Estocolmo logró reducir la congestión vehicular mediante la instalación de peajes urbanos en los puentes de entrada al centro de la ciudad. Sin embargo, esta estrategia no es aplicable a Bogotá debido a su posición geográfica compleja y su extensa malla vial, que haría imposible colocar tantos peajes como calles tiene. En cambio, una mejor opción para Bogotá sería expandir el sistema de metro para ofrecer una alternativa de transporte más rápida y económica que motive a los ciudadanos a dejar sus vehículos.