1. Parque Nacional El Chico, Hidalgo Éste es uno de los parques más populares entre los aventureros, pues además de las bellezas naturales que ofrece, tiene una vasta infraestructura para hacer camping en cualquiera de sus tres campamentos (Dos Aguas, Los Conejos y Cedros). Todos cuentan con cabañas y plataformas para acampar. Hay senderos para dar paseos en bicicleta, y se puede practicar rappel y alpinismo en peñas como Las Ventanas, que tiene una altura de 3 mil 90 metros sobre el nivel del mar. También es ideal para la caminata: las visitas guiadas por personal especializado son una gran oportunidad para conocer la biodiversidad de la zona. Desde el mirador de la peña El Cuervo hay vistas estupendas del bosque de oyamel y Mineral del Chico. No te pierdas:
2. Playa San Agustinillo, Oaxaca Acampar en la playa brinda una sensación inigualable: hay algo especial en reunirse alrededor de una fogata, bajo la luz de la luna, mientras se escucha el sonido de las olas que rompen contra las rocas. A diferencia de Mazunte, Zipolite y Puerto Ángel, a pocos minutos de distancia, esta playa semivirgen tiene poca afluencia de turistas, lo que asegura una tranquilidad que se conjuga con la del mar, cuyo oleaje es muy suave. Esto, aunado a la pendiente poco inclinada de la costa, hace de éste un escenario perfecto para nadar y hacer pesca deportiva. A unos cuantos minutos, en Mazunte, hay que visitar el Centro Mexicano de la Tortuga, donde puedes conocer especies de todo el mundo (las costas de esta región reciben a la tortuga golfina en la segunda mitad del año), además del jardín botánico de cactus, con flora característica de Oaxaca. No te pierdas:
3. Área de Protección de la Flora y la Fauna Cuatro Ciénegas (Valle de Cuatro Ciénegas), Coahuila No hay manera de hablar de Cuatro Ciénegas sin mencionar su singularidad: se trata de una cuenca formada por un sistema de pozas, manantiales y ríos que, junto con el suelo salitroso, ha dado lugar a un ecosistema único en el mundo, ornado por llamativas dunas de yeso y una vegetación sin igual. Una de las especies endémicas de la región es la tortuga bisagra, y también hay una enorme variedad de peces multicolores, que ofrecen un espectáculo maravilloso para los que bucean y hacen snorkel. Para nadar no hay como el río Mezquites. En la Poza de la Becerra y en la Poza Azul hay facilidades para acampar: palapas, asadores, vestidores y venta de comida. También es ideal para practicar rappel, ciclismo de montaña y canotaje. Un consejo: no olvides llevar tu cámara. No te pierdas:
4. Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, Baja California Éste es un destino ideal para los amantes de las aventuras extremas: ofrece la oportunidad de practicar rappel y alpinismo en el Picacho del Diablo (ya estando ahí, quizá prefieras llamarlo por su otro nombre, Cerro de la Encantada), además de cañonismo, ciclismo de montaña, senderismo y paseos a caballo. Ubicada en Ensenada, esta región alberga varias especies de coníferas que dan refugio a especies endémicas, como el borrego cimarrón. Prepárate para presenciar noches asombrosas, con el cielo colmado de estrellas como en ningún otro sitio. No es gratuito que aquí se encuentre el Observatorio Astronómico Nacional, en el llamado Cerro de la Cúpula. El clima es bueno durante casi todo el año, pero es ideal visitarlo en verano; el hielo puede dificultar el acceso durante el invierno.
5. Bahía Concepción, Baja California Sur Cerca de Mulegé, bañada por el Mar de Cortés, Bahía Concepción ofrece las playas más encantadoras de la región, ideales para acampar en pareja o en familia sin demasiadas emociones fuertes. La bahía está bordeada por cerros, por lo que sus aguas son muy tranquilas y de una transparencia asombrosa, características que invitan a nadar, hacer pesca deportiva y practicar kayak. Para pasar el día vale la pena visitar la playa El Burro, que tiene restaurantes y pequeñas cabañas a la orilla del mar. Para acampar, sin embargo, la playa ideal es El Requesón, que tiene una zona para casas de campaña y un estacionamiento específico para casas rodantes. Es importante llevar comida y agua, pues cuando hayas llegado no querrás regresar a buscar dónde abastecerte
6. Reserva de la Biosfera de Calakmul, Campeche Si estás interesado en conocer más de México, pero no quieres dejar de lado la aventura, éste es el lugar para ti. En sus inmediaciones está el Campamento Yaax'che, justo en el camino que conduce a la zona arqueológica Calakmul, principal atractivo de la reserva. Hay un restaurante de comida regional, es posible rentar una casa de campaña y bicicletas para dar largos paseos por la selva, que está colmada de flora y fauna endémicas (es hogar de una enorme población de jaguares). En las noches se organizan fogatas y narraciones de cuentos y leyendas de la localidad. Prepárate para noches oscurísimas en las que lo único que escucharás es el sonido de los mosquitos (no olvides llevar un buen repelente), y para despertar con el sonido de los monos aulladores. Llegar hasta ahí no es tarea sencilla, pero te aseguramos que vale cada dificultad.