3. El nombre del humano que sea escrito en este cuaderno cometerá
un acto ridículo
Este cuaderno no hará efecto si el propietario no tiene en mente la
cara de la persona a la que va a ridiculizar mientras escribe el
nombre.
De este modo, la gente con el mismo nombre no se verá afectada
4. Si no se especifica el acto ridículo, la persona anotada no lo
realizará.
Una vez escrito el nombre, si durante los 15 minutos siguientes, el
acto ridículo es escrito y pensado con la suficiente fuerza, ocurrirá.
Si no, la persona anotada no lo realizará, aunque en la hora y
fecha señaladas un escalofrío le recorrerá como una sierpe la
columna, haciendo que se le escape una risilla nerviosa, que el
sujeto, por más que le preguntes, siempre negará.
5. Si se disfruta con ello, se pueden dar los más ínfimos detalles del
acto ridículo siempre dentro del periodo de 15 minutos que se
abre tras escribir el nombre
Este cuaderno pertenece al mundo humano una vez toque el suelo
de dicho mundo.
Lo de “suelo” no es literal, que hay mucho zote que se pone a
estamparlo o a preguntar que “cuál es el suelo, suelo”, que si no
habrá que ir al campo porque tarima, asfalto y baldosín no son
realmente “suelo del mundo” sino “suelo del hombre”...
6. El propietario del cuaderno podrá ver y oír al propietario
original, el Chinigami, siempre que esté naturalizado con las Artes
Magras
Si no es iniciado en Artes Magras, puede verlo si se pone delante
del espejo del baño y diciendo “Chinigami Chinigami, dame
almendras peladas”, mete, en el enchufe de al lado del espejo, un
tenedor de metal que a su vez sujete con las yemas de los dedos
corazón y pulgar, bien mojadas
El humano que utilice este cuaderno no podrá ir ni al cielo ni al
infierno, pero podrá sacarse el bonobús
7. Si un humano utiliza este cuaderno, un Chinigami aparecerá ante
él antes de 39 días.
El Chinigami es el propietario original, y seguirá de por vida al
humano que lleve el cuaderno .
Si no sabes lo que es un Chinigami, mira en gluglel o pregúntale al
vecino blancuzco que tienes , en casa, en la cama, en la
oficina, porque en la enciclopedia no viene (ya ves, 25 tomos de
dinero en balde)
8. Si una persona toca el cuaderno y es iniciado en Artes
Magras, podrá oír al Chinigami aunque no sea el propietario. De
no ser iniciado, podrá ver y escuchar al propietario humano.
Si el propietario humano es asesinado para robársela, el ladrón se
convierte automáticamente en su nuevo dueño
En ninguno de los casos de propiedad humana, el cuaderno podrá
ser arrendado ni vendido. El cuaderno ni graba ni desgraba
9. El Chinigami no hará nada, en principio, que ayude o prevenga al
humano. Todo el mundo sabe que son unos zanguangos
Un Chinigami no tiene obligación de explicar cómo usar el
cuaderno ni sus reglas.
El Chinigami puede alargar su vida escribiendo nombres en el
cuaderno, pero los humanos no. Las mascotas, por mucho cariño
que las tengáis, tampoco. Los abuelos y el primo Arturito, aunque
estén así como están, no son mascotas.
10. Un humano puede acortar su vida utilizando el cuaderno, pero es
mucho más fácil hacerlo con cualquier otra cosa que tenga más
filo.
El humano propietario, a cambio de la mitad de su vida, puede
conseguir los ojos de Chinigami: podrá ver las fobias, miedos y
nombre de cualquier humano con mirarle a la cara
Un Chinigami no muere aunque le claven un cuchillo en el corazón
o le disparen en la cabeza. Sin embargo, hay modos de
matarlos, pero no los conocemos. Algunos dicen que con pan sin
miga y tofu, pero a saber
11. Las condiciones del acto ridículo no se realizarán si no son
físicamente posibles
Las posibilidades del acto ridículo no son conocidas por los
Chinigamis. El propietario deberá probarlas para saber (rasca y
gana o método cartesiano de toda la vida)
Una hoja o un fragmento del cuaderno no tiene poder. No sirve.
Algunos dirán que no era así, pero es que si no, me dejáis los
cuadernos hechos un cristo
12. El instrumento para escribir en la Ridic Note puede ser cualquiera
(sangre, lápiz de labios,) siempre que sea legible. Pero no os
embaléis, que no lleváis vidas tan interesantes y no hacen falta
alardes, que luego os quedáis ciegos
También se puede escribir la causa y/o los detalles antes de poner
el nombre. Una vez escritas, tienes como 19 días del calendario
gregorianononiano para poner un nombre
Esto funciona igual si el que lo hace es un humano no
propietario, el efecto será el mismo
13. No afectará a los que lleven vivos 780 días o menos ni a las
personas que hayan superado el Punto de No Retorno Ridículo.
(ej. para no iniciados en Artes Magras: calvos con coleta)
El Ridic Note se volverá inservible si se escribe 4 veces el nombre
incorrecto de una persona o se pasa por la picadora de carne. Pero
es sumergible 300 m. (garantizado by Casio)
Aunque se haya escrito todo, el texto se puede alterar tantas
veces como se desee, siempre que se haga 10 /12 min antes que la
víctima realice el acto (….ridículo).
14. La fecha y hora del acto ridículo puede ser manipulada, y el
tiempo empezará a contar a partir de los 40 segs.
Para hacer cualquier cambio en lo escrito se debe tachar con 2
líneas rectas lo que se desee modificar. Vale a mano alzada, no os
pongáis técnicos. No vale tipex ni borrador. Dos rayas y punto
Puede modificarse tanto la hora del acto como sus causas. Sin
embargo, en ningún caso puede modificarse el nombre de una
víctima. Una vez escrito, esa persona, tralarí
15. Cuando se escribe el mismo nombre en dos cuadernos
diferentes, tendrá efecto aquel en que se haya escrito primero, sin
importar la hora.
Si la dif. de tiempo al escribir el nombre en dos cuadernos es
menor a 0.06 seg., se considera que es una casualidad que te
cagas. En ese caso, el cuaderno no tendrá efecto y la víctima se
quedará tan pancha
Si no te fías de esto último, piensa que tienes que estar flipao o en
un sitio mu raro si eres capaz de medir esto
16. Si pierdes o te roban el Ridic Note, dejarás de ser su propietario a
no ser que lo recuperes antes que se pase la garantía de 2 años.
No hay semana de Desistimiento ni quincena de Garantía de
Origen. No está cubierto por la OMC. Si te la quitan, te jodes.
También perderás ese poder de los ojos de Chinigami, pero no
todos los recuerdos que tengas del asunto una vez que dejes de
ser su propietario.
Ni los recuerdos, ni las posibles atrocidades que, imbuido de esta
gilipollez del cuadernito, hayas realizado. Todo eso ya es pa tí pa
siempre