1. El Análisis de suelos, una eficiente herramienta
Columna Profesor Yarumo
Bien vale la pena recordar el ejemplo pedagógico que resalta la importancia de un análisis de
suelos. Se relaciona con la fábrica de vehículos en el país que llamaremos X, el cual
mensualmente recibe del país que llamaremos Y, los elementos constitutivos para ensamblar la
cantidad de 100 vehículos mensuales.
Así, este último país, le envía a la fábrica de vehículos del país X, 100 bombas de agua, 100
radiadores, 100 aceleradores, 100 frenos, 100 motores y en general 100 réplicas de cada uno de
los componentes de un vehículo. El asunto se torna complicado, cuando la fábrica de automóviles
del país X reporta solo la producción mensual de 20 vehículos y no de 100 como es su
compromiso.
Las explicaciones son solicitadas de todas partes y el director de la empresa ensambladora de
vehículos del país X, responde con la cabeza erguida que ellos no son culpables, porque
recibieron todas las partes que forman un vehículo en un número de 100, con excepción de las
baterías, pues de ellas solo recibieron 20.
Es decir, que la producción de la fábrica de automóviles, se redujo al nivel del elemento faltante.
No obstante haber tenido casi todas las partes necesarias para formar una centena de coches, la
producción solo fue de 20.
Con los nutrientes de un suelo pasa exactamente lo mismo. La falta de uno de ellos en la cantidad
apropiada, hace que el suelo produzca solo hasta donde llega los resultados del elemento en
deficiencia. Es lo que se conoce como la ley del mínimo. Y para saber qué elemento está en
deficiencia y cual es el nivel de los demás nutrientes, la herramienta más indicada es el análisis de
suelos.
Este análisis nos permite conocer el índice de disponibilidad de un elemento determinado, el cual
complementado con las investigaciones de fertilización de los cultivos, terminan dándole al técnico
las herramientas necesarias para una idónea recomendación a los productores.
Hoy la importancia de este análisis se valora aún más, por la necesidad de aplicar casi con
exactitud los fertilizantes requeridos para un cultivo. Los altos costos actuales de los fertilizantes
contribuye a ello.
La comparación de los precios de los fertilizantes de hace un año a hoy, resulta muy preocupante.
La úrea ha subido el 37.4%, el cloruro de potasio el 95%, el DAP un fertilizante rico en fósforo, el
75% y el 25-4-24 el 62.6%. Y siguen subiendo. Para desglosar solo uno de los ejemplos citados
tomemos un caso: el bulto de 50 kilos de cloruro de potasio costaba en el 2007, $37.177, hoy su
precio es de $ 72.500.
Según los expertos las causas para el alza de los fertilizantes son muy firmes. La úrea por
ejemplo, se compone básicamente de Nitrógeno el cual se extrae del gas natural y éste se asocia
al petróleo y a sus altos costos. Estos costos han originado sustitutos como el alcohol carburante y
el biodiesel obtenidos de productos como la caña, el maíz y la palma, cultivos que demandan
fertilizantes. El mejoramiento del poder adquisitivo de países como China e India, ha generado un
consumo basado en el pollo, la res y el cerdo, animales que demandan concentrados basados en
el maíz a los cuales hay que aplicarles fertilizantes. Así mismo, el número de mascotas en estos
países viene en aumento y estas especies son altas consumidoras de concentrados.
También se han cerrado cinco plantas productoras de potasio. Dos en Rusia y una en Canadá por
inundación y dos en estados Unidos por agotamiento.
2. El panorama es delicado, pero los agricultores deben acogerse a las diferentes alternativas y una
de ellas es el análisis de suelos. En café, después de que se estableció este análisis, la inmensa
mayoría de caficultores ha aplicado cantidades menores de fertilizantes que lo que aplicaban
cuando no se usaba.
Son muchos los puntos de vista que se analizan en un análisis de suelos. La acidez, las
condiciones químicas y físicas, la oferta ambiental, las características del respectivo ecotopo
(regiones cafeteras agrupadas por condiciones agroecológicas), el tipo de unidad de suelos, las
observaciones de campo, la edad del cultivo, la densidad y el nivel del sombrío entre otros.
Este tema origina reflexiones como la de analizar la rentabilidad de un cafetal con sombrío -que
demanda menos fertilizante-, vs un cafetal al sol, de una demanda más alta. Es posible que la
productividad del primero sea menor que la del segundo, pero la rentabilidad puede ser mayor en
el cafetal con sombrío. El incremento de los fertilizantes ha sido tal, que la calificación puede
calificarse de estructural.
A la interpretación del análisis de suelos y al estudio de todas sus variables, hay que darle toda la
ganada credibilidad. No puede ser que el técnico recomiende una cantidad, el propietario le suba
un tanto y el administrador, no obstante los altos precios, apliqué una cantidad mayor.
El análisis de suelos, contribuye a la cuantificación de los fertilizantes y su tipo y a la época y
número de aplicaciones. El técnico y productor, deberán definir cuál es la fuente más económica
para su aplicación y si es rentable mezclar los fertilizantes simples o aplicar los compuestos.
A lo largo y ancho del país existe una red muy profesional de laboratorios para análisis de suelos.
Los resultados los entregan oportunamente y su bajo costo, aún así, no puede mirarse como un
gasto, sino como toda una eficiente inversión.