2. INTRODUCCIÓN
La influencia y penetración que la Internet tiene entre la sociedad y el
protagonismo que la interactividad concede a todos los participantes, supone
que cualquiera que interviene en el proceso comunicativo de este medio puede
ser considerado como un periodista. Lo anterior, por el mero hecho de
convertirse en agentes activos capaces de difundir información a un número
considerable de público y, en consecuencia, a equiparar dicha actividad con la
que llevan a cabo los profesionales de la comunicación.
Nace así el llamado periodismo ciudadano, que según algunos confronta y
surge como alternativa al periodismo tradicional o profesional que, dicen otros,
parece haber perdido el monopolio de la información.
¿Es esto cierto? ¿Hemos llegado ya a esta disyuntiva? . Veamos:
3. LA REVOLUCIÓN DIGITAL
(LOS DATOS)
Revisemos algunos datos recientes sobre la llamada Revolución Digital:
Hoy existen en el mundo, mil 200 millones de personas conectadas a las
redes sociales.
Hay casi 200 millones de páginas web.
Hay cerca de 2 mil millones de usuarios de la Internet, la mitad de los
cuales tiene entre 15 y 34 años.
Existen 4 mil millones de teléfonos móviles en poder de la gente.
FUENTE: Discurso pronunciado por Juan Luis Cebrián, presidente de El País, durante la ceremonia de
entrega de los premios Ortega y Gasset, el pasado 4 de mayo de 2010.
4. LA REVOLUCIÓN DIGITAL
(LAS AFIRMACIONES)
La irrupción de las redes sociales ha trastocado prácticamente a todos los
modelos de relaciones sociales hasta ahora conocidos.
Estamos ante un cambio social y cultural de grandes dimensiones que genera
nuevos valores y actitudes y exige también nuevas pautas de comportamiento.
El periodismo y los medios se han visto afectados por esta Revolución Digital.
La Internet parece haber cambiado los pilares sobre los que hasta ahora se ha
constituido el proceso informativo-comunicativo.
5. LA REVOLUCIÓN DIGITAL
(LAS AFIRMACIONES)
En este contexto, dicen algunos, el profesional del periodismo ya no parece
necesario y la empresa periodística donde labora queda relegada a un segundo
plano.
En el ámbito de la Red no existen las clases ni el reparto de funciones. Todos se
suponen iguales, disponen de las mismas herramientas y hace idénticas tareas.
El profesional de la información se convierte en un ciudadano más que busca
datos y noticias.
Y el ciudadano común adquiere la condición de informador que puede difundir
sus mensajes para todo aquel que, con una conexión a la Red, quiera leerlos,
verlos o escucharlos.
Se habla de nuevos paradigmas comunicativos.
6. LA REVOLUCIÓN DIGITAL
(LAS INTERROGANTES)
Pero analizando con detenimiento esta nueva realidad, ¿realmente es
posible que todos califiquemos como periodistas?
¿Podemos con el suficiente rigor intelectual y científico igualar ambas
tareas bajo el mismo concepto de Periodismo?
¿Es el Periodismo un simple acto por medio del cual un emisor se limita a
lanzar mensajes, sin forma y fondo definido?
7. EL PERIODISMO PROFESIONAL
El Periodismo es una clase de comunicación colectiva, de índole informativo y
de opinión, que responde a una clara función social: la necesidad que todo ser
humano tiene de estar informado y de saber lo que ocurre a su alrededor.
De esta forma, queda establecido que el derecho a la información es un
derecho natural y personal ya que incide directamente en el perfeccionamiento
del hombre y es exigencia de su dignidad de persona humana.
A servir a este derecho está dirigido el Periodismo y la labor profesional del
periodista.
8. EL PERIODISMO PROFESIONAL
“… su principal característica profesional… un compromiso y una responsabilidad
que se le debe exigir: pensar en el ciudadano, en el receptor, cuando seleccione su
información, cuando formule sus preguntas, cuando decida los contextos, cuando
persiga asuntos de verdadero interés social, cuando haya que sujetarse a la
agenda política. Pensar en el receptor es tener la conciencia de que el periodismo
es una actividad integradora en las responsabilidades, derechos y deberes de una
sociedad democrática…” escribió María Jesús Casals en 2005.
El periodista no es un mero intermediario o mediador entre el hecho y el
público. Es un intérprete, es quien nos ayuda a entender la realidad que nos
rodea, los sucesos que acontecen y afectan a nuestra existencia en el mundo.
El Periodismo es ante todo compromiso con la democracia y los valores que la
sustentan.
9. EL PERIODISMO CIUDADANO
La tecnología actual en manos de los ciudadanos está provocando profundos
cambios sociales porque el poder de la comunicación reside ahora, en gran
medida, en manos de los votantes.
Hay ejemplos de procesos electorales (España 2004; Estados Unidos 2008; Irán
2009 y Gran Bretaña 2010), donde la maquinaria electoral de los partidos perdió el
control frente al poder de la gente expresado a través de las redes sociales.
En algunos de esos países, es obvio que la democracia representativa sufrirá
cambios importantes.
Pero hay valores que no deben hacerlo. La información es un bien público
administrado profesionalmente por determinadas personas, los periodistas; pero
pertenece a la comunidad, al colectivo de los ciudadanos y a cada individuo en
particular.
En ese contexto, la información que circula por la Red, fuera de los espacios
propiamente periodísticos, no está contrastada ni tiene garantizada la veracidad de
lo que transmite.
10. EL PERIODISMO CIUDADANO
En síntesis: carece de credibilidad.
Los ciudadanos no poseen el tiempo suficiente para investigar aunque ahora
tengan más capacidad y herramientas tecnológicas para difundir.
De ahí la necesidad del Periodismo y los periodistas en las sociedades
democráticas, para actuar al servicio del derecho a la información de los
ciudadanos.
A todos nos asiste el derecho a expresar lo que queramos. Pero cuando
ejercemos esta atribución lo hacemos en virtud de una capacidad e interés
personal.
11. EL PERIODISMO CIUDADANO
En cambio, el periodista profesional no actúa como un ciudadano más, sino que
lo hace como un profesional al servicio del interés general.
La simple recolección, edición y difusión de noticias no constituye una labor que
pueda ser catalogada como Periodismo, ni a quien la hace se le puede llamar
periodista.
Lo que ocurre, gracias al desarrollo tecnológico, es un logro de un papel más
activo que siempre ha demandado el receptor-público-audiencia-usuario del
proceso informativo-comunicativo. Es algo que ocurre y seguirá ocurriendo.
Pero de ahí a equiparar las funciones, las obligaciones y responsabilidades que
tiene el periodista con las del ciudadano común, hay un gran trecho.
12. ALGUNAS CONCLUSIONES
Ante el avance formidable de la tecnología, podemos preguntarnos si sobrevivirán
o no los periódicos o algunos medios tradicionales.
Podemos preguntarnos cuántos medios podrán sobrevivir ante las exigencias de la
Revolución Digital.
Pero lo que realmente no debemos perder de vista es que, lejos de desaparecer o
resultar prescindible en esta nueva realidad digital, la figura del periodista se hace
más imprescindible que nunca.
Siempre serán necesarios profesionales que administren con eficacia y honradez,
el derecho a la información de los ciudadanos.
13. ALGUNAS CONCLUSIONES
Los públicos siempre necesitarán intermediarios capaces de investigar la
realidad y difundirla. Las bases de datos no pueden reemplazar a los periodistas.
Ni siquiera la posibilidad del acceso directo de los usuarios a las fuentes y los
archivos documentales romperán la necesidad de contar con profesionales
eficaces que filtren, seleccionen y den forma a los mensajes.
Lo que debemos hacer es reasignar, oportuna y adecuadamente, los papeles
que a cada cual corresponden en el proceso informativo-comunicativo, sin perder
de vista que el público-audiencia es el que dota de sentido el trabajo periodístico.
No perdamos de vista entonces que, el periodista que trabaja en la red es el
mismo que lo hace en la televisión, la radio, la prensa escrita o en una agencia
informativa, y que las nuevas fórmulas, formas y medios de trabajo no modifican
la esencia del periodismo. No hay periodismo sin periodistas.