Este documento invita a reflexionar sobre el concepto de infierno. Brevemente describe cómo el infierno se ha concebido de diversas formas a lo largo de la historia y la literatura, como un lugar de sufrimiento después de la muerte o como una metáfora de la vida misma y la continuidad del yo. También cita a Salvador Elizondo describiendo infiernos más mundanos y subjetivos.

1. OPCIÓN INVITA A
REFLEXIONAR, EN SU
NÚMERO 162, SOBRE:
Fecha de cierre de edición:
8 de Octubre
de 2010
Recibimos: ensayos, cuentos, poemas, narrativas, material
gráfico, reseñas y varia invención. La temática particular
de cada número, es exclusiva de la sección de exégesis,
Ernesto García Cabral, Qué lindo Cha cha cha!, 1954.
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A l postrarse frente al portal del infierno Dan-
te lee sobre su cabeza una inscripción que anun-
Es “aquel lugar triste, devastado y desierto” del
cual John Milton escribió versos. Hay muchas
cia: “Por mí se va hasta la ciudad doliente, por mí ideas de infiernos, en unos se sufre, en otros sólo
se va al eterno sufrimiento, por mí se va hacia la se continua la vida. Los hay literarios, lógicos,
raza condenada […] dejad, los que aquí entráis, matemáticos, subjetivos y reales. Infiernos siem-
toda esperanza.” El infierno es una idea tan anti- pre por venir, nunca pasados, ilusorios e inolvi-
gua como el hombre. Siempre ha sido sujeto de dables. Los hay también imposibles o de dos
la fascinación y la imaginación del ser humano, dimensiones. Y como remata Salvador Elizondo,
intermediario entre el cielo y el infierno; es el también hay infiernos “que son como saloncitos
lugar donde se sufre, donde la vida continúa des- burgueses con servicio de té.”
pués de la muerte. También es la propia vida, Y para seguir esta idea de Elizondo: “el in-
inventamos infiernos y descendemos a ellos fierno existe porque pensamos en él […] cuando
como Orfeo en busca de Eurídice. Es la conti- pensamos en el infierno, no sólo estamos en él,
nuidad del yo y es el reflejo de las civilizaciones. sino que también somos ese infierno.”