2. EPÍLOGO
introducción
También me interesaba mostrar que la sexualidad no interviene
meramente como un deus ex machina que se presentaría de improviso en
algún punto de la trama de procesos característicos de la histeria, sino que
presta la fuerza impulsora para cada síntoma singular y para cada
exteriorización singular de un síntoma. Los fenómenos patológicos son,
dicho llanamente, la práctica sexual de los enfermos. Un caso aislado
nunca permitirá demostrar una tesis tan general; pero puedo repetir una y
otra vez -porque siempre hallo que es así- que la sexualidad constituye la
clave para el problema de las psiconeurosis, así como de las neurosis en
general. El que se niegue a reconocerlo jamás podrá descubrir esa clave.
Estoy esperando todavía las indagaciones destinadas a refutar o restringir
esa tesis. Lo que he escuchado hasta ahora no fueron sino
exteriorizaciones de disgusto personal o de incredulidad. Basta oponerles
el dicho de Charcot: «Ça n'empêche pas d'exister».
3. EPÍLOGO
¿Qué son las trasferencias? Son reediciones, recreaciones de las
mociones y fantasías que a medida que el análisis avanza no pueden
menos que despertarse y hacerse consientes; pero lo característico de
todo el género es la sustitución de una persona anterior por la persona del
médico. Para decirlo de otro modo: toda una serie de vivencias psíquicas
anteriores no es revivida como algo pasado, sino como vínculo actual con
la persona del médico. Hay trasferencias de estas que no se diferencian
de sus modelos en cuanto al contenido, salvo en la aludida sustitución.
Son entonces, para continuar con el símil, simples reimpresiones,
reediciones sin cambios. Otras proceden con más arte; han
experimentado una moderación de su contenido, una sublimación, como
yo lo digo, y hasta son capaces de devenir conscientes apuntalándose en
alguna particularidad real de la persona del médico o de las circunstancias
que lo rodean, hábilmente usada.