Este documento propone que las bóvedas de las catedrales góticas ocultan imágenes de rostros humanos. Explica que las nervaduras de piedra en las bóvedas forman discretamente el rostro de Jesucristo, y que esto tenía el propósito de conectar a los fieles con Dios. Además, sugiere que las grandes alturas de las catedrales servían para enfocar más estas imágenes de rostros. Finalmente, ofrece algunos ejemplos de catedrales donde aún se pueden ver estas formas de
Análisis de las bóvedas góticas: imágenes ocultas de rostros
1. COLECCIÓN “ REVISIÓN CULTURAL” (DESDE 1978). REUNIDOS TEXTOS DE RRRiu, Y REVISADOS, EN FECHA 20-1-2014
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BÓVEDAS GÓTICAS: OFRECEN UNA IMAGEN SUBLIMINAL DE “ROSTRO” EN LA CRUCERÍA
Voy a exponer un hecho que nunca ha sido escrito en libro alguno de cuantos se ocupan de presentar la arquitectura
gótica. Se admite que existe un enigma tras la construcción de las catedrales aunque nunca antes del mes de abril de
2013 se han acercado a la que es mi solución acerca de la ocultación de inmensas imágenes de rostros de varón en
las bóvedas de las catedrales góticas. Los expertos se han limitado a enumerar los diversos piadosos misterios que a
dichos templos se les atribuye, además de recopilar datos históricos, técnicos y otras peculiaridades.
Aunque la verdad no necesita ser defendida, me esforzaré en hacerlo, primero porque una tan chocante idea ha
quedado absolutamente olvidada debido, principalmente, a la poca capacidad de abstracción de la muy materialista
sociedad medieval, siempre agobiada por miedos y penurias; y después lo divulgaré porque para mi representa un
sano ejercicio intelectual tratar de descubrir dónde y cuando surgió la dicha idea, además de cómo evolucionó y al fin
qué pasó para que fuese olvidada.
Empezaré por recordar al profano, que un techo es lo más necesario de cualquier tipo de vivienda. Sin una cubierta,
un recinto también es inhabitable para los indigentes. Lo dicho aún es más evidente al aplicarlo a las magníficas
bóvedas de crucería de las catedrales construidas entre los siglos XII al XIV.
En estas páginas afirmo que las bóvedas decoradas con nervaduras, y semejantes a "venas de piedra", alineadas
sobre la nave del templo, arqueadas y entrecruzándose, fueron, decorativamente hablando, la razón de ser de toda
catedral gótica europea durante los oscuros siglos medievales, porque discretamente se pretendió reflejar lo etéreo
del rostro del Mesías; y, al menos para mis ojos, su esquematizado rostro aún sigue siendo visible en muchas
catedrales. A nadie le puede extrañar. Por novedosas que sean, las técnicas constructivas de nada sirven si no están
al servicio de un ideal humanista. Ello se resalta más al edificar una catedral gótica, pues son tan altas que parecen
querer alcanzar el cielo.
Lo indudable es que fue un arte que logró elevar edificios altísimos vacíos por dentro, con el único propósito de que el
rostro subliminalmente presentado resultase más concentrado y por ello más identificable. Según la Biblia informa:
"Dios está en la altura de los cielos". Dentro de la catedral hubo un tiempo que conseguía el específico propósito de
encontrarse en presencia de Dios.
Dentro de un templo gótico, que se presentaban como verdaderas fortalezas del espíritu humano, era donde tenía
sentido la convergencia entre el cielo y la tierra. Debajo de sus bóvedas, los fieles, orando, esperaban ver cumplida la
promesa del sacerdote de conectar con Dios, pero antes había que merecer poder gozar de su verdadera presencia.
Transcribo un párrafo de Kircher, un especialista en los ritos de antiguos misterios, quien en su obra "Edipo" escribió
acerca de la evolución de las luces y las sombras: "En una manifestación que jamás debía ser revelada, aparecían
masas difusas de luz en la muralla del templo, las cuales, al concentrarse, asumían la apariencia de un rostro,
evidentemente de aspecto divino y sobrenatural, pero con un toque de amabilidad, por lo que resultaba muy
placentero contemplarlo: Los alejandrinos honraban aquella aparición como si fuese el rostro de Osiris, o de Adonis".
Por otra parte, el filósofo Yámbico escribió: El fin de la magia no es tanto crear seres, sino imágenes que se les
parezcan, y luego se desvanezcan sin dejar el menor rastro tras de si." Tal como actualmente se nos presentan en las
bóvedas de las catedrales y claustros, parece imposible que en otros siglos fuese una experiencia espiritual capaz de
explicar el significado de nuestra fe.
Mis observaciones admito que aún no pueden ser concluyentes, porque, por ejemplo, ignoro si el efecto de descubrir
un rostro en esquema sería más fácil desde la altura donde se sitúa el coro. Tal es el caso concreto de la iglesia
Nuestra Señora del Pi, ubicada en el casco antiguo de la capital de Cataluña. La perspectiva de un rostro subliminal
desde el coro, ubicado sobre la puerta de la entrada principal, es óptima y me tiene confuso. En mi lengua vernácula,
al coro (allí donde se reúnen los fieles que cantan junto al órgano de un templo) lo llamamos "cor", que significa
corazón, y ello hace pensar que, en aspectos de fe, las mejores respuestas se obtienen desde el corazón. Me limitaré
a exponer una bella metáfora. Para descubrir en la bóveda de una catedral gótica el rostro de Jesús, quizá debemos
saber elevarnos por encima del resto de la opinión general. En mi opinión, la dicha forma de rostro que se distingue
en las bóvedas, acogió desde el siglo XII, y sigue teniendo debajo suyo, a los fieles cristianos que, esperanzados, se
congregan en las catedrales góticas a rezar. Algo parecido a como una gallina protege a sus indefensas polluelos bajo
sus alas. En fín, como bien escribió el gran filósofo contemporáneo Angel Livraga: "Un hombre tiene la medida de
aquello que se atreve a soñar".
A fin de superar nuestra insignificancia, sabemos al sincerarnos desde el corazón que por otra parte tenemos algo de
inmortal. La materia podemos trascenderla si buscamos mayor relación con la suprema armonía, o conciencia, de
relación con la Unidad Primordial con el todo simbolizada por Jesucristo. En una catedral, o bien en otro templo,
sabiendo lo que se va allí a buscar, también se entiende lo que se encuentra.
Los símbolos nos trascienden. Se reza para hallar respuestas verdaderas y poder superar el sufrimiento. El desarrollo
espiritual de cada persona podrá incrementarse a través de una simbología específica, cuyos resultados pueden
llegar a beneficiarlo con mayor eficacia que los rezos. Por ejemplo, el rosetón que inunda la catedral cada tarde de
sol con una luz colorística, se habría previamente explicado que su belleza y dibujos, además de su significado
bíblico, también refleja el "Fuego solar" que excita la conciencia primordial; lo cual sin duda también era la creencia
de nuestros ancestros.
Mi interpretación del descubrimiento de unas formas de rostro (alguien la considerará: Pareidolia, al por mayor)
obviamente es subjetiva, y no puede aplicarse a todas las catedrales góticas. Me limito a proponer unas imágenes
obtenidas de mi observación de algunas bóvedas, y las más antiguas son mis preferidas. En ellas se emplearon
discretos contrafuertes, o sea refuerzos externos, que tanto las afean exteriormente. Otros obtendrán mejores fotos
que las aquí reunidas, editando solamente fotos muy figurativas. Para no ser aburrido, yo he procurado ofrecer
2. contrastes.
Para exponer debidamente la idea que presento, no me cabrían aquí ni las fotos de las bóvedas "humanizadas" que
se descubren en los templos de una capital mediana. Me guardo muchas experiencias de esta apasionante
investigación. Por ejemplo, la sala capitular del monasterio de Sant Domenech, en Girona, al visitarlo personalmente,
coincidí en estar presente justo cuando el sol atravesaba el vitral bajo la bóveda, por cuyo fenómeno diré que,
metafóricamente, me pareció como si fuese la palabra convertida en luz a través de lo que me parecía ser una boca.
No seguiré por esta vía, pues, a pesar de mis limitaciones de todo tipo, quiero ofrecer una síntesis ilustrada de las
muestras más variadas que existen en el continente europeo.
Escribió Juan Fernando Selles:"La tesis de los filósofos del siglo XIII", que debatieron entre ellos sobre la existencia
del intelecto "agente", que se distingue del inactivo, o sea un intelecto más pasivo o tranquilo (CSIC, nº 38-Enero-
Junio-pg.445-474, en Instituto de Estudios Medievales). Es curioso que fuese el tema "de moda" cuando se
construyeron la grandes catedrales góticas europeas. Averiguar quién promovió tal inquietud, para mi ya sería
motivo de investigación.
CARACTERÍSTICAS DE LAS BÓVEDAS DE LAS CATEDRALES GÓTICAS
Desde que yo era niño y frecuentaba la catedral gótica de Solsona, me maravillaba el entramado de piedras en relieve
que decoraban el techo de las bóvedas. En mi ignorancia obviamente creía que sin tales nervios de piedra aquella
techumbre se caería. Mi sorpresa fue saber que tanto esfuerzo en hacer resaltar, entrelazadas, las dichas nervaduras
aéreas de piedra, después de todo, eran en gran parte prescindibles, pues con su forma arqueada, o cóncava, la
bóveda se sostendría casi sin "costillas". Entonces mi pregunta fue ¿Por qué están ahí? Por otra parte ¿por qué tanta
altura? Los caballeros templarios se llevaron su secreto a la tumba en 1312. No obstante, a partir de hoy, y para
siempre más, ya podemos saberlo.
Para empezar, admítase que sólo ellos tenían el imprescindible dinero para construir tales obras gigantescas en unos
tiempos que no existían los bancos. Los cristianos siempre antes habían tenido prohibido practicar la usura, cosa que
enriqueció enormemente a las comunidades judías de cada localidad. Paradójicamente, fue con dinero de los
hebreos, prestado a un muy elevado interés, que siempre antes se habían costeado las grandes obras del catolicismo;
para evitar lo cual, excepcionalmente se permitió que los templarios practicasen también una moderada usura. El
resultado fue que construir las grandes catedrales fuese menos caro. Para muchos autores el desarrollar este sólo
aspecto ya les motivaría para escribir un voluminoso libro. No es mi estilo, quizá porque mi padre me enseñó desde
muy joven, que: "Muchas letras y poco jugo, también las escribiría un burro".
Todo europeo ha visto muchas y muy complicados diseños de bóvedas decorando los techos de las catedrales góticas.
Aquí mencionaré lo imprescindible de lo que ya consta en las enciclopedias que tratan de la arquitectura medieval.
Pretendo desvelar para siempre el secreto mensaje oculto de las maravillosas bóvedas de las grandes catedrales
europeas del periodo medieval.
Posteriormente copiaron la técnica mirando aquellas bóvedas construidas durante el siglo XIII. En ocasiones incluso
se revela una forma esquemática de rostro en espacios pequeños, con tal que las bóvedas sean inmediatas al espacio
sobre el altar mayor, o en el otro extremo, sobre el coro. El presbiterio de la catedral de Girona, y el Panteón de Sant
Pere, de la catedral de Lleida son buen ejemplo de ello. Por cierto, a partir del año 1203 la Seu Vella de Lleida, tan
admirable en sus proporciones, desde sus comienzos fue planificada para cubrirla con bóveda de crucería. Su aspecto
es parecido al experimentado en Tarragona que entonces era predominante.
El cielo, para quien se inspira en el rostro del "Gran Arquitecto" que es Dios, era una alusión al espíritu, y lo dibujaron
mediante espaciosas bóvedas. Para atraer la atención de los fieles hacia las bóvedas se pensó en situar en sus cruces
unos enormes botones de piedra colgados que ofrecen escenas bíblicas en vivos colores, siendo por su belleza que
estas "Llaves de Bóveda" se están volviendo a restaurar en la actualidad, dejando el resto de la nave con la piedra
vista. Habitualmente las bóvedas estaban pintadas, y muchos templos también exteriormente, pues los analfabetos
eran mayoría y se motivaban mirando escenas del Evangelio. De hecho, la obra perdía así parte de su carácter
constructivo para engrosar la imaginería del Medioevo. Por algo dejó escrito el filósofo empirista David Hume (1711-
1776), cuando opinó respecto a la belleza: "No es una cualidad inherente a las cosas en si mismas; solamente existe
en el espíritu que la contempla, y cada uno la percibe diferente". El filósofo Kant lo corroboró con las mismas
palabras en su libro: "Critica del juicio" (1804).
Las catedrales góticas, siendo la mayor aportación al mundo de la arquitectura, se levantaron para engrandecer lo
que se ofrecía por amor a Dios, y sus plantas se trazaban en forma de cruz, la misma que, por la forma de sus
tejados, puede verse sobrevolándolas. El plano de la catedral lo diseña la figura de un cuerpo humano, recogiendo
vibraciones del hombre cósmico con el que se pretendió remachar una sintonía con el cosmos. Eran tiempos cuando
entendían, mejor que hoy que el objetivo de la sociedad es la igualdad moral, y que para ayudarnos la naturaleza
tiene leyes que iluminan el camino de la convivencia social, con tal de superar la visceral "mente de reptil".
El arte gótico no fue evolución del románico anterior, ni tampoco surgió de la nada. Lo gestó el hecho de advertir que
dibujando un rostro con líneas entrecruzándose se conseguía obtener un aspecto abstracto de cara humana. Con ello
se hizo realidad una idea referente a las catedrales que estaba muy extendida entre los fieles de la Edad Media: Unos
(arquitectos) la plantan, otros (los fieles) la riegan, pero como todas las plantas demuestran, sólo Dios hace
crecerlas hasta lo más elevado. Es una metáfora que visualizaba quien lo merecía, pues el rostro de Nuestro Señor
estuvo depositado subliminalmente en la forma de las bóvedas sobre las cabezas de los orantes en la gran nave.
Aunque arriba he escrito que el estilo gótico no evolucionó del románico, puedo argumentar que la imagen del rostro
en las bóvedas sí que lo hizo, y aportaré argumentos y fotos para demostrarlo. Me remito a la iglesia románica de
Sant Vicenç de Cardona (de influencia lombarda, fue consagrada el año 1040) al ser una población cercana de donde
yo nací en el centro de Catalunya, y porque encima del arco de la gran nave tienen ese tipo de "capillas altas" que
pretendieron ser inaccesibles para los que entraban con intención de saquear los tesoros y reliquias del templo.
Dicho recurso anti-robo ya lo emplearon los constructores de las iglesias de estilo visigótico en el siglo X. Lo tienen
en su gran nave los templos vallisoletanos de San Cebrián de Mazote, y San Miguel de la Escalada, ambas con arcos
de herradura califal (que es más cerrado que el visigótico).
3. Tal prevención se comprende mejor en las iglesias cerca de la playa, pues recuerdo la sorpresa que me causó
contemplar con mis propios ojos una hornacina ubicada en el centro del arco de medio punto que domina toda la gran
nave. Actualmente, por no correr peligro, y declinar el fervor religioso, dichos espacios se llenan con una imagen que
domina a todos los que rezan debajo de las bóvedas. La más impactante de estas hornacinas la vi en la iglesia
fortificada de Saintes Maries-de-la-Mer, en las playas de la Camarga, cerca de la ciudad de Arles "la-Romana" (Fr.).
En aquel alto escondite anti-robos a prueba de los piratas, y que cuando lo vi estaba vacío, explican que se
protegieron reliquias de algunos seguidores del mismísimo Jesucristo desde que gobernaba el muy docto rey René
d'Anjou.
Las nervaduras de piedra consolidaron las juntas entre diferentes bóvedas, y condujeron mejor los empujes hacia los
arbotantes, que son los contrafuertes actuando desde el exterior de los muros. Se trata de normas auxiliares que
facilitan la construcción, si bien en la actual catedral de Solsona al construir la magnífica bóveda, con un tan
figurativo aspecto de cara de monje con capucha, todavía se emplearon unos mínimos contrafuertes exteriores. La
presión ejercida por la velocidad del viento se incrementa drásticamente cuando los muros van alcanzando mayor
elevación, porque su empuje es proporcional al cuadrado de la velocidad del mismo; de ahí que los arbotantes
exteriores acabasen siendo dobles y gigantescos. No se han conservado escritos ni planos de los maestros
"arquitectos" del siglo XII, excepto un par de obras. El dibujo más antiguo que se conoce sólo registra ideas. La
primera transmisión acerca de la repercusión del viento, se hizo hacia el año 1225, cuando, por cierto, ya empezaba a
declinar el furor constructivo que había hecho proliferar, como setas, las catedrales en estilo gótico por todo el
continente europeo.
EL ARTE GÓTICO DE LA CATALUÑA EN PLENA RECONQUISTA
El arte gótico rompió la monotonía de los arcos de medio punto del arte románico. En Cataluña el gótico embrionario
se desarrolló a finales del siglo XII y durante casi todo el XIII. Sin acabarse de desprender del espíritu del arte
románico, el llamado proto-gótico se desarrolló en las tierras al sur de Barcelona ganadas a los musulmanes, siendo
llamadas Cataluña Nueva. Se repoblaron con la colaboración de las órdenes del Temple de Jerusalén y de los monjes
cistercienses. Ambas comunidades emplearon criterios nuevos, y hasta monumentales, para construir todo tipo de
edificios, gran parte de los cuales adoptaron experiencias autóctonas bien definidas. Dado que los cistercienses
venían de su casa madre en Borgoña, siempre predominó el influjo francés.
La orden del Cister fue la que también introdujo el arte gótico en España, no sólo en el llamado Camino de Santiago,
cuando esta capital del Finisterre competía con Roma para ser la sede del cristianismo, sino que construyeron
catedrales en toda capital de la Península Ibérica que quería distinguirse. Se sabe hoy que los esquemas de sus
plantas, a pesar de dibujar ellas misma una forma de cruz, las catedrales góticas de los primeros años encerraron
conocimientos ocultos detrás de una decoración llena de simbolismo. Pitágoras, durante las décadas que vivió en
Egipto en el siglo IV a.C., habría recogido compendios de su sabiduría, tanto numérica como filosófica, siendo un
divulgador idóneo al regresar a Grecia. Aquella ciencia, fue la misma que él enseñó en Crotona, fue heredada por la
cultura clásica, de donde pasaría a Europa. La masonería medieval desarrolló especialmente la geometría
especulativa a pesar de los recelos de los eclesiásticos.
Aunque las bóvedas de crucería se considera que fueron traídas a Europa por los maestros de obras de la Orden del
Temple, y más al ser expulsados de Palestina para crear sus principales encomiendas en el Sur de Francia (cuando el
Midí era todavía independiente), los verdaderos constructores del arte gótico fueron los monjes cistercienses, de
hábito blanco como los templarios. Si éstos planificaron catedrales inmensas, nunca antes imaginadas, y quizá
superiores a las mejores obras arquitectónicas clásicas, fueron los monjes cistercienses quienes, además de servirles
de intendencia y de cirujanos, edificaron las catedrales. Expertos en construir siempre antes unos muy regios
monasterios románicos, los cistercienses ofrecían mayores garantías para que se aguantasen las bóvedas de
crucería. Era una obra experimental muy comprometida, que tuvo como eje fundamental la llamada ojiva. Su
definición informa que se trata de un arco diagonal de refuerzo que forma arista bajo una bóveda. Aunque las ojivas,
no son sinónimo de gótico, ya que tan sólo se perfeccionaron, sí que en un primer periodo a todos admiraba
contemplar su novedosa aplicación, siendo gracias a ellas que fueron capaces de elevar las bóvedas de las naves de
las catedrales hasta una altura nunca imaginada hasta el siglo XII. Reconozco que yo me pasé la infancia y juventud
recapacitando a que se debía tanto esfuerzo, sin ser capaz de entender cómo podría justificarse..
He superado la idea de que unos y otros, y la Iglesia en general, todos querían dejar constancia de su poderío, y lo
consiguieron, pero se olvidó la verdadera razón oculta. Enfrentarse íntimamente, de forma visual, con el rostro de la
divinidad. Lo vemos tanto en los monasterios cistercienses de Poblet, y el de Santes Creus, así como en las catedrales
urbanas de Tarragona y Lleida, esta última comenzada por un "arquitecto" oriundo de Solsona. Fue una transición
importante, tanto porque dejó muchos edificios en estilo gótico, como porque era su semilla para lograr más plenitud
en el futuro. El arte gótico de entonces estuvo muy abierto a la innovación artística, pero precisamente ello lo
desvirtuó.
La catedral de Girona, en Cataluña, presenta la mayor nave gótica de esta parte del Mediterráneo. Mide 23 m. de
ancho, y fue iniciada el día 29/4/1307 (ACG Llibre Verd, folio CCI). Se efectuó una única nave porque era más barato
que construir tres. A la bóveda se llegó el año 1416, sin tener ya conciencia de esquematizar el rostro del Mesías tal
como antes siempre se pretendía. O quizá sí que la tuvieron, pues la catedral de Girona la promovió el obispo
Berenguer de Anglesola, que era miembro de una familia tradicionalmente cátara, y es bien sabida la relación de
dichos librepensadores con los caballeros templarios catalanes.
Me he referido a los herejes exterminados en el Sur de Francia, porque ellos supieron bien que hasta el siglo III los
cristianos no dispusieron de lugares, específicos donde celebrar juntos sus divinos oficios. Hasta el concilio Vaticano
II los sabios eclesiásticos tampoco explicaron la razón de ser de sus magníficos templos catedralicios. Son obras
arquitectónicas que al construirse se han ido adaptando al estilo predominante de cada diferente periodo histórico.
En cuanto a su naturaleza intrínseca, las catedrales están destinadas a expresar con obras humanas, la belleza de la
divinidad y así contribuir a su mayor gloria (DOM). Se trata, en fin, de conducir piadosamente el espíritu de los
hombres a Dios sin despreciar ningún recurso, por sutil que fuese.
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (Argelia-Africa) dejó escrito en "Las Confesiones": Tener fe en cosas
4. invisibles no es irracional, al contrario, forma parte esencial de la naturaleza humana. Hoy los telescopios,
microscopios, radiaciones, etc, lo confirman, pero la idea ya presidió todo el pensamiento teológico medieval, y
además inspiró a los filósofos modernos.
EL MISTERIO DEL ARTE GÓTICO ESTÁ EN SU OJIVA DE LA ENTRADA
Para muchos fieles, el frontispicio está tan sobrecargado de decoración estatuaria, que puede asustar. A algunos les
impone mucho respeto. !Y lo merece!. De hecho están ante la clave de un verdadero misterio, pero tan pronto
traspasan el umbral ya se experimenta una cierta relajación, a parte de admiración, por encontrarse ante unas muy
altas columnas y anchas bóvedas. Además hay bellos vitrales, que al jugar con la luz solar parecen ser calidoscópios
cuando los traspasa. Éstos permitieron iluminar mejor los templos que las anteriores reducidas aberturas de los
pesado muros del arte románico.
Hasta mi contribución nunca hubo explicación al hecho de que se dejase de construir en arte románico para continuar
la construcción de una catedral en arte gótico, que parecía querer llegar hasta las estrellas. El caso era embellecer la
cátedra (de ahí: catedral) donde cada obispo tenía su sede (silla, viene de Seo). Es la opinión de los católicos, que en
la cátedra de los obispos se puede descubrir a Dios. Pues bien, en el siglo XII, además de dicha idea espiritual, se
pudo crear el aliciente arquitectónico de dar forma a un rostro esquematizado gracias a las bóvedas. Con dos
espacios triangulares opuestos éstas pueden reforzar la visión de una cara.
En toda obra de arte ante todo se deberá considerar el cuándo y el por qué se hizo. No debemos dejarnos influir por
no compartir el gusto del artista, ni el significado que tenga, y más cuando se trata de una obra arquitectónica. Ésta
la realiza alguien que no es la misma persona que la diseñó. Ante una obra que, como es el caso de las bóvedas
góticas, combinando lineas y colores, se anticiparon ocho siglos al arte que actualmente llamamos Arte abstacto, se
deberá valorar especialmente su adecuación plástica al significado de su contenido.
Nunca tan exactamente los materiales empleados por los arquitectos han tenido tan equilibrada su función
constructiva con la parte puramente ornamental para llegar a ofrecer un resultado tan discreto como elegante. Se
superó la representación bidimensional del arte pictórico, y la tridimensional del escultórico. La función del rostro
que ofrecen, su objetivo final dicho sea sin tapujos, era el afán de traspasar el espacio-tiempo, a fin de que quien
estuviese realmente atento esperanzado bajo aquella obra tan inmensa como audaz, realmente después fuese capaz
de recibir ayuda exterior para guiarle a saber gestionar bien su propio espacio-tiempo (suponiendo que al menos
partiese de estar bien consigo mismo).
Con la llegada del siglo XXI cualquier "buscador" de Internet nos ofrece al instante cientos de fotos mostrando
complicados dibujos de bóvedas, pero de ellas a mi actual presentación sólo le interesan las construidas a partir de
mediados del siglo XII y comienzos del siglo XIII, porque es mi presunción que fueron las diseñadas por los sabios
arquitectos a las órdenes estrictas de la Orden del Temple, después de haber aprendido ciertas ideas durante su
permanencia en Palestina. Las convirtieron en piedra en suelo francés entre 1137 y 1162.
Hay que distinguir la bóveda de las nervaduras. Una bóveda con forma arqueada cóncava se construye a ras del
suelo, y en cambio, para la construcción de un arco es necesario un soporte temporal o encofrado, mientras los
bloques de piedra se colocan en posición. Sin él se deberían tomar más precauciones. Así pues, hasta que el arco
aéreo de piedra se sostiene solitario, un encofrado estrecho, o cimbria, soporta la piedra hasta que todo el arco se
completa. Un arco tras otro formará parte de las "costillas" de la bóveda, evitando que las juntas entre ellas
presenten irregularidades.
La tendencia a aumentar el número de "costillas" en algunos casos condujo a resultados singulares, como en el coro
de la catedral de Gloucester, donde las costillas diagonales normales se convierten en meras molduras ornamentales
en la superficie de una bóveda de cañón apuntado. Es decir, muchas nervaduras son de adorno. Ciertamente otras
son muy necesarias. Por ejemplo, en Inglaterra se logró simplificar la construcción de una bóveda mediante la
introducción de nervios intermedios entre la pared y la costilla diagonal, y entre ésta y los nervios transversales.
Otras posteriores, como en la capilla de King College, en Cambridge, para aumentar la resistencia fue necesario
introducir costillas transversales debido a las grandes dimensiones de la bóveda.
LA CLAVE DE LAS BÓVEDAS DEL GÓTICO TÉCNICAMENTE EXPLICADA
La clave del enigma arquitectónico de un templo gótico se nos anticipa ante su puerta, o puertas, de acceso principal,
exactamente en el centro de su fachada. No se pretendía engañar a nadie, al contrario, se daban facilidades para que,
una vez traspasado el imponente umbral lleno de imágenes de todo tamaño, todos pudiesen alcanzar la iluminación.
Insisto, se ofrece "la clave" en la forma de ojiva, ("punto de almendra" o "arco apuntado"), ya desde antes de
acceder a la catedral gótica.
Los franceses no emplearon la nervadura intermedia, hasta el siglo XV, y fue más como un elemento decorativo, que
una característica. En Italia, Alemania y España se adoptó el método francés de la construcción de la bóveda
mediante una plantilla inferior. La primera costilla en "arco apuntado", o de almendra, típico del gótico, tuvo lugar en
la catedral de Durham en Inglaterra, y precedió a la abadía de Saint Denis, en París. Fue en la iglesia de Vézelay
(1140) donde se desarrollaron las grandes bóvedas antes de la introducción de la costilla de arco apuntado. El
inmenso tamaño de la bóveda de la nave hacía necesario algún apoyo adicional, por lo que fue introducido un
"nervio" intermedio.
En este punto voy a remitirme a mi presentación del que llamé "Anillo de Moisés". Su diseño, siendo simple, es el que
conforma cada uno de los rectángulos que dividen las largas bóvedas góticas de las catedrales medievales. La línea
central divide el espacio rectangular del aspa simbólica del "Anillo de Moisés", en el estilo gótico pasó a ser
substituido por la viga más importante de todas, ya que además de soportar peso, actúa como tirante. Así pues,
cuando el diseño del anillo lo situamos allí en el lugar correspondiente, la línea central se corresponde con la arista
de cada una de las sucesivas cerchas maestras. Es la base del triángulo isósceles de vigas acopladas para soportar el
peso del tejado. Este es un punto crucial, el cual tan sólo puede ser explicado por quien haya trabajado en la
construcción. He comprobado que las encilclopedias ignoran su verdadera importancia.
5. El gran invento de las bóvedas de estilo gótico fue su estructura, consistente en dos arcos ojivales diagonales que se
entrecruzan (de ahí su nombre: crucería). El tal cruce permitió aliviar enormemente el peso de la cubierta, ya que en
el estilo románico sustentaban mediante ladrillos formando tabiques desde cada bóveda hasta la cubierta. Empleando
el estilo gótico construyeron muros mucho menos gruesos, e incluso con espacios para grandes ventanas, o vitrales.
En la bóveda de crucería toda la longitud de la arista central superior que formaban los cruces de ojivas fue su único
apoyo entre los muros laterales. Por no experimentarse con pilares ni columnas en la gran nave de la catedral de
Solsona, aquí ignoro cualquier otro soporte arquitectónico posterior. Una estrecha base, larga y horizontal, contacta
con toda la hipotenusa de la cercha de madera con forma triangular en aquel punto que, vista por debajo es una línea
invisible al no adornarse con nervaduras. Sin este soporte, las tejas de la cubierta con doble pendiente convencional
(a "dos aguas") se caerían.
En una catedral gótica es donde, más que en otro espacio interior, todos pueden mirar pero muy pocos podrán ver. Lo
escribo pensando en los principios pitagóricos de medida y ritmo que no ve el visitante. Quien sea buen observador
puede tener la sensación de sentirse conectado con la tradición de los tiempos más obscuros de nuestra historia,
cuando todo era misterio y magia. Las bóvedas góticas de la nave se apoyan en un arco como el de la entrada. Ésta
no es cuadrada ni semicircular; es el arco apuntado, o "punto almendrado"; es la ojiva que nos ha de guiar hasta
descubrirnos "los empujes". También los más íntimos de nuestras querencias.
En la vida es obvio que incluso el mejor dotado se puede plantear mal aquello que no comprende. Por ello, después
de haberse superado, nadie ha de encontrar defectos, por raros que sean, en sus semejantes. Todos serán una de sus
propias caras. La geometría de los templos góticos pretendió recuperar y transmutar la energía sutil de los fieles que
habían construido y rezado debajo de aquellas mismas bóvedas. En efecto, sus predecesores habrían sido más
conscientes que ellos de las ventajas de rezar recogidamente para sentirse más cerca de la divinidad. Sabían que
bajo aquellas pesadas piedras que parecían ingrávidas, además de mucha sabiduría, también se guardaba el lenguaje
simbólico de tradiciones ancestrales. Al ocuparme de hacer evidente su metáfora más secreta, yo trato de exponer en
estas páginas su certeza en los misterios que nuestros antepasados atribuían a la propia catedral.
Se ha explicado mal que pretendiesen dar mayor esbeltez y claridad al interior de la catedral. Las técnicas precarias
de construcción hacía muy difícil situar un techo abovedado complicadísimo a tanta altura. Sólo puede justificar su
evidente sacrificio, su deseo de plasmar un rostro mesiánico gracias a ganar altura. Los contrafuertes exteriores al
templo se utilizan para añadir mayores apoyos cuando se empleaban bóvedas de intersección.
ARNAU DE TORROJA TOMÓ LA CRUZ ETÍOPE PARA LOS TEMPLARIOS
Arnau de Torroja era Gran Maestre de la Orden. Lo presenté en dos biografías (la 2ª Parte, es una trilogía). Nació el
año 1122, cuando por fin había un tregua entre el Sumo Pontífice y los reyes europeos, siempre antes en guerra unos
contra otros. El año 1184, el último de la vida de Arnau de Torroja siendo Gran Maestre de los caballeros templarios,
fue cuando ayudó a la restitución del trono al rey etíope refugiado en Jerusalén. Presuntamente, los templarios
desplazados a Etiopía copiaron una cruz que aún hoy se puede ver allí grabada en semirrelieve sobre la roca de una
cuevas de oración. Apreciaron tanto su diseño, que a partir de entonces la eligieron para ser el logo de su Orden,
siendo la más conocida de cuantas utilizaron. Habría sido grabada por una comunidad cristiana etíope del siglo III.
Fue un gran hallazgo, que merecía ser promocionada en todas partes, ya que la Orden del Temple siempre actuó
deseando regenerar la moral social, y aquella geometría sirvió incluso para que obtuviesen de sus trazos su muy
peculiar alfabeto secreto.
El mayor de sus logros arquitectónicos se mezcló con otras varias técnicas útiles. La sed de conocimientos de los
arquitectos al servicio de los Grandes Maestres de los caballeros templarios, quienes habían leído a Euclides,
Pitágoras y Tolomeo, se manifestó en construir con afán para reconducir todas las cosas a un orden impecable. En la
nave central de las catedrales, comenzando por sus criptas (donde germina semilla que será una planta), y hasta la
cubierta, todo debía tener su significado oculto. Todo debe estar en su sitio.
Dando un vuelco a las normas, de pronto, sobre los cimientos de un templo románico los albañiles a sus órdenes
elevaron sus bóvedas maravillosas, porque se superaron exponiendo el rostro más secreto haciéndolo visible. ¡Que
gratificante es trabajar siendo plenamente consciente de la trascendencia de una generosa y piadosa idea!.
Diseñaron los nervios de la bóvedas para resaltar en esquema el rostro del Mesías, y así resulta ser que, de forma
subliminal, en el continente europeo se anticiparon ocho siglos en producir el "Arte abstracto". Su anhelo fue lograr
configurar una imagen aérea de rostro de varón circunspecto, tipo monje, mediante la disposición de las piedras de la
bóveda, y nada les paró, al ser su gran motivación secreta.
Existió una tradicional geografía "sagrada" para mejor ubicar los templos religiosos dentro de una región. Ello se ha
demostrado que fue practicado tanto por los constructores de megalitos, como por los antiguos egipcios para ubicar
sus principales pirámides. Los templos megalíticos de Hagar Qim y Mnajdra, en la isla de Malta, se construyeron hace
seis mil años siguiendo una alineación estelar antes que otros templos sagrados del mundo antiguo. Hagar Qim se
enfocó hacia las estrellas Alfa y Beta Centauros (2ª y 9ª estrellas más brillantes de las noches del Neolítico en el
Mediterráneo). El de Mnajdra, en cambio, miró hacia las Pléyades. Quiero informar al respecto de que actualmente, al
haberlas protegido con una gran lona sintética, paradójicamente en este caso, a ambos templos aún se les ha alejado
más, si cabe, de su originaria razón de ser.
Se ha descubierto que los templarios al construir en determinada regíon del Sur de Francia las catedrales góticas,
siguieron el mismo patrón estelar semejante a los constructores europeos que en la prehistoria erigieron menhires,
cromlechs y dólmenes. Yo mismo descubrí que habían seguido una Ruta Visual Sagrada en su búsqueda de la luz
solar al ocultarse tras el lejano N.W. geográfico. Fue hacia aquella dirección por donde unos "misioneros"
expandieron sus creencias vivicadoras basadas en la fecundidad.
Unos y otros, en fin, parece ser que habrían intentado anclar supuestas "energías estelares" a los terrenos que por
algún motivo especial resultaban dignos de su estimación. En el caso de los egipcios interesa porque veneraron a la
negra (por fecunda) divinidad femenina llamada Isis, la cual sostiene sobre sus rodillas a su hijo Horus, el de la cara
verde. Hay libros que presentan originarios del Antiguo Egipto la mayor parte de cuanto consta escrito en el "Nuevo
6. Testamento", incluyendo el hecho que la gran diosa negra Isis fue transformada por los caballeros templarios en
"Nuestra Señora", después llamada Santa María.
En efecto, las numerosas copias que en Europa se realizaron en los siglos XII y XIII de las obras atribuidas al
mitológico dios egipcio Asclepio (Esculapio para los romanos) prueban que el misticismo cabalístico del Antiguo
Egipto pervivió entre los primeros cristianos. Un aspecto de aquel simbolismo interesa especialmente a estas
páginas, al tratarse del artístico dibujo de un perfil de rostro de varón que ocupa todo el enlosado de la estancia más
secreta del templo de Luxor, en Carnac. Fue descubierto en el siglo XIX por Schwaller de Lubicx, cuando investigaba
el "sanctasactorum" del mayor templo a orillas del río Nilo. Por ello sabemos que los hermetistas, neoplatónicos y
agnósticos, todos ellos dieron la mayor importancia (suprema en Egipto) a la veneración de la cabeza humana (los
demás órganos del cuerpo se distribuirían simbólicamente en el dicho templo de Luxor por sus diferentes patios y
estancias). El rostro de la divinidad fue el aspecto principal de los religiosos egipcios, el cual pasó a enriquecer el
simbolismo de los primeros cristianos, y más por ser un referente del tipo "conocimiento resucitable" si se efectuaba
el ritual adecuado, teniendo en cuenta además el patrón astronómico, puesto que también fue adoptado, como lo
demuestran las numerosas fiestas del calendario católico.
La orden del Temple superó la idea que impregnó la estancia suprema, o Naos, del templo egipcio de Luxor, donde
por cierto la vibración telúrica es violenta (18.000 u.). Para conseguirlo recordaron en arquitectura aérea el hecho de
que "Jesús nació para restablecer en el mundo la relación con Dios", después de lo cual sería posible la fraternidad
humana.
En opinión de un famoso arquitecto del Antiguo Egipto: "La arquitectura es también filosofía, porque si no fuese así
se limitaría a una simple técnica". No se puede negar que eran expertos en elevar templos a sus divinidades, e
incluso fueron los primeros en instituir la idea del Dios único quince siglos antes del nacimiento de Jesucristo.
En el siglo XII el responsable de diseñar una catedral gótica, ayudado por uno o varios maestros de obra, debió de
tener mucha mayor responsabilidad de lo nunca sospechado, al tener que crear espacios interiores armoniosos.
Trataría de imitar a su modo una entelequia del cuerpo humano. En una catedral gótica todo soporte material serviría
de base para resaltar en lo más alto de sus bóvedas el querido rostro de nuestro Salvador. Es así como se explica la
desproporcionada altura de las bóvedas en la gran nave de las primeras catedrales góticas con respecto a su
anchura. Lamentablemente, los siglos posteriores se limitaron a copiar la inusitada altura, olvidando que las muy
altas columnas habían tenido su razón de ser en sostener la "conciencia del lugar", representada en el catolicismo
por el rostro de Nuestro Señor, que es el verdadero Templo. Al menos la planta de las catedrales góticas no perdió la
forma de cruz.
Los caballeros templarios de Barcelona se instalaron a tan sólo unos doscientos metros de la catedral gótica del siglo
XIII, y serían los primeros beneficiarios de saber que el rostro del Salvador estaba sobre sus cabezas, con lo cual
potenciaban su esperanza de que sus oraciones fuesen oídas. Se supone que la planificación de un templo la tiene
que efectuar el obispo de la ciudad, pero dejando aparte que deberá siempre confiar en verdaderos profesionales
para construir su propia catedral, (y más cuando se creía que por debajo de aquel sector corría el río Taber), en
ninguna parte como en Barcelona, el obispo estuvo tan unido a la Orden del Temple de Jerusalén, porque su propio
hermano Arnau de Torroja era Gran Maestre de dicha Orden.
Me remito a Arnau de Torroja, primero por conocer bien sus inquietudes y su capacidad, y porque nadie como él
estuvo volcado en beneficiar al monasterio de Poblet, también económicamente cuando más lo necesitaban al
empezarlo a edificar en 1166. Su bóveda de crucería parece ser gótico puro, aunque se advierte cierta timidez al
construirla, pues no cubre la nave central sino sólo las laterales, el dormitorio y el deambulatorio detrás del altar
mayor. El espacio destinado a refrectorio (el comedor) ya presenta una bóveda de crucería del segundo gótico,
mucho más evolucionado.
A fray Arnau de Torroja lo descubro muy unido a los monjes de Poblet, siendo los que en Cataluña primero
experimentaron (pero aún no en la nave de su iglesia) las sutilezas arquitectónicas destinadas a ocultar una forma de
rostro en las altas bóvedas. Su Orden fomentó el mismo arte que durante su vida llegó a construir unas trescientas
catedrales góticas en la Europa central.
Arnau de Torroja también vivió la construcción de la bóveda del vecino monasterio de Santes Creus, en 1174, siendo
él Maestre Provincial de la Orden del Temple para tierras de Hispania y Provenza. Debe retenerse el dato, porque
justamente fue en en las bóvedas del monasterio de Santes Creus, donde se revela que hubo un cambio de criterio en
la construcción de la gran nave mientras se estaban levantando sus muros. Recordaré que la idea de resaltar la forma
del rostro se corresponde con el culto a la cabeza del Mesías que, en secreto, practicaron los caballeros templarios.
Es el tema preferente en la decoración del interior de sus iglesias. Sea como fuese, al fin, lo de menos será la autoría
de la dicha idea redescubierta.
Fue diferente el estilo gótico desarrollado en Castilla-León, con el de la región mediterránea y Navarra. En la
Península Ibérica durante los siglos XIV y XV, a pesar de ser los de la gran depresión de la sociedad medieval a causa
de las pestes, en las dichas regiones fue el gran siglo del arte gótico oriental. Desde la primera confederación
catalano-aragonesa, que duró lo mismo que la carrera eclesiástica de Guillem de Torroja, se prefirió el estilo gótico
de los "masones" de la región del Languedoc y el menos puro gótico lemusín, porque en aquellos siglos ambas
regiones estaban muy unidas a Cataluña, en especial la zona geográfica llamada Midí. Sobre ello escribí
extensamente en la "2ª Parte" de mi biografía dedicada a Arnau de Torroja, titulada: "Las tres coronas" (que a su vez
es una trilogía, porque incluye la vida de Guillem de Torroja, gran colaborador de su hermano Maestre Provincial de la
orden del Temple. (Por cierto, en "Las Tres Coronas" yo experimenté una novedosa forma de escritura a la cual llamé
"Transponedora").
LIBROS DEL ARTE GÓTICO EDIFICADO POR LOS TEMPLARIOS
La primera vez que se estudió la arquitectura templaria en Cataluña lo hicieron los autores Dalmases/Pitarch:
"L'època del Cister", en "Història de l'Art Català II", Barcelona "Edició 62", 1985, p. 91-99. La arquitectura
desarrollada por los templarios después ya fue tratada (siempre brevemente) en los mismos términos que el resto de
órdenes religiosas.
7. La historia de Cataluña que vivió las aportaciones de los templarios está históricamente estudiada, pero no así la
arquitectura de los templos que edificaron. En cambio las monografías sobre sus castillos las deberé omitir por ser
muy extensas. Claro que existem estudios de algunas capillas templarias (W. Rincón; A. Romero; J. Ferrer:"La iglesia
gótica de Nuestra Señora de Gracia y las órdenes milirares del Temple y de San Juan de Jerusalén", Villalba del Arcs",
Zaragoza-Unali, 1981).
Joan Fuguet Sans al escribir en 2007: "La historiografía sobre la arquitectura templaria en la Península ibérica",
expuso su opinión respecto de sus iglesias en arte gótico así: "A mitad del siglo XIX los románticos, al mirar las
capillas templarias, mezclaron la realidad y la ficción, atribuyendo aquellas que tenían planta redonda ser el modelo
único de la arquitectónica de la Orden del Temple". En la última línea aún apostilló: "En Castilla y León los templarios
no aportaron nada en arquitectura militar". Lo creía porque la inmensa mayoría de los estudios sobre arquitectura de
la Orden del Temple se limitan a sus castillos. Aunque existen algunas de sus capillas, en este escrito solo trataré de
redescubrir las bóvedas de las catedrales que incluyen la imagen; una norma que hemos de atribuir a la Orden del
Temple.
En 1954, un artículo de E. Lambert: "L'Architecture des Templiers", publicado en "Butlletin Monumental",nº 112,
París 1954; pg 7-60 y 129-166) deshizo el error y sentó las bases para un estudio científico, figurando ya en la
seccióm académica de la Historia del Arte. Sorprendió porque negaba que los templos de planta circular (como las de
Eunate y Torres del Río) hubiesen sido una exigencia, o la norma única de la arquitectura de la Orden del Temple.
Habrían tenido exclusiva función funeraria y su incidencia sería mínima. La mayoría de las capillas en las
encomiendas ("sucursales" fortificadas) de los templarios tenían siempre planta rectangular. El defecto de su
contribución fue no obstante el mismo que sus contemporáneos, pues también limitó su estudio a los castillos o
palacios fortificados de los templarios.
En las últimas décadas los estudios sobre la arquitectura templaria siempre han sido sesgados por la falta de
documentación, y también por basarse en opiniones erróneas a principios del siglo XX. Por fin los estudios
universitarios lo han remediado separando al menos aquellas construcciones que no habían sido obra de los
templarios, entre los cuales: San Bartolomé de Ucero (Soria), Villamuliel de Cerrato (Valencia), La Vera Cruz
(Segovia) y la iglesia de Bossot en el Valle de Arán (Pirineo catalán).
Una mezcla de erudición e intuición la desarrolló A. Candei en su ponencia: "Architectura Sacra Templare", en G.Vitti.
Éste con V. Ascani y Cabello Dordero escribieron: "La iglesia de la Vera Cruz" en "Estudios Segovianos", 3, (Segovia
1951) pg. 425-448.
Monaci in Armi publicó: "La Architectura Sacra dei Templari attraverso il Mediterraneo", Cretosa di Firenze 1995,
pg.15-170.
J.Castán Lanaspa desarrolló lo mismo que muchos otros para concluir en su "Arquitectura templaria Castellano-
Leonesa" (Univ. De Valladolid 1983) que: "No hay unidad de estilo propio en la arquitectura de los templarios...En
sus iglesias urbanas los planes constructivos son más ambiciosos que en ambientes rurales, ya que aparecen edificos
de tres naves".
El jesuita G. Martínez Díez, en 1993 escribió una síntesis titulada "Los templarios en la corona de Castilla" (Burgos
1993, nota 5), en cuyas páginas desvinculó a los templarios de los importantes templos de Ucero, Vera Cruz, Uriel.
M. J. Barrocase ocupó de los elementos novedosos en los castillos templarios con tipología gótica (Castillos
medievales portugueses. Orígenes e evoluçao" (Séc. IX-XIV) en el volumen: "La Fortaleza Medieval" nº 67, pg13-30.
A. Zaragoza también relacionó el castillo de Miravet con la arqueología templaria de Tierra Santa, por lo que en las
más recientes guías del castillo de Peñiscola consta ya construido por los caballeros templarios.
LAS OBRAS DE IMITADORES NO OFRECERÍAN UN ROSTRO
Tanto si representa subliminalmente el rostro de Jesucristo, como si para los caballeros templarios quizá fue el de
san Juan Bautista, lo que interesa a estas páginas es que su forma de configurar un rostro, utilizando como pantalla
todas las bóvedas cercanas al altar mayor, trascendió los siglos hasta que ha vuelto a ser revalorizada. No todos los
cerebros están especializados como el mío para traducir en un esquematizado y gigantesco rostro de Jesús, toda la
extensión de las bóvedas de la gran nave de un templo gótico de los siglos XII al XIV. Para los menos perspicaces la
visión inicial la encontrarán configurada sólo por el primer arco ojival (el que va desde una columna lateral hasta la
otra opuesta de la misma nave), y las nervaduras absidiales bajando desde la cúpula semiesférica por detrás del altar
mayor. Otro cerebro especializado en arte abstracto podrá ver superado el tamaño de un rostro y cada vez podrá
incluir otra ojiva más, llegando a valorar casi las más apartadas del altar mayor.
Desaparecida la Orden del Temple, su estilo de construir bóvedas fijándose sólo en los originales, hizo que se
realizasen malas copias que cada vez más degeneraron en complicados diseños. Éstos, ganando en belleza, perdieron
la esencia de ofrecer el esquema de un espiritual y omnipresente rostro divino que lo abarca todo. Aquellos que
estuvieron en el secreto, llegó un día que, para salvar sus vidas, evitarían divulgarlo. Pero dicha forma de rostro
esquematizado sigue ahí, y lo admirarán durante milenios muchos fieles si están avisados. Sólo eventualmente se
perdió la sorprendente y muy gráfica idea, por la dificultad de observar una forma de rostro divino, porque la
ignorancia de la gente de los siglos obscuros medievales hizo olvidar tal sutileza, pero hubo excepciones.
En la iglesia de Fraga (Huesca-España) durante el renacimiento se ensayaron nuevas técnicas de abovedado para
sugerir un rostro de Jesús por lo cual su ábside románico fue elevado a una altura inusitada. Se trata de una iglesia
románica empezada en el siglo XII para conmemorar a la reina Petronila (Peronella en catalán), viuda de Ramón
Berenguer III. Antes de abdicar a favor de su hijo cuando era muy niño, el futuro rey fue educado por el obispo de
Barcelona que ella nombró co-regente. La iglesia de Fraga pudo haber recogido particularmente la directrices
templarias, porque el regente Guillem de Torroja era hermano de Arnau de Torroja, Gran Maestre de las órdenes del
Temple y de Sión, al cual dediqué, dos libros, el segundo de ellos es en realidad una trilogía.
Mi noticia ahora (Sep/2013) es, que en el siglo XVI se ensayó obtener el mismo efecto subliminal de un rostro
mediante bóvedas renacentistas, siendo el más logrado ejemplo el de la magnífica iglesia de San Pedro de Fraga
(Aragón), actualmente restaurada. Su ábside románico tiene unas proporciones tan extraordinarias a fin de conseguir
configurar un rostro humano, seguramente pensando en el apóstol Pedro. Este enlace la presenta dicho templo en la
8. WWW, y mi interpretación la incluyo a continuación.
La ignorancia actual casi logró que los conocimientos escritos mediante piedras bajo tensión, especialmente en las
bóvedas de las catedrales, permaneciesen ocultos. No sólo fueron irreconocibles para los sacerdotes que las
administran, sino también para cualquier "Inteligencia espiritual" porque son obras que a lo largo de los siglos han
sufrido no pocos remiendos hostiles. Recordaré que semejante alarde arquitectónico, tan generalizado en toda la
Europa medieval, no se improvisa. En aquellos templos los conocimientos aplicados de todo tipo, incluidos los
geobiológicos, bien podemos llamarlos "sagrados", incluyendo la energía cosmotelúrica, por su relación de equilibrio
capaz de impactar en la receptibilidad de los fieles. Sirvió a nuestros antepasados y lo servirá también en el futuro
cuando la red telúrica Hartmann sea debidamente valorada. Se trata de otra energía que, en el interior de templos
religiosos de todo el mundo, propicia que los creyentes puedan captar allí emanaciones de un poder invisible pero
transmutador de unas fuerzas que no se estudian en las universidades.
Dentro de la sociedad medieval los caballeros templarios fueron unos guerreros muy religiosos, sujetos a muy
elevadas y secretas directrices escatológicas. Quisieron construir grandes templos, y a pesar de sus pobres recursos
técnicos, los elevaron a alturas de hasta 40 metros con pura audacia y un afán de glorificar a Dios.
Las referencias anteriores a sus catedrales góticas fueron los pesados templos del mundo clásico, los cuales
impregnaron el arte Románico. Hubo también excepciones. En la catedral de Petrobourg (Gran Bretaña) se limitaron
en construir en estilo románico el interior, y en arquitectura gótica el exterior del mismo templo. Otras catedrales se
decoraron con vitrales. La luz que atraviesa las vidrieras inunda el interior, como se ve en la Sainte-Chapelle de París
(Francia), construida entre 1239 y 1246.
Los templos románicos de los cistercienses tuvieron planta de cruz con cabecera absidial, siendo por su orden
(hermana de la del Temple) que pasó a convertirse en el tipo de cruz basilical, y en conjunto prefirieron que tuviese
tres naves. El principio que sostiene cualquier tipo de bóveda y arco apuntado del tipo que sea, es su propio peso. Las
apariencias, como siempre, se prestan a confusión aunque estén bien documentadas.
Al respecto, para información de mis conciudadanos, diré que en Solsona, en los siglos XIII y XIV la iglesia de Santa
María aún conservaba la cabecera románica, a pesar de que la familia Torroja, señores de la zona, habían construido
un siglo antes su nave gótica. Al estar enterrados en la cripta de la gran nave románica algunos condes de Urgel y
muy nobles señoras como Doña Brunisenda de Foix-Castellbó, se solucionó cegando la entrada de la cripta y se
conservó el espacio románico encima, siendo destinada a servir de sacristía. El conjunto no se unificó hasta la
primera mitad del siglo XVIII, décadas después de haber sido erigida Sede diocesana en 1593.
La catedral de Solsona, a pesar de que su aspecto exterior presenta una imagen realmente ecléctica, por mezclarse
diversos estilos sobre su ábside románico. Se ve en esta foto, tratada con preferencia es estas páginas, debido a que
en su gran nave gótica he podido experimentar el efecto de resaltar el rostro de la bóveda apagando las luces del
lugar correspondiente al sector de los ojos. Por cierto, parece ser monje con capucha, y no faltan argumentos para
justificarlo, porque entonces era el templo de una floreciente comunidad de monjes agustinos en tierra fronteriza con
los musulmanes.
Para lograr un aspecto de imagen de rostro, la pintura con que se decoraron las bóvedas de los templos góticos pudo
haber ayudado más de lo imaginado, al resaltar discretamente el efecto subliminal que aviso en este escrito. Con
poco que se las "ayude", se pueden obtener imágenes que ganan mucho efecto. En la catedral de Solsona lo constaté
(no fue modelo único; se repitió igual en Vilafranca del Penedès). En otras ciudades, como en Valencia, observo en
una foto antigua que la bóveda de la gran nave de la catedral (1262) -muy ancha y sólo tiene 16 metros de altura-,
aparece una gran lámpara colgada del techo, la cual parece dibujar un grueso bigote sobre la boca de la imagen
ofrecida por las bóvedas.
Aprovechando la robustez de los cimientos de la arquitectura románica, los pilares y columnas finísimas de la
catedral, como si pretendiesen negar su pesadez y dureza física, se elevan muy alto para soportar unos arcos
almendrados, y sobre ellos unas bóvedas espaciosísimas. Éstas en el arte gótico posterior aún se complicaron más en
sus diseños, hasta conseguir que en sus centros se dibujase con piedra y cristal una estrella trabajada como si fuese
obra de orfebrería para que, translúcida, dejase pasar la luz cenital.
De nada sirvió que el dicho rostro en algunas catedrales apareciese ingrávido, por el hecho de sostenerse la bóveda
sobre altas vidrieras, de gran colorido, sucesivamente dispuestas a todo su alrededor. Los vitrales historiados
acapararon absolutamente toda la atención y eran realmente dignos de elogio. Fue como si tanta luz cegase sus
almas. Al faltar los maestros constructores, el secreto de los templarios se perdió. La gran nave de las catedrales
después metafóricamente sirvió como: "Arca de Noé", "Barca de Pedro", etc.. También sirvió en el siglo XX para
celebrar allí debajo ¡los mercados semanales!
Se perdió tanto el mensaje oculto de sus bóvedas, asi como también las referencias que estimulasen a buscar
descubrirlo, porque la orden del Temple fue abolida y ejecutados su caballeros. Sus secretos se los llevaron, y
aquellos otros que sus enemigos les descubrieron, fueron silenciados. No obstante, su mensaje quedó escrito en la
piedra y sólo hay que saber descifrarlo. Hay casos similares en todas las épocas.
Dado el aprecio que sintió Antoni Gaudí, el gran arquitecto catalán, por los rostros, como se revela por su diseño,
pasando después desapercibido en la fachada del templo Sagrada Familia, de Barcelona, opino que al diseñar la
bóveda sobre el altar mayor de la catedral de Astorga, Gaudí persiguió el secreto de las bóvedas medievales. Sin
duda Gaudí conoció el poder del rostro configurado en las puertas de acceso a las estancias reales de la Alhambra de
Granada. Gaudí también remodeló la catedral de Palma de Mallorca (Baleares) y pudo ver los dos agujeros sobre el
altar, que le parecerían unos inexplicables ojos.
Aquellos templarios que consiguieron escapar a su exterminio, en pocas ocasiones transmitieron sus creencias otros,
pero éstos hicieron posible que siglos después de la abolición del Temple el año 1312, se continuaran decorando con
esculturas de cabezas cuantos templos que se atribuyen a sus continuadores.
9. Los caballeros templarios leyeron sin duda los hoy llamados "Evangelios Agnósticos" y recogieron ideas acerca de la
veneración de la cabeza de san Juan Bautista (el Precursor), y plasmaron escenas del mismo en los templos que ellos
más apreciaban. En la iglesia fortificada que tuvieron en Montsaunés (Haut Pyrennes-Fr.), para la veneración de una
imagen de Nuestra Señora sosteniendo a su Hijo, decoraron con altorrelieves el frontispicio de su entrada con una
serie de cabezas alineadas. También hay escenas de la vida de Cristo, como el pasaje de cuando curó a su comadrona
ciega. Es interesante que allí aparezca en relieve el "Péndulo de Salomón" sostenido por dos personajes. Un rayo de
luz que penetra determinado día del año por un agujero, ilumina otro de una losa situada a tres metros dentro del
templo. Las sutilezas de los templarios eran siempre expresadas allí donde, quien se hiciese sabias preguntas,
pudiese hallar respuestas.
La mitad superior de Santa María del Mar, (Barcelona-Catalonia) incluida la bóveda, se construyó en estilo gótico final
(s.XIV) que ha sido llamado "hispano-flamenco", al combinar elementos renacentistas y del arte mudejar (Por
mandarlo construir la reina Isabel la Católica, se lo llama también Isabelino; y Flamígero o Manuelino por influencia
de Portugal). Se lo reconoce por no necesitar columnas laterales, sino que las bóvedas se apoyan en salientes de la
parte alta de los muros.
Las bóvedas de las catedrales (s.XII-XIV) revelan una imagen subliminal del rostro de Cristo en esquema. Es "Luz del
espíritu" según la Biblia. Al conocer mi investigación, nadie volverá a entrar en una catedral gótica viéndola como
antes. Por mi parte sólo me falta añadir: Que diga más, quien más sepa.
(C) Ramón Ramonet Riu (Escrito, y registrado en Barcelona, el mes de abril del año 2013)
CARA HUMANA DE MONTSERRAT: EN FOTO DE SATÉLITE -FOTO: ZONA CON EL PÁRPADO DE SU "CARA"
Esta nueva e insólita imagen de rostro humano configurado por toda la sierra de Montserrat en Cataluña, es mucho
más que una curiosidad. Representa un reto para la humana razón. Los psiquiatras de siglos pretéritos etiquetaron
fatalmente el tan universal como eterno fenómeno de la mente humana de ver imágenes de rostro en diversas
formas rocosas naturales. Con ello, a pesar de reconocerlo inherente al alma humana, lo desacreditaron tanto que
nadie se arriesgó a publicar nada serio para hacer progresar dicha vía de estudio y tan sólo interesaron los más
graves desvaríos de la mente. El necesario estímulo a mi me llegó precisamente por valorar en su justa medida el
óptimo aspecto figurativo de una sola foto que hice a una maqueta de la sierra de Montserrat, y que con los años fue
evolucionando hasta tal punto que pude presentar al mundo una montaña santa renovada. En este sentido, yo soy
cual el badajo que hace sonar la campana para que se atienda debidamente a su nueva perspectiva de generosa
inmensidad. Más difícil me sería pretender convencer de que la sierra de Montserrat incluso podría tener memoria. En
cualquier caso, mi presentación es seguro que tendría mucha mayor repercusión mediática si pudiese presentarla en
una holografía. En el peor de los supuestos, habré gozado de mi ingenio creado ilusiones deseables, sabiendo que
son cual velos que ocultan lo inescrutable al conjugarse divinamente en Montserrat la ciencia con la fe.
Este inmenso rostro varonil barbudo consigue que cada persona que medite un poco su aparición, se sienta también
más grande. Sucede así porque es una imagen que insiste en la gran realidad que representa cada rostro humano,...
el gran paisaje que todos tenemos en común, el cual en nuestra edad madura adoptará el aspecto que seguro nos
merecemos, sustituyendo la cara que nos dio la vida.
La muy sorprendente imagen de rostro que por fin conocemos de la santa montaña de Montserrat, al revés de los
templos construidos por las personas, no se erigió gracias a la fe,...ni tampoco serán los recursos de la humana razón
lo que evitará que se caiga, por todo lo cual hay que considerarlo una maravilla pétrea ajena a nuestra dimensión. En
efecto, más que resolver, acentúa la incógnita de aquel salmo (144-3) de la Biblia que dice: Oh Señor, ¿qué es el
hombre para que tú lo tengas en cuenta, o el hijo del hombre para que pienses en él?
En esta imagen de rostro aparecido insólitamente, yo encuentro apoyo por reconocer la capacidad artística de ciertas
piedras. Las de Montserrat sólo en apariencia están desordenadas por lo que se diría que es la "montaña milagro" de
las tierras catalanas. Es una obra de arte bella, porque al fin cumple con el objeto a que está destinada: Ser un
referente capital en el camino del progreso humano, pues, como gregarios que somos, necesitamos modelos de
conducta para imitarlos, …como el aspecto de este inmenso rostro varonil reclama mediante su seriedad y mutismo.
En mis ya cuatro décadas de defender en solitario (y aparentemente en vano) la elevada misión universal de este
fenómeno, si algún mérito me complace es el de haber sido yo su única voz, al menos durante dicho tiempo. No
puede existir en el mundo una mayor recompensa para un hombre.
Este rostro configurado por las peñas del alto Montserrat, en Cataluña, se presenta con aspecto de serena sabiduría,
y está insólitamente conseguido con pináculos aislados; y seguirá así cuando de los humanos ya no quede ni rastro.
Entretanto, yo creo en su destino y en el nuestro, pues cumple las exigencias de todos los templos hechos por
humanos a la divinidad de turno: conjuga bien grandeza y severidad sin dejar de lado la dominante forma piramidal
de tiempos pretéritos. Pero es que además recuerda la divinidad de aquellos creyentes en el Dios de Moisés.
Nunca una inteligencia humana osó hacer un templo con forma de rostro. Ahora que una tan inmensa faz se nos ha
mostrado generosamente en la cima de Montserrat, es evidente que resulta idónea la forma de cara humana para
encauzar el sentimiento de la divinidad para con su criatura preferida, aquella que recíprocamente es capaz de
reconocer y venerar sus infinitas y omnipresentes cualidades y atributos. Eso es una persona creyente.
Aunque el lector quizá quiera saber muchos detalles acerca de la montaña de Montserrat, y también del gran
monasterio benedictino que aparece en la foto de satélite ubicado en mitad de su frente, yo aquí no me impongo la
necesidad de repetir lo que en todas partes consta ya escrito, por lo cual paso directamente a mis particulares
descubrimientos partiendo de la siguiente fotografía.
FOTOSATELITE DE MONTSERRAT: AMPLIADA, VERTICALIZADA, E IDEALIZADA ...Y CON PÁRPADO INCLUIDO
Al contrario que la mayoría que rige su vida atendiendo a la verdad que difunde el poder, ante mi nuevo
descubrimiento yo he procurado atender al poder de la Verdad, y que nadie se confunda si lo presento con
moderación. Tengo garantías de que estoy bien encaminado no sólo por la realidad de una foto increíble, sino por el
cúmulo de casualidades que cualquier otro podría presentar como "Misterios de Montserrat". En el fondo me apoyo
en la capacidad artística de esas piedras solo en apariencia desordenadas de la montaña milagro de las tierras
catalanas. La finalidad del arte consiste en elevar a los espíritus sensibles sobre la mente de reptil. Ante la inmensa
10. imagen de un rostro humano serio y barbudo, que gracias a una foto de satélite NASA descubrí configurado por toda
una montaña, de nuevo esa mole compacta de monolitos fuertemente erosionados no sólo consigue -como en
tiempos prehistóricos- ofrecernos un nuevo perfil de rostro reflexivo, sino que redescubro también aquellas otras
formas naturales que cautivaron a nuestros ancestros y los prepararon, antes que en cualquier otra parte del mundo,
hacia la recapacitación.
Estudié las tesis sobre los desvaríos mentales referentes a la ilusión visual (pareidolia) en los manuales de
psicología, y a ellos hoy puedo añadir mis experiencias personales confiado en que con mi esfuerzo habré de
conseguir defender que: ver formas de rostros, es una facultad natural más y debe de servir para algo positivo,
porque en la prehistoria dieron buen resultado tales providenciales "ayudas divinas". Puedo vaticinar que los seguirá
proporcionando, pues no creo que la aparición de un tan sorprendente rostro sea en vano, dado que aparece justo
cuando puede ser visto por cuantos afortunados, previamente advertidos, determinado día y hora del año
sobrevuelen la más elevada vertiente sur de la sierra de Montserrat.
Más que una simple realidad geográfica, nuestra montaña es un espacio mental de renovado renacimiento, pues
abraza nuestra actualidad con la espiritualidad. Desde que Pitágoras mezcló la ciencia con el arte aquella iniciativa
estuvo vigente hasta el siglo XIX porque los investigadores negaban que hubiese conocimientos definitivo de nada.
Al pasar a constar en nóminas sujetas a intereses político-económicos se terminó la garantía de dignidad entre
académicos.
Con la nueva imagen de inmenso rostro humano de 10 por cinco kilómetros de perímetro, y apareciendo de forma
sobrenatural, hará posible que dispongamos de nuevo -como los prehistóricos con sus monumentos dolménicos- de
un espacio de diálogo permanente entre el cosmos y el individuo. Tan reflexiva imagen de varonil rostro se erige
como indiscutible "Centro de Mundo", donde lo sagrado se manifiesta de forma total a cada consciencia.
A pesar de disfrutarla durante décadas, reconozco tener "rarezas", siendo la principal que en los programas de
televisión por más que lo busque, soy incapaz de "ver nada", y mucho menos cuando se trata de deportes o del
mundo de la farándula. Particularmente tan sólo aprovecho algunos documentales;...porque algunas noticias
tampoco merecen demasiado crédito. Por otra parte, aunque me haya rebajado a valorar, contra corriente, los
efectos de la pareidolia, me reconozco incapaz de ver el perfil de animal alguno configurado por las estrellas, según
informan los doce signos del zodiaco.
Con motivo de visitar el nuevo Museo de la Ciencia de Barcelona, me interesaron las diversas fotosatélites pisables
(en el pavimento sintético cerca de la entrada) de todo el mundo, y en especial las de Europa, por incluirse en ellas
la visión desde el satélite de la sierra de Montserrat, bastante grande. La cara humana de Montserrat tiene allí un
aspecto mucho más enfadado que en la foto publicada por mi en 1990. Para colmo de las casualidades, al ampliarla
en mi PC, advertí que incluye la forma del párpado humano bien proporcionado en sus medidas colosales. Es decir,
este rostro humano de la fotosatélite de la sierra de Montserrat yo mismo la he visto crecerse ante mis ojos al cabo
de tres décadas de haberla descubierto. Lo merecí por mi empeño en seguir el rastro de un primer aviso de perfil
sobre Montserrat, observando una pequeña maqueta de museo hecha en el año 1919, la cual ni tan sólo se hizo
exactamente a escala proporcional. Nunca antes lo había advertido nadie, porque nunca antes se buscó imágenes de
rostros tan enormes en parte alguna. Yo, en cambio, nunca le pongo límites a la "voluntad divina" porque creo que
nuestras "fronteras" son más de orden mental que físico. Opino que podemos superarnos, y hasta trascender el
mundo fisico, según seamos estimulados por nuestra percepción externa,...y nuestra particular capacidad de
imaginación. Claro está que hay que dotarse de buenas “herramientas”.
Incluso los más complicados laberintos parecen fáciles cuando pueden ser observados desde un privilegiado punto
de vista, como para mi lo es siempre el procurarme tener de básica referencia el diseño de la "Estrella de David" con
seis puntas. Dichas estrellas las encuentro incluso repetidas en el planeta Marte; (véanlo abriendo aquí el "enlace
general a mis links).
Como si fuese la "Estrella del Pesebre", se podría pensar que a los planetólogos, para poder ellos descubrirla en
Marte, les faltó humildad. A los científicos de la NASA les aguardan aún muchas sorpresa por descubrir, tanto allí
como en nuestro planeta, al cual vuelvo ya para dar sentido a la cara humana de Montserrat.
Más que una simple realidad geográfica, nuestra montaña es un espacio mental. Con su nueva imagen de inmenso
rostro humano de 10 por cinco kilómetros de perímetro, y apareciendo de forma sobrenatural, hará posible que
dispongamos de nuevo -como los prehistóricos con sus monumentos dolménicos- de un espacio de diálogo
permanente entre el cosmos y el individuo. Tan reflexiva imagen de varonil rostro se erige como indiscutible "Centro
de Mundo", donde lo sagrado se manifiesta de forma total a cada consciencia.
Aparte de la montaña de Montserrat, los chakras secundarios de la Tierra están localizados en los montes: Fuji
(Tokio-Japón); Denali (Alaska); Batur (Bali-Indonesia; Table (Ciudad del Cabo-Sudáfrica); y Olimpo (Grecia). Cada
uno tiene su propia peculiaridad y funciones distintas, tal como sucede con los chakras el cuerpo humano. Ahora
bien, de todos ellos, Montserrat es sin duda el más espiritual, tanto que se nos ha manifestado visualmente con toda
claridad a lo largo de los siglos, por lo cual, todas las demás montañas sagradas, incluido el muy famoso Monte
Shasta (USA), el Huan-Sand, o el Tai-San (ambas en China oriental), no pueden compararse ni remotamente con la
montaña de Montserrat en Cataluña.
Todos los montes pueden servir, más o menos, tanto de "puente" como de "brújula", metafóricamente hablando,
pero sólo Montserrat reclama la atención de la Humanidad con ánimo renaciente. No sólo evidencia mucho mejor el
espacio y el tiempo, sino incluso el propio centro ontológico de cada persona, ya que remite sin rodeos a la clave de
la existencia en una "Tierra pura".
Además, ningún otro símbolo demuestra mejor que esta CARA humana su relación con aquello que representa; y ello
acontece en las altas cimas múltiples de Montserrat que siempre antes ya se miraban cual síntesis del mundo
espiritual y joya verdaderamente mística de la Naturaleza. Su visión ensancha el alma del quien la contempla
haciendo que la emoción sin ningún pudor supere a la razón.
11. Cada rostro humano informa mucho de lo que cada persona lleva en mente. Al escrutar esta nueva inmensa imagen
de faz, cuyo perímetro total es de 25 km., por fin el mundo tiene una garantía visual -nunca antes detectada, aunque
intuida- de que a nuestro alrededor existe una dimensión superior a lo puramente físico, la cual nuestros ojos no
pueden captar. El Creador de los universos tanto visibles como invisibles no es nada físico, por lo que en vida
nosotros sólo podemos "hacer bien los deberes" para merecerle alguna consideración. Por otra parte, si Dios se hizo
hombre también pudo haberse hecho montaña.
Aunque creamos que el "Monte Perfecto" deba ser descubierto en nuestro interior, haré la presentación de este
fenomenal ESPACIO COMÚN, pues tal descubrimiento es la más digna parte de mis diversas investigaciones. Me
atrevo a ello porque creo que la CARA HUMANA DE MONTSERRAT quiere darnos un mensaje apocalíptico: Dejando
aparte los resentidos sociales (los que protagonizan cada día vergonzosas noticias de sucesos), la mayoría de buena
gente después de milenios de procurarnos bienestar, ya somos inconscientes de violar las leyes de vida básicas del
planeta que nos sustenta, por lo que genéticamente estamos insensibilizados. Si el propio planeta no se manifiesta
para hacernos reaccionar y evitarlo. Llegaremos a esterilizarlo. Ahora no puedo ver quemar un neumático sin sentir
vergüenza ajena, pero antes yo no era así.
También he cambiado en otros aspectos. Puesto que después de varias décadas de esforzarme en dar este fenómeno
a conocer no he recibido alabanzas ni críticas, actualmente es para mi una satisfacción pensar que pueda seguir
siendo mucho tiempo su único defensor. Y también me considero su muy honrado custodio, convencido como estoy
de la trascendental utilidad de este inmensa imagen de rostro humano, porque soy capaz de intuirle en un futuro el
mayor protagonismo a nivel mundial.
Espiritual puede serlo cualquier persona (incluso los ajenos a la religiones y sus dogmas) si tiene sus propios
“paisajes” interiores como referencia, porque es un hecho que toda persona bien construida persigue la verdad final
de su propia existencia. Es lo que se llama: búsqueda de la felicidad. Superados los “caminadores”, por experiencia
afirmo que, cualquiera que sea sincero consigo mismo, progresará mucho mejor en su búsqueda si confía en faceta
sobrenatural de la catalana monta&ntilede;a de Montserrat.
La señal en su frente se corresponde físicamente con el monasterio benedictino el cual sobre la foto de satélite se
traduce en un punto de nuestra frente en la cual nuestra mente se activa más cuando se nos exige retrotraernos a
tiempos pretéritos; ...y en caso de un sincero enfado bien justificado entonces, además de hacernos proferir insultos,
incluso es susceptible de puntualmente hacer elevar un bultito en la frente del afectado, justo encima del espacio
entre ambas cejas.
Siempre indagué que realidad física pudo crear semejante rostro en el Alto Montserrat, y qué intuición hizo situar
-hace ya un milenio- el monasterio de Santa María en aquel exacto punto donde hoy hace que todo su entorno
aparezca en las fotos de satélite cual un "Tercer ojo" centrado sobre la frente de un ROSTRO HUMANO de 10 x 5 km..
Esto último hoy lo sé: Sobre el privilegiado rellano de la plaza, ante el monasterio, las verticales piedras se aprietan
de tal modo que, sobre las construcciones modernas resalta una figura antropomorfa sosteniendo a otra de menor.
Para detectarla, juegan -como siempre- luces y sombras, asi como el ángulo visual del observador. Es la foto central
arriba de este grupo, que incluye además entre mis más apreciadas investigaciones, como son: la CARA DE GIZA
cerca de la famosa Esfinge de Egipto, y las esculturas inéditas de toro que me permitieron dar una nueva perspectiva
a la existencia ancestral de los dólmenes megalíticos. No olvidemos que el toro en todas partes fue
venerado,...incluso en Egipto, donde simbolizó tanto al dios como al faraón.
Sólo faltó un paso para identificar sobre el monasterio de Montserrat aquel esbozo con el perfil de una Virgen con su
Hijo, para quienes hacían vida cristiana en la actual ermita de San Miguel, antiguamente la principal de Montserrat.
Se lee en: "Voyage pittoresque et historique de l'Espagne" (Tomo I; 1ª parte, p.13), del francés Alexandre Laborde,
quien hizo magistrales grabados después de recorrer Cataluña a comienzos del siglo XIX: Las ideas religiosas de
Montserrat están en armonía imposante con la grandiosidad de la naturaleza".
LA MONTAÑA DE MONTSERRAT ESTÁ LITERARIAMENTE UNIDA A LOS ASNOS
Dediqué mi libro LA CARA HUMANA DE MONTSERRAT (auto-editado en 1990) a cuanto se escribió durante cincuenta
siglos sobre los asnos. Aunque había descubierto una inmensa escultura natural de Toro a media falda de Montserrat
(vease mi artículo del dia 21.1.05: La cuna de los dólmenes...") preferí los asnos, en cierto modo como contrapartida
al famoso toro bravo que decora la vallas publicitarias de las carreteras españolas.
Fue casualidad que fotografiase una maqueta de Montserrat hecha el año 1919 (no completamente a escala), la cual
estaba expuesta en varios centros culturales de Barcelona. Aquella foto, que estaba destinada a ilustrar mi obra
sobre Montserrat y el Grial, me ofreció su secreto ya desde antes de su revelado. Me había hecho dar cuenta de una
forma de rostro diminuta al escrutar el negativo. Providencialmente recordé enseguida el descubrimiento de un
rostro en la Sabana Santa de Turín. El milagro se repitió, y entendí que, aun sin estar capacitado, yo debía
esforzarme en divulgarlo.
Una vez expuesto negro sobre blanco el que se podría llamar "el milagro de las casualidades", también fue obligado
que me refiriese a la situación de la Santa Montaña (40 km. lejos de la ciudad de Barcelona), y aquella configuración
conseguida a base de cientos de esbeltos peñascos, que aún hacen más inverosímil la formación de un rostro con
aspecto de barbudo varón circunspecto.
Al escribir el dicho libro-informe yo no tenía la menor idea del especial aprecio del pueblo catalán por los asnos,
como ahora parece ser bien evidente, dado el éxito de las pegatinas que se han puesto a la venta con la estampa de
este paciente cuadrúpedo. No sabía de mi acierto en sintonizar con tal idea, ni podía esperar tanta afinidad por parte
de mis contemporáneos,...y ello habiéndome criado en una sociedad rural.
Siendo yo muy sincero en mi empeño, y por sentir muy gran simpatía por los burros, no vi nada malo en utilizarlo
para mi alta empresa de presentar la nueva cara de la Santa Montaña catalana. A mi entender, el asno era muy
merecedor de seguirle confiando el moralizador papel social que había tenido a lo largo de la historia de la
humanidad.
12. El nexo de unión de dos temas tan diferentes lo conseguí gracias al pasaje bíblico conocido como "La burra de
Balam". Aquella vez el animal vio al ángel antes que lo viese el mismísimo profeta, que no se cansaba de pegarle
para que no se detuviese. En aquella escena se presenta al asno como el único capaz de hablar después de la
serpiente del Génesis, y lo más importante: su intuición le hizo percibir antes que su dueño el desagrado de Dios.
Referente a la intuición, me gusta poder compararme al pobre y humilde asno. Me dediqué con entusiasmo a resumir
su jocoso papel después de haber concluido la primera parte de mi libro. Ésta, obligadamente debía referirse a la
gran casualidad que se nos presentase una imagen de rostro tan perfecto, con la dicha doble coincidencia de que el
famoso monasterio benedictino de Santa María de Montserrat está construido exactamente allí donde la fotosatélite
revela un insólito punto granatoso. El color es lo de menos, porque todo el rostro humano obtenido por fotosatélite
tenía en aquella foto un color verde.
Otras fotos se divulgan con diferentes colores. Habiendo yo escrito con mucha cautela a fin de no herir
susceptibilidades, luego no tuve el menor reconocimiento ni tan sólo por parte de los monjes de Montserrat. Aunque
autocensuré mi literaria explicación, obviamente entonces no fui comprendido. En el siguiente párrafo voy a
explicarme muy claramente.
El dios egipcio Seth, al que los griegos llamaron Tifón, e identificaron con la figura de un asno, es la clave para
descubrir la simbólica estructuración de mi libro LA CARA HUMANA DE MONTSERRAT.
Mi propósito fue presentar subliminalmente el Bien y el Mal, porque si por una parte tenía una fenomérica forma de
rostro ("espacio común" entre humanos) el cual asocié a un ángel de Dios, por otra la otra el asno representó en las
culturas clásicas mediterráneas al dios egipcio Seth, el precursor de Satanás.
Hay quien dice que el Bien y el Mal representan valores abolidos, y ni el reciclaje de los legisladores podría evitarlo.
Yo discrepo. Por el momento esta misma referencia visual nos habla de armonía (léase belleza) y es un estímulo
activador que empuja el progreso espiritual hacia la superación personal. Dicho de otro modo; si acaso alguien lo
esculpió, debió de pensar que la naturaleza debe ser nuestra mejor referencia.
En consecuencia, la forma de pensar de la buena gente que la conozca recibirá un nuevo impulso cuando sea
mundialmente divulgado mi descubrimiento y defensa de tan sorprendente imagen de rostro en foto de satélite,...el
cual sin duda alguien será capaz de mejorarlo con una óptima iluminación solar, o mediante el mapa en relieve.
INCLUYO MI RECOPILACIÓN SOBRE 50 SIGLOS DE MORALIZADORES CUENTOS, LEYENDAS E HISTORIAS SOBRE LOS
ASNOS, EN SISTEMA PDF QUE CONFORMAN MI LIBRO: LA CARA HUMANA DE MONTSERRAT (1990), DE MI COLECCIÓN
"REVISIÓN CULTURAL" TITULADO: MONTSERRAT Mt. CUNA DE LOS DÓLMENES
FOTO: VERTIENTE N.W. CON ESCULTURA NATURAL DE TORO DESAFIANTE
Las culturas antiguas no fueron las únicas capaces de encontrar óptimas perspectivas simbólicas a determinados
paisajes. De nuevo éstos que presento en foto de satélite de la montaña de Montserrat nos orientarán para
evolucionar en nuestro camino interior individual, siendo capaces de ofrecernos respuestas válidas para poder
superar la eternas congojas del natural trayecto antropológico, como por ejemplo: la vida, el tiempo, o el más allá.
De esta humanización del paisaje que propongo, brotará la fuerza que la Humanidad necesita en su ascensión
humanística, independientemente de las consabidas fórmulas religiosas. Nos ayudará para la propia iluminación
porque la visión de Montserrat en su plenitud descubre nuestra identidad más íntima. Es el lugar donde el hombre
primordial se revela capaz de vencer las tinieblas, y allí donde nuestro interés y actividad nos esperanzan para dar
mejor vida al planeta y a nosotros mismos.
Estoy entre aquellos anticuarios aventureros que antaño corrían todo tipo de peligros en países exóticos (ya fuesen
tras templos o tribus de bosquimanos), y los actuales arqueólogos de rígidas normas, en cuyas financiadas misiones
se comportan cual músicos ante una partitura, pues siendo licenciados trabajan orquestadamente teniéndolo todo
previamente sondado, codificado, tematizado, etc., de forma que no les queda margen para el riesgo y menos para la
imaginación (Lo que yo más les agradezco actualmente son sus bonitas virtualizaciones en 3D). Ven mis defectos,
pero no los suyos, pues: sabiendo sólo de arqueología, ni de Arqueología saben.
Mediante la sorprendente nueva imagen de la sierra de Montserrat, nuestro planeta y cuantos se identifiquen
sinceramente con sus leyes, acredita tener un mas profundo sentido. A los espíritus vulgares que no lo duden, les
conviene entender que, con su estrechez de miras, no se merecen tener destino alguno. Ciertamente, la fe y las
creencias no son vías idóneas para adquirir conocimientos, no obstante es cuestión de tiempo que se acepté esta
inmensa imagen de rostro de varón circunspecto, porque es un mito capaz de cohesionar toda la humanidad,
empezando por reforzar la identidad de cuantos vivan a su entorno. En uno de mis viajes de vacaciones descubrí un
ejemplo: En Antequera (provincia de Málaga) una solitaria peña con forma de perfil de rostro, a lo lejos parece mirar
al cielo. Con los siglos el mayor de los dólmenes "Cueva de Menga" (con un pozo de 20 metros en el fondo, de otros
tantos de corredor), está enfocado justo al sorprendente perfil. El fenómeno no es ajeno a que dicha población
andaluza -que hoy cuenta casi con 50.000 habitantes- tenga 33 iglesias.
Los pocos que se crean libres del lastre supersticioso que todos arrastramos después de milenios de evolución,
psicológicamente no pueden creerse más afortunados, pues a nuestras neuronas les conviene más reflexionar ante
una ventana que ante un espejo. En cualquier caso, es lícito buscar explicaciones alternativas, en base a la propia
experiencia."2ª PARTE" de "Estrellas de Marte". http://webspace.webring.com/people/or/ramonetriu/onutoro.html
El primitivo nombre de Montserrat pudo haber tenido la misma raíz que sabemos en el monte OLimpo de Grecia,
según defendió el investigador Jorge María Rivero San José al exponer una migración de los peninsulares hacia el
Mediterráneo oriental. Es decir, mucho antes de la bélica invasión celta de Grecia, ya algunas poblaciones catalanas
fueron bautizadas adoptando algunas letras del dicho topónimo OLimpo el cual, considerando que era morada del
dios Zeus, sigue siendo la montaña más mitológica de la Grecia antigua (donde los almogávares catalano-aragoneses
por cierto también se impusieron).
14. internet para que la viese todo el mundo, por entender que, gracias a la realidad de esta foto, de la propia NASA, se
confirma que realmente existió una civilización ajena a nuestro planeta. Son los mismos que fueron capaces de
"dibujar" un muy extraño busto (¿humano?) y diversas formas geométricas sobre la dura roca de aquellas torturadas
cimas, de las cuales incluso el libro "Génesis" (Pentateuco-AT.) dejó constancia de que Dios se manifestó allí
provocando muy grandes cataclismos.
¿Por qué la NASA, que es una empresa estatal seria y aparentemente participativa, ha ignorado durante décadas mis
avisos? ¿Cómo es posible que ignoren la realidad de una fotografía? ¡Su fotografía!. Algún día los arqueólogos, que
sin duda allí excavarán, habrán de confirmar mi hallazgo, porque descubrirán la existencia de una profunda fosa
también debajo del débil rastro que aún configura las “antenas / cuernos / orejas”, exactament el que está situado a
la derecha de esta foto.
Los geólogos no ignoran que los antiguos egipcios, muy cerca de aquella forma de cabeza con un muy raro casco
descubierta, explotaron minas de turquesa, que son unas piedras preciosas. Pero es que además, exactamente en la
zona correspondiente a la cara de dicha cabeza "dibujada", hay una inusitada acumulación de minerales. Es algo
insólito; pero no es una casualidad. No existen yacimientos semejantes en miles de kilómetros a la redonda.
La imagen inmensa del dicho busto (que con su boca abierta parece gesticular) la habrían "dibujado" desde un
satélite artificial, o quizá desde alguna inimaginable aeronave, empleando algún súper rayo láser. Lo descubrí
después de un año de mirar con lupa muchas fotos del sector, cuando yo todavía ignoraba que Internet era accesible
para todo el mundo.
Cuando por fin confirmé que la supuesta simetría existía, no tuve duda alguna que la arena del desierto cubrió
durante siglos una fosa, o sima, muy profunda. Tiene que serlo, porque la excavó el mismo potencial del artilugio que
cortó las elevadas cimas del monte Sinaí como si sus rocas fuesen una manejable escultura de barro.
Posteriormente, en el planeta Marte encontré motivos para justificar el increible "dibujo" que descubrí en la
península del Sinaí. Porque las minas allí existentes, desde el rostro hasta más al norte de la imagen de busto
cornudo, son la prueba del potencial calórico empleado; y en cuanto su intencionalidad, presento otra foto que, esta
sí que ha de ser producto de una pareidolia.
Cuando unos hipotéticos navegantes desde su aeronave interestelar divisaron, divertidos, sobre la península del Sinaí
una forma natural de rostro, al cual yo llamaré "El Patriarca" (sus “cabellos” configuran la costa del mar
Mediterráneo), presuntamente debieron desear crear otra obra pictórica debajo aquella gran imagen natural, para
demostrar que ellos (Aliens-UFO-OVNI) la sabían hacer más realista, gracias a lograr dar más profundidad a los
trazos de su entorno. Mi argumentación no es banal sino que está apoyada por mis estudios de la superficie del
planeta Marte.
Incluso los más complicados laberintos parecen fáciles cuando pueden ser observados desde un privilegiado punto de
vista, y para mi lo es siempre el procurarme tener de básica referencia, el diseño de la "Estrella de David" con seis
puntas. Dichas estrellas las encuentro incluso repetidas en el planeta Marte. En efecto, yo pude recomponer los
trazos de varios diseños de "Estrellas de David" excavadas justo al lado de la imagen del famoso Rostro de Sidonia
(Cydonia Face), aunque estén tan desdibujadas que no es extraño que nunca nadie las haya visto antes que yo.
Juzquen ustedes por si mismos si se trata de geométricas estrellas o no.
Como si fuese la “Estrella del Pesebre”, se podría pensar que a los planetólogos, para poder ellos descubrirla en
Marte, les faltó humildad. Se exige humildad!,...como la del pobre buceador que se sumerge confiando emerger de las
aguas con alguna perla ¿A cuantos hoy su orgullo les presenta lo más simple como algo engañoso? Otra cosa es que
evite entorpecer mi ritmo por atender a ideas prestadas, y ello me resulta fácil al sentirme, primero, lo suficiente
libre de convencionalismos gremiales, y después libre también de compañerismo, o corporativismo, que me
impidiesen comunicar lo descubierto sin vanidad.
Mida lo que mida aquel montículo que configura la Cara de Sidonia, fue una obra intencionada, porque junto al dicho
rostro aparecen bastante bien delimitadas varias estrellas con diseño geométrico nunca antes detectadas. Me
aseguré bien de ello después de examinarlo muchos años, debido quizá a haberse ampliado demasiado las
observaciones de todos los demás monumentos a su alrededor, por cierto sinuosamente alineados con dicha Cara de
Sidonia. Mediante fotos ampliadas presento mi particular aportación gráfica sobre el tan controvertido tema, porque
simplemente estoy cansado de leer que, a pesar de tanta evidencia, aún se discuta su intencionalidad. Hay que ser
permeables,... y saber rectificar.
Volviendo a nuestro planeta Tierra, haré notar que, observando otra foto de satélite, veo que existe el rastro de un
círculo inmenso al sur de la península del Sinaí (muy cerca del busto que lleva "antenas / cuernos / orejas" en su
casco), a cuya circunferencia le faltan los dos polos, uno de los cuales hace milenios ocupó parte la costa del mar
Rojo. Tan gran perfección del círculo geográfico, aún visible en las fotos de satélite, puede ayudar a entender la
existencia de las varias Estrellas de David que descubrí en el Valle de Sidonia, en Marte.
Inicialmente creí que el tal círculo del sur de la península del Sinaí debió de haber tenido la misma utilidad de los
radares, o sea, serviría para algún tipo de comunicaciones de hace milenios. Esta idea la pude superar gracias a la
popularidad de las más vanguardistas soluciones para obtener energía ecológica y barata. La empresa multinacional
ITER experimenta su proyecto Tokamak en el sur de Francia ensayando con un tubo que tiene 24m. de diámetro. En
su interior se confina la fusión magnética del plasma en un kilométrico recipiente vacío (magetic confinement fusion
inside a "vacuum vessel") a fin de obtener energía limpia mediante hacer chocar electrones. Para ello construyó bajo
tierra un subterráneo, que ocupa 180 hectáreas, alrededor del pueblo de Cadarache. (Para más información de mi
planteamiento teórico clicando aquí.
Si el propio dios Seth (el Hermes Trismegisto de los griegos) dibujó su rostro en el Sinaí lo debió de hacer a fin de
que resultase una visión muy intimidadora vista desde el cielo y a gran altura (Véase su foto hecha por la cápsula
Géminis XI, y posteriormente en 1991 otra con el mismo ángulo, tomada por el satélite de la NASA "STS-37", que es
la que puse en mis websites por ser más clara).