Francesco Redi refutó la teoría de la generación espontánea mediante un experimento. Observó que las larvas aparecían en la carne después de que las moscas deambularan, por lo que hipotetizó que las moscas ponían huevos muy pequeños en la carne. Su experimento demostró que la vida no surge espontáneamente de la materia inerte, sino a través de la reproducción de organismos vivos existentes.