El documento resume el sermón del profeta Jeremías en el templo de Jerusalén, donde advirtió al pueblo sobre las consecuencias de desobedecer a Dios e idolatrar. Los sacerdotes y profetas falsos querían matar a Jeremías por herejía. Sin embargo, algunos ancianos recordaron las palabras de los profetas Miqueas y Urías y salvaron a Jeremías, dejando el resultado en manos de Dios.