se siente
liberado por las leyes de la «kalokagathia» y de la armonía, se
esfuerza por realizar el verdadero rostro de la persona.
Escultura de Asclepio encontrada en el yacimiento
arqueológico de Ampurias

El arte romano, mosaicos y frescos, continuo con una evolución
particular. Varios frescos de Pompeya tratan temas médicos y
regresaban a los temas antiguos. La Eneida de Virgilio, hizo revivir
la guerra de Troya.
Entre los frescos de Pompeya, encontramos una escena que
representa al médico Japix, extrayendo con unas pinzas una flecha
clavada en el muslo de Eneas, mientras en el segundo plano, aparece
Venus, llevando un cofre que contiene bálsamos.
Eneas Herido.
Con la ayuda de un instrumento cortante, el médico Japix
extrae una flecha de la pierna del héroe troyano Eneas.
Pompeya
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
En la época romana surgieron escuelas que tuvieron recíproca
competencia. Asclepíades de Bitinia, el fundador del metodismo y su
discípulo Themisòn de Laodicea, evaluaban que se podía facilitar el
tratamiento de los enfermos, partiendo de dos condiciones
extremas: el status laxus y el status strictus, era reducir, utilizando
medidas terapéuticas apropiadas, el desequilibrio originado ya fuera
por el relajamiento o por la contracción de los tejidos.
Safo, poetisa de la isla de Lesbos, escribió numerosos poemas que
describían amores entre mujeres

Galeno, debe ser considerado como un discípulo de esta escuela, ya
que consiguió, en una obra cuya edición grecolatina de Kuhn
comprendía no menos de veinte volúmenes, pasar revista a toda la
ciencia médica de la antigüedad, desde Hipócrates, ordenarla y
comentarla a la luz de observaciones y experiencias personales.
Rómulo y Remo, fundadores legendarios de Roma, amamantados por
la loba, según una estatua del museo del Vaticano. Después de
fundarla, Rómulo mató a Remo quedando él como único soberano
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Cabe señalar que la transmisión de la ciencia de la antigüedad no se
debe al Corpus hippocraticum, sino a Galeno. Hipócrates fue, en
cierto modo el símbolo de la medicina, Galeno debía convertirse en
su propagador. Si Hipócrates pasaba por «el padre de la medicina»,
Galeno no fue menos para la medicina romana, bizantina y medieval,
el verdadero «princeps medicorum».
El arte romano nos ha legado numerosas estelas de médicos y de
fabricantes de bálsamos, provistos de sus atributos, instrumentos
quirúrgicos o cofrecillos, e incluso de un caduceo.
Joven Romana Herida en un Brazo
Museo del Vaticano, Roma

EL SISTEMA HOSPITALARIO Y
LA HIGIENE
El gran aporte a la medicina por Roma, fue el sistema hospitalario.
Al comienzo eran refugios conocidos como Tiberiana, donde la gente
menos favorecida podían morir. Con la expansión del Imperio, se
edifican hospitales militares, como respuesta a una necesidad por el
crecimiento de la ciudad.
Construidos en lugares estratégicos, con capacidad para cuatro o
cinco personas, ya que su arquitectura consistía en un corredor
central e hileras a ambos lados de pequeñas salas. Los hospitales
civiles o de caridad, no progresaron hasta el siglo IV d.c. y fueron
producto de la piedad cristiana.Soldados romanos curando a sus compañeros
heridos.
Fragmento de la columna Trajano. Año 113 después de
J.C.
DIFUSIÓN CULTURAL

La higiene fue otro avance médico en Roma. El saneamiento, se
inicia gracias a las obras y limpieza de las cloacas, un drenaje que
desembocaba en Tiber en el siglo VI a. de J.C. Para continuar con
esta limpieza, se prohibieron los entierros dentro de la ciudad y los
ediles tenían la responsabilidad de limpiar las calles y la distribución
del agua.
Torso de Esculapio
Copia Romana de origen helenístico. siglo IV antes de J.C.
Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
DIFUSIÓN CULTURAL

LA
TEÚRGIA
La evolución de la medicina antigua hacia una ciencia apoyada en la
filosofía, y gracias al arte de la estatuaria, se puede forjar una gran
idea del gran prestigio de que gozaban en Grecia y Roma los mejores
representantes de la profesión médica. La teúrgia, continuaba siendo
practicada en Grecia y en toda la cuenca mediterránea, hasta el
imperio romano, medicina estrechamente ligada al nombre de
Esculapio.
Una operación quirúrgica, bajorrelieve procedente de Herculano.
Museo Nacional de Nápoles
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Las estatuas que representan a médicos son mucho menos
numerosas que las dedicadas a este dios, cuyo atributo, el caduceo,
ha permanecido hasta nuestros días, en todos los países del
mundo, como el símbolo de la medicina. Apolo, se convirtió en el
verdadero dios y protector de la medicina. Es a Apolo, el dios de la
luz, a quien se invoca el primero en el juramento de Hipócrates,
pero es también, quién según Homero, para vengarse de los
hombres les lanza flechas portadoras de epidemias.
La medicina en la época romana: hombre herido colocado en un
carro para alejarlo del campo de batalla. Detalle de un jarrón
etrusco que muestra también a Aquiles, asistiendo a Patroclo.
Museo Arqueológico, Florencia.

En 700 antes de J.C., Hesíodo habla por vez primera del nacimiento
milagroso de Asclepios, hijo de Apolo y de la mortal Coronis.
La leyenda narra, que Coronis, a punto de ser dada en matrimonio a
otro hombre, fue muerta por Artemisa, hermana de Apolo, pero él,
apiadado por su hijo, lo extrajo del vientre de la madre y fue
confiado al centauro Quirón, quien le reveló el secreto de las
plantas.
La «Diana de Versalles», copia romana de una
escultura helenística de mármol
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
El nacimiento de Asclepios, fue asumido por un milagro divino, y no
es por azar, el que la leyenda sobre su origen haya contribuido a
hacer de Asclepios «el salvador», con el mismo título que Jesús, lo
cual explica el particular ardor con que el cristianismo naciente
combatió su culto, pese a que esta religión se mostraba dispuesta a
reconocer autoridades médicas paganas, como Hipócrates y
Galeno, lo cual es atestiguado por su representación en una iglesia
cristiana.
Galeno: preparación comunitaria, a finales del siglo XVIII, de suficiente
cantidad de teriaca para una ciudad entera.
Ilustración de Giuseppe Guidicini, Vestiari Usi, Costumi di Bologna,1818.
Biblioteca dell`Archiginnasio,Bolonia.

En Trikka (Tracia), se fundó el santuario más antiguo en honor de
Asclepios. Los antiguos relatos sitúan en esta región al ilustre
médico. Se cree que desde allí, su culto se propagó rápidamente a
Epidauro, Atenas, El Pireo, la isla de Cos, Pérgamo y finalmente, en
ocasión de una epidemia en 291, se instauró en Roma, de donde se
extendió por todo el imperio romano. Era obligación depositar una
ofrenda al dios. Consistía en un exvoto, lo cual permite formar una
idea exacta de las enfermedades tratadas en los santuarios, a la
vez que revela detalles sobre los procedimientos terapéuticos
empleados.
Acropolis de Pergamo, santuario más antiguo en honor de Asclepios
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Mediante intensas sugestiones, los sacerdotes que ayudaban a las
curaciones milagrosas mediante el ejercicio de la medicina,
impresionaban al enfermo diciendo que era el mismo dios quien se
ocupaba de ellos.
Las representaciones de Higia, la hija de Asclepios, se representa
casi siempre portando una copa con medicamentos o alimentando a
las serpientes. Llegaría a convertirse en la patrona de los
farmacéuticos.
Esta práctica es totalmente diferente a las curaciones milagrosas
de Jesús, basadas por lo general, en la fe y la palabra.
Detalle de un exvoto, Santa Ana entre Santiago y
san Roque
Niklaus Manuel Deutsch

EL
CRISTIANISMO
Por entonces, un nuevo movimiento, el cristianismo comienza a
surgir, no sólo para marcar su sello en la ética médica, atendiendo
al mismo tiempo la obra científica de la medicina antigua, sino para
abrir nuevas vías al arte. Las epidemias que asolaron al Imperio,
produjo la atención y cuidado a los enfermos por parte de los
cristianos, a pesar del riesgo de contagio al cual se exponían.
La religión cristiana combatía las otras formas de medicina que se
ejercían entonces, porque se basaban en prácticas paganas. En esta
forma de medicina dogmática la fe domina todo, incluyendo a la
razón y a la realidad, su objetivo esencial es la ayuda al enfermo,
considerada como un acto de caridad cristiana. l
La expansión del cristianismo: el poder curador de
Jesús, fue más allá de la tumba, tal y como mostró
Rembrandt en la resurrección de lázaro (ca. 1630)
Collection Howard Abmanson, los Ángeles.
DIFUSIÓN CULTURAL

La práctica de la medicina religiosa cristiana se consideraba como
un deber de caridad, pero no incluía la preocupación por los
problemas médicos o la investigación de las causas de las
enfermedades, porque la voluntad de Dios era aceptada. La religión
cristiana se presentaba como una oportunidad de salvación para
los humildes y los más desesperados, frente a la miseria y a los
infortunios, ya que Cristo surgía como médico de cuerpos y almas.
Lección de Anatomía o Médicos ante un cadáver, fresco de la
Catacumba de la Vía Latina, Roma.
Lactancio describe la enfermedad de Galerio como un mal incurable
y misterioso para la medicina de la época y lo presenta como un
castigo divino que afectaba a los perseguidores del cristianismo,
según un modelo literario que se había ido formando en la tradición
judeocristiana.
Fotografía Scala-Salmer
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
La Biblia contiene relatos de curaciones milagrosas realizadas por
Jesús y algunos santos. El cristianismo alcanza los criterios de
caridad y amor al prójimo, por lo tanto espera que los fieles
realicen sus mayores esfuerzos para aliviar el sufrimiento de
otros. De esta manera surge la medicina religiosa cristiana en la
que el rezo, la unción con aceite sagrado y la curación por el toque
de la mano de un santo eran los principales recursos terapéuticos.
El Cristianismo se inicia con el nacimiento de Jesús en
Nazaret, y comienza la Era Cristiana en plena dominación
romana, la medicina es utilizada frecuentemente tanto por
Jesús, que es un Cristo – Sanador de la humanidad- por los
milagros y curaciones que realizaba, como posteriormente
los enfermos sanaban por intervención de los Apóstoles

EL CULTO A LOS
SANTOS
El culto a los santos formó parte importante de la medicina religiosa
cristiana.
Entre los primeros médicos cristianos que fueron beatificados se
encuentran los hermanos gemelos Cosme y Damián, originarios de
Siria, que curaban por medio de la fe. Fueron perseguidos y
decapitados por Diocleciano, con lo que se transformaron en
patrones de los médicos. Otros santos se especializaron en distintas
enfermedades: San Roque y San Sebastián protegían contra la peste,
San Job contra la lepra, San Antonio contra del ergotismo, Santa
Lucía contra las enfermedades de los ojos, San Vito contra el
tarantismo.
San Cosme y San Damián, los médicos mártires, en una pintura
del siglo XVI atribuida a Fernando del Rincón, realizando el
milagro más conocido tras su muerte: la sustitución de una
pierna gangrenada de un sacristán por la de un negro fallecido.
Los dos santos patronos de la medicina se ganaron su
reputación injertando a un blanco la pierna de un negro.
Museo del Prado, Madrid.
DIFUSIÓN CULTURAL

LA CIVILIZACIÓN
BIZANTINA
La civilización bizantina, fue una mezcla de la cultura griega clásica,
leyes romanas, cristianismo e influencias artísticas orientales.
Mientras el imperio romano occidental era invadido por los
bárbaros, Roma se transformaba en una pequeña comunidad
cristiana y el resto de las ciudades se convertía en pueblos
insignificantes, Constantinopla floreció como el centro del imperio
romano oriental, conocida como la nueva roma, y los bizantinos se
llamaban a sí mismos romanos. al lado del ocaso del imperio
romano occidental, el episodio más importante de esa época fue el
surgimiento del cristianismo.
Evangelista, miniatura bizantina.
Biblioteca Nacional Marciana, Venecia.
DIFUSIÓN CULTURAL

Surge como una secta religiosa acosada, y como un movimiento
cultural y político, que a finales del siglo V D.C., ya tenía la fuerza
suficiente para perseguir con éxito a sus antiguos seguidores.
Una serie de epidemias favoreció para generar un ambiente
propicio al crecimiento o retorno de las religiones paganas, aparte
de la relajación moral de la sociedad, del caos político, de los
episodios de hambruna y de la miseria de grandes masas de la
población.
Cosme y Damián, médicos y hermanos, ejercieron la
medicina en Cilicia en el siglo III. Fueron ajusticiados por
Diocleciano y declarados santos y protectores de los
médicos por la Iglesia Católica.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
La plaga de Orosio (125 d.c.), que se presentó después de la famosa
invasión por la langosta que destruyó por completo las cosechas,
costó la vida a más de 1.000.000 de personas en Numidia y en la
costa de África; la plaga de Antonino (o de Galeno, porque fue la que
obligó al famoso médico a abandonar Roma), que duró de 164 a 180
d.c. y de la que morían miles de personas al día en Roma; la plaga de
Cipriano, de 251 a 266 d.c., posiblemente de sarampión, por su
naturaleza extremadamente contagiosa y la afección frecuente de los
ojos; y la plaga del 312 d.c., también de sarampión, propiciaron que los
cultos tradicionales a las deidades romanas de la familia, del hogar,
del fuego, del campo, de la profesión y otras más se abandonaran,
junto con la adoración al emperador.
Biblioteca con los Evangelios.
Detalle de un mosaico en el testero central del mausoleo
de Gala Placidia, Ravena, siglo V.
Fotografía Arch. Planeta

Las epidemias y las calamidades, propiciaron que abandonaran a los
antiguos dioses y adoptaran otros nuevos, con mayor posibilidad
para brindar seguridad en este mundo e inmortalidad en el otro.
Mitra de Persia, Sarapis de Alejandría o Cibeles de Asia menor,
religiones conocidas como «misteriosas», ya que sus ritos eran
secretos, pero permitían que pudieran participar en ellos, las
personas que lo deseaban, sin límite de clase social, económica o de
raza. Su culto era directo, sin sacerdotes y con la promesa de la
vida eterna. Entre estas religiones paralelas al cristianismo debe
destacarse el maniqueísmo, de origen persa, que combinaba
elementos de los ritos judaicos, cristianos y de Zoroastro.
Según el profeta Maní, el mundo era el campo de guerra entre la luz
y la oscuridad, la bondad y la maldad, el espíritu y la materia. El
hombre poseía ambos, pero para dominar al mal y alcanzar la
inmortalidad debía vivir una vida pura y rechazar todos sus deseos
físicos. La catacumba de San Sebastián en la vía Apia Romana, construida a
partir del año 258.
DIFUSIÓN CULTURAL

LA MEDICINA EN EL
IMPERIO BIZANTINO
El culto a Esculapio no sólo se conservó sino que aumentó su
prestigio, y fue la última de las religiones paganas que finalmente
sucumbió ante la prevalencia del cristianismo, ya entrado el siglo
IV de nuestra era.
El imperio romano oriental heredó, tras la división por la muerte de
Teodosio, la cultura y la medicina griegas.
San Cosme y San Damián, los médicos mártires, en una pintura
del siglo XVI atribuida a Fernando del Rincón, realizando el
milagro más conocido tras su muerte: la sustitución de una
pierna gangrenada de un sacristán por la de un negro fallecido.
Los dos santos patronos de la medicina se ganaron su
reputación injertando a un blanco la pierna de un negro.
museo del Prado, Madrid.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
En su afán por recuperar, o no perder los conocimientos clásicos la
cultura bizantina ejerció una función fundamental recopilando y
catalogando lo mejor de las tradiciones griega y romana,
realizando, en cambio, pocas aportaciones novedosas.
La medicina en el Imperio Bizantino se realizó bajo la autoridad de
la iglesia católica, que sostuvo el principio de autoridad suprema de
las sagradas escrituras, no sólo en asuntos de la fe sino también de
la ciencia.
Período de las invasiones: fresco de Spinello Aretino (ca. 1387) que
muestra a San Benito, fundador de la orden benedictina (ca. 529)
resucitando a un moje.
San Benito fomentó en su orden el cuidado de los enfermos pero se
opuso al estudio de la medicina porque creía que la curación sólo
era posible por la intercesión divina.
San Miniato al monte, Florencia.

Se fundaron varias escuelas médicas, como la Stoa Basilike
(escuela de artes liberales, en Constantinopla), o la escuela de
Nibisis, en Siria, cuna de médicos como Zenón de Chipre,
Asclepiodoto o Jacobo Psicresto. En el siglo V Teodosio II funda un
centro de formación intelectual y destina varios edificios públicos a
la curación de enfermos. La razón del estancamiento de nuevos
avances en medicina a partir de este período y durante la edad
media responde a la importancia creciente del cristianismo en la
vida política y social, reacio al concepto helénico de ciencia natural
y más proclive a una visión determinista (teocentrista) de la
enfermedad.
El anfiteatro Flavio, o Coliseo de Roma, en cuyas arenas murieron tantos
cristianos en la época de las persecuciones.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
De esta manera la medicina, tras de haber sido primero mágica,
después religiosa y al mismo tiempo empírica, de haberse
transformado posteriormente en una práctica racional durante la
etapa más brillante de la Grecia clásica, de hacerse objetiva y
experimental en Alejandría y de haber regulado la higiene ambiental
en Roma, volvió a hacerse religiosa en la decadencia del Imperio
Romano y a quedar dominada por la iglesia católica en el Imperio
Bizantino.
El evangelista San Lucas, que transmitió en griego el
«Magnificat», primera poesía cristiana. Miniatura de
« De Horae Beatae Mariae Virginis», siglo XV.
Biblioteca Nacional, Nápoles.
Fotografía de Arch. Planeta.

La influencia ulterior de Hipócrates y de sus escritos, es ilustrada en
esta miniatura.
Un manuscrito parisiense del siglo XIV, contiene una maravillosa
ilustración en color en la cual Hipócrates de Cos es representado a la
manera Bizantina, sentado en un trono guarnecido por un cojín rojo.
Sus pies descansan sobre un estrado, encima del cual se ve una
corona. La túnica le envuelve la cabeza formando como una especie de
aureola, lo cual le presta cierta semejanza con las imágenes de Cristo
de la misma época. En su mano izquierda, el ilustre médico sostiene
un libro abierto con el texto original del célebre aforismo «la vida es
breve, el arte es perdurable, el instante propicio huye rápidamente».
Se podrían mencionar las ilustraciones, interesantes desde el punto
de vista artístico, de ciertas obras del Corpus hippocraticum. Estas
ilustraciones, han sido incluidas con un fin didáctico, en los libros del
Corpus, o en los comentarios de Apolonio de Citium (60 antes de J.C.
Hipócrates, miniatura bizantina del siglo XIV.
Biblioteca Nacional, París.
DIFUSIÓN CULTURAL

DIFUSIÓN CULTURAL
Estas ilustraciones, no son fruto de una inspiración artística libre.
Con su decorado casi teatral, un arco del triunfo tras el cual se
realiza una operación de ajuste maxilar desencajado, conforme a
las prescripciones que sobre el tratamiento de las articulaciones,
nos legó Hipócrates, dejan de dar una idea bastante exacta de la
importancia que se concedía, a los escritos del médico de Cos. Las
imágenes y la teoría ilustrada, manifestaciones típicas de la
medicina llamada bizantina, que puede considerarse como una
prolongación de la medicina antigua, señalan el principio de una
larga serie de ilustraciones en color, con fines didácticos, que, en la
Edad Media, acompañaban a los manuscritos científicos, hasta el día
en que el grabado en madera y los libros impresos introdujeron en
la literatura una nueva forma de ilustración.Ilustración del comentario de Apolonio, de Citium.
Copia realizada en el siglo IX después de J.C.
El enfermo que padece de una luxación del maxilar
inferior, está sentado en un taburete. El cirujano coge
con los dedos el maxilar herido y lo encaja de nuevo,
mientras que un ayudante sostiene la cabeza del paciente.

Mejor que los textos, a menudo alterados por los errores de los
copistas, las ilustraciones aclaran la vida médica de la época: los
procedimientos quirúrgicos, métodos de investigación, medidas
terapéuticas, representaciones anatómicas y fisiológicas.
En aquellos tiempos, la reproducción de este género de escenas, se
enmarcaba con un decorado fino, o se adornaba con láminas o
viñetas.
Galeno: ilustración de una de las obras de Galeno publicadas en Lyon en
1528 que representa a Galeno, Hipócrates y Avicena. El primero
consideró a Hipócrates como la máxima autoridad, al igual que Avicena
hizo con Galeno. National Library of Medicine, Bethesala.
DIFUSIÓN CULTURAL

FUENTES
La Medicina en el Arte
Librería Editorial Argos, S.A., Barcelona
Historia Universal de la Medicina
Laín Entralgo
Antiguedad Clásica
Tomo II
Salvat
Historia de la Medicina
Albert s. Lyons y Joseph Petrucelli
Historia de la Humanidad
Bajo el Patrocinio de la Unesco
El Mundo Antiguo
Tomo 2

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