El propósito de esta lección es explorar la reconciliación que Dios hace posible por medio de la justificación por la fe. La justificación nos lleva a experimentar un estado de paz con Dios. Esta paz repara las rupturas o separaciones que el pecado causa en la vida del creyente, facilitando así la reconciliación con Dios, con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos.