3. 7.25h Me despido del albergue Ave Fénix. Hoy toca subir el O Cebreiro y entrar en la comunidad autónoma de Galicia.
4. Iglesia de Santiago (románica siglo XII) En ella se obtenía el perdón o jubileo a los peregrinos que, por problemas físicos, no podían llegar a Santiago.
6. A la salida del Villafranca del Bierzo, comienza una pista asfaltada de color amarillo que discurre paralela a la carretera. Como es temprano tengo que ir sorteando a los peregrinos que van a pie, con el débil sonido de mi timbre. Son 13 kilómetros llanos hasta La Portela de Valcarce.
7. 8.45h En La Portela de Valcarce me detengo a desayunar en un bar, un zumo y una pasta y veo dos monumentos. El peregrino de la foto y la camarera del bar. Santiago: 190 Km / Roncesvalles: 559 Km
8. Los paisajes de esta zona vuelven a ser verdes y húmedos como los de Navarra.
14. 10.55h Este es el paisaje que se puede ver en lo alto del O Cebreiro. Unas marcas en el suelo indicaban al peregrino en bici subir por carretera, pero quise probar de subir por el camino “oficial”. Menudo error, en las primeras rampas ya había que arrastrar la bici, así que decidí volver y subir por asfalto.
24. 11.25h La flecha no deja lugar dudas por donde continua el camino. Una vez pasado el albergue de peregrinos, pensé que ya había alcanzado la cota máxima. Menudo error. Empieza una leve bajada en la que se pasa el Alto de San Roque y veo a lo lejos un numeroso grupo de bikers, unos 7. Antes de atraparles, un hombre de la zona, me aconseja seguir por la carretera ya que el camino hasta el Alto del Poyo (1335m) “es imposible de subir” fueron sus palabras. Dudé unos segundos, pero al final le dije que no me gustaba la carretera, que prefería el camino “oficial”. Menudo error. El grupo de bikers y “el menda” subieron todos a patita ya que era una subida imposible con una curva cerrada a izquierda que nos dejó al lado de un bar. Una vez arriba me volví a encontrar con el trío murciano: Alejandro, Jose y Dani que iban a un ritmo mucho más fuerte que el mío. Hicimos unos comentarios sobre la dureza de la etapa del día, y ellos siguieron mientras yo me tomaba una barrita energética. También iba un grupo de 4 bikers; tres chicos y una chica.
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27. En este bar sello la credencial y descanso mientras me como una barrita. El grupo de 7 bikers y yo, tuvimos suerte, ya que las vacas se disponían a bajar por donde habíamos subido antes.
28. 12.15h Para subir aquí por el camino, no hay más remedio que ir a pie, ya que la fuerte pendiente y el terreno pedregoso hacen imposible la subida. También disponemos de la carretera.
29. En la bajada hacia Triacastela me encuentro con la chica que iba con el grupo anterior. Bajamos juntos un buen rato, hasta que, por desgracia, pierde el saco de dormir y tiene que volver hacia arriba a buscarlo.
30. 12.40h Durante la bajada la chica, que era madrileña, pero nacida en Cáceres, me regalo esta foto de recuerdo.
31. Los paisajes de la bajada del O Cebreiro son espectaculares, entre una leve niebla que cubre el valle.
32. 13.25h En el albergue de Triacastela, los peregrinos ya hacían cola para entrar. Mientras sello en un bar próximo, veo llegar a dos de los valencianos llegar a mi altura (menudos fieras bajando). Mientras miramos que perfil queda de etapa y esperamos a los otros, veo llegar a la chica que perdió el saco en el descenso del O Cebreiro. Le pregunto si lo ha podido recuperar, a lo que me contesta muy contenta que si, que un peregrino lo iba bajando. Nos despedimos ya que ella se quedaba con su grupo en este albergue.
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34. 14.05h Las pallozas gallegas. Las aldeas por el camino en Galicia son abundantes.
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36. El río Sarria a su paso por el Monasterio benedictino de Samos, que es también un albergue de peregrinos.
37. 15.40h Monasterio de Samos. Después de comernos unos bocadillos gigantescos, yo decido seguir hasta Portomarín ya que no hacia mucho calor. Sergio y el grupo de valencianos dudan entre quedarse en la cola del albergue o seguir hasta Sarria.
42. 16.45h Sarria. Mientras sello la credencial en la oficina del peregrino, llegan raudos, dos bikers del grupo que había dejado en Samos. Rápidamente, como si les fuera la vida en ello preguntan si hay sitio para dormir en el pueblo ya que están cansados y no tienen pensado hacer más kilómetros por hoy. Les digo que han ido muy rápido, y les pregunto si habían bajado por carretera. A lo que me contestan: ¡Claro, como tu!. Una sonrisa aparece en mi cara y les contesto: Que equivocados estáis. Yo he bajado por el Camino. Me despido y a pocos metros de allí cojo agua de una fuente y me pongo como final de etapa, Portomarín.
45. 17.00h A partir de Sarria el camino se adentraba en un bosque de cuento. Senderos estrechos y no tan estrechos de continuos subes y bajas, los llamados rompepiernas.
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49. 18.35h El puente sobre el río Miño, cruza el embalse que me llevará a Portomarín, donde tengo pensado dormir después de la maratoniana etapa.
50. El embalse de Belesar donde descansa el antiguo pueblo de Portomarín.
51. El “nuevo” Portomarín, construido en 1960, donde se ve la iglesia-fortaleza de San Nicolás que fue desmontada piedra a piedra y vuelta a reconstruir en el nuevo emplazamiento.
52. Pregunto en un albergue privado si tienen alguna plaza libre para un cansado peregrino, y me dicen que todo está completo. Que saben que el otro albergue privado del pueblo también lo está. Me aconsejan ir a preguntar a la oficina de información y me encuentro con la misma respuesta. Es tarde para buscar sitio y me dan un plano del pueblo para que pregunte por los hostales, hoteles o camping. Cuando me acerco a la plaza principal una pareja de peregrinos, aseados y con ropa de paseo, me dicen que todo esta completo, que no busque en ningún sitio y vaya donde todos, al polideportivo municipal. Es el único sitio donde hay plazas libres. Al acabar de decirme esto, veo al ya famoso, trío murciano Dani, Jose y Alejandro que habían llegado mucho antes que yo y que ya tenían plaza en el camping del pueblo. Hablamos un rato sobre la larguísima etapa de hoy y, si todo va bien, la última de mañana que nos llevará a Santiago. Nos despedimos no sin antes decirnos; “seguro que mañana nos vemos” cosa que pasó en casi todas las etapas anteriores. Yo me fui hacía el albergue a dejar el equipaje y meterme en la ducha de a 1€.
53. 22.40h La peor noche de todas. Me costó muchísimo dormir en estas condiciones. Mucha gente, mucho ruido y pocas horas de sueño. Hubo algunos que compraron colchonetas inflables para dormir mas cómodamente. Gran idea, ya que la esterilla sólo sirve de aislante.