17. En manos
risaraldenses,
Que consagradas
para el ministerio
sacerdotal, son
habitadas
por una sabiduría
admirable
que al salir al
exterior con mil
destellos de
reflexión,
Cuestionan
y animanaron
a seguir a Jesús.
18. En manos
Kenianas,
color de ébano,
que nos regalaron
día a día
la prueba
de la fraternidad
porque abiertas
al afecto,
nos dieron
lección de cultura
y danza africana.
19. En manos
chiquinquireñas,
Que con
el fervor
del amor primero
y bajo el manto
protector
de Nuestra
Señora, patrona
de Colombia,
nos regalaron su
Sonrisa de
acogida .
20. En manos
mexicanas
que con la
huella indeleble,
del amor
mariano, guadalupano,
repartieron con
generosidad
testimonio
de acogida
y generosidad.
23. En manos
antioqueñas,
Que conscientes
de la
importancia
de la formación,
solicitando
capacitación,
nos dieron la
oportunidad
de compartir
el gozo de la
Consagración.
38. Por eso, al término de esta
experiencia,
donde se puede concluir:
que despedirse es morir un poco.
Con el leproso del
camino nos detenemos,
giramos hacia atrás y con
voz grave y
trémula decimos: gracias.
41. sino que fueron puente
para la integración,
para el sano
esparcimiento,
el bienestar, acogida,
comodidad;
la puerta abierta,
la toalla limpia,
la taza de café, o
de aromática,
el piso brillante,
el ornamento
Planchado,
el cable conectado.
44. Y así como la Madre tierra abriga en su
seno la semilla para que germine;
el silencio de nuestro barullo indicará,
que estamos acunando esta linda
experiencia en el corazón para que estallen
los frutos que Dios espera ver..
Y Así desde las Casas que hoy nos esperan,
Recordaremos siempre que:
la fiesta del encuentro,
siempre empezó… en la puerta.