3. Antes del nacimiento de Cristo, Marco
Tulio Cicerón decía:
«Estos son malos tiempos.
Los hijos han dejado de
obedecer a sus padres y
todo el mundo escribe
libros».
4. Sócrates decía:
« A nuestra juventud le gusta el lujo,
está mal educada, se burla de la
autoridad y no respeta en absoluto a los
ancianos. Nuestros hijos de hoy se han
convertido en tiranos, no se ponen en
pie cuando en una estancia entra una
persona de edad, contradicen a sus
padres. Hablando en plata: son muy
malos».
5. Inscripción en Babilonia (3.000 a.C):
«Esta juventud está podrida hasta
el fondo de su alma. Los
jóvenes
son pérfidos y negligentes.
Nunca se parecerán a los jóvenes de
otros tiempos.
La joven generación de hoy día no
sabrá conservar nuestra cultura».
6. No eres la mala en estos conflictos;
pero como adulta, tienes la
responsabilidad de mejorar la relación y
volver a poner el contador a cero tras
cada desencuentro.
- Mejoremos nuestra relación
7. Atención positiva. Tiempo sin enseñar,
sin corregir, sin juzgar, …, para estar,
para disfrutar…
Tiempo de calidad juntos...
En lo que le gusta…,
en el tiempo libre,
abandonando el
sermón por la sana
curiosidad.
Para ello…
8. Tener claro, la pareja, lo que es
innegociable. No dedicar más tiempo de
la cuenta a lo que sólo nos irrita pero
no es un problema serio…
Elogiar lo bien
hecho.
Para ello…
11. Que debo ser concreto y claro en lo que
pido.
Inmediatez ante la mala
conducta.
Consecuencias
coherentes: sanciones.
- Ser perseverantes y tener
claro…
12. Asegúrate
de que eso
es lo que
quieres
Expón la orden de
forma directa, ni
como pregunta ni
como favor
Da las
órdenes de
una en una
Pide con claridad
lo que quieres que
haga en lugar de lo
que no tiene que
hacer
Marca el
tiempo en el
que debe
cumplirse la
orden
13. La buena conducta tiene consecuencias
predecibles.
La mala conducta, en cambio, conlleva
pérdida de privilegios, también
predecible.
Si en algún momento perdí la conexión
entre acciones y consecuencias, DEBO
RECUPERARLA.
15. El objetivo principal de la educación
no es la obediencia sumisa de
nuestros hijos...
- La educación…
…sino la
emancipación,
garantizar su
independencia.
16. „Impliquemos al adolescente en la
resolución de temas negociables‟.
“Has demostrado madurez.
Hay temas que se resolverán
mejor
si tú también opinas y
propones soluciones. Te lo
has ganado.”
17. “ESTAR” CON TODOS LOS SENTIDOS
VISTA
“para mirar la
posibilidad”
OIDO
“para escuchar”
TACTO
“para poder
estar más
cerca o más
lejos”
GUSTO
“para saborear,
celebrar y
compartir”
OLFATO
“para intuir el
lugar y el
momento, los
espacios y
gestos”
19. “Las acotaciones de libertad que me
imponen mis padres me arruinarán la
vida”.
“Las limitaciones de los padres son
injustas; especialmente si son mayores
que las impuestas a sus amigos o
hermanos”.
“Los adolescentes deben disponer de
toda la libertad que quieran y saben
administrarla de forma efectiva.”
20. “Los padres deben hacer todo lo que les
pidan los adolescentes. Para eso están,
¿no?”.
“Los padres deben agradecer
muchísimo cualquier migaja de
obediencia que muestren sus hijos, así
como cualquier tarea del hogar que
lleven a cabo.”
22. SER AMIGOS MÁS QUE PADRES. “Nunca le
pongo normas ni le castigo; nuestra relación
se basa en la confianza”.
“Dar demasiada libertad a los
adolescentes los lleva al desastre”.
“La conducta de un adolescente ha de
ser siempre impecable”.
“Los adolescentes se comportan mal a
propósito para disgustar a los padres o
ajustar cuentas”.
23. “Los adolescentes deben obedecer
inmediatamente a los padres en todo lo que
le dicen”.
“Los adolescentes deben expresar
agradecimiento por todo lo que los
padres hacen por ellos”.
24. TUS HIJOS
Tus hijos no son tus hijos, son hijos
e hijas de la vida, deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti,
y aunque estén contigo, no te pertenecen.
Puedes darles tu amor, pero no tus
pensamientos
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus
almas,
porque ellas viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar, ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero
no procures hacerlos semejantes a ti,
porque la vida no retrocede, ni se detiene en
el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas, son lanzados.
Deja que la inclinación en tu mano
de arquero, sea para su felicidad.
Khalil Gibran