Madre Teresa de Calcuta abandonó su ciudad natal a los 18 años para convertirse en monja misionera en la India, donde ayudó a los más pobres y necesitados. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 por su labor humanitaria. Vivió para servir a los demás con amor y compasión, dejando un legado de entrega y servicio a los más vulnerables.