Este documento explica el problema matemático de determinar el número mínimo de colores necesarios para colorear un mapa sin que dos países vecinos queden del mismo color. Explica que se resolvió en 1976 que solo se necesitan cuatro colores para cualquier mapa, y provee ejemplos de mapas que pueden colorearse con dos o tres colores. Finalmente, invita al lector a intentar colorear los ejemplos provistos y responder preguntas sobre los mismos.