Este documento resume la vida de San Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas. Nació en Francia en 1789 y desde joven sintió la vocación sacerdotal. Fundó la Sociedad de María en 1817 para educar cristianamente a los niños y jóvenes, especialmente a los más pobres. Con el tiempo la orden creció y se expandió por todo el mundo. Marcelino dedicó su vida a la educación hasta su muerte en 1840. Fue canonizado en 1999 y hoy los Hermanos Maristas continúan su misión educativa en más de set
2. “ Liberdad, igualdad y fraternidad “ es un grito de los revolucionarios de Francia. Estamos en el año de 1789. Rosey es una aldea del município de Marlhes, una zona montañosa. A unos cincuenta kilómetros se encuentra la ciudad de Lyon.
3. El día 20 de mayo, nace el noveno hijo de la família Champagnat Chirat. En el bautismo, sus padres le dan el nombre de Marcelino. Juan Bautista, su padre, ejerce importantes cargos políticos. Le tienen aprecio las personas debido a su buen criterio y su espíritu conciliador.
4. Su madre se llama María Teresa. Lleva los quehaceres domésticos y se dedica especialmente a la educación de sus hijos. Les enseña a amar María, la madre de Jesús. Quiere que sean buenos cristianos y virtuosos ciudadanos. Marcelino es el más pequeño de los hermanos. Aunque algumas veces discuten entre sí ..., se sienten unidos y demuestran verdadero afecto.
5. Una tía suya, monja, huye de la persecución religiosa. Se llamaba Luisa. Es acogida en su casa. Ella prepara a Marcelino para la primera comunión. Es un buen ejemplo que siempre recordará. El primer día de clase fue horríble. El profesor da una bofetada a un compañero que se adelanta para leer. Por eso, ya no quiere regresar a la escuela. Prefiere llevar el rebaño a pastar.
6. Con su pai aprende a realizar diversos trabajos manuales. Como es muy experto y tiene buen olfato para los negocios, consigue ahorrar algo de dinero con la venta de los corderos. Un día, durante la catequesis, el padre humilla a un compañero de clase que, a partir de entonces, se vuelve muy esquivo. Nunca lo olvidará. Cree que todo el mundo merece respeto.
7. Francia pasa por momentos de gran ignorancia. Los niños no van a la escuela o asisten a escuelas deficientes. Se necesitan buenos profesores y también sacerdotes. Un sacerdote se presenta en su casa para saber si alguno de los menores quiere ir al seminario. El hijo mayor dice que no. Después habla con Marcelino, que acaba de regresar del trabajo.
8. “ Necesitas estudiar para ser sacerdote, Dios lo quiere “, dice, depués de ver que Marcelino es abierto y sencillo. Marcelino responde : “ Quiero ir al seminario. Aceptaré, puesto que Dios lo quiere “. Poco antes de ir al seminario, fallece su padre. Marcelino tiene quince años. Es un golpe muy duro porque le admiraba profundamente.
9. A los 16 años entra en el seminario de Verrières. Es fácil distinguirlo por su estatura. Algunos se ríen de él. Pero, poco a poco, consigue el respeto y la amistad de sus compañeros. Mientras Napoleón gobierna Francia buscando la gloria a través de las guerras, Marcelino se esfuerza para conquistar la ciencia y la piedad.
10. Al início, no todo va bien. Parte de una preparación escolar muy deficiente, exigiendole muchas horas de estudio para alcanzar el nível de su grupo. Mejora su conducta y rendimento. Es nombrado vigilante del dormitorio, lo que le permite dedicar más tiempo al estudio. Quiere ser merecedor de la confianza que le han dado.
11. Su madre, que le apoya en los momentos de mayor dificuldad, fallece cuando Marcelino tiene veinte años. Siempre se esforzará para ser digno de ella. Pasa al seminario mayor de Lyon para estudiar teología. Ya no es más um niño. Tiene venticuatro años. Cada vez está más cercana su ansiosa ordenación sacerdotal.
12. Aprovecha los feriados para formar grupos de recreación y convivencia con los niños y niñas de su pueblo. Les organiza juegos y les enseña a amar a Dios. Cada año esperan el verano para estar con él. Frecuentemente se reúne con un grupo de amigos del seminario. Quieren fundar una Sociedad que lleve el nombre de María para el apostolado de las misiones. Están muy entusiasmados.
13. Aparte de lo señalado, el tiene otro proyecto. Cree que son necessarios profesores y educadores que se dediquen sobre todo a los niños y a los jóvenes. Por eso, repite : “ Necesitamos hermanos “. Una enfermedad interrumpe sus estudios. Los aires del pueblo y el trabajo del campo le ayudan a recuperarse. Nada le apartará de su vocación.
14. Llega el grand día en que va a ser ordenado sacerdote, junto con otros cincuenta y dos companñeros. La catedral de Lyon está totalmente abarrotada. El calendario marca el dia 22 de julio de 1816. Al dia seguiente, sube al Seminario de Fourvière con un grupo de amigos para consagrarse a la Virgen. Así comienza el proyecto de la fundación de la Sociedad de María.
15. Recibe su primer destino: como vicario de La Valla, un pueblito entre las montañas. Llega ahí a pie. Al ver las casas, se acoge y reza a Dios y a la Buena Madre con esperanza y confianza. La parroquia está casi abandonada. La bebida y otros problemas graves exigen una actitud firme y comprensiva. Marcelino, que es un sacerdote dinámico y joven, produce un gran impacto.
16. La catequesis se convierte en un motivo de alegría para los niños, hasta el punto que algunos precisan caminar largo trecho para llegar a la iglesia. Les trata con afecto. Prefiere una recompensa a un castigo. Habla a los adultos de un modo que todos le escuchan y le hacen caso. Cuida con especial cariño a los enfermos y a los pobres, que son sus preferidos.
17. Le llaman para confesar um joven de diceisiete años, muy enfermo cuyo nombre es Juan Bautista Montagne. Ve que casi nada sabe de religión. Habla al joven de Jesús y le ayuda a morir en paz. Había llegado a tiempo. Mas ... La situación requiere una respuesta. Poco después, el día 2 de enero de 1817, funda el Instituto de los Hermanitos de María. Dos Jóvenes son los primeros en vivir muy cerca de la parroquia.
18. Los Hermanos no son sacerdotes. Se consagran a Dios como religiosos para educar cristianamente a los niños y jóvenes. Creen que su presencia entre ellos es la mejor forma de educarlos. Para realizar esta misión es necesario prepararse. Viven en pobreza, rezan, estudian y trabajan manualmente fabricando clavos para su sustento. También encuentran tiempo para el descanso y la convivencia.
19. Marcelino funda una escuela en Marlhes. Rapidamente el êxito se extiende por los alrededores. Los niños no están acostumbrados con profesores que compartan su vida con ellos de forma tan simple y amistosa. Muchos pueblos quieren tener una escuela de Hermanos. Se lo piden a Marcelino. Con todo, las vocaciones son escasas. Como siempre, reza a la Buena Madre: “ Madre, ayúdanos; es tu família “.
20. Al regreso de la visita a una escuela con el Hno. Estanislao, una tempestad de nieve cubre los caminos. Perdidos y agotados, rezan a la Virgen y ven una luz .. ; acogidos, pueden pasar la noche. De forma sorprendente e inesperada, ocho jóvenes piden para ser Hermanitos. Marcelino siente crecer su confianza.
21. Muchos jóvenes desean hacerse Hermanitos de María. La casa donde residen comienza a ser demasiado pequeña. Necesitan construir otra mayor, nueva, que les acoja a todos sin problemas. Encuentra, junto a la orilla del río Gier, una propiedad rocosa. Esto hace que sea barata. Como no tiene dinero, no puede escoger. Decide comprarla. Está situada en el fondo de un valle.
22. Los Hermanos participan en la construcción. Marcelino colabora como picapedrero. Como es bastante fuerte, se encarga de las piedras más pesadas. La casa, inaugurada em 1825, recibe el nombre de Nuestra Señora de L'Hermitage. Marcelino deja la parroquia de La Valla y se va a vivir junto con los Hermanos. La vida es simple; la comida, frugal. Todos están contentos de poder vivir juntos.
23. Tienen la costumbre de jugar a los caballitos. Al atardecer, ya oscuro, el Hno. Silvestre monta a caballo sobre uno que sube por la escalera: Cuando llega a lo alto, se da cuenta que es Marcelino. Viajar a pie, en condiciones difííciles, y con un clima riguroso, hace que Marcelino desfallezca. Se enferna gravemente y no hay esperanzas de recuperación.
24. Otro sacerdote, Courveille, quiere gobernar a los Hermanos. Su forma áspera de tratarlos y la posíble muerte de Marcelino les aflige. Algunos, desanimados, quieren regresar a sus casas. El Hermano Estanislao no pierde la confianza. Modera los excesos del señor Courveille y anima a los Hermanos a continuar fielmente su camino.
25. Marcelino se levanta de la cama y asiste a una reuniión de comunidad. Todos renuevan su confianza en él. Poco a poco recupera su salud, restabeleciéndose totalmente. Los párrocos y los prefectos le llaman por todas partes. El crecimiento de las escuelas no cesa. Continuamente surgen nuevos centros.
26. La revolución de 1830, en París, obliga a cerrar muchos seminarios. Marcelino no tiene miedo y continúa admitiendo a nuevos Hermanos en el Instituto. Sus cartas a los Hermanos transmiten afecto, alegría y confianza. Les anima en las dificultades. Les orienta en sus problemas. Para todos tiene una palabra adecuada.
27. Los niños ... Cómo le gusta estar entre ellos, pasar por las aulas, hablarles del amor de Jesus, instruirlos y educarlos!. Viaja a París para obtener la aprobación legal de los Hermanos. Pasa tres meses de oficina en oficina. Le reciben siempre con buenas palabras, pero la aprobación no llega.
28. Los tres primeiros Hermanos misioneros van a Oceanía. Marcelino, que siempre deseó ir a las misiones, apenas pudo acompañarlos con el corazón y la oración. A pesar de vivir en un pueblo pequeño, Marcelino exclama: “Todas las diócesis del mundo entran en nuestras miras “. No hay frontera que lo detenga. Es un canto al amor universal.
29. En el año 1837, aparecen las primeras Reglas escritas. Constituyen um conjunto de normas surgidas de la experiencia. Está muy satisfecho con ellas porque son garantía de futuro para el Instituto. Consciente de que le queda poco tiempo, cree que ha llegado la hora de que los Hermanos elijan un superior entre ellos. Celebran elecciones. Reunidos un total de noventa y dos, elegen al Hermano Francisco.
30. A pesar de su debilitada salud, habla de Jesús a los alumnos. Se expresa con tal sinceridad que su ternura impresiona a todos. Siempre le recordarán como a un santo. Llega un momento en que no puede seguir. Sus fuerzas se agotam. Las piernas yá no le mantienen más. Debe permanecer acostado.
31. Los Hermanos evitan cualquier ruido. Marcelino está enfermo y ellos preocupados. El dolor se convierte en delicadeza. La oración se intensifica. Viven el drama de una enfermidad irreversíble. Algunos días antes de su muerte, escribe su testamento, dando algunos consejos para los Hermanos: “Ámense unos a los otros. Amen a nuestra Buena Madre y enseñen a amarla. Sean modelos para los jóvenes”.
32. Muere en l'Hermitage, a las cuatro y media de la mañana del día 6 de junio de 1840, a los cincuenta y un años de edad, mientras que la comunida canta la Salve Regina diaria a la Virgen. La pequeña simiente que deja Marcelino, se extiende y produce sus frutos en más de setenta países de los cinco continentes.
33. Los Hermanos están junto a los niños y los jóvenes, especialmente a los más necesitados. Escuchan sus llamadas allá donde están. Conocen sus problemas. Oferecen la presencia de un amigo. Junto con muchos otros educadores laicos, los Hernanos convierten sus escuelas en un lugar de encuentro y de estudio, de convivencia y deporte, de amistad y de oración. Esto es, una verdadera familia.
34. Muchos rezan a Marcelino. Algunas personas gravemente enfermas serán curadas por su intercesión: una señora de Estados Unidos, un joven en Madagascar, un Hermano marista en Uruguay ... El 18 de abril de 1999, se lleva a cabo la canonización de Marcelino por el Papa Juan Pablo II. La Iglesia lo declara Santo, es presentado a todos los fieles como un modelo de vida cristiana.
35. Nuevas fundaciones reclaman la presencia de los Hermanos entre los jóvenes. ¿Sabe cuándo llegarán a su país ? Unos cuantos, en diversos países del mundo, entregarán su vida por medio del martirio. En los ambientes urbanos y rurales, los jóvenes valorizan la presencia de los Hermanos, de los educadores y animadores laicos maristas ... que se inspiran en la vida, en la persona y en la espiritualidad de Marcelino.
36. Hoy, en la escuela y en otros lugares, inclusive en la frontera social de marginación, los Hermanos y todas las personas que comparten su misión, tienen presente la vida, la misión y el trabajo de Marcelino. Como en los tiempos de Marcelino, los jóvenes de hoy se comprometen en su seguimiento como religiosos y apóstoles entre la juventud. ¿Qué eco despierta en ustedes la historia de San Marcelino?