El documento resume la biología y ecología del oso polar. Es un gran carnívoro que vive en el Ártico y se alimenta principalmente de focas y renos. Su pelaje blanco y grasa subcutánea lo ayudan a conservar el calor. Las amenazas incluyen la caza, contaminantes y el calentamiento global que está derritiendo su hábitat de hielo.
1. Conocimiento de los osos polares
Colegio “La Presentación”
Mérida Venezuela
Enero 2014
Integrantes:
Xavieska Zambrano #32
Sofía León. #24
2. ¿Que son los osos polares?
Es una especie de mamífero carnívoro de
la familia de los osos (Ursidae). Es junto con
su pariente, el oso Kodiak, es uno de
los carnívoros terrestres más grandes de la
Tierra. Vive en el medio polar y zonas
heladas del Hemisferio Norte. Es el
único superdepredador del Ártico.
3. Nombre y etimología
Constantine John Phipps fue el primer científico que
describe el oso polar como una especie distinta. El
prefiere
el
nombre
científico
Ursus
maritimus, del latín "oso marítimo", debido al hábitat
nativo de este animal. Los inuit refiere a este animal
como nanook.
4. Taxonomía y evolución
Se cree que la familia, Ursidae, se separó de los otros
carnívoros hace aproximadamente 38 millones de años. La
subfamilia Ursinae se originó hace unos 4,2 millones de
años. Según la evidencia fósil y los análisis de ADN, hace
solo 150.000 años ocurrió la divergencia de la especie y
el oso pardo (Ursus arctos). El fósil de oso polar más
antiguo que se conoce, data de hace aproximadamente
130.000 a 110.000 años y se halló en la isla Príncipe Carlos
Forland, en 2004. Los fósiles muestran que hace entre
10.000 y 20.000 años, los molares del oso polar diferían
significativamente con respecto a los del oso pardo. Es
posible que la especie se haya originado a partir de una
población aislada de osos pardos, sometida a una fuerte
presión genética durante las glaciaciones del Pleistoceno.
5. Descripción
Presenta un perfil más alargado que el de otros osos y las patas más
desarrolladas, tanto para caminar como para nadar largas distancias. Las orejas
y la cola son muy reducidas, para mantener mejor el calor corporal, al igual que
en muchos otros mamíferos árticos. En esto también colaboran una gruesa
capa de grasa subcutánea y un denso pelaje, que en realidad no es blanco, sino
translúcido, formado por miles de pelos huecos (que al estar llenos de aire, son
un buen aislante térmico). Bajo el pelaje se encuentra la piel, que es negra para
atraer mejor la radiación solar y aumentar así el calor corporal. La luz ordinaria
se refleja sobre el pelaje, generando normalmente la falsa sensación de
blancura. No obstante, en determinados momentos y lugares puede verse
amarillenta o incluso parda clara. La pérdida del calor corporal se encuentra
muy reducida, tanto por el pelaje y el color de la dermis como por el espeso
panículo adiposo que se encuentra bajo la piel y que sólo se adelgaza en la
cabeza, especialmente en la nariz. Durante el verano estos osos adelgazan y al
poseer muy densamente vascularizados los músculos pueden irradiar entonces
el exceso de calor. Los osos polares del zoológico de Singapur se volvieron
verdes en 2004 al crecer grandes cantidades de algas sobre ellos, algo que nunca
hubiese sucedido en una zona más fría.
6. Reproducción
El período de apareamiento (único en que los osos de ambos sexos se reúnen y tratan de
forma amistosa) es entre abril y mayo, pero los óvulos no se fertilizan y comienzan a
desarrollar hasta septiembre aproximadamente, en lo que se conoce como implantación
diferida. Durante este tiempo, la hembra trata de almacenar la mayor cantidad de grasa
posible.
Sólo las hembras preñadas buscan refugio durante el invierno (aunque no hibernan), dando
a luz una o dos crías durante el invierno en un refugio excavado en el hielo. El resto de los
individuos siguen siendo activos a pesar de la oscuridad y frío extremo que reinan en el
ambiente y vagabundean a la búsqueda de comida sobre la plataforma helada. Las
madres no comen nada durante este periodo, sino que viven de la grasa que han
acumulado en su cuerpo durante el invierno, mientras que los cachorros se alimentan de
la leche materna. Esto ocasiona en las madres una fuerte pérdida de peso, que deben
recuperar durante el verano.
Las crías nacen en octubre, tras una gestación sorprendentemente corta. Al nacer miden
apenas 30 cm de altura y pesan 700 g, no tienen ningún diente, son ciegas, y totalmente
desvalidas. En el curso de 5 meses crecen rápidamente, de tal manera que al inicio del
verano pueden seguir perfectamente a la madre (ésta está extraordinariamente flaca y
hambrienta tras el ayuno, en el que puede perder la mitad de su peso inicial). Pasan otros
5 meses junto a ella, aprendiendo a localizar comida y a resguardarse de los machos
adultos, que en ocasiones matan y comen oseznos. Algunos llegan a convivir con su
madre hasta los 2 o 3 años y medio de edad. Maduran sexualmente entre los 3 y los 4
años, y pueden vivir un máximo de 30.
7. Poblaciones
No existen subespecies auténticas de oso polar, debido al
reciente origen de la especie (probablemente a finales
del Pleistoceno) y la gran movilidad de sus individuos sobre
los vastos campos de hielo, lo que reduce el aislamiento
genético de éstos. Aun así, los especialistas distinguen de
un modo informal seis poblaciones mayores:
Oeste de Alaska y la isla de Wrangel
Norte de Alaska
Canadá (60% de los ejemplares mundiales)
Groenlandia
Svalbard-Tierra de Francisco José
Siberia
8. Alimentación
El oso polar se alimenta de muchos animales árticos. A
pesar de todo, sus favoritas son las crías de focas y
renos (que son mucho más escasos que los primeros) y
llegan a comer unos 30 kilos de comida al día, y los
cachorros 1 kilo. Los osos polares no toman agua, ya
que en su ambiente es salada y ácida. Sacan los fluidos
que necesitan de la sangre de sus presas. También se
ha descubierto recientemente que pueden llegar a ser
caníbales, en especial los machos, ya que si sufren
demasiada hambre, no tienen problemas en comerse a
otros osos en especial jóvenes o muertos
generalmente.
9. Amenazas
Tradicionalmente, los osos polares fueron cazados por los esquimales y otros pueblos árticos, por su
carne y piel, evitando ingerir el hígado, que por contener niveles extremadamente altos
de Retinol (forma de Vitamina A encontrada en miembros del reino animal) consumirlo resulta
peligroso para el ser humano.
La UICN considera que el número de osos polares se ha reducido en al menos un 30% en los últimos 45
años. Para 2008 la población se calculaba entre 20.000 y 25.000 individuos. Hasta hace algunos
años, los osos polares se cazaban desde embarcaciones de motor, avionetas e incluso helicópteros.
Esta caza masiva puso la especie al borde de la extinción, por lo que acabó prohibiéndose en ciertos
países como Rusia o Noruega y regulándose en los demás, en Canadá país que presenta la mayor
parte de la población mundial de osos polares se permite a los inuit cazar un cierto número de
ejemplares. De igual manera en 2010 se autorizó a las poblaciones indígenas de EEUU y Rusia
mediante un acuerdo entre ambos países una cuota anual de 29 ejemplares, cuota anulada
recientemente por Rusia que prohíbe totalmente la caza de osos polares en su territorio. También se
persigue el uso de cebos envenenados para matar a los osos.
Aparte del hombre, el único animal que puede ser peligroso para el oso polar es la morsa, si es que se
acerca demasiado.
Las amenazas más modernas las constituyen la acumulación de contaminantes en el hielo y atmósfera
árticos y el calentamiento que está afectando su ecosistema. Según estudios canadienses (2005) el
hielo de las zonas habitadas por estos animales se está derritiendo hasta tres semanas antes que en
la década de 1970, obligando al oso a retirarse a tierra firme sin haber completado sus reservas de
grasa, que pierden durante el verano y el otoño en forma tan crítica que afecta la capacidad de las
hembras para quedar preñadas y minan su capacidad de producir leche para alimentar a sus crías.
Esto ha provocado una caída del 15% en la tasa de nacimientos.