El documento resume las principales conclusiones del Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2013 de la OIT. Señala que mientras las economías emergentes y en desarrollo están experimentando un aumento del empleo y una disminución de las desigualdades, las economías avanzadas enfrentan altos niveles de desempleo y un incremento de las desigualdades. Además, los grupos de ingresos medios se están reduciendo en las economías avanzadas, lo que plantea desafíos para la inclusión social y el crecimiento
La recuperación desigual del empleo plantea desafíos a la mayoría de los países
1. La recuperación desigual del empleo
plantea desafíos a la mayoría de los países
La última edición del Informe sobre el Trabajo en el
Mundo de la OIT muestra señales alentadoras, pero aún
frágiles, de progresos en las economías emergentes y en
desarrollo. Muchas economías avanzadas siguen
enfrentando un alto –o hasta creciente– desempleo y un
incremento de las desigualdades.
Noticia | 3 de junio de 2013
GINEBRA (OIT Noticias) - Mientras que la economía mundial continúa su lenta
recuperación de la crisis financiera, la mayoría de los países emergentes y en desarrollo está
experimentando un incremento del empleo y una disminución de las desigualdades de los
ingresos, en contraste con los países de altos ingresos.
Sin embargo, la diferencia entre ricos y pobres en la mayoría de los países de ingresos
medios sigue siendo grande. Muchas familias que lograron situarse por encima de la línea
de la pobreza corren el riesgo de volver a caer.
Por el contrario, las desigualdades de los ingresos han aumentado en las economías
avanzadas durante los dos últimos años, en un contexto de incremento del desempleo
mundial, que se prevé que aumentará desde los actuales 200 millones a cerca de 208
millones para 2015.
2. Desempleados por región,
2007, 2012, 2013 y 2015 (million)
Fuente: TrendsEconometricModels, OIT, abril 2013.
Según el Informe sobre el "Trabajo en el Mundo 2013: Reparando el tejido económico y
social” (en inglés), entre 2010 y 2011 las desigualdades de los ingresos aumentaron en 14
de las 26 economías avanzadas examinadas, incluyendo Francia, Dinamarca, España y
Estados Unidos. Los niveles de desigualdad en siete de los restantes 12 países eran aún más
altos que antes del inicio de la crisis.
Las desigualdades económicas también están aumentando, a medida que las pequeñas
empresas quedan rezagadas con respecto a las más grandes, en términos de ganancias e
inversiones productivas. Mientras que muchas grandes empresas han recuperado el acceso a
los mercados de capital, las empresas recién creadas y las pequeñas empresas están
afectadas de manera desproporcionada por las condiciones del crédito bancario. Esto
constituye un problema par la recuperación del empleo en la actualidad y afecta las
perspectivas económicas a largo plazo.
“Estos datos presentan una evolución positiva en muchas partes del mundo en desarrollo,
pero describen un panorama inquietante en muchos países de altos ingresos, a pesar de la
recuperación económica. La situación en algunos países europeos en particular está
comenzando a rasgar el tejido económico y social. Necesitamos una recuperación mundial
centrada en el empleo y en las inversiones productivas, junto a una mejor protección social
para los grupos más pobres y vulnerables. Y es necesario prestar mucha atención a la
reducción las desigualdades que están aumentando en demasiadas partes del mundo”,
declaró el Director General de la OIT, GuyRyder.
Un grupo de ingresos medios cada vez más pequeño
El informe muestra que los grupos de ingresos medios en muchas economías avanzadas se
están reduciendo, una situación incentivada, en parte, por el desempleo por largo tiempo, el
3. debilitamiento de la calidad del empleo y el abandono del mercado laboral por parte de los
trabajadores.
Por el contrario, el informe demuestra que en muchos de estos países la remuneración de
los directores ejecutivos aumentó de forma vertiginosa una vez más, tras una breve pausa
en el período inmediatamente posterior a la crisis mundial.
“La contracción del tamaño de los grupos de ingresos medios en las economías avanzadas
es motivo de preocupación, no sólo para la capacidad de inclusión de estas sociedades, sino
también por razones económicas. Las decisiones de las inversiones a largo plazo de las
empresas dependen también de la proximidad de un grupo numeroso y estable de ingresos
medios que esté en condición de consumir”, explicó Raymond Torres, Director del Instituto
Internacional de Estudios Laborales, el centro de investigación de la OIT.
En España, el tamaño del grupo de ingresos medios disminuyó desde 50 por ciento en 2007
a 46 por ciento para finales de 2010. En estados Unidos, el siete por ciento más rico de la
población vio aumentar su patrimonio neto promedio durante los primeros dos años de la
recuperación, desde 56 por ciento en 2009 hasta 63 por ciento en 2011. El restante 93 por
ciento de los estadounidenses constató la disminución de su patrimonio neto.
“Son necesarios más y mejores trabajos de manera que pueda haber una mejor distribución
de los ingresos, tanto en las economías en desarrollo como en las avanzadas”, señaló
Torres.
Un grupo fluctuante vulnerable
El tamaño del grupo de ingresos medios en las economías en desarrollo y emergentes ha
aumentado de 263 millones en 199 a 684 millones en 2010. Este es un importante logro de
un número creciente de países de América Latina y Asia, que se ha extendido
recientemente hacia algunos países de África y la región árabe.
Sin embargo, un grupo denominado “fluctuante” y vulnerable – aquellos justo por encima
del nivel de la pobreza – aumentó de 1.117 millones en 1999 a 1.925 millones en 2010, la
mayor parte en las economías de bajos y medios ingresos. Este grupo vulnerable es casi tres
veces más grande que el grupo de medios ingresos.
“En los países en desarrollo, el desafío más importante es consolidar los progresos recientes
en la reducción de la pobreza y las desigualdades”, afirmó Torres. El informe muestra cómo
las inversiones productivas, el salario mínimo y la protección social han contribuido con
este esfuerzo en países como Brasil, Costa Rica, India, Indonesia, Turquía y Vietnam.
4. Principales recomendaciones
Un enfoque que mantenga un equilibrio entre los objetivos macroeconómicos y del
empleo es necesario. Esto significa - una progresión sostenible de las medidas de
consolidación fiscal, donde son necesarias;
- mayor atención en el impacto social y sobre el empleo de las diversas medidas
macroeconómicas;
- actuar con rapidez para resolver las ineficiencias del sistema financiero.
El informe muestra más de 30 ejemplos de políticas en materia de mercado laboral,
inversiones productivas y protección social bien concebidas, que pueden servir tanto
a los objetivos sociales como económicos.
Es importante abordar los obstáculos para llevar el empleo a los primeros puestos de
la agenda de reforma, en especial: las convicciones arraigadas sobre el impacto
negativo de las intervenciones del gobierno en la competitividad y el crecimiento
económico; la percepción de que hacer frente a los problemas distributivos y
mejorar los derechos de los trabajadores puede ralentizar las inversiones productivas
y la creación de empleo; y una coordinación internacional insuficiente, que es
especialmente importante en ámbitos como la tasación y en períodos de debilidad de
la demanda agregada mundial.
La OIT puede proporcionar asesoría competente sobre políticas favorables al
empleo y contribuir con una mejor coordinación internacional. Además, la
movilización y el fortalecimiento del diálogo social en los países puede contribuir
con la creación de grupos que apoyen el cambio hacia enfoques más favorables al
empleo.