Adaptación de los niños y niñas de E. I. de 4 años B, del colegio Ignacio Zuloaga de Madrid, del cuento de Marisa Núñez y Óscar Villán, por el ´Día del Libro 2010.
7. Lloró 7 lágrimas de pena. -¿Por qué lloras? -le preguntó la serpiente. -Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. -Te daré un anillo para una pata.
8. Camila siguió andando con un anillo en la pata y un poco menos de pena. Lloró 6 lágrimas. -¿Por qué lloras? -le pregunto el caracol. -Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. - -Trazaré una rayita de plata sobre tu panza.
9. Camila siguió con un anillo en la pata, una rayita de plata y un poco menos de pena. Lloró 5 lágrimas. -¿Por qué lloras? -le pregunto el arco iris. -Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. -Te echaré un remiendo azul como seda de primavera.
10. Camila siguió con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul y un poco menos de pena. Lloró 4 lágrimas. -¿Por qué lloras? -le preguntó la araña. - Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. -Tejeré para ti una puntilla de tul.
11. Camila siguió con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una puntilla de tul y un poco menos de pena. Lloró 3 lágrimas. -¿Por qué lloras? -le preguntó la cigarra. - Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. -Te daré una cuerda de mi violín.
12. Camila siguió con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una puntilla de tul, una cuerda de violín y un poco menos de pena. Lloró 2 lágrimas. -¿Por qué lloras? -le preguntó la oca. -Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. -Ataré a tu espalda el cordón de mi botín.
13. Camila ya había andado mucho, cuando llegó a su casa, con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una puntilla de tul, una cuerda de violín, un gran cordón de botín y un casi nada de pena. Mamá cebra estaba en la puerta. Camila se acercó con 1 lágrima en la mejilla.
14. -Escúchame Camila ya eres grande, olvida los calzones y los tirantes. Al ver su lágrima, dijo: -No llores, he trenzado con mis crines una cinta para tu melena.
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16. Camila se puso de puntillas, le dio a su madre un abrazo grande. Se estiró mucho para lucirse: Con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una puntilla de tul, una cuerda de violín, un gran cordón de botín, una cinta en la melena, y ni una gota de pena. ,